—¿Me acompañarás?
Las dos amigas acababan de encontrarse en una de esas tardes de amigas, sin prisas y sin nada planificado.
—¿A dónde?
—He decidido ir a una echadora de cartas.
Amanda soltó una carcajada incrédula.
—¿En serio?—la miró buscando su sonrisa — ¡Me tomas el pelo!—. Su amiga no
creía en nada que no pudiera ver y tocar, era una amante de la ciencia y como
tal lo que no se podía explicar, no existía y ¿ahora ese deseo? no entendía
nada—. ¿Para qué?
La otra se encogió de hombros aunque por un instante brilló en sus ojos un
destello de una emoción desconocida que rápidamente controló.
—Necesito respuestas...
Ahora la respuesta de Elsa la desconcertó, pintando en su cara la
preocupación. ¿Qué le pasaba? La que llevaba una mala racha era ella. Su amiga era
una mujer feliz, a la que todo en la vida le parecía sonreír y rápidamente, sin
dudarlo, la envolvió en un inmenso abrazo de los que ayudan a llevar mejor las
penas, esas que parecía que ambas portaban a cuestas. Dejaron sentir a sus
cuerpos y ese silencio las relajó porque un silencio nunca da miedo, son las
cosas que no se dicen las que sí asustan.
—¿Quieres contarme…?
—Aún no Amanda… aún no—. Los ojos de Elsa se velaron por la turbación—.
Justo tú no necesitas esto, no más preocupaciones de las imprescindibles.
Amanda cerró los ojos ante la referencia aún le escocía la traición. Era
demasiado consciente de la soledad que se había instalado en su vida, la que
ella había elegido después de que Carlos le fallara de nuevo. Volvió por un
instante a pensar en ese final que empañaba la vida que habían tenido y sobre
la que se interrogaba intentando saber si había habido algo auténtico y aunque
no quería ese final lo tintaba todo de desprecio y humillación. Aún parecía
bullirle la sangre cuando recordaba: «El muy capullo y su plan renove y encima con una de mis
mejores amigas. ¡¡Malnacido, cabronazo!! Ni él valía la pena ni ella tampoco». Estaba
superando la decepción mientras aprendia a recolocar los fragmentos de su vida, esa
que cada día reinventaba y en la que saldría adelante. Cada vez tenía más fuerzas y recordaba menos.
Sonrió a su amiga.
Sonrió a su amiga.
—Estoy mejor y siempre dispuesta a poner mis orejas, si puedo ayudarte dime —, sonrió
burlona—pero que sepas que soy egoísta, seguro que escucharte me distrae y dejo
de compadecerme.
De nuevo su amiga negó con un gesto vehemente y lleno de una tensión apenas
disimulada.
—¿Me acompañaras?
—Por supuesto aunque sabes que no creo nada en estas cosas…
Elsa se encogió de hombros mientras la miraba, su expresión resultaba
inescrutable pero estaba claro que necesitaba a su amiga.
Cogió su móvil e inmediatamente reservó hora con una tal Madame Fleur, muy típica
y tópica casi de vodevil; su cita era para el día siguiente y solo hacerlo pareció relajarla. Amanda le acarició un brazo y ella le devolvió una sonrisa
tímida.
Aparcaron el tema de la vidente y se pusieron al día de las novedades que
habían tenido en sus vidas esquivando cualquier tema doloroso.
Al día siguiente y a la hora concertada, Elsa la recogió en su coche.
Amanda miró con sorpresa de arriba a abajo a su amiga.
—Estás espectacular ¿a dónde vamos realmente?
Las risas de su amiga la hicieron sentir bien, fuera lo que le pasaba
estaba en camino de resolverlo.
Llegaron a su destino y allí les abrió una recepcionista envolviéndolas en una
vaharada intensa de perfume, en el interior una sinfonía estridente de politonos.
Amanda susurró en un aparte a su amiga: «Caramba con la adivinación, lo que
da de sí». Ambas se echaron a reír y eso tranquilizó a Elsa.
Sin tiempo casi para sentarse la recepcionista las avisó.
Sin tiempo casi para sentarse la recepcionista las avisó.
—Madame Fleur dice que ya puede pasar Sra. Gómez.
Amanda miró a su amiga con las cejas arqueadas: ¿Señora Gómez?
—¿Te espero aquí?
Ella negó con la cabeza mientras enérgica se dirigía a la chica de la
recepción.
—Mi amiga no quiere saber su futuro pero pasaremos las dos juntas.
La recepcionista dudó mientras dejaba llamadas en espera, aquella línea de
videncia era una mina, taconeó hasta una puerta. Reapareció al cabo de unos
segundos:
—Madame dice que, por supuesto, pueden pasar juntas.
