28 de enero de 2017

Extraños


Extraños. 

Ana miraba a los policías sin entender. «¿De qué le hablaban? ¿Por qué le enseñaban aquel papel como en las películas?»

«No, Juan Carlos no está».

«Estaba en su trabajo y después iba a jugar a fútbol. ¿Le ha pasado algo? Por favor, ¿Está bien?¿Pero está bien?»

«Sí, claro que los dejo pasar».

Contestó a uno y a otro, sin saber por qué estaban allí y mucho menos de qué iba todo aquello. Miró a su alrededor, sus vecinos estaban asomados cotilleando, enrojeció avergonzada.

«¿Qué iban a pensar de ella?»

Los policías entraron en su casa e inmediatamente la hicieron sentir una extraña, sentada en su propio sofá, mientras uno de ellos lanzaba toda clase de preguntas absurdas, el resto habían iniciado una búsqueda implacable en su casa. Escuchaba su paso por cada habitación, abrían y cerraban armarios, cajones, fotos, tomaban huellas...

Se sentía más desnuda que si lo hubiera estado, expuesta a todos aquellos que la invadían con rapidez y sin dejarla pensar.

No entendía nada pero su corazón palpitaba a toda velocidad, le temblaban las manos, frías, heladas y cada vez se encogía más, «avergonzada», ante las miradas de los policías.

—¿Puedo llamar a mi novio?—Ellos le dijeron que no. No conseguía entender las pocas informaciones que le daban, nada no conseguía saber de qué hablaban ni qué buscaban. Temblaba y echaba tanto de menos a Juan Carlos, él siempre sabía lo que se tenía que hacer. Seguro que hoy cuando volviera se sorprendería tanto como ella de esa invasión y del malentendido, luego pasado el susto ambos se reirían. ¡Estaban enamorados!

Ella llevaba muy mal la soledad y él lo sabía, después de jugar con sus amigos en lugar de ir a picar algo, volvía rápido a casa, no la dejaba cocinar, pedían una pizza y veían alguna película en el sofá. Después de una de esas noches, él le propuso que se casaran y en eso estaban, preparando la boda. 

«Juan Carlos». 

Ana gimió, lo necesitaba. Estaba muy asustada. Justo hoy él había decidido volver a jugar, hacía meses que no iba; la última vez pasó algo que él no quiso contar.

«Yo no quiero marrones con nadie, solo pasar un buen rato. Ya sabes cariño, soy un tío muy pacífico».

Ana recordaba sus palabras y como él la había abrazado muy ansioso, luego los dos se habían reído. Más tarde habían hecho el amor pero todo fue muy raro, Juan Carlos estaba muy nervioso y se justificó diciendo que «los malos rollos lo ponían fatal». Ese día parecieron romperse sus reservas y avergonzado, le contó que no soportaba ni los gritos ni las discusiones, las había vivido con demasiada frecuencia cuando era chico igual que los malos tratos que su padre le dispensaba «para corregirlo» a él y a su madre por ser «tan zorra».

Ella sintió mucha lástima, ella no tenía familia pero visto lo que él contaba, mejor no tenerla. Lo besó, quería que supiera que él lo era todo para ella y se echó a llorar cuando le pidió que se casaran.

Y en eso estaban.

Miró el catálogo de vestidos de boda caído sobre la mesita, mientras el policía seguía insistiendo en esas preguntas que no quería entender.

«Basta».

Su cabeza no podía más, no quería saber nada más. Los miraba mientras seguía temblando, cada vez más encogida en ese diminuto apartamento devastado por el registro y las sospechas. Seguía intentando negar pero las dudas se acumulaban pero era él, su Juan Carlos.

«No, era mentira, no podía ser. ¡No! Era imposible. ¿Su Juan Carlos? Nunca haría daño a nadie. ¿A mujeres? Estaban mal de la cabeza».

Ellos seguían hablando y ella quería contarles que su chico no haría eso, nunca lo haría. «¡¡No!! Nada de eso podía ser cierto. ¡¡Noooo!!! Ella lo conocía. Era dulce y atento con ella».

Lloraba intentando acallar a esa parte que empezaba a saber, a identificar situaciones que alguna vez él hacía o decía…

¡¡No, no quería seguir escuchando!!

¡¡¡No!!!

¡¡¡No, no sabía nada!!!

¡¡¡Basta, por favor basta!!!

Ana se retorcía las manos mientras se secaba los ojos, llenándose de manchurrones oscuros. Le dolía tanto la cabeza. «¿Qué estaba pasando? ¿Por qué? ¡No! ¡No los creía! ¡No, no podía ser!»

Y así, en ese seguir negando se empeñaba en borrar la certidumbre de que había convivido con un desconocido que, mientras era atento con ella, violaba y maltrataba llenando de miedo y oscuridad las vidas de las mujeres que agredía.

La voz de los policías dolía y la injusticia de sus dudas sobre ella le quemaba por dentro mientras el asco pugnaba por salir entre las brumas.

«¿Podía ser? ¿No se había dado cuenta?»

Y ellos seguían llenando de sospechas su vida. Y mientras hipaba con la desesperación que, a veces da el saber, las evidencias se acumulaban. Ahora, era un vídeo que, aunque oscuro, no dejaba lugar para las dudas, no solo era su ropa que conocía sino cada uno de sus gestos.

«Era él».

Ahora, uno de los policías ensobraba una camiseta que habían encontrado y otro, quizás incómodo, intentaba tranquilizarla mientras sus sollozos se convertían en gemidos y le faltaba el aire.

Y, a cámara lenta, salía por la puerta la vida que había creído tener. 

Más tarde, cuando por fin consiguió dejar de llorar, a su vergüenza y dolor se unió la repugnancia por ese hombre al que había querido. Intentando mantener una serenidad que no sentía, recogió las cuatro cosas que quería conservar, «ninguna de él» y salió sin mirar atrás de aquella casa en la que había imaginado vivir.

Sabía que ahora venía lo más difícil: alejarse de esa pesadilla pero levantó los hombros caídos, secó las lágrimas, olvidaría y no dejaría que nada ni nadie le hiciera pagar por unos errores que ella no había cometido.


Conxita


90 comentarios :

  1. Las otras víctimas.

    Siempre me han preocupado esas personas que pagan por los errores que no han cometido, víctimas de esos extraños que han estado en sus vidas. Dudas, dolor, vergüenza, culpa... cuando ellas no han hecho nada o ¿sí? ¿Conocemos siempre a los que queremos?

    Eso es lo que he intentado contar con mi relato. Me gustará saber vuestras opiniones.

