El día de Reyes siempre íbamos a comer a casa de las tías. Nos esperaban en la puerta de su casa con una sonrisa enorme, nos besaban con mucho ruido como hacen las personas mayores y desde allí ya veíamos los regalos que nos esperaban debajo del árbol de navidad.
18 de febrero de 2018
Para vestir santos
El día de Reyes siempre íbamos a comer a casa de las tías. Nos esperaban en la puerta de su casa con una sonrisa enorme, nos besaban con mucho ruido como hacen las personas mayores y desde allí ya veíamos los regalos que nos esperaban debajo del árbol de navidad.