Hay sonidos que despiertan
recuerdos…
Y si encima se está en la
noche más mágica del año aún más. Paula recordaba más que escuchaba ese celofán
estirándose y el ras ras al cortarse.
El fru fru de los papeles de regalos: Rojos, platas, dorados, tornasolados. Pasos cuidadosos, cuchicheos y alguna
risa contenida, de esas que cuando se aguantan más prisa tienen por salir.
Golpecitos misteriosos y eso… ¿Un tren?
Hay sonidos que saben a Reyes.
Paula se declaraba
republicana, atea y profundamente científica, todo aquello que no se pudiera
demostrar, no existía pero en esa noche mágica era monárquica. Adoraba a
aquellos entrañables hombrecillos que evocaban sueños. Era una fan de Melchor,
Gaspar y Baltasar aunque su preferido siempre había sido aquel viejecito con su
turbante y su aire misterioso que hablaba de mundos lejanos donde los colores
eran más intensos y dónde todo estaba por hacer y todo era posible.
En ese duermevela le
llegaban ruidos que no la asustaban pero la hacían removerse inquieta en la
cama. Y de nuevo aquellas otras noches llenas de risas nerviosas, susurros
compartidos y el miedo a no dormirse y que Sus Majestades pasaran de largo.
Paula sonrió.
No recordaba
cuáles eran sus peticiones ni si sus deseos eran cumplidos pero
sí las ganas con las que ella y sus hermanas hacían su carta a los Reyes. Se sentaban alrededor de
la mesa de comedor y se aplicaban en hacer su mejor letra, sin borrones y
prometiendo lo muy buenas que habían sido. Su madre desde la cocina sonreía al
verlas tan aplicadas. Ella sí sabia.
Después llevaban las cartas a los pajes
reales y allí más de una vez las risas nerviosas se trocaban en lágrimas como
cuando su hermana Nelia lloraba a moco tendido porque el gordinflón con mucho pelo
en la barba intentaba que se sentase en sus rodillas para la foto.
Recuerda esos juegos con
muñecas que no le gustaban porque lo de hacer de mamá a ella no le convencía,
prefería descubrir de qué materiales estaban hechas, cómo funcionaban los
mecanismos que las hacían reír o incluso cómo podían hacer pipí.
Eso sí, un clásico era que
su hermana menor, Laura, no tenía el Scalextric, quizás porque en aquel entonces había
juguetes para niños y para niñas y también porque había precios que no eran posibles. Y tampoco llegaba ese tren que en cambio sí recibían los primos. Paula nunca consiguió verle la gracia a ese dar vueltas.
También estaba la cocinita
de madera en la que Nelia y Laura trasteaban entre cazuelitas, platitos y otros
instrumentos culinarios con los que después la torturaban. O aquel famoso
microscopio en el que descubrieron que el mundo no era lo que a primera vista
parecía. Y el Super CinExin con el que se encerraban en la habitación
compartida a tres y proyectaban sobre la pared al famoso Mickey Mouse.
Ayyyyy qué recuerdos.
El día amanecía muy temprano, ella era madrugadora y nerviosa
por igual y era la primera que se despertaba, se olvidaba del frío y corría sin
ruido hacía el salón. Al abrir la puerta que sus Majestades siempre dejaban bien
cerrada encontraba que había vuelto la magia. Lo primero que veía era la
mesa del comedor, llena de envoltorios brillantes que sabía iban dirigidos a
sus padres, a los abuelos y también a los primos.
Después iba al lugar que
importaba.
En los sofás era donde los Reyes dejaban sus regalos. Ella como era
la mayor no tenía que compartir el sofá como sí hacían Nelia y Laura. A los
pies de cada sofá, sus zapatitos les indicaban a los Reyes quiénes eran.
Los preparativos importan.
Papá les hacía lustrar sus
zapatitos hasta que brillaban tanto que podían ver sus caritas impacientes. Los
zapatos siempre limpios, eso lo seguían aplicando. Después dejaban en la
chimenea las copitas con vino dulce y unas galletas para los Reyes y unos
recipientes con agua para los camellos, Nelia siempre ponía alguna galleta más
para ellos.
Paula como madrugadora y
hermana mayor disfrutaba de ese espacio que era solo suyo, en el que miraba y
remiraba sus juguetes. Después los de Nelia y Laura.
¡Pobre Laura, otra vez se
habían olvidado el scalextrix!
Después en una tradición
no escrita, despertaba a Nelia, a la que le costaba contener sus gritos y
casi la enfadaba porque despertaría a Laura. Después ya despertaban a la pequeña
y a partir de ahí sí que era una algarabía de gritos y risas emocionadas.