    ResponderEliminar
  2. Hola Conxita y yo me pregunto si la intuición no es suficiente para descubrir quién no es. Hay tantos detalles al día, en la convivencia,...¿tan desconocido es quién tu crees que te ama? Lo siento leer tu relato me genera preguntas, dudas. Si ya la sociedad que te rodea (lo que ves, escuchas) te hacen sentir una desconfiada, si me pasara esto, no se en quién podría confiar entonces. Un abrazo compañera

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Eme no siempre la intuición funciona y no siempre se quiere ver lo que no se quiere ver. A veces entran en juego otras necesidades que desde fuera parecen díficiles de entender y que se juzgan.

      Es cierto que no se puede generalizar, decidir qué o quiénes nos generan desconfianza y qué o quiénes nos la dan es nuestra elección y eso hace que poda os acertar o fallar pero elegimos.

      Gracias por tu visita.
      Un abrazo

      Eliminar
  3. Tu relato me ha llevado a la violencia de género y de allí al femicidio, y de allí al maltrato de los padres (varones) a sus hijas mujeres. Este último eslabón de la cadena que he trazado es quizás uno de los horrores que más me sacuden. Conxita, los "casos" de niñas pequeñas asesinadas brutalmente por el padre pueblan las portadas de los diarios, creo que constituyen el caso de femicidio más brutal que me viene a la memoria. En tu historia hay un hombre golpeador que ejerce la violencia contra las mujeres, y lo has retratado muy bien en el relato. Cada vez más, afortunadamente, van saliendo a la luz estos casos de maltrato que antes se escondían. Comparto tu sensibilidad como escritora ante estos sucesos. Pienso en la importancia que tiene escribir sobre ellos, considero que es necesario hacerlo en la medida que podamos. Te ha quedado un trabajo conmovedor.
    Enhorabuena, Conxita.
    Un gran saludo.
    Ariel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ariel Hay muchas violencias silenciadas, las que se ven y las que no se ven y discurren con más frecuencia de la que se desearía de la mano de individuos que llevan vidas "normales"'.

      En mi relato quise poner la mirada en esa víctima silenciosa que también es la pareja de un agresor sexual, de la que nunca se habla pero sufre doblemente y quién dice pareja, dice padres, hermanos o familía.

      Creo que la escritura es una manera de mirar, no quiere juzgar ni dar respuestas sino solo poner esa mirada en el otro, en una situación, en un momento y que cada uno de los lectores construyamos nuestras respuestas.

      Es cierto que cada vez, afortunadamente, hay más sensibilidad y tolerancia cero hacía estos maltratos, del tipo que sea pero aún hay demasiados, depende de todos no pasar ni uno.

      Muchas gracias por tus palabras.

      Feliz día


      tengamos nuestra respuesta.

      Eliminar
  4. Los culpables siempre dejan inocentes tocados.

    Nunca se sabe del todo como es la persona que convive con nosotros.

    No se sabe que hacen los hijos cuando se reúnen con los amigos.

    Y de repente la verdad se desvela.

    Y lo que ha sido la vida cotidiana hasta ese momento se derrumba.

    muy buena aunque inquietante historia.

    Tu trabajo nos obliga a ver la parte turbia de la sociedad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Guille Es como lo dices los culpables siempre dejan inocentes tocados, desgraciadamente es así, son esas otras víctimas silenciosas, de las que no se sabe nada y peor cuando se sabe se las culpa por no darse cuenta, por no querer saber...

      Es inquietante ese no saber del todo pero afortunadamente se "lee" bien al otro en muchos casos pero no se pueden obviar los turbios, que también están.

      A veces las personas "maquillamos" tanto la realidad que acabamos creyendo que nuestra realidad es la realidad y no, solo es nuestra visión de la realidad, no es la realidad.

      Un beso de domingo

      Eliminar
  5. Todas son victimas de una misma persona que injustamente se lleva los soplos de vida, ilusión y esperanza, solo que quizás a esta la vida le dará una oportunidad de olvidar mientras que las hay que en manos de su opresor mueren injustamente.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ilesin, tú lo has dicho todas son víctimas.
      Son situaciones que dan qué pensar porque se acaba culpabilizando a todo el entorno del criminal y el único responsable es ese tipo, no hay excusas de ninguna clase para abusar de otras personas, otros han pasado por lo mismo y han sabido rehacer sus vidas sin dañar a nadie.
      Gracias por tu visita.

      Un beso

      Eliminar
  6. Tu relato me ha dejado la certidumbre de que el amor nos vuelve ciegos y necios. Nos anula los sentidos que deberían ponernos sobre aviso de los detalles que nos indican que la persona que convive con nosotros no es trigo limpio.
    por otro lado como alguien más ha señalado, me deja recapacitando sobre la violencia ejercida sobre los débiles, sobre aquellos que son pasto de las llamas devoradoras e los violentos.
    Tu relato no deja de ser una denuncia de esos casos en que la persona que cohabita sin saberlo con estos desalmados, es a la vez una víctima del engaño de estos desaprensivos.
    Y lo curioso es, que estos inocentes son vistos como los culpables consentidores del dolor que han sembrado otros y lo peor es, que ellos se sienten así.
    Muy intenso tu relato.
    Besos Conxita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Francisco,
      Bueno algo ciegos y tontos a veces si nos vuelve, no vemos más que lo que queremos ver y las señales que a veces indican "cosas" que no van bien, se obvian y no se reconocen. No hay peor ciego que el que no quiere ver, ¿no dice eso el dicho popular? Hay muchos motivos detrás de ese no querer ver: a veces hay desconocimiento, otros miedo, ...

      Como bien comentas, con mi relato quería mostrar a la otra víctima de un abusador, una víctima invisible que con frecuencia puede sufrir más castigos, el propio por haber convivido con alguien así y no darse cuenta y el de la sociedad que la culpa.

      Gracias por tus palabras.
      Un beso y feliz semana

      Eliminar
  7. Hola Conxita,
    debe ser tremendo levantarte un día y descubrir que tu pareja es un completo desconocido. En ocasiones te das cuenta de situaciones o comentarios raras aunque pasas la vista por alto. Otras veces duermes con una auténtico seductor, encantador y manipulador (rasgos de los psicópatas) y vives en una auténtica mentira sin darte cuenta de nada. Supongo que después de una experiencia así Ana tardará mucho tiempo en volver a confiar en las personas.
    Me ha encantado tu relato sobre las víctimas silenciosas (y ojo, pueden ser mujeres pero también hombres)
    Un besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto Erika, ha de ser terrible para la persona inocente que de repente se encuentra inmersa en una situación que no esperaba y tan terrible.

