—Bienvenida.
Elsa miró a la rubia recepcionista que le sonreía con unos perfectos y
blanquísimos dientes al traspasar el umbral de la clínica de paredes blancas y acero,
exquisitamente fría y minimalista. A su
alrededor todo apestaba a dinero y sofisticación.
Mientras le preguntaba en voz baja algunos datos, la mujer miraba el mercadillo
de folletos publicitarios a su alrededor. Dientes perfectos. Liposucción.
Aumento de mamas. Rinoplastias. Cirugía. Restauración del lóbulo facial.
Lifting.
¡Agotador!