Un
poco más tarde cogían uno de los regalos que ponían papá y mamá y se metían en
la cama en la que sus padres soñolientos escuchaban todo lo que les habían
traído los reyes. Aquella cama se llenaba de risas, besos, piernas, manos y
juguetes hasta que conseguían que mamá se levantara y fuera a admirar todo lo
que les habían traído, después ya llegaba papá, más remolón, que sonreía y se unía a las exclamaciones
y risas.
Era Papá el que siempre encontraba el
carbón y Paula odiaba ese trozo feo negro, de sabor dulzón, que anunciaba a bombo y platillo que no se habían portado del todo bien. Nelia y Laura decían que estaba rico pero ella no lo probaba hasta que mamá se cansaba de verlo dando vueltas y lo tiraba. Paula siempre esperaba no verlo al año siguiente.
Ay la noche mágica.
Paula sonrió recordando ahora las noches en que ejerció de maga y lo mucho que las había disfrutado y
aún hoy las disfrutaba. Era una noche en la que se sentía igual de niña que
cuando cada año sus majestades los reyes magos de Oriente hacían su magia.
Más tarde, cuando supo pensó que aún era más mágico.
A mis padres con todo mi amor.
Gracies mamà, gràcies papà, gràcies familia per fer possible la il.lusió i la màgia.
Gràcies per estimar-me tant i ensenyar-me a fer-ho.
Bonitos recuerdos. Yo como era la pequeña, no tengo tantos. Un beso
ResponderEliminarSon recuerdos preciosos que vuelves a revivir en las noches mágicas de tus hijos.
EliminarEspero que hayas pasado un precioso día Susana.
Un beso enorme
Precioso relato y precioso homenaje a los padres en general -y a los tuyos en particular- porque gracias a ellos la tradición ha llegado hasta nosotros. La verdad es que recuerdo cuando mi hijo era pequeño la emoción que su madre y yo experimentábamos colocando los regalos que con sorpresa encontraría al despertar el día siguiente. Lo más bonito para mí era cuando él se empeñaba en que te levantaras porque -pensaba- era imposible que nosotros estuviéramos tan panchos acostados. ¡Qué bonitos recuerdos!
ResponderEliminarUn muy fuerte abrazo, Conxita. Espero que los RRMM se hayan portado debidamente contigo.
Un beso
Gracias Juan Carlis es como dices, revives en la ilusión de tus hijos la emoción sentida de niños. Y sí, estás agotada de montar juguetes hasta las tantas de la madrugada y ellos no entienden que no te levantes a toda velocidad para ver los juguetes. Santa inocencia.
EliminarY si me apetecia dedicarlo a los padres que hacen posible la magia y especialmente a los míos que siempre han hecho de estos días que sean muy especiales, con tanta ilusión y mimo,que han conseguido que tenga un recuerdo imborrable.
Espero que tus Reyes te hayan mimado mucho y que el roscón estuviera muy bueno.
Un beso enorme
Recuerdos de una noche mágica, de nervios e insomnio, de alegría contenida.
ResponderEliminarPorque todos los niños hayan recibidos lo que pidieron, y sonrían todo el día. Un abrazo
Y tanto Albada Dos es una noche muy mágica y de muchos nervios, solo se tiene que mirar las caritas de los peques.
EliminarOjalá haya muchos niños y adultos que puedan recordar esta noche con una sonrisa.
Un abrazo
Qué bonito, Conxita. Sobre todo la dedicatoria.
ResponderEliminarEspero que los Reyes hayan sido buenos contigo.
Besos.
Me alegra que te lo haya parecido Chema.
EliminarQuería dedicarlo a los padres y a mis padres especialmente porque siempre han disfrutado de esta noche y nosenseñaron a disfrutarla también con nuestros hijos. Eso sí se ha vivido hace que esta noche sea muy especial.
Y no me puedo quejar de mis Reyes😘Espero que los tuyos te hayan cuidado mucho, vamos seguro.
Besos
Quizás, la primera pérdida de la inocencia venga con los queridos Reyes Magos con permiso del Ratoncito Pérez ;). Pero desde luego la magia y la ilusión de la noche de Reyes quede en nuestro subconsciente para siempre. Ha sido un relato y una dedicatoria preciosa.
ResponderEliminarBesos Conxita y que los Reyes te hayan traído mucha magia.
Hola Miguel Recuerdo que alguna persona me había comentado que no le hablaba a sus hijos de los Reyes Magos ni del Ratoncito porque era un engaño, son opciones. En mi caso y en el de mis hijos no nos ha supuesto ninguna frustración ni desengaño insuperable, lo hemos vivido con esa mágia e ilusión y valorando la generosidad y las ganas de los padres para hacer de esa noche algo muy especial.