      Tal y como le comentaba a Francisco hay veces en que no se quiere ver la realidad y uno se empeña en seguir con personas que no dan la talla, que mienten, manipulan y hacen daño. Es cierto que en el relato lo he llevado al extremo y también estoy contigo en que esas víctimas silenciosas pueden ser hombres y mujeres.
      Después de cualquier traición cuesta volver a confiar, pero estoy segura que Ana (que es una mujer fuerte) se recuperará y sobre todo no dejará que nadie la haga pagar por lo que no ha hecho, a cada cual lo que le toca y ella no ha de pagar por un miserable.

      Gracias por tus palabras.

      Un beso enorme.

      Eliminar
  8. Fíjate, Conxita, antes de leer este fantástico relato, siempre pensé que quien convive con un asesino, violador, terrorista o cualquier facineroso, sabía de sus andanzas más o menos. Con la petulancia del ignorante siempre he pensado que a ese tipo de personas (los facinerosos) se les ve el plumero, que la convivencia los tiene que delatar.
    Después de leerte, me has hecho recapacitar. Quizás, algunos son muy buenos disimulando y llevando una doble vida, de tal manera que quien creía conocerlos, y amarlos, también es otra víctima.
    Me has dejado impactada. Genial.
    Un besote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te entiendo perfectamente Kirke, es como decía Emerencia hay tantos detalles en la convivencia que uno tiene que darse cuenta, pero lo cierto es que no es así y que por desgracia es más frecuente de lo que se piensa ese convivir con desconocidos de los que se desconocen sus andanzas, sus fobias y filias.
      En el relato, tal y como he comentado antes lo he llevado al extremo en el desarrollo pero con frecuencia la realidad supera en mucho a la ficción. Pero sí quería escribir sobre esa condena que tienen personas inocentes como pueden ser las parejas, los padres o los hermanos.

      Gracias por tus palabras y que tengas una productiva semana.

      Besos

      Eliminar
  9. Los "daños colaterales"... esos que pocos tienen en cuenta, y que lamentablemente, muchos directamente ignoran y les son indiferentes.

    Más allá del tema que tratas, que me parece un enfoque muy acertado; quiero decirte que cada vez que te leo, que son muchas más de las que comento, quedo maravillada... por la forma, el modo, como haces de lo complejo algo simple; quedo admirada, sin más.

    Un beso grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Alma, antes de nada darte las gracias por esas preciosas palabras que dedicas a mis letras, te lo agradezco de corazón, muchísimas gracias por ser tan generosa conmigo.

      Es tal y como dices son daños colaterales no importan, casi se lo merecen por no haberse dado cuenta de con quién vivían y se las vuelve a condenar una vez más, como si no hubiera bastante con el dolor, la vergüenza, la humillación, el asco...por no haber sido capaces de ver con quién convivían. No es justo, esas personas no han hecho nada, son otras víctimas y no se las tiene en cuenta.

      Un beso enorme

      Eliminar
  10. Un desengaño terrible. Desde luego que sí que has conseguido mostrar lo que pretendías. La chica sufre; pero, al final, es fuerte y se va, sin dudas, sin vacilaciones.
    Un placer leerte.
    Saludos afectuosos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Isabel, gracias por tu visita a Enredando con las letras.

      Me alegra haber sido capaz de mostrar a esa víctima invisible, a esa persona que vive engañada y enamorada, que carga con muchas culpas que no son suyas, pero sí creo que es fuerte y no dejará que se la culpe por algo que no ha hecho, se va sin vacilar ni un solo instante porque ante ese tipo de agresiones no se puede tener ninguna vacilación.

      Gracias por tus palabras, me encantará volverte a ver por el blog y leer tus comentarios.

      Saludos y que tengas una feliz semana

      Eliminar
  11. Creo que no se quiere ver. El amor o el enamoramiento de alguien que no sabe estar sola, como dice la protagonista, ciegan.
    Y estos psicópatas, que están muy atentos y perciben las debilidades de sus víctimas, se aprovechan de eso. Seguro que hubo indicios durante el noviazgo, pero ella no estaba atenta, no sabía, se entregaba al romance.
    Hay muchas cosas que siempre desconocemos del otro y estos personajes nefastos son excelentes encubridores.
    Muy buen relato de un tema tristemente actual.
    Besos, Conxita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo sé Mirella si no se quiere o no se puede ver, es cierto que cuando uno está enamorado no ve ni un solo defecto en la persona amada.
      Desde fuera parece complicado que no haya pistas, que no haya detalles que la pongan sobre aviso, aunque a veces esas señales se acaban leyendo cuando se sabe lo que ha hecho el tipo.
      Es verdad que los psicópatas son muy hábiles en detectar las debilidades de sus víctimas, en el caso de Ana seguramente su miedo a la soledad y envolverla de tal manera que no sospeche nada, que sea dependiente de él y de sus palabras, son especialistas en el disimulo y la mentira.

      Gracias por tus palabras.

      Un beso enorme

      Eliminar
  12. A fe mía que lo consigues, nos muestras el desconcierto de quién no sabe que ha vivido con un monstruo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si lo he conseguido, me siento muy satisfecha porque Alfred tiene que ser ¡¡¡terrible!!! descubrir que se ha vivido con un auténtico monstruo. Digerir eso debe costar y encima recibir el rechazo de la sociedad por no haberse dado cuenta, eso era lo que me parecía preocupante, ese doble castigo de estas personas.

      Un abrazo

      Eliminar
  13. Hola.
    Nunca se me había ocurrido pensar en las parejas de alguien así. ¿No se imaginan nada? Tiene que ser un dolor indescriptible descubrir algo así.
    Un besito y como de costumbre lo has contado genial.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Marigem
      ¿Se imaginan algo? ¿No quieren ver? ¿Son realmente ajenas a lo que pasa? ¿No?Habrá de todo, hay muchas situaciones aunque cuando uno está enamorado no acostumbra a ver de forma objetiva al otro. ¿Se puede engañar tanto? Sí, se puede y seguro que podemos recordar personas que llevan dobles vidas, estafadores que parecían los mejores vecinos, agresores que son unos encantos en el exterior o personas que han hecho daño a otros y jamás lo dirías...
      A veces hay señales y otras no las hay o no se quieren ver, dicen que cada casa es un mundo y es muy cierto.

      Gracias por tus palabras, un beso enorme.

