Llevaba días
escuchando aquel ruido en cualquier lugar, casi formaba parte de su cabeza. No
conseguía explicarse por qué se le erizaba el vello y aunque se tapara los
oídos, no desaparecía ni averiguaba el origen.
No le daba tregua.
No le daba tregua.
Criic-cric-c-cri-cr-criiiiic
Recordaba uñas
rasgando una pizarra, le producía escalofríos, todo lo molestaba y aquel ruido lo estaba
volviendo loco.
Criic-cric-c-cri-cr-criiiiic
Había
inspeccionado a fondo cada una de las habitaciones del pequeño apartamento en
el que vivía, regalado a su vecina, las pocas plantas que apenas malvivían en su casa, revisado paredes, puertas, armarios… Y no había encontrado nada.
Criic-cric-c-cri-cr-criiiiic