EliminarMe alegra que te haya gustado, quería que el relato fuera un homenaje a todos los papis que hacen de esta noche un día mágico.
Yo también espero que los Reyes se hayan portado muy bien.
Un beso enorme
¿Qué bonito cuento! ¡Y cuántos recuerdos ha despertado en mí! De cuando fuí, yo también, reina maga. ¡Bellísimo!La ilusión nunca debe morir. Un beso muy grande.
ResponderEliminarMuchas gracias Rita, son noches en las que es fácil que los niños que llevamos dentro recuerden y sí, qué emoción ejercer de maga, ¿verdad?
EliminarLa ilusión siempre.
Besotes
Conxita que lindos recuerdos has descrito en esta entrada, y por supuesto que han despertado los míos, aunque aqui en mi pueblo nos dejaban dos veces, el 25 de diciembre era el niño jesus y el 6 de enero los reyes, si que fueron dias hermosos e inolvidables, igualmente para mis hijos tambien, disfrutaron del tiempo de inocencia y aún ya adultos esperan regalos, ja, ja, si que son unos aprovechados.
ResponderEliminarMe encantó tu narrativa y la hermosa dedicación a tus padres y con ellos a todos los padres que de alguna manera han vivido y hecho vivir esa ilusión con amor.
Que tengas un esplendoroso año.
Muchas gracias por tus palabras I. Harolina y me alegra mucho haber despertado tus recuerdos agradables y felices. Sí, el 25 de diciembre por aquí se celebra también Santa Claus, San Nicolas o Papa Noel que son muchos de los nombres que se le dan. Como le comentaba a Julio David en el comentario anterior pensaba que los Reyes solo se celebraban en España pero he visto que en tu país también lo celebráis.
EliminarBueno, es que los regalos no solo se esperan de niño jajaja
Sí, quise dedicar el relato a todos los papás y en particular a los míos, porque lo disfrutaban tanto que consiguieron que fueran noches muy mágicas y después con mis hijos yo también lo he disfrutado como me enseñaron, con ilusión y amor.
Te deseo lo mejor también para este año que hemos iniciado.
Un beso enorme
Había resistido bien el embate de las navidades hasta que llegó el día 5 de enero y al ver una cabalgata de Reyes en mi barrio me desmoroné...
ResponderEliminarBesos.
Son fechas duras Xavi, en la que se entremezclan sentimientos ambivalentes y como dices al final hay algo que te desmorona, esa cabalgata te trae todos esos recuerdos felices. Hace un tiempo me comentaron puedes recordar porque has vivido esos momentos felices y aunque duele, por las sonrisas y el amor de aquellos que ya no están, se ha de mirar para adelante y vivir.
EliminarUn beso enorme con todo mi cariño.
Quizá me equivoque, pero me atrevería a decir que este es un relato autobiográfico. Y si no lo es, coincide en muchas cosas con lo que vivimos de pequeños, aunque en mi caso con una gran diferencia: como los Reyes Magos subían por el balcón que daba a la calle y ese balcón pertenecía al dormitorio de mis padres, allí reposaban los regalos y no podíamos entrar hasta que se despertaban y, como éramos tan obedientes, no quedaba mas remedio que respetar las normas, mientras yo recorría el pasillo arriba y abajo preguntando a mis hermanas (mayores que yo) qué hora era cada cinco minutos, je,je.
ResponderEliminarMe ha encantado esta narración tan tierna, real y actual, pues este día padres y abuelos nos convertimos, una vez más, en niños.
Un beso, Conxita.
Hola Josep Ma somos de épocas parecidas y es normal que hayan coincidencias. No es un relato autobiográfico pero sí que hay recuerdos que son míos.
Eliminar¡Qué largos esos cinco minutos! Me has hecho reír imaginando al pequeño Josep Ma arriba y abajo del pasillo preguntando por la hora.
Creo que sí, que las navidades y la noche de Reyes nos convierten otra vez en esos niños ilusionados que contaban las horas para que llegaran los Reyes Magos y qué bonito es ver esa misma ilusión en nuestros hijos y después en los nietos.
Me alegra que te haya gustado, gracias por decírmelo.
Un beso y que el nuevo año nos depare lo mejor.
Qué entrañable entrada con este fabuloso homenaje a todos los padres y madres, especialmente los tuyos y después cuando tomaste el testigo y te convertiste en Reina Maga dentro de tu propio hogar...
ResponderEliminarIntuyo por el cariño y la fuerza con la que has sabido impregnar a tus hermosas letras, que hay mucho de tu experiencia aquí escrito ¿verdad?...