      Eliminar
  14. Qué bueno, Conxita, tu relato me ha dejado impactada. Has descrito tan bien la forma de sentir de la protagonista, descubriendo poco a poco lo que nunca hubiera querido saber, que me parecía estar sentada junto a ella en ese sofá durante el registro. A veces las vida nos coloca en situaciones límite, como si fueran trampas sin sentido. Hay que ser muy valiente para pasar página y no volver la vista atrás después de algo así, como hizo tu protagonista. ¡Absolutamente genial!

    Un abrazo y feliz comienzo de semana :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Julia, un gusto encontrarte de nuevo en Enredando con las letras, se te ha echado de menos.
      Es que la situación es impactante, es descubrir que aquella persona que ha convivido contigo, a la que creías conocer y amar, no es para nada lo que imaginabas, es un bicho de la peor calaña.

      Esa mujer necesita ser muy fuerte para poder aguantar esa situación y lo que vendrá, de ahí la frase con la que encabecé el relato No supe qué era ser fuerte, hasta que ser fuerte era la única opción porque la condena de esta mujer no es de las que dicta un juez, es de las que se llevan dentro y la sociedad te hace pagar por ello, mi protagonista tiene claro que no lo va a permitir porque ella es otra víctima de ese monstruo.
      Gracias por tus palabras.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  15. Tu relato impacta, Conxita, y ofrece un largo camino para reflexionar. No sé si se puede ocultar tanto a la que persona que te quiere y con la que convives cómo eres en el fondo o qué inclinaciones tienes. Supongo que el amor ciega a algunas personas y las mantiene en la ignorancia.
    Estupendo relato, Conxita. Como dije, nos hace pensar.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El relato Ángeles nace un poco de esas reflexiones y del sentimiento hacía la víctima, una víctima silenciosa e ignorada, por la que nadie se preocupa, compadece ni ayuda, se lo ha buscado por vivir con un degenerado así. Es díficil saber si esas señales pasan desapercibidas o no se quieren ver, lo cierto es que pasa y hay muchos ejemplos de los que nunca lo hubiera imaginado hasta que pasa.
      No podemos olvidar que muchas de las agresiones sexuales las cometen personas consideradas aparentemente "normales"que tienen amigos, familia, trabajo...

      Gracias por tus palabras, me alegro que te haya gustado.
      Un beso

      Eliminar
  16. Cuántas veces no habremos oído aquello de "pero si era un chico la mar de normal, educado y atento..." Al parecer, hay quien sabe llevar una doble vida sin despertar sospechas ni en su propia familia, incluso ni en su propia mujer. Puede parecer increíble pero creo que son personas con una doble personalidad, seguramente debido a algún trauma -como ya se insinúa en tu relato- de la niñez o adolescencia. Debe ser horrible descubrir, de pronto, que la persona con la que has convivido tanto tiempo no es la que tú creías y amabas.
    Excelente relato.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente eso le comentaba a Ángeles que la mayor parte de estas agresiones las cometen personas que aparentaban ser normales y como dices Josep Mª hay muchos ejemplos de personas que llevan con absoluta discreción dobles vidas y son una sorpresa cuando nos enteramos.
      Es cierto que este tipo de personas arrastran problemas psicológicos importantes, muchos originados en la niñez y adolescencia pero también es cierto que en igualdad de condiciones hay personas que jamás agreden a nadie, por tanto también hay factores intrínsecos de personalidad de estos individuos.
      Para la pareja (como en este caso), los padres (otros grandes olvidados y víctimas en silencio), hijos... ha de ser terrible descubrir que no se conocía para nada a la persona con la que se ha convivido y amado.
      Recuerdo el caso de unos padres que ante la posibilidad de que el hijo (un violador confeso) se instalara con ellos sufrieron el rechazo de todo el barrio en el que vivían. Hay miedo y con razón, pero ¿ellos tienen la culpa?
      Terrible situación.

      Me alegra que te haya gustado el relato.

      Un abrazo

      Eliminar
  17. Y, sin embargo, algunas veces me ha llamado la atención cómo mujeres abiertamente maltratadas (que no es el caso en tu relato) se han empeñado, aunque sepan que tú fuiste testigo, en seguir defendiendo a los hombres que las maltrataron. Si estas mujeres, capaces de negar la evidencia, supieran de otras cosas que hacían sus "compañeros" supongo que su respuesta sería negarme el saludo. Es increíble, pero estas mujeres existen.
    Lo que he escrito tiene que ver, sólo un poco, con tú relato, pero es que me ha recordado lo que te cuento. Pero sí, las historias de dobles vidas abundan. Me ha gustado el dramatismo con que expresas los sentimientos de la mujer.
    Gracias por el relato.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo Soros, se niega la evidencia y se vuelve a creer en un amor que no existe, quien te quiere no te daña, eso no es amor, el amor no es posesión, nadie es de nadie y nadie tiene derecho a ejercer violencia (del tipo que sea) sobre el otro y lo perdonan, y vuelven a maltratarlas y en algunos casos (en muchos desgraciadamente) pierden la vida.

      El maltratador conoce a sus víctimas, sabe cómo lastimarlas, cómo hacerlas dependientes, cómo destrozar su autoestima, como destruirlas y por eso cuesta tanto que las mujeres maltratadas se atrevan a dar el paso de dejar a los que las maltratan y por supuesto faltan muchos recursos para apoyar a estas mujeres y niños (otras víctimas silenciosas), para que estén a salvo y puedan poner distancia entre ellas y el agresor.

      Y sí, estoy contigo en que sí existen muchas dobles vidas que no se conocen, a nuestro alrededor y que sí se descubren nos acaban sorprendiendo.

      Me alegra haber sido capaz de expresar con dramatismo esos sentimientos porque creo que han de ser terriblemente dramáticos y durísimos para esas personas.

      Un abrazo y gracias a ti por leerlo y comentar sabes que es un placer recibir tu visita siempre.

      Eliminar
  18. Tu relato me ha recordado los muchos maltratadores camuflados, que son dulces y cariñosos mientras no se sienten seguros de su pareja, pero, en cuanto se casan toman posesión de ella: es suya y pueden hacer lo que quieran con ella. Por eso son encantadores hasta el momento de la boda, por eso las matan cuando los dejan, porque las consideran de su propiedad.

    Un abrazo, Conxita

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Ana son como alimañas que se camuflan esperando a sus víctimas, desplegando todo su "encanto" hasta que consiguen tenerlas y entonces ya no se esconden.
      Y de nuevo aparece ese comentario quién lo hubiera dicho con lo buen chico o chica que parecía.

