19 de diciembre de 2015

Serie: mujeres que aman demasiado

Nunca te amé más...



 «Por fin entendí tus palabras y las agradezco de forma infinita. Gracias por quererme tanto y ser tan auténtico».

Le envié esas palabras, casi 5 años después de separarnos. ¿Por qué? Lo necesitaba.

Lo nuestro no fue una separación ruidosa, ni por terceras personas, ni porque dejáramos de querernos, simplemente se nos gastó el amor.

Me ahogaba y Jaime supo verlo, yo no. La monotonía me atrapó, el día a día todo lo desgastaba y fue convirtiendo en insatisfactorio, lo que antes me llenaba. Me pillé en una maraña de quejas y descontento, no quería y sin embargo, lo hacía. Una sombra de lo que era. Algo en mi evolucionaba y yo era incapaz de hacerlo, atrapada en una vida que no quería y me odiaba por estarlo. Todo lo que había a mí alrededor me molestaba, especialmente Jaime. Él era el centro de mis quejas, de mis iras, de mis malos humores, guardián de la prisión en la que yo me sentía pero sin saber que lo culpaba.

Ahora sé que permanecer a su lado me hubiera hecho odiarlo. Necesitaba algo diferente, quería recuperar a la mujer independiente que siempre había sido, descubrir ese mundo por explorar pero ante el que sentía miedo, mucho miedo, sobre todo por volar sola.

Jaime y yo nos conocimos recién salidos de la escuela, apenas 19 añitos los dos. Construimos nuestra vida, como se hacen esas cosas, casi sin pensar ni analizar, todo iba viniendo rodado, paso a paso, excepto los hijos.
—No quise hijos.
Ese fue el primer enfrentamiento serio con mi mundo, yo estaba biológica y socialmente programada para tener hijos y me negué. Emocionalmente me sentía incapaz, igual que hoy aún me siento. No me he arrepentido de eso, hay mujeres que no servimos para ser madres. Es un amor demasiado grande y desinteresado, yo no lo soy y no quería sufrir.
—¿Soy egoísta? ¡Sí! Me declaro culpable de querer vivir para mí.
Nadie entendió por qué no los quería. Escuché, básicamente yo, desde que era una egoísta hasta que no podía. Me dio igual, no cedí a ningún tipo de chantaje.

Jaime intentó comprenderme, aunque lo decepcioné. También lo sé, ahora, que lo veo con su hijo. Fui egocéntrica e insensible, no me sentía preparada para cuidar de otro, no quería responsabilizarme de nadie.  

Jaime. ¿Qué decir de Jaime? Me amaba intensamente, se preocupaba por mí, me cuidaba y hacía que mi vida fuera muy fácil. Ni siquiera podía culparlo, todo lo hacía bien y era yo la que me sentía tan mal conmigo misma y los remordimientos, me hacían sentir aún peor. ¿Cómo podía ser tan insensata, en los tiempos actuales con tanto sapo por el mundo, permitirme no amar a alguien como Jaime? Era imposible. Mientras me debatía y me culpaba, me moría por dentro, cada día un poquito más.
—¿Se pierde la alegría? ¡Sí, se pierde!
Me apagaba, mustia como una planta que no recibe ni los rayos del sol ni los nutrientes que necesita, agonizaba. Y cuanto más me daba él, peor me sentía. Ni siquiera era capaz de ser buena persona y devolverle, tan solo, un poquito del amor que él me daba. No podía, no me salía, no lo sentía.

Y no me atrevía a cuestionarme nada ni a pensar que había otras salidas, ¡no! Tenía demasiado miedo. ¿Qué iba a hacer sola? Y me aferraba a una vida de dos que no lo era, habíamos crecido a mundos distintos. Lo que a él le interesaba, a mí me aburría, pero seguíamos atrapados en lo que ya no éramos.

Y aparcamos los temas peligrosos, dejamos de interesarnos o hasta de pelearnos, pasábamos por nuestras vidas de puntillas intentando no precipitar el desastre. Si no lo decíamos, no pasaría. Y seguíamos negando las evidencias.

A veces lo miraba, sintiendo una gran ternura por todo lo que habíamos compartido. En mi recuerdo ese crecer juntos, esas experiencias compartidas. Otras, lo odiaba por no ser capaz de darse cuenta de lo que necesitaba. 
¿Y yo lo sabía?
Alguna más, notaba como me observaba y me dolía esa tristeza en su rostro, que yo no veía en el mío. Y se nos moría el amor mientras no lo dejábamos marchar, creyendo que solo por seguir juntos se recuperaría, incapaces de ver que hacía mucho que se había ido, que no quedaba nada de aquello que tuvimos, que la vida se había encargado de marchitar y que, yo o quizá los dos, habíamos sido incapaces de cuidar.