Se trata de otra de tus publicaciones, llena de ti, de tu generoso ser tan amoroso y humano y que las personas que te conocemos, hemos valorado siempre en ti. ¡Gracias por crear amor a tu alrededor!
Un besazo grande y ¡¡¡Felices Reyes!!!!
Ay Estrella pero qué palabras tan bonitas me dedicas, me han emocionado, gracias amiga de corazón.
EliminarCiertamente a mi me parece que estas fiestas de sentimientos ambivalentes cuando faltan personas a las que queremos cuando hay niños, hacen que nosotros también lo seamos un poco, recuperemos la inocencia y la ternura de esos niños que fuimos y a través de nuestros hijos o nietos vivimos esa ilusión.
Te aseguro que hacer de Reina Maga es de lo más emocionante y aún ahora que ya son mayores me sigue gustando sorprenderlos igual que hacen mis propios padres conmigo.
Como le decía a Josep Ma a pesar que no es un relato autobiográfico, nunca lo son, sí que tienen cosas de mi niña y de mis vivencias personales en las que afortunadamente he disfrutado de mucho amor, de muchas ilusiones y magia. Tal y como he puesto en mi dedicatoria, mis padres han disfrutado mucho haciendo de magos, generando ilusión y eso nos lo han transmitido a sus hijos. Quería con este relato hacer un reconocimiento a tantos padres que hacen mágicas estas noches.
Espero que pasaras un buen día de Reyes y que estas fiestas hayas estado muy bien.
Un beso enorme y muy feliz año.
Nunca olvidaré la impaciencia que desde el principio de la navidad me embargaba ante la expectativa de la noche de Reyes, nunca olvidaré la emoción de la cabalgata y de esa noche y nunca olvidaré la depresión de la primera cabalgata en la que ya sabía que... los reyes son los padres. Tenía cinco o seis años. Por aquel entonces, sin tele y sin tanta protección a la infancia, las ilusiones duraban menos. Tal vez como represalia fui tan mala que le enseñé a mi hermana los juguetes escondidos bajo una cama. Afortunadamente ella tenía dos años y no entendió lo que aquello significaba.
ResponderEliminarHermoso relato que ha evocado todos esos recuerdos.
Un beso.
Un beso
Gracias Rosa por compartir esa primera decepción... Es curioso como somos las personas y las maneras tan distintas de reaccionar. Muy pequeña lo supiste, 5 o 6 años, yo creo que mis hijos tendrían sobre los 8 o así, en 2 de primaria creo que ya lo sabían.
EliminarY encima hasta sabías dónde escondían los regalos jajaja, me has hecho reír con esa venganza, menos mal que tu hermana no lo entendió y pudo mantener un poco más esa ilusión. Es lo que he comentado en alguna respuesta que conozco a personas que se negaban a mantener esta tradición con sus hijos porque era engañarlos y valoraban como negativo el momento en que supieran que los habían engañado.
Personalmente creo que no hay posturas buenas o malas y que es cuestión de la propia coherencia y modelo que cada familia tiene y de cómo se explique o se viva con los hijos.
Me alegra que te haya gustado el relato.
Un beso enorme amiga.
Bonito homenaje-recuerdo de esas noches mágicas que todos hemos vivido con ilusión. La recreación de ese día mágico por excelencia es estupenda.
ResponderEliminarMe siento identificada con Paula, al igual que ella yo soy republicana, atea y científica pero a los Reyes Magos que nadie me los toque porque me puedo poner violenta, ja, ja, ja.
Precioso detalle el de agradecimiento a tus padres por hacerte vivir esa ilusión.
Un besote.
Me alegra que te haya gustado Paloma y es cierto que las vivencias son muy similares supongo que por edad es lo que toca o igual es que entonces había muchas menos distracciones.
EliminarEs que esos reyes no se tocan jajaja, son los que valen la pena porque vienen cargados de ilusiones y mucha magia y qué fantástico es ponerse en el papel, ¿verdad?
Sí, quería aprovechar el relato de esta noche mágica para agradecerle a todos los padres esos momentos tan mágicos y especialmente a los míos que lo disfrutaron tanto y que lo han seguido disfrutando a través de sus nietos.
Un beso enorme
¡Qué maravilla, Conxita!
ResponderEliminarMe pasa algo parecido y es que cuando llega la Noche de Reyes se agolpan cientos de recuerdos en mi mente y aún me sigue haciendo ilusión como cuando era niña: la cabalgata, los caramelos del suelo jijijijijiji, cenar rápido y acostarse temprano,... los madrugones...
Pero lo cierto es que recuerdo mucho más la primera infancia de Macarena que la mía, que ahora encuentro muy muy lejana.