      Como le decía a Soros, nadie es de nadie, nadie es propiedad de otro y mucho menos nadie que te quiere te hace daño, si te dañan... eso es muchas cosas pero NO es amor.

      Un beso guapa

      Eliminar
  19. La frase del principio lo resume todo y así es a veces la única opción es ser fuerte ante las adversidades. La verdad es que es una situación muy dura e inimaginable. Yo intento ser empática pero hay situaciones que resultan difíciles de imaginar, siempre nos sorprendes guapa. Un besazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Natalia a mi me pareció que esa frase lo describía perfectamente Nunca supe qué era ser fuerte, hasta que ser fuerte fue la única opción, al menos la protagonista ha podido serlo porque necesita toda su fortaleza para que no la carguen con unas culpas que no son suyas, para olvidar todo ese engaño y esa vida con un degenerado que no era lo que parecía.

      Yo diría que afortunadamente son situaciones difíciles de imaginar aunque por desgracia la realidad supera a la ficción en mucho.

      Me alegra ser capaz de sorprenderte y que me lo digas.

      Un beso guapísima y gracias por tu visita.

      Eliminar
    2. Es un placer pasar siempre por tu espacio, me encantan los relatos y además al ser cortitos no hay excusa jejeje los libros a veces se nos resisten por falta de tiempo. ;-p. Coincido contigo en tu forma de ver las cosas. Un besazo y feliz finde.

      Eliminar
    3. Eres un encanto Natalia, siempre con buenas palabras para mis letras y todos esos ánimos que siempre me regalas, muchísimas gracias de corazón, es un placer compartirlos contigo.
      Besos guapa

      Eliminar
  20. El ser humano es tan complejo, tiene tantos recovecos, que es imposible conocer a nadie del todo, en todos sus aspectos; ni siquiera los que conviven se conocen del todo, y cuando surge una verdad sorprendente decimos "Quién lo hubiera imaginado".

    Al menos, tu víctima reaccionó bien y pronto, con fortaleza y con las ideas claras. Ése es el mejor mensaje de tu relato.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto Ángeles no es fácil conocer a las personas y nunca las acabamos de conocer del todo y en la mayor parte de los casos no pasa nada y es bueno que se respeten espacios propios.
      Ese quién lo hubiera imaginado surge con mucha frecuencia cuando nos enteramos de situaciones que no nos cuadran con la imagen que nos habíamos hecho de las personas, que se salen de lo habitual o que no son para nada muy normales (entendiendo ese normal por lo que hace la mayoría de gente), sí somos muy curiosas las personas aunque afortunadamente la mayor parte de las veces es para bien.

      La reacción de Ana es lo mejor de un relato lleno de mentiras y violencia escondida, necesitará toda su fortaleza para seguir viviendo y confiando en las personas y ¿sabes? estoy segura que le irá muy bien.

      Un beso y feliz semana

      Eliminar
  21. Nunca conocemos a nadie del todo, a veces ni siquiera a nosotros mismos. Si nos enamoramos la tendencia natural es maquillar las actitudes de la pareja, justificar todos sus actos, encontrar excusas para su comportamiento. Tuvo suerte tu protagonista, a ella le abrieron los ojos.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy cierto Ambar ni a nosotros mismos, a veces en situaciones extremas sale lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros.
      Cuando se está enamorado como tú dices se "maquilla" todo, se disculpa, se justifica y se excusa, solo se quiere ver la imagen idealizada que nos hemos construido de él o ella, nos empeñamos en negar las evidencias y que esa persona sea como queremos que sea y a veces hay terribles desengaños.

      Sí, tienes razón Ana aún tuvo suerte, le hicieron ver el monstruo con el que estaba viviendo, desengañarse y poder empezar de nuevo, sin culpas porque ella no ha hecho nada y es otra víctima más.

      Gracias por tu tiempo y por tu comentario.

      Un beso y feliz semana

      Eliminar
  22. Dicen que algunas personas proyectan en los demás lo que desean ver, distorsionando la realidad. También que desconocemos a los que tenemos más cerca, quizá por motivos parecidos: nos limitamos a proyectar y nos cerramos en nosotros mismos.
    El choque de la protagonista con la dura realidad es tremendo. Al menos lo asume, podría haber reaccionado creando algún tipo de negación. Recuerdo el caso de la madre del pederasta de Ciudad Lineal, justificándolo y dándole una coartada.
    En fin, veo que buscas en la psicología para elegir los temas de tus relatos, está muy bien.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Gerardo
      No acabamos de conocer del todo a nadie, ni siquiera a uno mismo y con frecuencia en situaciones extremas aparecen aspectos que a veces nos sorprenden a nosotros mismos.

      La protagonista no sabemos si no quería ver o no veía, ella nos cuenta que está muy enamorada y muy sola apoyándose totalmente en la persona en la que confía, eso me hace reflexionar sobre esas situaciones de apego que acaban generando dependencia.
      El despertar de Ana a la realidad que no quería ver es brutal, las pruebas son abrumadoras pero aún y así podía haber optado por negar, por buscar excusas, por facilitarle coartadas; en cambio, opta por afrontar la realidad que le están mostrando, buscar salidas y sobre todo no permitir que la culpen por algo que no ha hecho.

      Los relatos surgen, así de repente, de algo que escucho, veo o pienso, en este caso delante de una noticia pensé en esas víctimas invisibles y sus sentimientos, su dolor,la indiferencia e la sociedad hacía ellas, el rechazo propio hacía lo vivido, hacía la persona que las había engañado y también agredido moralmente y supongo que es inevitable que aparezca la psicología en mis relatos.

      Me alegra que te guste.

      Un saludo

      Eliminar
  23. Querida amiga.

    Para valientes....las mujeres.

    Valoro mucho todo lo qu escribes.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Ricardo por tus palabras hacía mis letras que agradezco mucho.

      Hay mucho camino aún por recorrer para las mujeres, afortunadamente hay muchos hombres que nos acompañan en este recorrido de defender que somos iguales pero diferentes y eso es un motivo de orgullo para todos.

      Citando a William Faulkner Los que pueden actúan, y los que no pueden, y sufren por ello, escriben.

      Un abrazo

      Eliminar
  24. Muy acertada esa otra perspectiva que habitualmente acostumbramos a olvidar, las parejas de personas que viven una doble vida y que en su aparente vida normal pueden dar lugar a una familia. Tiene que ser terrible tomar consciente de que se ha convivido con un violador, un asesino...

    Buen relato, Conxita.