Ambas se acercaron para entrar en la consulta, Amanda se quedó boquiabierta
al ver a la adivinadora de cartas. Era una mujer joven, de unos treinta y
pocos, perfectamente maquillada y peinada con un look exótico casi como una modelo
preparada para posar. Todo en ella estaba perfectamente estudiado para dar una imagen
perfecta de misterio y seducción a partes iguales. Les sonrió mientras Amanda seguía
mirándola asombrada, Elsa la observaba con mucha atención.
La adivinadora las hizo sentarse alrededor de una mesa cubierta con un brillante
tapete sobre el que estaban unas cartas, sonreía mientras las estudiaba sin perder ni un detalle de ellas.
—Bienvenidas. ¿Quién será…?
Elsa la interrumpió cortante antes de que acabara de formular la pregunta.
La mujer esbozó una sonrisa con sus labios de un carmín intenso, tomó las cartas e inmediatamente empezó a barajarlas. Sus dedos largos, de uñas rojas y sus rápidos movimientos las atraparon
a ambas en una sucesión que las fascinaba, mezclaba y cortaba a gran
velocidad, una y otra vez, las miraba fijamente mientras sus manos seguían barajando,
las extendía sobre la mesa, las observaba, recogía y volvía a mezclar, a veces musitaba palabras ininteligibles. Esos
movimientos eran tan enigmáticos como las mismas cartas, en el ambiente flotaba
un sutil aroma a sándalo, una leve música de fondo, muy queda, quizás algo
oriental y una luz tenue apenas enfocando la mesa.
—Si estás casada o tienes pareja corta la baraja con la mano izquierda y
si no, con la derecha.
Mientras la miraba Amanda pensó que la echadora de cartas utilizaba esas sencillas
instrucciones para descartar opciones, había escuchado decir que eran personas muy observadoras que estudiaban los gestos de las personas, su lenguaje no verbal, leyendo perfectamente
las expresiones para decir a cada uno lo que se quería oír.
Elsa no dudo, cortó con su mano izquierda.
A continuación Madame Fleur cogió el montoncito y las echó sobre el tapete
en una rápida secuencia, murmuraba en voz muy baja algo que ellas no oían, una
y otra vez. Amanda miraba las extrañas cartas, a la exótica mujer y a su amiga,
notaba una corriente, muy sutil, de tensión que no entendía. Se sentía
extrañamente embotada, no sabía a qué era debido pero sus sensaciones eran muy raras, se sentía muy tensa.
Madame empezó a desgranar afirmaciones difusas y preguntas dirigidas sobre
la salud, el trabajo, las amistades. Elsa contestaba sin vacilar, muy
tranquila, aceptaba lo que la pitonisa decía con una sonrisa. Amanda pensó que
si no la conociera diría que creía firmemente en lo que esa mujer y sus cartas le
estaban contando solo la interrumpió para pedirle, casi exigirle, que lo
relativo al amor lo dejaran para el final.
La adivinadora no tuvo inconveniente.
Elsa parecía fascinada, la voz de la mujer era casi hipnótica, sus ojos
inmensos parecían no perder detalle y aparentemente sabía lo que hacía. Amanda
se sentía un poco mareada, ese incienso la estaba agobiando, el perfume de la
recepcionista o de la Madame o la combinación del de todas ellas, aquella
semioscuridad, la tensión y esas cartas extrañas.
La rueda de la fortuna:
cambio, evolución, destino, abundancia…
La emperatriz: Comprensión,
encanto, afabilidad, elegancia, abundancia…
La templanza: Paciencia, moderación,
compostura…
El carro, el colgado, el
diablo, el sol…
Las preguntas e interpretaciones se sucedían, Elsa medio mareada no
entendía nada de nada, pero sí notaba la sutil corriente que le
indicaba que algo estaba pasando..
La voz de Elsa la despertó de sus propios ensueños, educada muy educada aunque fría y controlada.
—¿Qué me dices de mi matrimonio? ¿Cómo lo ves?
Madame Fleur la miró a los ojos, sus dedos de largas uñas parecían
acariciar las cartas, lentamente volvió a tirar las cartas buscando acertar con
la respuesta. Su voz sensual las envolvía.
—Hace años que estás casada, estás bien con tu marido y él te quiere a ti aunque
veo que necesitas recuperar la pasión—, le sonrió seductora haciendo una mueca
con sus maquillados labios— eso te preocupa pero no será un problema, yo puedo
ayudarte—sonrió afectada—. En unos días, de nuevo estará loquito por ti, no hay
tormentas ni dudas, todo está bien, eres feliz.