Además, me resulta tan difícil seguir manteniendo la tradición: envolver los regalos, andar sigilosa por el pasillo, beberme la mitad de cada vaso de agua,...
Verdaderamente sigue siendo una noche especial.
¡Felices Reyes, Conxita!
Hola Macarena es como dices que se agolpan los recuerdos y sale la niña que llevamos dentro. Este año cuando veía la cabalgata me fijaba en las caritas de los niños y era tan bonito pero mirabas a los adultos y también muchos tenían esa misma ilusión.
EliminarEn mi caso recuerdo con mucha ternura tanto mis días de niña como los de mis hijos, era emocionante en ambos casos. Y recuerdo que con mis hijos era tantísimo trabajo montando alguno de los juegos que pedían. Recuerdo una vez que tuvimos que poner hasta los adhesivos y claro nos daban las tantas y mis hijos se despertaban prontísimo. ¡Qué recuerdos tan preciosos!
Sí, es una noche especial. Nosotros el agua para los camellos jajaja hace tiempo que no lo ponemos y en todo caso, nos bebemos una copa de cava a la salud de sus majestades.
Muy feliz año
HolaJulio David no sé en qué países se celebra el día de Reyes, pensaba que solo era en España pero en el comentario de I. Harolina que creo recordar es de República Dominicana allí lo celebran pero tienes razón que es igual que el día de Navidad, lo importante es esa ilusión que tienen los pequeños y los mayores,que no la pierdan nunca ni la magia tampoco.
ResponderEliminarUn abrazo
Precioso relato, Conxita. Te diré que pocas cosas me conmueven tanto como los ojos llenos de ilusión de un niño ante la espera de los Reyes Magos. Siempre he creído que cuando descubrimos que los Reyes son los padres es el momento en que perdemos la inocencia. A partir de entonces, se siembra en el corazón la semilla de la desconfianza. Hasta que vemos la ilusión en un niño y, por un momento, volvemos a creer.
ResponderEliminarUn beso muy grande, Conxita
Hola Ana me alegra que te haya gustado. Sí, es tan bonito ver las caritas de los niños y esos nervios ante la llegada de los Reyes, es pura inocencia y conmueve.
EliminarHe comentado a Rosa que hay personas que optan porno seguir esta tradición porque no están de acuerdo con este engaño, bueno se podría decir que es una primera decepción, la magia no existe, ni ratoncito pérez ni reyes magos ni papá noel... A mi siempre me sorprende que los niños no se den cuenta que hay reyes distintos en mil lugares y algunos van tan mal disfrazados que dan hasta miedo... pero la ilusión y las ganas de los niños todo lo maquillan.
Creo que como bien dices cuando vuelves a vivir ese espíritu, esa magia, es cuando hay niños pequeños en casa, cuando ves su ilusión, su inocencia, sus ganas...Es imposible no creer y jugar todos a mantener su inocencia el máximo tiempo posible.
Un beso muy grande querida Ana y muy feliz año.
Hermoso relato que nos llega de nostalgia y de un amor terrible y poderoso por nuestros hijos cuando son chiquitines, creo que esa fecha tiene de especial eso que nos creemos magos de verdad, y que podemos darles una felicidad inmensa y libre de macula, que fantasticos ser magos por un ratito! Cada seis de enero dejamos nuestras vestiduras humanas y nos transformamos en super mujeres, y super hombres .Para mi en lo personal es la festividad que mas me atrae y la que aun hoy tiene un halito de magia.Gracias , maga de las letras, tendré agua fresca y un puñado de pasto para tu camello siempre.
ResponderEliminarMuchas gracias Buho evanescente es cierto que son días muy especiales y que cuando hay pequeños en casa vuelven a ser muy mágicos y recordamos esos mismos días en que nosotros fuimos niños.
EliminarEs emocionante hacer de magas y intentar cumplir las ilusiones de los pequeños.
Muy feliz año nuevo y que el nuevo año nos depare muchas lecturas e ilusiones.
Emociones que se recuepran y aumentan al hacer de reyes.
ResponderEliminarBesos.
Es así como dices Alfred cuando hacemos de Reyes recordamos todas aquellas noches de nervios e ilusiones que disfrutamos de niños y ¡qué emocionante! es esto de ser rey mago, ¿verdad?
EliminarUn beso enorme y muy feliz año
¡Vaya, Conxita! Esa Noche vuelve cada año.