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola U-topia

      Ha de ser terrible y acumulan muchas culpas: las que sienten ellos y las que la sociedad les impone, por ser los padres de, por ser la pareja de, incluso por ser los hijos de... se acostumbra a hacer pagar a estas personas por unos errores que ellos no han cometido, es algo que me hizo reflexionar sobre esa injusticia que se comete con personas que no han hecho nada, que también en muchos casos han sido víctimas de embusteros, de agresores,..

      Gracias por tus palabras.

      Un abrazo

      Eliminar
  25. Es jodido cuando te meten cosas en la cabeza, pero la mina esta no le dio derecho a replica al hombre que ama. Dio por sentado que todas las acusaciones eran ciertas, solo por lo que le decían. Es una situación muy difícil.
    Muy bien planteado el tema como relato.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Raúl
      Es cierto que ella quizás no le dio derecho a la réplica, pero parece que las pruebas que se le presentaban no dejaban mucho lugar para las dudas e incluso ella va relacionando hechos y situaciones que se le habían pasado. Tienes toda la razón y muy bien apreciado en que puede equivocarse y dar por sentado algo que no lo fuera, es una perspectiva diferente que igual daría para otro relato.
      Es una situación terrorífica en la que el mundo se pone del revés.

      Gracias por tus palabras y tu tiempo.

      Un saludo

      Eliminar
  26. Hola, Conxita. Angustioso relato del que no tengo claro ¿que le dijo la policía y cuando se lo dijo?, o si se trata de intuición o conjeturas de ella. Lo cierto es que pasó un mal rato, que no se lo deseo a nadie.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Manuel

      Más que un mal rato (que también) a la pobre protagonista le espera una larga temporada para olvidar esa pesadilla que ha vivido, darse cuenta de que la persona con la que está no es como imaginaba y peor aún, no solo no es como ella creía sino que encima era un depravado que agredía a mujeres indefensas, superar eso le costará a Ana pero ella tiene claro que no dejará que la culpen con nada más, que no pagará por unos errores que no ha cometido.

      La protagonista descubre toda la verdad cuando hacen un registro en su casa y ve las pruebas que le presenta la policía y empieza a darse cuenta de que su pareja no era quién pensaba que era. Muy triste y aunque en este caso está llevado al extremo, lo cierto es que el desconcierto al descubrir que la persona con la que convives te engaña ha de ser terrible y en este caso muy terrorífico.

      Un abrazo

      Eliminar
  27. Mi opinión es que quienes se desenvuelven así son personas hábiles, egocéntricas y carentes de escrúpulos, de ahí que me parezca encomiable que en este post 'focalices' la atención en quienes pagan los platos rotos que son todos aquellos con quienes se relacionan, en especial, sus parejas (como Ana).
    Debe causar tan gran desconcierto el hecho de darte cuenta de que con quien estás no es quien tú te crees, que tiempo se necesitaría después para volver a confiar en el género humano.
    Pero una cosa te digo: a la larga, tooodo acaba saliendo y tooodo se acaba sabiendo, lo cual denota cierta ignorancia en quienes se meten en esos terrenos.

    En fin, Conxita, que tu relato da para mucho, me ha encantado cómo has sabido transmitir la angustia de esa mujer y, sobre todo, ese final sacudiéndose una culpa que no es suya. Como siempre, muy bien escrito.

    ¡Un beset molt fort!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo contigo Chelo.
      Convivir y darse cuenta del monstruo con el que se ha convido ha de ser durísimo, y si se le añade el rechazo social por no haberse dado cuenta, me parecía que era una condena excesiva para personas que no han hecho nada. De acuerdo que se puede decir que siempre hay señales pero a veces no se quiere ver, se justifica, se disculpa y ella estaba enamorada para leer correctamente las posibles señales que hubieran.
      Tienes razón que a la protagonista le va a costar volver a confiar en las personas, pero estoy segura que con su actitud positiva está en buen camino, sobre todo porque no duda, actúa inmediatamente y tiene claro que no va a dejar que la culpen por algo que no ha hecho y ese no negar es un buen paso para seguir hacía delante.

      Me alegra que el relato sea capaz de provocar otras miradas, es lo que me gusta y muchas gracias por decírmelo.

      Un petonàs també per tu

      Eliminar
  28. Hola Julio David

    Recupero otro cita de William FaulKner que creo que viene muy a cuento se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás.

    Llevar dobles vidas, engañar, manipular, seducir y dañar es algo que a esos tipos se les da muy bien, pueden ser personas encantadoras de las que nadie sospecharía hasta que se descubre todo.

    Y como tú dices aunque tenemos partes más oscuras, hay límites afortunadamente.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  29. Nunca se conoce del todo a las personas con las que convivimos. Sin embargo, por otra parte, siempre hay pistas, señales, pero juntamos las piezas a posteriori.
    Me ha gustado especialmente esta frase de tu relato: "Y, a cámara lenta, salía por la puerta la vida que había creído tener. "
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Parece difícil verdad Lorena que no haya pistas que indiquen que algo no va, que no se sospeche...Pero como bien dices a veces se juntan esas señales a posteriori, cuando todo se ha descubierto porque quizás no se quiere ver.

      Cuando una vida se destroza como le pasa a la protagonista, cuando todo lo que has creído resulta cierto se diría que todo va muy despacio, quizás para dar tiempo a asumir lo que ha pasado.

      Un beso

      Eliminar
  30. La verdad que me resulta difícil imaginar una situación así. Las personas que he conocido en la vida no me han llevado a ello. Hasta ser bastante mayor, nunca se me ocurrió pensar que las personas que conocía pudieran ser algo distinto.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto Ignacio parece difícil imaginar tanta doblez, tantas mentiras y tanta maldad, pero existir existe, aunque hayamos sido afortunados porque no nos roce.

      No acostumbramos a pensar que las personas son distintas de lo que parecen, porque entonces actuaríamos de otras maneras, sin embargo hay personas que juegan justo con eso, con la inocencia y la buena predisposición de la mayoría de personas.
      Siempre se ha dicho que la realidad supera a la ficción y en este caso es así, el problema de estos que falsean sus vidas son los inocentes a los que arrastran con ellos.
      Un saludo y feliz semana

      Eliminar
  31. Las víctimas colaterales.
    De repente un día descubren que convivían con un monstruo.
    Y claro, el desplome.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto Xavi
      Esas víctimas colaterales como tú dices o esas víctimas invisibles que casi se merecen lo que les pasa por no darse cuenta de que convivivían con un monstruo, a ese dolor se le suma el desprecio, las habladurías, la humillación...
      Cierto que se desploman, difícil aguantar tanta culpa.

