El tiempo no regresa...
Donde no puedas amar, no te demores.
Frida Kahlo.
Cristina se miró en el espejo retocándose los labios, se fijó en las hebras blancas que habían aparecido como hilillos de plata marcando el territorio.
«Si arrancas una te salen
siete».
No sabía si era cierto pero no pensaba tocarlas. Eran una parte de ella
como las arrugas que rodeaban sus ojos y las que cercaban su boca, era lo que
había reído y llorado, lo vivido.