La carcajada de Elsa las sorprendió a ambas por inesperada, a Amanda por su dureza y a la Madame
porque le pareció grosera pero Elsa no la dejó ni siquiera hablar, sacó una
foto de su cartera y la lanzó entre las cartas.
Elsa se sentó muy erguida mientras miraba a la pitonisa, su voz era ahora glacial.
—Dile a ese capullo con el que follas que no hace falta que vuelva ni a
recoger las cosas. Y vete echándole las cartas para saber lo que le va a costar
el divorcio y por si no funciona, que rece todo lo que sepa porque no va a ser barato.
Se levantó y miró a su amiga con una sonrisa.
—Vamos Amanda aquí no hay más mentiras a escuchar.
Ambas salieron por la puerta sin detenerse en la recepción por más que la
recepcionista perfumada voceaba reclamando los ochenta euros de la consulta, al llegar a la puerta
de la calle las dos reían como locas.
—¿Me lo vas a explicar?
—¿Crees que es necesario Amanda?
Ambas mujeres se miraron. No, no había nada más que decir.
—Querida amiga, ningún imbécil nos va a amargar la vida—. La cogió del
brazo mientras ahora ya aliviada la besaba en la mejilla— .Vayámonos a tomar una copa y a
planificar ese viaje que haremos tú y yo para el que nunca encontrábamos el
tiempo y todo a costa de ese capullo con el que he vivido, mi niña lo mejor
está por llegar.
Me ha encantado el relato,te atrapa y está muy bien contado. Besos Conxita
ResponderEliminarMuchas gracias Ambar por tus palabras.
EliminarMe alegra haber sido capaz de mantener el interés a lo largo del relato para provocar la curiosidad y el querer seguir leyendo.
Feliz sábado, un beso.
Tu relato atrapa por la agilidad que está escrito, el final no me lo esperaba es genial. ¡Chapeau!
ResponderEliminarCuanta mentira gira alrededor de las pitonisas…
Un fuerte abrazo
Hola Sneyder y buenvenida a Enredando con las letras.
EliminarMe encanta si he sido capaz de sorprenderte con el desarrollo de la historia y con su final.
Estoy de acuerdo contigo en que hay muchas mentiras alrededor de este tema de las pitonisas, médiums, echadoras de cartas o como se las quiera llamar, un auténtico negocio que juega con esperanzas o desesperanzas de las personas, con la ilusión o la falta de ella pero el caso es que debe funcionar muy bien porque hay montones de ellas y muchas personas que son engañadas o se dejan engañar y ahí tendriamos otro buen tema de debate.
Gracias por tus palabras y visita, me encantará recibirte pronto de vuelta y poder intercambiar opiniones.
Un saludo
El relato atrapa de principio a fin y encima tiene un insospechado final. ¿Hay quien dé más?
ResponderEliminarBesos.
Hola Macondo
EliminarMe alegra haber conseguido eso tan difícil de atrapar al lector interesarlo y que desee llegar al final.
Gracias por decirmelo y si encima no se intuía el final, mejor que mejor, porque quería que cada uno fuera imaginando los motivos de la protagonista, interesarse por esas respuestas que necesitaba y que no fuera esperado.
Gracias por tus palabras, que tengas un feliz día.
Olé por Elsa. Un buen corte de mangas al tipo y a su amante.
ResponderEliminarTu relato es bueno de arriba abajo, Conxita.
Un beso
Hola Isabel
EliminarEstoy contigo, bien por Elsa. ella tenía claro como cerrar su herida sin dolor y quedarse con una sonrisa y es aquello de devolver la burla a los que han jugado con ella y con su vida, y desde luego la pitonisa su trabajo no lo hace demasiado bien...
Me encanta que te haya gustado, gracias por tus palabras que te agradezco de corazón.
Un beso y feliz fin de semana
Coincido contigo en que eso de las artes adivinatorias es una forma baja y zafia de jugar con los sentimientos y las desesperanzas de la gente. Parece mentira que en la era de la información global estos negocios crezcan como setas al amparo del desánimo y desaliento de la sociedad. De todas formas has evidenciado el problema de una forma muy divertida y con un ingenioso final. Estupendo relato Conxita!
ResponderEliminarHola Norte
EliminarEso es lo que más molesta, que se aprovechan de la desesperanza de las personas para ganar dinero con ellas y sí, supongo que en épocas de más crisis o desesperanza se recurre a estos personajes quizás como soluciones desesperadas y ellos les dicen lo que quieren escuchar.
Me alegra haberte hecho sonreír, desde luego la Madame Fleur no era nada buena adivinando lo que le venía encima.
Gracias por tu visita.