Me consumía mientras intentábamos hacer que vivíamos. Y a veces, se me hacía un nudo en la garganta, cuando intentaba decirle que no, que aquello nuestro no iba. Su sonrisa dulce y su paciencia infinita me desarmaban. Lo odiaba por ser perfecto, por quererme cuando yo no lo merecía. ¿No se daba cuenta de que no lo quería? 

Me apagaba. Me asustaba vivir sin abrazos y, ahora sé, que no hay nada peor que la soledad acompañada. Y me consumía cada día un poquito más.

Y se nos pasaba la vida vacilando, atrapados en la culpa de no haber sabido mantener el amor, o mejor, se me pasaba a mí entre la culpa y el remordimiento. Y no decía nada.

La noche que se acabó, tampoco pasó nada. 
Sentados en el sofá, no hablábamos, hacíamos como que todo iba bien. Jaime me miró y simplemente me dijo que quería que nos separáramos. No hubo más palabras, no hubo quejas ni reproches, solo una inmensa tristeza que nos hizo abrazarnos y llorar por todo lo que habíamos perdido.

Al día siguiente, Jaime y sus cosas salieron por la puerta. Más tarde, cuando dejé de llorar y me acerqué a la habitación que habíamos compartido encontré aquella nota:
No te rindas
que la vida es eso,
continuar el viaje, 
perseguir tus sueños...  

Nunca te amé más que cuando te dejé marchar.
Fue duro, muy duro. Hubo momentos en que pensé que me había equivocado, que añoré unos brazos que me abrazaran, hasta esa soledad acompañada que tanto dolía. Recuperarme, construirme de nuevo, abrirme a la vida que avistaba y que no vivía. Lloré, sufrí, reí, amé y perdí pero no dejé de insistir en ser feliz.

Jaime, mi querido Jaime estuvo en la distancia, siempre ahí. 
Pensé que lo había perdido cuando se enamoró de nuevo, tuve celos de su suerte y maldije la mía, me sentí inmensamente sola y sí, tengo que reconocer que me dolió, absurdo pero sentí que algo mío desaparecía para siempre. ¿Mío? Nadie es de nadie y yo no lo había amado como él se merecía. Tenía que ser feliz por él, pero egoísta yo, no lo sentía. Solo veía que yo estaba sola y él no. Por suerte para mí, nuestra amistad sí que fue fuerte.

Y ahora, vivo intensamente y sí, seguramente estoy sin nadie más veces de las que querría, pero he aprendido que no me importa, que me siento feliz. 

                                                                                           Conxita
                                                                                           


48 comentarios :

  1. En este segundo relato, ese homenaje a los amores desinteresados y dulces que buscan lo mejor del que se quiere...
    Me lo inspiró una frase que comentó Guille (¡¡Muchas gracias Guille!!!) en mi anterior relato, de Benjamín Prado al que no conocía y estoy descubriendo. "Nunca te quise mas que cuando te deje marchar".

    Espero que os guste.

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  2. Porque, sin duda, son cosas distintas querer y amar. En este caso es Jaime quien ama demasiado, quizas de una forma comoda y que le basta pero a ella, no.
    Me he sentido identificada en muchas cosas, Conxita, sobre todo en esa sensacion de sentirse una mal cuanto mas la quiere el otro si es que vas con el paso cambiado, y tambien en ese "si no lo decíamos, no pasaría", y vas dejando la vida pasar porque es superior el miedo a sentirte sol@.

    Me maravilla tu forma de transcribir las emociones, lo que sienten los personajes.
    Fenomenal esta segunda entrega, como siempre es un placer leerte.

    Un beso enorme y feliz fin de semana

    PD: disculpa la ausencia de acentos y/o otros signos, es culpa del teclado de mi ordenador

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  3. Gracias Chelo por tus bonitas palabras y esa reflexión tan acertada. Tienes razón que hay diferencias entre querer, amar...y lo que necesitamos cada uno de nosotros en un momento dado.

    Hace tiempo que alguien me dijo que con frecuencia en las parejas siempre hay uno que quiere más, y ese uno con frecuencia es quien más sufre. En este caso, Jaime renuncia a su burbuja de comodidad para que ella sea feliz. Seguramente ninguno de los dos era feliz, pero era mejor ese "estar acompañado". Estar solo no es fácil, renunciar a la comodidad, salir de nuestra zona de confort...nunca lo es. Es ese "ya estoy bien como estoy", sin buscar, ni saber si lo que está por llegar puede ser mejor o peor, pero al menos distinto.

    Ni he notado esos acentos...lo que importa es tu generosidad, tus palabras y la reflexión en lo que dices.

    Un beso y feliz fin de semana.