ResponderEliminarEsta vez, cuando he ido a celebrar Noche Vieja y Año Nuevo con mi hermana y hermano, he comprado barritas de guirlache. Hacía tiempo que no las veía. Eran nuestros Reyes (por supuesto, no existía ese personaje llamado Papa Noel): un par de barritas de guirlache, un par de mandarinas, unos lapiceros y una goma de borrar, y, tal vez, un plumier... En el balcón de nuestra casa del pueblo soriano poníamos, claro, los zapatos con cebada y el caldero con agua para los camellos.
La mañana se iniciaba también en la cama de nuestros padres.
Abrazos.
Hola Ignacio muy feliz año.
EliminarHe tenido que buscar las barritas de guirlache porque desconocía que era un tipo de dulce muy típico de navidad.
A mí me parece que las celebraciones no necesitan de grandes y costosos regalos, sino de aquellos que nos producen emoción porque salen del corazón y me ha parecido que la celebración que has hecho con tu hermana y hermano les habrá llevado directos a la infancia, qué emocionante y qué bonito regalo.
Gracias por compartir tu experiencia, he imaginado esos zapatitos y el caldero con el agua para los camellos, preciosa inocencia.
Y esa mañana en la cama con los padres sin entender cómo estaban tan tranquilos es un recuerdo precioso.
Abrazos y un muy feliz año nuevo
Oh nooooo!,... no pueden ser los padres!!!,... es imposible,... no quiero saber.
ResponderEliminarBellísimo relato Conxita!
Jajajaj Norte.
Eliminar¿Los padres? Los padres también tienen piden a sus Reyes Magos.
Gracias por tus palabras.
Besos
¡Ay! Es que qué haríamos sin magia. Podemos ser todo lo racionales que queramos, pero siempre tenemos que tener abierta nuestra capacidad de esperar lo inesperado, de esos momentos que se escapan a toda lógica. La noche de reyes siempre lo será, y el día que no sea así... bueno, tiemblo solo con pensar cómo sería nuestra sociedad sin los Reyes Magos.
ResponderEliminarTengo un hermano y yo siempre era el primero en despertarme, luego corría a avisarlo y nos íbamos a la cama de nuestros padres para abrirlos. Jo, ¡qué recuerdos! Un fuerte abrazo, Conxita!!
Qué bonita reflexión David, claro que sí necesitamos la magia y más que debería haber y necesitamos soñar mucho más, mantener la ilusión y la espontaneidad de los niños. La noche de Reyes va cambiando con nosotros y en cada uno de los momentos ayudamos a conservar su magia y eso es lo bonito, de padres a hijos, disfrutando de lo mágico.
EliminarMe alegra haber ayudado con esos recuerdos de ese día y ese gran despertar.
Besos y muy feliz año
Hola, Conxita.
ResponderEliminarQué recuerdos me has traído, todos bonitos. Me has emocionando recordando ese ayer, qué nostalgia, todo se vivía con intensidad y agitación. Era mágico. Es precioso el homenaje que les has hecho con tus letras y la entrañable dedicatoria, :)
Muchos besos.
Hola Irene me alegra que te haya gustado y sobre todo que hayas recordado ese ayer, esos momentos tan mágicos que siempre se llevan en el corazón.
EliminarSí, es un relato que quería dedicar a los padres en general y en particular a los míos que me enseñaron a disfrutar de este día y de la vida.
Besos y muy feliz año
Qué bonito es esa ilusión. Yo tengo pocos recuerdos de cunado era muy chiquita en mi pueblo. recuerdo que me regalaron un muñeco con la cara de cartón. Y unos cocinita con cacharritos de aluminio para cocinar. Pero mis recuerdos más cercanos es la carita de mis hijos cuando abrían sus regalos. Ha pasado mucho tiempo y ya no hay niños en casa , pero no dejamos de hacernos regalos y abrirlos sin saber lo que hay en el paquete te dá ilusión. Otra cosa es si gusta o no. Pero la sorpresa es la sorpresa. Muy bonito tus recuerdos. Un abrazo.
ResponderEliminarLa ilusión es lo mejor Mamen, solo se tiene que mirar a los niños viendo las cavalgatas y los nervios que tienen.
EliminarEsos cacharritos de aluminio jajaja eran geniales.
Son recuerdos distintos, los propios como niños y los de nuestros hijos, es tan precioso ver su ilusión, sus nervios, su inocencia... qué preciosos momentos.
Y sí, aunque se crezca lo de regalar a mi me parece muy bonito, y no es tanto el regalo como el hecho de hacerlo, la ilusión y las ganas que se le ponen cuando lo regalas, eso es lo mejor.
Besos y muy feliz año
La magia y a la ilusión de la Noche de Reyes es totalmente imborrable.
ResponderEliminarA pesar de mis años, siempre la recuerdo con un cariño enorme.
Me encantó tu relato.
