A Ana le gustaba la emoción y la responsabilidad al iniciar un nuevo curso. Ahora miraba las caritas de los niños sentados en círculo sobre el tatami y percibía su curiosidad, sus ganas y hasta sus miedos.
Se sentó frente a ellos.
—Me llamo Ana y seré vuestra entrenadora. Empecé a practicar judo un poquito antes que vosotros, con cinco años y desde entonces nunca he dejado de practicarlo. Hace un par de cursos que Carlos me propuso encargarme del grupo que empieza con este deporte y aquí estoy, ¡Ah y también sigo compitiendo con el club!
A mí me gustaría que os lo pasarais bien con el judo. Aprenderemos muchas cosas, por ejemplo que es mucho mejor ceder que enfrentarse a la fuerza, a caer y a levantarnos rápidamente, también a ganar pero sobre todo a saber perder, a conocer aquello que sabemos hacer muy bien y aquello que debemos mejorar, a respetar a nuestros compañeros,a nuestros adversarios y a nosotros mismos.
A mí me gustaría que os lo pasarais bien con el judo. Aprenderemos muchas cosas, por ejemplo que es mucho mejor ceder que enfrentarse a la fuerza, a caer y a levantarnos rápidamente, también a ganar pero sobre todo a saber perder, a conocer aquello que sabemos hacer muy bien y aquello que debemos mejorar, a respetar a nuestros compañeros,a nuestros adversarios y a nosotros mismos.