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  4. Saludos mujer amada.
    En este caso y llegados al punto de ser justos, pienso como la amiga Chelo: En este caso es el hombre el que ama demasiado. A la narradora la siento agobiada como al perro del hortelano. Que no deja comer a nadie la berza pero tampoco se la come él.
    Hay personas a las que no les basta nada, lo quieren todo y a la vez no lo quieren cuando lo tienen. ¡Todo un lío!
    Tu personaje femenino se describe muy bien:Una mujer difícil de complacer, pues a pesar de tener a una pareja pendiente de ella y enamorada de su persona, ella dice que el amor se les muere ¡No! ella lo deja morir, en este caso concreto.
    Dice que la tachan de egoísta, a mi entender lo es, busca su complacencia en contra del compañero, quiere huir, pero a la vez mira atrás deseando de nuevo lo que ha dejado.
    El amor es complicado y para ello existía algo llamado noviazgo, que era el interludio entre la amistad y algo más; periodo que era utilizado para conocerse y relacionarse de manera más íntima (No sólo física) se hablaba largo y tendido sobre un posible proyecto en común. Se hubieran evitado trabas como la de tener hijos o no, evitando de esta manera sufrimientos innecesarios.
    Esta mujer va mi entender no amaba demasiado,iba un poquito a lo suyo, algo ególatra e insegura de lo que quiere, espera y le pide al AMOR con mayúsculas.
    "Nunca te amé más que cuando te dejé marchar"....(El que ama es el que se despide de lo amado) el que se queda. El que marcha es el que ya no siente ese amor, como el amor eterno que imaginó.
    En definitiva esa mujer está condenada a vivir si alguien al lado, pues nadie llegará jamás a complacerla.

    Quiero que interpretes mis palabras como mi opinión personal y respetuosa hacía la protagonista de tu escrito que por otro lado es muy bueno, con la calidad a la que nos tienes acostumbrados.
    Hoy este texto me ha removido sentimientos un poco olvidados de una historia personal.
    Besos y gracias.
    Por cierto. Ya lo puse en mi blog en la contestación a tu comentario: No me olvido de lo que ya sabes, pero quiero hacerlo con calma y de eso ahora tengo poca. Sabrás disculparme.

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    1. Gracias Francisco por tu opinión y visita. Tu opinión siempre es respetuosa seguro que mi protagonista también así lo sentiría.
      Siente diferente, seguro y ella así lo siente que él ama más que ella y eso no la hace sentir bien, de hecho el que ama más es el que la deja marchar porque ella lo necesita así, a pesar de que él no lo quiera.

      Ni el amor ni el desamor se puede elegir, llega. Las historias personales evolucionan a veces por un mismo camino y otras por otros divergentes y es entonces el momento más duro. ¿Seguir atrapados y acabar odiándose? Ella lo quiere, de forma distinta. Y eso también es lícito, sí que parece caprichosa y egoísta y así se reconoce pero lo que busca es ser feliz y eso es lícito. Desgraciadamente muchas parejas se quedan por el camino, el día a día, las rutinas o que también se acaba el amor, pero al menos ellos consiguen no odiarse y mantener una buena relación. Imagino que para ella dar el paso tampoco ha sido fácil..Renunciar a la comodidad, a lo conocido, a que alguien te ame...es difícil dejar todo eso para encontrarse sola con un camino por descubrir.

      Respecto al "otro tema", he visto tu respuesta y por supuesto que no tengo ninguna duda de que lo recuerdas. Entiendo perfectamente que estos días son muy complicados, hay muy poco tiempo y como dices, muy poca calma. Mi agradecimiento, lo sabes. por dedicarme tu tiempo.

      Un beso

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  5. Hay que ser muy valiente para romper una relación donde hay tanto cariño aunque falte la pasión del amor. Me ha gustado mucho que, después del paso del tiempo, guarde tan buen recuerdo sin idealizar lo que pero conservando el afecto. Buen relato, Conxita. Un abrazo

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    1. Gracias Ana.

      Renunciar a esa relación confortable aunque no apasionada , no ha de ser fácil...no hay un dicho que dice "mejor malo conocido que bueno por conocer" y la protagonista lo sabe, se cuestiona justamente por eso pero quizás está enamorada del amor y también es lícito buscarlo.

      Seguir juntos puede llevar a destruir y a buscar otras vidas mientras hacen que están juntos, como algunas relaciones en las que prima el ser la pareja perfecta de cara a la galería y se acaba teniendo otras vidas al margen.

      Creo que él es generoso con ella, la deja volar porque la quiere y eso salva su relación futura, al menos ese cariño que se han tenido siempre estará allí y eso también es muy bonito.

      Forzar seguir en una relación donde las dos personas siguen caminos distintos es complicado y con frecuencia se destruye lo bonito que hubo, recordando después solo lo malo. Mejor dejar volar...

      Un saludo

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  6. Qué bien expresas ese tipo de amor que yo llamo "descompensado", cuando uno ama de manera diferente que el otro; yo no lo llamaría amar "más" que el otro, es sólo que los sentimientos son distintos y es entonces cuando viene esa soledad compartida (cómo me ha gustado esa expresión, Conxita).
    Hay que ser muy generoso para dejar marchar a alguien a quien amamos porque eso es lo que liberará a nuestro ser amado. Bien por Jaime.
    Precioso texto, Conxita, gracias.