      Mi prota es fuerte y tiene muy claro que será fuerte para evitar ser otra víctima más del monstruo con el que ha convivido.

      Un beso

      Eliminar
  32. No debe ser fácil, desde luego. No me había parado a pensar en que esta gente también tien -a veces- gente que les quiere. Mira tú, incluso a un monstruo se le puede coger cariño.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Holden pues es tal y como dices, uno no piensa en que esos monstruos tienen personas que a veces los quieren y ha de ser muy pero que muy complicado para unos padres, una pareja o unos hijos perdonar lo incomprendible.

      Simplemente me dio por pensar en esos que nunca salen y que también son víctimas, incomprendidas y rechazadas con frecuencia.

      Un beso

      Eliminar
    2. Hay que ser muy cretino, creo yo, para rechazar a una persona por haber sido víctima de semejante pesadilla. He dicho.

      Eliminar
    3. Holden
      Estoy de acuerdo contigo pero desgraciadamente hay mucho cretino suelto.
      Besos

      Eliminar
  33. Tremendo e impresionante relato.

    Tiene que ser algo terrible esa pesadilla.

    Una cruel decepción.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amalia

      Totalmente de acuerdo contigo, tiene que ser terrible darte cuenta de que la persona a la que creías conocer no la conocías nada de nada y encima era un monstruo.

      Una decepción terrible, un dudar de todo, de la propia percepción, la culpabilidad por no saber...muchas emociones que se agolpan ante algo que nunca ni en las peores pesadillas uno puede imaginar.

      Un abrazo y feliz fin de semana

      Eliminar
  34. A veces no es sencillo distinguir entre la normalidad y la anormalidad.... Y esas anormalidades ocultas terminan afectando a todos

    Buen relato, amiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo contigo Ildefonso no siempre se puede distinguir bien, sobre todo cuando intervienen las emociones. Hay una frase que a mi me gusta mucho que habla sobre esto cuando suben las emociones, baja la inteligencia y aplicado a este caso, ella no quiere o no puede ver porque está enamorada de él y su monstruosa actitud la acaba afectando.

      Gracias por tus palabras.
      Besos

      Eliminar
  35. Creo que nunca terminamos de conocer del todo a las personas con las que convivimos, todos tenemos nuestros secretos, todos callamos cosas, todos tenemos a veces pensamientos inconfesables. Este es sin embargo un caso extremo, aunque los casos de gente con una doble vida quizás no sean tan infrecuentes. Haces un esbozo psicológico del protagonista, los malos tratos que sufrió de niño y cómo los canaliza a un mismo tiempo maltratando y amando a mujeres diferentes.
    En tu relato hay dos víctimas (aparte de todas las mujeres a las que el hombre ha violado o maltratado), que son Juan Carlos y Ana, aunque no están ambos al mismo nivel pues Juan Carlos es a un mismo tiempo víctima y verdugo, y Ana tan sólo ha tenido la desdicha de conocerlo. Le has dado a Ana al menos un final digno, en su lucha por tratar de rehacerse de la desgracia que le ha tocado vivir.
    Un relato duro pero por desgracia muy actual. Un abrazo Conxita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente Jorge he llevado los secretos inconfesables al extremo más patológico,en el caso de Juan Carlos.
      Es cierto que nunca acabamos de conocer a las personas, incluso a aquellas con las que convivimos a diario y por eso a veces nos sorprendemos cuando personas a las que creíamos conocer, hacen actuaciones que nos descuadran.
      Muy buena tu reflexión y efectivamente Ana ha tenido la mala suerte de conocer a ese personaje, ella y las otras víctimas.

      Lo mejor es la actitud de Ana sin engañarse, afrontando de frente la decepción y sabiendo que no va a pagar por algo que no ha hecho.

      Un abrazo

      Eliminar
  36. El ser humano tiene una naturaleza compleja, en ocasiones inescrutable, hay un mundo interior difícil de apresar con conceptos y teorías, escurridizo a la razón, todo eso subyace en tu excelente relato.

    Recuerdo una película de suspense "Durmiendo con su enemigo" que bien podría encajar en tu escrito, todo lo que narras es una realidad plausible.

    Leerte siempre me agudiza los sentidos, Conxita, algo que te agradezco :)

    Abrazos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Somos seres muy complejos Paco aunque ojalá a veces hiciéramos las cosas mucho más sencillas y fáciles pero no, tendemos a complicar y mucho la existencia, la propia y la de aquellos que nos quieren.
      En el relato he querido llevar al extremo ese desconocimiento de las personas con las que se convive e interrogarme sobre si conocemos o no queremos conocer y sobre todo esas víctimas que nunca aparecen en las estadísticas, en forma de parejas, padres o incluso hijos que tienen que cargar con tan terrible estigma.

      Muchas gracias por tus palabras, me halagas con ese agudizar los sentidos, para mi es un placer y lo sabes, recibir tu visita y poder intercambiar comentarios.

      Un abrazo y feliz semana

      Eliminar
  37. A veces el amor no nos deja ver? o simplemente hizo tan bien el doble juego que la pobre chica no se enteró de nada? No lo sé. Lo que está claro es que en este relato sucede no es algo nuevo, no es la primera vez que oímos "si era una buena persona" "jamás se le oyó ni una palabra más alta que otra"..., y el reguero de victimas es asombroso, no solo a quien se agrede, sino esas silenciosas que quedan tras puertas o ventanas.

    Me encantó tu relato y me mantuvo enganchada todo el tiempo por que has sabido crear la incertidumbre adecuada para que hasta el final el lector no supiera cual sería el desenlace, que aunque pintaba a tragedia no esperaba algo así.

    Como siempre un gusto leerte.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mariola
      El amor... A veces no nos deja ver, otras no queremos ver o quizás como muchos de estos personajes son muy hábiles fingiendo, sea lo que sea ella no vio nada de lo que le venía encima pero al menos cuando las pruebas eran abrumadoras, no siguió negando.
      Es tal y como lo dices hay muchos más casos de los que deberían de personas encantadoras que de repente sorprenden con actos muy violentos contra aquellos que tienen cerca y nadie había escuchado una palabra más alta que otra y ya es demasiado tarde. El relato quería reflexionar sobre eso que no imaginamos y que está, esos desconocidos con los que a veces algunas tienen la mala suerte de habitar.

      Me alegra mucho haberte tenido enganchada con el relato, gracias por decírmelo y sí, muy bien no pintaba, aunque la realidad siempre supera a la ficción.

      Un beso enorme y muchas gracias por tu tiempo.

