25 de julio de 2015

Cementerio militar de Arlington, Washington DC

Más de 250.000 almas descansan en paz bajo lapidas blancas que se extienden por las laderas. En lo alto, el monumento al soldado desconocido.

Edward, marcha con ritmo marcial, de extremo a extremo de la tumba. Cada media hora su lento y silencioso caminar. 21 pasos. Mira respetuoso a la tumba durante 21 segundos, espera deferente 21 segundos y reinicia sus últimos 21 pasos hacía el extremo opuesto.


19 de julio de 2015

Ascensor panorámico





















Mientras subía, a sus pies quedaban todas aquellas cosas por las que tanto había luchado. 

Recordaba la frase “Elevamos sueños” escrita en el dintel del ascensor panorámico que prometía vistas espectaculares y ahora, lo llevaba a no sabía dónde.

Eso era, sus sueños se iban elevando al mismo tiempo que él parecía desaparecer de esa vida. ¿Dónde estaba la luz blanca? ¿Y el túnel? Allí no había nada, solo un ascensor que subía y subía. Sonrió, otra mentira más. Eso sí, con un punto de cinismo, era un ascensor veloz y cómodo que mientras te subía te permitía despedirte de tu vida. Eso, lo tendrían que decir en la publicidad.

1 de julio de 2015

La decisión


Lluvia y sollozos mientras escuchaba la voz del navegador recomendarle, que cuando pudiese, hiciera un cambio de sentido.

Médico sin vocación, para contentar a sus padres. Su matrimonio sin pasión, para hacer feliz a su novio. Sus hijos, sin estar preparada, para ser una familia. Sus amistades, las convenientes.

Su amor. Ayer la dejó, cansado de su falta de decisión.

Miedo, estruendo, golpes y ella, en medio como un juguete roto.

“Cuando pueda, haga un cambio de sentido”.

El navegador seguía insistiendo mientras su cuerpo se desangraba en el fondo del barranco. A pesar del dolor, sonrió. Ya había decidido. 

“SER LIBRE”.
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