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    1. Gracias Kirke.
      Ves a mi me ha parecido que tu amor descompensado es justamente lo que es este amor, porque es eso, ella lo ama pero de forma distinta, ha crecido, tiene otros intereses distintos y el amor que sentía por él como pareja se ha transformado en otra cosa, ella no quiere dañarlo y seguir con él los destruiría a ambos.

      Él es generoso y la deja marchar para poder construir, consciente de que lo que tenían ya no será, y al menos, no perderse también en lo que han significado en sus vidas. Y eso, lo salvan. A mi me apenan esas relaciones que se han querido, que han construido vidas y que por malas resoluciones, acaban odiándose, por no saber cortar a tiempo. Es triste odiar algo o alguien con lo que se ha vivido tanto tiempo.

      Bien por Jaime, aunque es difícil.

      Un saludito de sábado.

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  7. Reduzco mi comentario porque no sé si hablas de tu vida real o es una creación literaria. Desde luego si es creación es excelente porque tratas el tema con gran intensidad y sentimiento.
    Hay en realidad muchas parejas de relación destrozada que fingen una felicidad aparente ante los demás, un conformismo sin emociones que no entiendo, pero es que particularmente no me creo al que un dia se levanta y dice se me acabó el amor. El amor en sí yo lo veo como entrega total por satisfacer a la persona amada, sin reproches, sin buscar carencias, sin pedir explicaciones. Siempre hay una parte que dá mas que recibe, pero es normal, lo que no se tienen no se pude llegar a dar. Pienso que el amor mas profundo siempre es el de la mujer, quizá por su mayor sensibilidad y capacidad de sacrificio. El que dice ya no amo, es que nunca ha amado

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    1. Gracias Marcos por tu comentario.
      Toda esta serie de relatos de Mujeres que aman demasiado, la relato en primera persona. Me parece que puedo transmitirle más sentimientos haciéndolo así.

      A mí me gusta observar, me encanta y escribir me permite explorar vidas distintas, sentimientos, realidades...Lo que me gusta de escribir, es la posibilidad de contar cualquier cosa, imaginar y hacerla real, hacer sentir a mis protagonistas y que sean capaces de despertar emociones en quienes los leen, si lo he conseguido con mis historias eso me alegra mucho.

      Es cierto que una relación no se deteriora de la mañana a la noche, es algo que va pasando, que se va desgastando por el uso como en este caso. La protagonista no deja de amarlo, simplemente lo quiere de manera distinta, necesita más de su relación y es lo que busca. Jaime la entiende y la deja marchar antes de que acaben haciéndose daño por sus insatisfacciones.
      ¿La mujer ama más? No lo sé, hay mujeres y mujeres, nuestra protagonista ama distinto, se le pasó el amor y quedó otra cosa, también es lícito, no engaña. Y en cambio, él ama de manera generosa y su capacidad de sacrificio para dejarla marchar.

      Del amor al odio hay un trayecto muy corto, es muy tópico pero muy cierto, a veces no atajar los problemas en el amor acaban convirtiendo una historia en una pesadilla en la que todo el mundo sufre.

      Y por supuesto, también hay preciosas historias de amor que duran toda la vida y que también espero contarlas.

      Un saludo

      Un saludo

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  8. Hola!!!!
    Me ha gustado mucho la historia, a veces las personas se autoengañan y mantienen historias que se van dilatando en los años pero en realidad no tienen sentido.
    Hay que ser muy valiente para dejar marchar al otro, y muy poco egoísta también.
    Me gusta mucho que Jaime haya rehecho su vida, sin duda un premio a su generosidad.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Marigem por leerlo y comentar.
      Es cierto que hay una tendencia a no salir de la zona de confort, donde no estamos ni bien ni mal pero nada duele, moverse de esta zona significa que empieza a doler, a ser incómodo y hay veces en que se prefiere autoengañarse. Jaime es más valiente que ella porque da el paso, porque él está bien en su burbuja no perfecta pero conocida, pero él prefiere no mantener algo que no va y que si hubiera seguido los hubiera hecho sufrir a los dos. Tanto uno como la otra a su manera no se esconden en lo cómodo y fácil. Ella o él podían hacer lo que hacen tant@s, buscar emociones fuera de casa, otra vidas que infundan emoción a vidas "sosas y aburridas" y seguir manteniendo esa vida hipócrita de pareja perfecta.

      Cuando arriesgas...es distinto y a veces se gana

      Un abrazo.

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  9. Ocurre a veces y lo peor es que no nos damos cuenta. Estamos perdidos en tal vorágine de hastío que no sabemos salir de ella. La alegría se pierde, la cambiamos por amargura y ni nos damos cuenta.
    Él es valiente por tener la capacidad de verlo y por sabe poner punto y final a lo que ya no es. Ella necesita tiempo para asimilarlo pero sabe ser agradecida. Nos quedamos a veces con ganas de decirle algo a alguien y no hay que callarse nada, especialmente cuando con ello no se hace daño.
    Benedetti como siempre enorme. Y como me gusta siempre rescatar frases, quisiera destacar esta tuya que me ha gustado especialmente: "Nunca te amé más que cuando te dejé marchar."
    Un abrazo.

