Ese año iba a ser distinto. Lo sabía, para eso y para no quedarse en blanco,
como le pasaba cada año en el momento de las campanadas, había decidido
escribir su lista de deseos.
Todos lo hacían y seguro que les funcionaba.
Alicia tenía claro que ese año iba a ser distinto, tenía que ser diferente
porque ella así lo había decidido.
Animada tecleó en su móvil el enunciado de su lista...la tenía clarísima: «Mis deseos
para el 2016», quería continuar, pero, sus dedos no se movían. ¿Dónde estaban
las ideas? ¿Qué era lo que iba a anhelar? ¿Aquello que deseaba conseguir? Aparte
de salud, paz y felicidad para los suyos, los más cercanos y para ella… ¿Qué más podía pedir?
¡Ni una idea, no podía ser!