Más de 250.000 almas descansan en paz bajo lapidas blancas que se extienden
por las laderas. En lo alto, el monumento al soldado desconocido.
Edward, marcha con ritmo marcial, de extremo a extremo de la tumba. Cada
media hora su lento y silencioso caminar. 21 pasos. Mira respetuoso a la tumba durante
21 segundos, espera deferente 21 segundos y reinicia sus últimos 21 pasos hacía
el extremo opuesto.
3, 4… Un ruido lo desconcierta. Mira de reojo. ¿El público? Nadie.
7, 8… Espeluznante. Fuera miedos, él es de la “Vieja Guardia”. Gemidos y quejidos. No abandona su posición.
Los lastimeros sollozos lo llenan de congoja y dolor.
No está solo, no los ve, lo sabe. Es un marine del Tercer regimiento de infantería.
Sigue marchando.
14, 15…Suplican que los ayude. Ha jurado defender la tumba de los vivos,
¿Pero también de los muertos?
No están en paz, sufren y su dolor invisible ya en su cuerpo, se ahoga. ¿Lloran
o son sus propias lágrimas las que nota?
21…Tiembla.
Mira respetuoso… 21 segundos…
Ya no siente miedo, no sabe cuándo pasó pero sí que es
uno de ellos, atrapado por el dolor de los muertos velando para siempre su
inexistente sueño.
Conxita
Safe creative 1507254717931
Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives
De nuevo, lo intento con los microrelatos. Esta vez se trata de contar una historia de terror en 200 palabras. A la dificultar de contar en pocas palabras, se añade una historia de terror, será también una nueva prueba...a ver si resulta...
ResponderEliminarEs difícil escribir con tan pocas palabras. Pero esto fue genial.
EliminarMuchas gracias Ana por tas palabras. Me alegro que te haya gustado.
EliminarUn saludo
Terror, lo que se dice terror no. Pero se te ponen los pelillos de punto pensar en la situación de ese aguerrido marine de los Estados Unidos de América.Ciertos escalofríos han recorrido mi piel.
ResponderEliminarBue micro relato Conxita
Besos
Totalmente de acurdo contigo Francisco, va a ser que de terror no me ha salido pero si se han erizado los pelillos...pues algo es algo. Se aprende a hacer, haciendo. El terror y el miedo no son de los géneros que más me gustan...
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo
¿Descansan los muertos?
ResponderEliminarLos que dieron la vida por otros, dejando atras familia y sueños, tiene derecho a manifestarse.
Si el centinela siente miedo, que piense en el miedo que el fantasma sintio cuando una bala dió fin a su vida.
Nuestra libertad, merece el respeto al alma errante.
Excelente, genial, buenisimo relato Conxita.
Felicidades
Gracias Oscar, por tus palabras.
ResponderEliminarSeguramente lo realmente terrorífico del relato es pensar en todo el horror que vivieron esos pobres soldados. Imposible describir el horror, el miedo, la tristeza que todos esos conflictos despiertan y en medio seres humanos que sufren.Eso si es de miedo.
Un saludo
Muy buen relato, con un desarrollo que te mantiene en suspenso y un final inesperado.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias Felipe por tu comentario, me alegra que te haya mantenido en suspenso...el próximo intentaré que aterrorice...
EliminarSaludos
Por supuesto, pensar en el horror que vivieron esos soldados, un dolor tan grande que aún muertos lo sufren, con esos lamentos, es lo terrorífico en este micro; pero no solo eso, también la escena o la situación del centinela vigilando las tumbas es aterrador o espeluznante. Un día tras otro rodeado de las tumbas, paseando entre ellas... y ese final en el que se convierto en uno de ellos. Muy bien lograda la atmósfera, Conxita.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Ricardo. El horror de los soldados no se olvida ni muertos y el pobre vigilante, arriba y abajo día tras día hasta su propio final.