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    1. Gracias Lorena por tus palabras.
      Como bien dices la combinación de vorágine y el día a día pueden hacer que entremos en un círculo del que resulta difícil salir. Jaime se da cuenta de que están encerrados en ese bucle y que seguir insistiendo solo los va a dañar y le da esa salida a ella, que está demasiado asustada para decidir.

      Las personas y las relaciones evolucionan y no siempre lo hacen en la misma dirección, entonces es necesario ser sincero, siempre desde el respeto y el amor por el otro, porque el amor puede cambiar y no es necesario perderlo. Esas relaciones que se alargan y se mantiene cuando están agotadas, sólo acaban destruyendo aquello que se tenía.

      A mi me encanta Benedetti, siempre da con las palabras exactas para hacerte sentir. La frase que rescatas,¡preciosa! yo no la conocía, me la comentó Guille del Blog Revelion y es de Benjamín Prado, justo esas palabras fueron las que me inspiraron este relato porque el amor de Jaime es justo lo que dice esa frase.

      Un saludito de domingo

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  10. Iba a ponerte que me encanta la frase de BP, pero ya veo que soy el culpable.

    También dice algo que se puede adaptar bien a este tu nuevo relato; "No hay amor más triste que el que después de acabar sigue siendo para siempre".
    De eso se salvan tus protas. Acabar lo que no es suficiente deja espacio para buscar lo que se necesita.

    Es curioso, estaba comentando aquí y el ordenador me ha avisado de que estás por allí. jejejejejeje

    El amor llega, se empieza pensando que será para siempre... cuando el "para siempre" se acaba mejor no castigarse empeñados en lo que no es.
    Hay mas vida, hay mas posibilidades. Es recomendable empezar algo ilusionante que nos acerque a lo que deseamos.

    Buena nota de Jaime. Bueno que la conteste cuando entiende todo su significado.
    Me gusta que sepan permanecer amigos.

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    1. Jajaja tu ordinador es muy indiscreto!!

      Gracias por tu comentario Guille y ¡¡sí!! eres "culpable". Me encantó la frase y escribí la historia.

      Tienes razón que la nueva frase no se aplica a mis protagonistas que han sabido conservar algo que, con frecuencia, es muy difícil conservar después del amor, la amistad. Y ea frase me parece terriblemente triste.

      Ya que va de frases, hay una de Emily Dickinson que dice que "el para siempre, está hecho de muchos ahoras".
      Hay veces en que nos empeñamos en el seguir para siempre, a pesar de que como tu dices, hay más vida y más posibilidades y empeñarnos en seguir en una relación que a uno o a ambos nada aporta, solo lleva a sufrimiento y no es necesario.

      Jaime se da cuenta y la deja ir, por eso pueden seguir con su amistad, es bonito. A mi me duele ver a esas parejas que han compartido una vida, mejor o peor, y que al final solo parecen odiarse, seguro que han habido buenos momentos...¿por qué solo recuerdan los malos?

      Un saludito de domingo

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    2. Mi ordenador es como su dueño; curioso. jejejeje

      La frase de Emily es una verdad verdadera. Y así hay que enfrentar los días... llenándolos de ahoras satisfactorios.

      Esos que al romper solo recuerdan el final y olvidan las razones que existieron para empezar son los que se pasan el tiempo recordando el naufragio en lugar de focalizar en en el inicio de la navegación.

      Saber recordar y valorar lo bueno que tuvo que existir es lo que permite mantener la amistad y no perder a quien fue importante para nosotros.

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  11. ¡Qué decirte, Conxita! Conocerse y quererse es así de grande. Se puede pasar la Nochebuena (como yo lo haré) en soledad y ser dichoso.

    Un abrazo.

    Ignacio

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    1. Gracias por leerlo Ignacio. Lo importante es ser feliz, buscar aquello que nos llena y nos hace estar bien.
      Cómo dices amar es así, a veces grande, a veces pequeño, a veces dichoso y a veces duele...pero al final, lo que importa es estar bien con uno mismo, a quien más debemos querer es a nosotros mismos y con frecuencia es a quién más castigamos. Amar lo que sea y a quién sea, pero estar bien, qué bonito.

      Espero que pases una nochebuena fantástica haciendo lo que deseas, porque eres muy afortunado por ser dichoso, buenas fiestas.
      Un abrazo

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  12. Por cierto, cuando entro con la antigua dirección de la barra (que sale automática al comenzar a escribir, me remite a una página distinta). Chao.

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    1. Gracias por avisarme, no sé qué puede pasar. Lo reviso.
      Un saludito

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  13. Me ha gustado muchisimo, Conxita. Jaime sabe amar y desde luego que se merece ser feliz. Espero que ella también lo sea.
    Un abrazo grande, Conxita.