Muy feliz 2020.
Un beso.
Es como dices Amalia por mucho que pase el tiempo se recuerda con cariño y una sonrisa, son recuerdos imborrables y muy felices.
EliminarMe alegra que te haya gustado el relato, a mí me gustó escribirlo, me hacía sonreír y me encanta reír.
Muy feliz año también para ti.
Un beso enorme
¡Feliz Año, Conxita!
ResponderEliminarComienzas bien el año. Con un relato precioso como todos los tuyos.
Gracias por tu valiosa compañía.
Un beso.
Muchas gracias Maripaz, feliz año también para ti.
EliminarMe alegra que te haya gustado el relato, y es que la noche de Reyes siempre me parece mágica y me hace recordar a la niña y también a la maga.
Mil gracias a ti por tu compañía y por estos comentarios siempre dulces que me sacan siempre una sonrisa.
Un beso enorme
La magia de tantos años y cuantos recuerdos nos traes. Primero como niños y después como papás.
ResponderEliminarsiempre esa noche mientras preparabamos Paco y yo los avíos de los click de famobil, nos daba terror que alguno de los dos hijos se levantara y nos pillara en plena faena pegando las pegatinas a los juguetes.
Vamos a por este 2020 Conxita.
Un abrazo.
Hola Laura muy feliz año 2020 también para ti y los tuyos.
EliminarJajaja y tanto que daba miedo que te pillaran en medio de tanta pegatina, intentando no hacer ruido y siempre pendiente de que no se levantaran y es que los juguetes (yo no sé ahora) pero hace unos años venían muy desmontados y sin ninguna decoración, hasta las pegatinas tenías que pegar.
Es una noche mágica siempre, como niños primero, como padres y espero también dentro de un tiempo disfrutarlas como abuela.
Un beso enorme
Precioso homenaje el que haces a tus padres, Conxita, con un relato que refleja de manera sensible y hermosa la sensación de una noche mágica y el maravilloso despertar de los peques, esa algarabía y la expresión boquiabierta son de las mejores sensaciones que muchos guardaremos para toda la vida.
ResponderEliminarYo no me cansaba de pedir a los Reyes… un caballo blanco de verdad, jaja, como los que veía en esas películas del Oeste que me gustaban. Nunca me lo trajeron, claro está.
Un fuerte abrazo, amiga, y gracias por contar estas cosas, y contarlas así.
Gracias Paco es una noche tan mágica y sí, esas caritas, su emoción, sus expresiones... Es algo tan bonito y estoy contigo que son sensaciones que las llevaremos dentro toda la vida.
EliminarSe lo ponías un poco difícil a los Reyes con ese caballo de verdad jajaja
Me alegra que te haya gustado el relato y el homenaje que sí he querido hacer a todos los padres y a los míos en particular por hacer tan mágicas estas noches.
Un beso enorme y muy feliz año y semana
(No sé hasta cuándo es correcto felicitar el nuevo año, pero mira me apetece felicitarlo)
Para mí son benditos estos tiempos en que gracias a la magia que emiten los niños sentimos que volvemos a vivir nuestra infancia...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Es así Ildefonso a través de la ilusión de los pequeños revivimos también cuando nosotros eramos esos niños que boquiabiertos, emocionados y muy nerviosos esperaban la llegada de los Reyes Magos de Oriente.
EliminarUn abrazo enorme y muy feliz año
Yo sigo creyendo en la magia de los reyes magos. El papá noel sin embargo me da un poquito de repelús. Seré muy tradicionalista pero es lo que hay.
ResponderEliminarBesos
Es que hay mucha mágia Francisco primero como niños y luego como magos, y qué bonito es ver sus caritas, sus gritos, su alegría...Ains qué recuerdos.
EliminarEntiendo un poco ese repelús porque solo hay que pasear un poco y ves cada Papa Noel que da hasta miedo.
Besos y muy feliz año
¡¡¡Ayyyyy qué recuerdos!!!
ResponderEliminarPrecioso relato en el que me veo reflejada.
Un gusto leerte tras mi pequeño paréntesis navideño.
Feliz 2020, Conxita, que sea tan bueno como bonito.
Un abrazo.
Hola Carmen me alegra que te haya gustado y que al leerlo hayas recordado esos mágicos días.
EliminarEspero que las fiestas hayan sido fantásticas.
Feliz 2020 me uno a tu deseo, que sea tan bueno como bonito.
Un gran abrazo
Todo ha vuelto a la normalidad
ResponderEliminarYa no hay mas pan dulce en ningún lugar
Un abrazo siempre
Cierto Mucha, todo pasa muy rápido y lo importante es disfrutarlo.