      Eliminar
  38. ¡Hola Conxita!
    Relato en el que escenificas de maravilla a muchas parejas que en este caso ella, cree conocer al hombre que ama, y en realidad, en su profundidad sabía quién era él, pero es difícil admitir tal crueldad en alguien en quién has depositado amor y confianza.

    No obstante, para Juan Carlos es una vida que imagino vive "condicionado" en su inconsciencia por la familia que ha tenido y conserva. La familia es un gran referente en la educación de los hijos y él, fue una víctima, inmadura después para asumir y reaccionar de otra manera más positiva.

    Estupendo relato, Conxita, lleno de matices y muy logrado con la realidad de mucha gente.
    Un beso-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mila me alegra que te haya gustado el relato, me pareció interesante fijar mi mirada en aquellos que no se ven pero también sufren la crueldad de estos personajes.
      Nunca acabamos del conocer del todo a las personas, incluso las más cercanas y por eso en algunas ocasiones nos sorprendemos con esos secretos escondidos que afloran a la luz y nunca habíamos imaginado.
      Juan Carlos también es víctima como tú dices, pero también es cierto que otros en iguales situaciones consiguen superarlo y no hacen sufrir a otros seres inocentes.

      Gracias por tu tiempo y espero que soluciones todos tus asuntos.

      Un beso

      Eliminar
  39. Impresionante tu relato. Me has llevado de la mano a vivir en primera persona los sentimientos de esa mujer confusa y dolorida. Tiene mucha fuerza tu texto, querida, Conxita.
    Me ha encantado

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Maripaz por tus palabras.

      Qué gran tristeza y decepción para esa pobre mujer enamorada darse cuenta de que no conocía para nada a la persona con la que convivía, pero demuestra su fortaleza al no buscar excusas, al no intentar justificarlo y sobre todo al tener claro que ella no es culpable de nada, que es otra víctima de Juan Carlos y que va a superar esa situación aunque le cueste.

      Un abrazo enorme

      Eliminar
  40. Impactante, mi querida Comxita, lo que nos cuentas.

    Definitivamente: la vida es una caja de sorpresas.

    Un fortísimo abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Ricardo
      Es impactante darse cuenta de que se ha convivido con un extraño y que encima era un enfermo capaz de agredir a otras personas inocentes.

      Es cierto que la vida es una caja de sorpresas y aún y asi nos seguimos sorprendiendo cuando nos enteramos que ese buen vecino es un estafador, otro en nuestra calle lleva una doble vida o el de más allá es un corrupto o un maltratador.

      Gracias por tu tiempo, recibe un cálido abrazo

      Eliminar
  41. ¡Qué bueno, Conxita! Me ha gustado mucho tu relato. Me lo he leído varias veces. Con un ritmo vertiginoso, nos haces visualizar una escena digna de un trhiller policíaco, pero siempre llevándonos, como es habitual en tus escritos, al fondo de la psique humana. Ese desconocido, probablemente con un importante trastorno de personalidad, que habita la vida de otra persona en una de sus facetas (pero solo en una) y esa mujer, que, de repente, en un segundo, ve como toda la vida que había proyectado se va por el retrete, así, sin más. Es genial como lo cuentas mientras los policías hacen el registro, nos haces sentir la misma angustia que ella por saber lo que está ocurriendo, hasta que se nos desvela la terrible realidad. Me ha gustado el recurso a la repetición de algunas palabras para crear esa cadencia, ese paso a cámara lenta que se menciona. Y el final, contundente, pero esperanzador.
    Enhorabuena compañera. Gran trabajo. Un abrazo enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Isidoro
      Es cierto que quería imprimirle esa sensación como de película para intentar transmitir la incredulidad de la protagonista por todo lo que está pasando, esa sensación que la desborda de ocupación, de no entender nada, de registro y esas confirmaciones de su particular pesadilla pero no sabía si esas repeticiones, las exclamaciones, la incredulidad se verían bien reflejadas porque justo es eso lo que ella siente, nada de lo que tenía era cierto, no conocía a la persona con la que estaba y lo peor lo que él hacía cuando no estaban juntos. La incredulidad, la decepción, la desconfianza... Es muy difícil superar eso y poder transmitirlo con las letras.

      Y tal y como tú lo cuentas en un momento en ese vértigo, de repente todo se sitúa, se da cuenta de que es así y que no sirve de nada negar ni dudar, ella sabe y entonces es cuando la velocidad y el torbellino de emociones cambian porque ese vacío es a cámara lenta, como se le va marchando la vida que creía tener.

      Siempre agradezco muchísimo tus análisis tan minuciosos y detallados que ayudan a captar los matices del relato y a mi a aprender un montón.

      Un abrazo y feliz semana

      Eliminar
  42. Qué duro y qué bien contado, Conxita.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Macondo

      Muy pero que muy duro darte cuenta de que la persona que tienes al lado, en la que confías y a la que quieres no es para nada lo que pensabas, terrible decepción y los sentimientos de culpa, de vergüenza, de desconfianza...
      Me parecía que las víctimas silenciosas también cargaban con eso y también eran víctimas no contabilizadas de las agresiones.

      Un abrazo

      Eliminar
  43. un relato que me ha atrapado hasta el final, es así de real, ella también era una víctima. Me has dejado helada.....
    saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Karim por tus palabras.
      Tal y como lo dices ella también era una víctima y de esas que pasan desapercibidas.

      Besos

      Eliminar
  44. Los humanos somos grandes simuladores y como los sentimientos son velos, que oculta la realidad, nunca conocemos del todo ni a los seres más cercanos. Los vecinos suelen saber más de nuestra pareja que nosotros mismos y este post es valioso porque se instala en un tema de permanente actualidad.
    Excelente título para un excelentísimo relato.
    Un GRACIAS y un beso, Conxita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Egle gracias por tu visita a Enredando con las letras.
      Cierto que nunca conocemos del todo a la persona con la que estamos y que eso a veces provoca sorpresas, aunque afortunadamente la mayoría no son tan desagradables como la que recibe la pobre protagonista.
      A veces conocemos una cara de los que conviven con nosotros y fuera, en sus trabajos, en sus aficiones podemos ser algo distinto, algo, no en el extremo que he llevado a la pareja de Ana, pero ¡hay personas y personas!

      Te agradezco mucho la visita y tus amables palabras, si te apetece me encantará saber tu opinión en otros relatos.

      Saludos y feliz fin de semana

      Eliminar

Mil gracias por tu comentario.
Conxita

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... !--Inicio Ley cookies PdB-->