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    1. Gracias Sue, me alegra que te haya gustado.

      Jaime sabe amarla porque es más valiente que ella, se da cuenta de que se está ahogando y la deja marchar.
      Quizás para él ese "estar", distinto del amor que se tenían ya está bien, pero la conoce y sabe que no es así para ella, esa generosidad les permite mantener su amistad, tenerse siempre aunque sea de una manera distinta y eso es muy bonito porque han vivido mucho juntos.
      Espero que los dos sean felices.
      Un saludo

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  14. Muy buen relato, Conxita: has contado de una manera muy elegante la realidad de muchas parejas. 1beso!

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    1. Gracias Tizire por tus palabras.
      Quería explicar que no es necesario "destrozar" sentimientos, que los para siempre están constituidos de muchos ahoras y cuando no dan más de sí, es mejor alejarse, aunque sea doloroso pero conservando otro tipo de amor, ese también tan valioso como es la amistad y el respeto por alguien con quien se ha compartido mucho. Algunas veces lo que pasa es que ninguno se atreve a dar el paso, entonces se inicia un deterioro y desgaste que enquista la situación, hasta que algo la hace explotar y entonces todo se vuelve desagradable, la persona se convierte en alguien duro y que no quiere ser y todos se dañan.
      Una retirada a tiempo, es una gran victoria...aunque duela, como le pasa a Jaime y como le pasa a ella, ella sufre por no ser capaz de quererlo como él necesita, se culpabiliza pero no puede hacer nada, sus sentimientos han cambiado.

      Un saludo

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  15. Hola Conxita, encantada de conocerte y descubrir tu blog.
    Hay que ser muy valiente para poner punto y final. El miedo a la soledad y a los cambios, al futuro incierto, hace alargar las relaciones que ya no funcionan. Siempre se sale adelante, por muy difícil que veamos las cosas, como tus protagonistas, que no son más que el reflejo de la vida misma.
    Te deseo unas felices fiestas!

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    1. Bienvenida y gracias por tu visita-
      Creo que los dos protagonistas de mi relato a su manera son valientes, uno por dar el paso y buscar la felicidad de ella (y también la suya) y la otra por renunciar a lo conocido y abrirse a nuevas experiencias desconocidas.

      Ella quiere el amor y lo busca, se siente mal porque él la quiere, pero se quieren de una forma distinta y eso, no es lo que ella necesita. Él sensible lo entiende y da un paso provocando la decisión aunque le duela porque siempre parece mejor lo conocido que lo que vendrá...pero él se arriesga y ganan ambos.

      Tienes razón que cuando todo esta más y más oscuro y parece que es imposible salir...de repente entonces brilla el sol.

      Un saludito y felices fiestas.

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  16. Me ha encantado. ;) En estas historias no hay buenos ni malos. No se puede forzar lo que no se siente; cuando se hace las cosas terminan aún peor para ambos. Hay momentos en los que, por tristes que sean, se debe decir adiós e intentar rehacer cada uno sus vidas.
    Un abrazo y felices fiestas, guapa. =)

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    1. Gracias Soledad por tus palabras,
      Totalmente de acuerdo contigo nadie es bueno o malo, simplemente pasa. Decir adiós cuando se ha compartido tanto, cuesta. No hacerlo, puede precipitar otras soluciones más hipócritas y mucho más actuales, esos hacer como si se tuviera una vida perfecta mientras se se engaña al otro haciendo una vida al margen. Poner emoción a algo que no llena...
      Un saludo y felices fiestas también para ti

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  17. Tienes un gran talento para expresar las emociones y sentimientos de tus personajes y, por ello, para lograr una creación muy creíble de los mismos. Por eso, logras transmitir unas sensaciones muy profundas con tus relatos, que además están muy bien escritos. Ya sé que te lo han dicho más veces, pero supongo que, al repetirlo, logramos que te lo creas, y que no te lo tomes únicamente como un elogio ¿no?
    En cuanto al tema, el amor, como todo concepto abstracto, es algo muy difícil de definir. Al egoísmo le pasa lo mismo. Dejando aparte eso, mi opinión personal es que, tanto ella como él actúan de forma muy valiente y consecuente con su forma de pensar y de sentir, no sin evitar lo difícil que ello resulta en la vida real. Jaime toma una decisión muy poco corriente, pues lo normal es que hubiese sido ella la que hubiese tomado la iniciativa (parece la que más claro tiene que debe salir de su zona de confort para ser realmente feliz), aportando la razón para tu relato se incluya en esta serie, Aunque me parecen muy razonables y estupendamente presentados los sentimientos encontrados de ella, tanto durante la relación como cuando termina. Por eso creo que, en cierta medida, también su actitud la hace merecedora del título de “Mujer que ama demasiado”, pues pone el Amor, tal como ella lo entiende, por encima de todo, y actúa consecuentemente pese a las dificultades.
    En definitiva, una gran trabajo Conxita
    Abrazos y felices Fiestas

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    1. Gracias por tus preciosas palabras Isidoro.