EliminarPara los soldados americanos, vigilar esta tumba se considera un privilegio y un honor, parece que son escogidos con un proceso de selección muy estricto que el 80% de los candidatos no superan. No sé si las pruebas también incluyen un determinado perfil psicológico. Parece que ni con tiempo muy adverso dejan de desfilar.
A mi me pareció que era una escena propicia para erizar el vello, al menos a mi me produciría terror..
Un abrazo
Una atmósfera agobiante en el que uno quisiera salir corriendo (si uno fuera ese soldado) y no volver nunca, pero al final no se puede porque uno se encuentra condenado a vigilar por siempre a los muertos. A veces el terror no se trata solo de hacerte saltar o dejarte temblando, a veces el miedo es solo un escalofrío que no te deja en paz durante un buen tiempo y tu lo has logrado. Muy bueno, saludos.
ResponderEliminarJorge, te aseguro que yo sería de las que saldría corriendo. Sé que se dice que los muertos pueden hacer menos daño que los vivos,. pero supongo que queda ese miedo irracional que producen los cementerios y lo desconocido.
EliminarGracias por tus palabras, si he conseguido ese escalofrío me siento muy satisfecha. Era la atmósfera que quería recrear, esos pelos de punta y repelús.
Un saludo
Velando para siempre... Genial relato que te llena de angustia. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias María, tienes razón al final el pobre soldado vela vivo y muerto.
EliminarUn saludo
Me ha gustado mucho, Conxita, y para mí sería de pánico hacer lo que debe hacer ese centinela. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Mercedes, para mi también...un auténtico terror rodeado de millares de tumbas.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un saludo
Coincido en lo de que no desea uno salir corriendo mientras lo lee (por el miedo), pero consigue la tensión de la situación vital.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Ignacio, si consigue provocarlo me alegro mucho porque es lo que quería, terror es el que vivieron esas pobres almas.
EliminarUn saludo compañero
Angustioso, asfixiante e inquietante. Es un tipo de terror que no ahonda en lo fantasmagórico y monstruoso de la ficción, sin embargo hace hincapié en los fantasmas y monstruos más reales.
ResponderEliminarMagistral, Conxita.
Abrazo, compañera.
Gracias Edgar, muchisimas gracias por lo que me dices.¿No te parece que está lleno de monstruos muy, pero que muy reales?
EliminarUn abrazo
Por supuesto que si.
EliminarAbrazo, compañera.
Saludos Conxita, muy bueno tu micro y de mucha reflexión, la realidad superando a la ficción. Cuánto dolor y terror rodea a la guerra y a los que en ella participan. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarGracias Mery por leerlo.
EliminarExactamente es como tu dices, cuanto dolor y terror rodea a las guerras y a los que participan, todo lo que ven y sienten que no deja de hacer daño ni aunque estén muertos. Ojalá no hubiera guerras...deseo utópico...
Un saludo
Me gustó, Conxita. Da pena ese aguerrido soldado.
ResponderEliminarMuy bueno y con una narración original e intrigante.
Un saludo.
Antes de nada, perdóname el retraso en responderte. He estado unos días con una conexión muy mala y por tanto desconectada del blog.
EliminarAgradezco enormemente que te haya gustado el relato.El soldado cumplió con su misión hasta más allá de lo que le pedían.
Cuando me informé sobre el cementerio de Arlington descubrí que se considera un grandísimo honor custodiarla y estos soldados superan pruebas muy estrictas para poder formar parte de los guardianes de la tumba del soldado desconocido.
Un saludo
un buenísimo relato de terror, Conxita!
ResponderEliminarLleno de emoción y sentimiento, ademásNarrado con las palabras justas.
un abrazo
Gracias Clara.
EliminarComo en el caso de Federico te pido disculpas por tardar tanto en contestarte, he estado fuera y hasta hoy no he visto los mensajes.
Me alegra mucho que te haya gustado este micro de terror light.
Un saludo