Eliminar¿Pan dulce? Supongo que es algún tipo de postre navideño pero no lo conozco, seguro que está buenísimo.
Un abrazo también para ti
Panetone? aquí se le dice asi en Miami
EliminarPan dulce es de La Argentina tiene frutas pasas y el nuevo con chocolate me vuelve chiflada
abrazo
abrazos
Vale el panetone sí lo conozco y sí es delicioso. Desconocía que en Argentina se llamaba pan dulce. Entiendo que te encante.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por sacarme de la duda. Siempre se aprende algo :)
Un relato muy sentido que despierta en el lector sus propios recuerdos.
ResponderEliminarYo descubrí que los Reyes eran los padres cuando encontré en un cajón de mi mamá la carta que le había escrito a mi querido rey Baltasar, mi preferido. ¡Qué momento!
Ella trató de buscar una justificación, pero no sirvió.
Con un poco de atraso te auguro un hermoso año, pleno de satisfacciones.
Un gran abrazo, Conxita.
Hola Mirella a mí me gusta que las lecturas despierten y que esos recuerdos no sean los de mis protagonistas sino que la magia de las letras nos lleve a los de cada uno de nosotros, eso es lo precioso, que desde los recuerdos de la protagonista navegamos hacía los nuestros.
EliminarUy imagino el descoloque, encontrar la carta del Rey Baltasar y sí, también era mi favorito. No recuerdo cómo lo supe, supongo que en la escuela alguna compañera que tenía hermanas mayores acababa siendo la que sembraba la duda primero y después el descubrimiento.
Muy feliz año también para ti querida Mirella.
Un beso
Precioso relato.
ResponderEliminarMe alegra saber que no soy la única que no se acuerda de si le traían lo que pedían...
"Hay sonidos que saben a Reyes" es una frase que me ha encantado... También que la protagonista sea atea y republicana, pero por una noche sea monárquica... y religiosa,supongo. Me ha parecido gracioso.
Espero que los Reyes se hayan portado bien contigo :-)
Por suerte, por aquí sigue habiendo turrones y mantecados, para mi alegría, que quiero que me duren mucho... Los voy racionado :-)
Me alegra que te haya gustado MJ.
EliminarSupongo que alguna de las protagonistas sí recordaba lo que no le traían jajaja.
Vaya veo que te encanta el dulce y me has hecho reír con eso de racionarlos para que te duren más, buen provecho y sí, a mí los mantecados me encantan y ya hace mucho que se acabaron.
Besos
Hola Conxita!! Una maravilla tu relato, que de recuerdos entrañables me has hecho rememorar. Precioso!! Besos!!
ResponderEliminarHola Ana me alegra haber sido capaz de despertar con el relato esos recuerdos tuyos que seguro son preciosos. La magia de los Reyes Magos.
EliminarUn beso enorme
Muy tierno tu relato Conxita, además se confunde con la realidad que viene a nuestras mentes.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Conchi por tus bonitas palabras y es que es una noche tan mágica, tan entrañable y tan dulce, ains esos recuerdos.
EliminarBesos
La ilusión y creencia de algo más era bonito, sí. Lo que sí jamás me pasó fue el comer rosca de reyes.
ResponderEliminarEs una noche mágica Alexander, en la que todo parece posible y sí era muy bonito.
EliminarSupongo que en algunos sitios igual era más habitual el roscón de reyes que en otros.
Un saludo y buena semana
Qué tierno y qué bonito, Conxita.
ResponderEliminarCreo que toda la Navidad la noche de Reyes es la que más me afecta emocionalmente. Me resisto a caer en la nostalgia, pero no lo consigo del todo.
Un abrazo.
Me alegra que te lo haya parecido Ángeles.
EliminarEs una noche muy especial en la que es casi imposible no recordar, con ternura y a veces con mucha nostalgia pero aquello vivido siempre lo llevamos con nosotros.
Un abrazo enorme y feliz semana
Conxita, has descrito muy bien ese día de ilusión y felicidad para los peques, y no quiero dejar de resaltar, que para nosotros los padres, también es una noche inolvidable, porque a la hora de preparar los juguetes nos convertimos todos en niños, y al verles la cara de sorpresa cuando descubren sus regalos por la mañana, ¿no me digáis? que no se os han caído a más de uno, unas lágrimas de felicidad.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Manuel, es cierto que es un día de ilusión para los peques y también para los padres, como bien dices es inolvidable.
EliminarY sí, al prepararlos somos de nuevo niños, es tan divertido y ¡¡¡cansado!!!
Te aseguro que sí, me he emocionado más de una vez cuando los peques descubrían sus regalos y más de una lagrimilla y tanto.
Besos
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