      Agradezco enormemente tus palabras sobre mi manera de escribir, hace apenas un año que me he estrenado en esto de dejar leer a otros lo que escribo y siempre hay esos miedos sobre si eres o no capaz de transmitir emociones y si los relatos son interesantes, creíbles y hacen sentir. Intento que mis personajes no sean indiferentes, que sean cercanos y próximos a situaciones que están en el mundo real.
      Me hace muy feliz si de acuerdo con tus palabras, lo consigo. Gracias compañero por esas palabras que no solo me halagan (que también me gusta,por supuesto) sino que me estimulan a seguir creciendo como "escritora", que es mi objetivo seguir haciendo aquello que me encanta, escribir.

      Me gusta la manera en que analizas el relato, estoy de acuerdo contigo que ella es la que tendría que haber dado el paso porque es la que está más "insatisfecha", pero tiene miedo a arriesgarse, que es lo que pasa cuando salimos de nuestra zona de confort, ella persigue el AMOR, pero es él con su generosidad quién se lo proporciona al dejarla volar. Es cierto tu razonamiento respecto a que ella ama demasiado al amor en mayúsculas, ese que cuesta tanto de encontrar y al que persigue renunciando a una vida cómoda pero en la que se siente insatisfecha y él, la ama porque la deja ir. Ambos merecen estar en esta serie porque a su manera, aman demasiado.

      Un saludo y felices fiestas también para ti.

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  18. Es duro estar solo pero a veces es mejor que compartir una relación que ahoga, domina o intoxica... genial relato. Es un acierto compartir estas experiencias que podemos haber vivido cualquiera de nosotros¡¡ Felices fiestas¡¡ un beso enorme¡¡

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    1. Tienes razón Francis, aunque sea duro es mejor tomar decisiones que dejar que todo se vaya descomponiendo aún más.
      Me alegra que te guste el contenido de los relatos de esta serie, se trata como bien dices de situaciones cotidianas.
      Un saludo y feliz navidad

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  19. Al amor no se le puede retener, ni forzar, por si solo surge y abraza. Tu protagonista encontró en Jaime lo que necesitaba en un determinado momento de su paso por la vida. Él le mostró el verdadero amor, que precisamente era justo lo que necesitaba experimentar ella. Y Jaime, en mi opinión más evolucionado, supo comprender que su amada ahora necesitaba encontrar otra lección de la vida.

    El acto más grande y hermoso que puede ofrecer una persona a otra, es darle la libertad cuando la necesita, con su amor y su bendición, su amistad y cercanía.
    A Jaime la vida le otorgó otra oportunidad de amar y ser correspondido, nada que se da queda por recoger.
    ¡Hermosa historia de amor!!
    Un abrazo Conxita.

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    1. Totalmente de acuerdo Mila, esa es la intención de este relato, que no hay amor más grande que aquel que percibe lo que el otro necesita y que a pesar de doler la deja marchar.
      El amor evoluciona, a veces por idénticos caminos y otras por distintos, no significa que no se ame, se ama de otra manera. Eso es lo que le pasa a la protagonista del relato, Jaime ha estado en su vida y se han querido,pero ha llegado un momento en que su relación se ha estancado, ella considera que no le aporta nada, no se siente feliz y eso, aunque suene a egoísta, creo que es motivo suficiente para que ella quiera volar y encontrar otras vidas que la satisfagan.
      En eso, la generosidad de Jaime, les permite tenerse con otro amor, muy especial y poco frecuente, que es el de la amistad con personas a las que se ha amado como pareja, con más frecuencia de la deseada, las relaciones de pareja se acaban mal y se destruye también lo que se ha tenido.

      Gracias por tu comentario y bonitas palabras Mila.

      Que tengas un feliz día.
      Un saludo

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  20. Un relato muy real, aunque no siempre hay valentía para romper una relación como la que describes y mucho menos habitual que ambos mantengan una relación de amistad tan sólida.

    Un abrazo!!

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    1. Gracias por tu comentario y visita al blog.
      Tienes razón que no es fácil romper una relación "cómoda", que no molesta en exceso, ni por mucho ni por poco. Decir que se ha acabado, es muy difícil porque duele, porque es decir adiós a ese amor que empezó como un para siempre, es difícil darse cuenta de que los para siempre muy pocas veces existen y que de acuerdo con Emily Dickinson "el para siempre, está hecho de muchos ahoras", se trata de disfrutar de los ahoras.

      Yo creo que pueden mantener la relación de amistad porque son valientes y acaban su relación sin destrozarla, ni herirse ni echarse nada en cara, dejando volar al otro porque se aman, de otra manera, pero se aman.

      Un saludo

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  21. Tu relato me ha dejado temblando por lo mucho que me recuerda a la situación que estoy viviendo ahora mismo. Ni te imaginas cuanto. Solo que es ella la que se va en lugar de Jaime. Así que me he deprimido un poco, claro.

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    1. Bienvenido Holden
      Siento que mi relato te haya producido ese malestar, y sobre todo que te encuentres en una situación parecida a la de los protagonistas del relato, porque ellos sufrían y mucho. Pero también amaban, de forma distinta, pero se amaban. Intentar ver lo positivo aunque en el momento no se vea.

      Ánimos y espero verte de regreso en el blog y que mis otros relatos te provoquen sentimientos más positivos.

      Un saludo

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    2. A mí no me consuela mucho que me amen en esa situación, la verdad. Soy un tipo sencillo, y es un sí o un no. No me vale un 'no' con matices, eso hace mi vida más complicada y mi zona de confort se encuentra claramente en una vida placentera y agradable sumida en la facilidad de lo mediocre :)

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    3. Estoy de acuerdo en que el amor con frecuencia las cosas sencillas, dichas claramente o como tu dices un si o un no rotundos, son mejores. Al menos,las opciones son más claras.
      Todos necesitamos una vida placentera, o al menos lo más placentera posible para nosotros mismos y por supuesto agradable, sea o no mediocre, porque te diría ?¿para quién es mediocre? ¿quién lo dice? ¿quién marca las reglas? cada uno elige sus opciones y aquellas que lo hacen más feliz, que son mejores para cada uno, claro que si.

      Un saludo

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  22. Reflejas una situación muchísimo más frecuente entre las parejas de lo que parece. Lo que no es tan habitual es la generosa y sensible actitud de Jaime, eso sí es amor. Da coraje que ella no haya sabido ver, no haya tenido la misma mirada que Jaime, porque eso hubiera hecho de esa relación algo precioso. Y es que a veces hay que irse, sí, por tí, por tu pareja, porque el amor no se convierta en algo que estalle en las manos, para poder conservar la luz que todavía anida en él.

    Un abrazo

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    1. Desgraciadamente sí, es más habitual de lo que parecería y lo triste es que se sigue aferrado a algo que no funciona y que no hace feliz a la pareja, a uno o a ambos, porque no querer aceptar que el amor también se transforma. A mí me apena, ver esas relaciones de personas que se han querido y por no dejarse marchar a tiempo, por cobardía, por comodidad, por miedo...acaban destruyendo incluso el recuerdo de lo que fue, de lo que se tuvo, que esas personas se quisieron y eso, es muy triste.

      Gracias por tu acertado comentario y por tu tiempo.

      Un saludito.

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  23. Ay, que complicadas son las cosas del amor... Que complicadas... Aunque, quizás, los complicados somos nosotros, los humanos... Nunca sabre si fue buena cosa, o no, que nos hicieron sin un aclarador manual de instrucciones...

    Un relato magnifico, y tremendo...

    Saludos, amiga

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    1. Gracias Ildefonso por dedicar tu tiempo a leerlo y comentar. Bienvenido al blog.
      En el amor todo es fácil o todo es difícil como en la vida, porque como tu dices los que somos complicados somos los humanos, que parece que siempre estamos en la búsqueda de algo más o de mucho más o de algo distinto...

      Sobre el manual de instrucciones...no sé yo qué decirte...porque hay cada manual que para entenderlo, sudas sangre!!!! vamos lo mismo casi que los famosos abrefáciles.

      Me alegra que te haya gustado el relato y espero volver a recibir tu visita.

      Un saludito y feliz 2016

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  24. Buenas noches, amiga, leo tu relato descubro que tanto real e irreal es, o quizá no tanto irreal como difícil, la situación que relatas es tan civilizada, por eso es tan dificil.
    Ahora pienso que quien Ama, ( Amar eso tan difícil) quien Ama de verdad, mira por la persona que ama. la cuida desea felicidad, bienestar, seguridad,tranquilidad y tantas otras cosas, se las desea tan de verdad, que es capaz de sufrir la distancia y la pérdida para que la persona a la que ama sea feliz, porque pienso que si amas de verdad sincera profundamente, deseas la felicidad del ser amado a costa de la tuya quizá ese es Jaime

    Un sincero abrazo, y gracias por tus letras.

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    1. Hola Carmen,
      Este relato forma parte de una serie que titulé mujeres que aman demasiado aunque avisé que seguramente también habría hombres que aparecerían y nos dejarían ver su forma de amar.
      Eso es lo que pasó con Jaime en este segundo relato, él la ama tanto que la deja marchar antes de que su relación se convierta en algo que no desean ninguno de los dos y eso les permite salvar su relación de amistad. Creo que los dos aman o lo hicieron en algún momento, pero Jaime con su generosidad y amor la deja marchar. Tal y como dices él desea la felicidad de ella a costa de la propia, seguramente él hubiera estado bien pero ella necesitaba volar y la deja hacerlo.

      Gracias a ti por leerlo.

      Un abrazo y feliz finde

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Mil gracias por tu comentario.
Conxita

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