Un saludo
Qué bueno, Conxita! He visualizado perfectamente cada escena. Estaba convencida de que era la amiga y me has sorprendido con la pitonisa, quién desde luego no tiene poderes adivinatorios jaja.
ResponderEliminarMe ha encantado
Un beso y muy buen fin de semana!
Hola Erika
EliminarComo tú dices esta pitonisa de poderes ni uno y de preveer el futuro menos, Elsa le ha dado su merecido dejándola en evidencia. Lo cierto es como comentaba antes a Norte que en estos tiempos en los que estamos superinformados sean unos negocios que proliferan tanto y al que muchas personas, de todas las clases sociales y niveles de educación, acuden, a mi me parece sorprendente y molesta ver cómo juegan con la esperanza de esta gente.
Me alegra que te haya gustado, feliz fin de semana también para ti.
Un relato interesante y muy bien desarrollado. Tema, detalles, todo!
ResponderEliminarAbrazos, Conxita.
Muchas gracias Ernesto, me alegra que te haya gustado.
EliminarCon frecuencia cuando paseas por la programación de televisión ves muchos canales dedicados a estos adivinos, en la prensa está lleno de anuncios, asi que debe ser un negocio muy rendible jugar con las esperanzas de las personas y eso me inspiró el relato.
Gracias por tu visita.
Un abrazo
¡Genial! Conxita. Has sabido delinear una historia cuyo argumento engaña por lo sencillo de la trama: Unas amigas que van a ver a una pitonisa. Pero ha sido inesperado el final después de ese misterio que has sabido mantener durante el relato para sorpresa del lector.
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana, amiga.
Como te diría: ¡¡Chapeau!!
Gracias Francisco que el maestro de los finales inesperados me felicite por el mio es un grandísimo placer.
EliminarMe alegra haber sido capaz de mantener la tensión en la historia hasta el final.
Es cierto que aparentemente el argumento era previsible y ese final no esperado es lo que nos hace darnos cuenta de que las cosas no son lo que parecen, no crees?
Recojo ese Chapeau con orgullo.
Un beso enorme
¡Qué bueno, Conxita! Se podría decir que la 'vidente' no 'vio' la que se le venía encima.
ResponderEliminarNo sé si eso de cortar la baraja con la mano izquierda o la derecha es cierto o te lo has inventado pero sí me parece una manera de obtener información del iluso que tiene delante.
Como bien has plasmado en el relato a estos timadores se les da muy bien observar y sacar conclusiones. Está claro que Madame Fleur no observó bien y no se dio cuenta de que en este caso quien estaba delante era una mujer muy lista y con un fino sentido de la venganza.
Estupendo.
Un beso, guapa, pasa un buen fin de semana.
Efectivamente Kirbe, vaya vidente de pacotilla que ni siquiera cuando le toca a ella es capaz de adivinar el futuro.
EliminarSobre lo de cortar la baraja, parece que en algunos casos si se utiliza, desconozco si lo hacen todos los que echan cartas, pero lo que sí es cierto es que se guían a través de preguntas aparentemente inocentes para ir descartando opciones y decir aquello que se quiere escuchar, leen muy bien lo que las personas quieren oír o necesitan hacerlo aunque sepan que no es cierto.
Tal y como dices los timadores tienen muy desarrollada la observación, viven de eso, de observar mucho y esperar su ocasión para desplumar a los pardillos.
Desde luego, la prota supo dejar atrás el dolor y Madame Fleur no la adivinó para nada.
Un beso y feliz domingo
Muy bueno, Conxita. Ni duelos, ni llantos. Cuando alguien te decepciona y engaña lo mejor es sacar todo lo bueno de la situación, aunque solo sea deshacerte de un indeseable. No merecen ni una lágrima, ni lo que cuesta sacar el pañuelo del bolso.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Rosa
EliminarCreo que la prota tenía muy claro que ya no había dolor dentro y tal y como tú dices que aquellos que la habían dañado (especialmente su pareja) merecían muy poco y muchos menos derramar ni una sola lágrima más.
Me alegra que te haya gustado la manera de Elsa de resarcirse un poco, divertirse algo, sí se divirtió.
Un beso guapa
Je,je, qué sorpresita al final.
ResponderEliminarMientras leía he estado acordándome de una situación parecida en la que me vi yo una vez. Una amiga extranjera estuvo pasando unos días aquí, y se empeñó en ir a una echadora de cartas, porque el novio acababa de dejarla y quería ver si un pretendiente que tenía era de fiar.
Como mi amiga no hablaba español me pidió que fuese con ella, porque la pitonisa, según averiguamos por teléfono, no hablaba inglés. Se ve que sus poderes no daban para tanto, je,je.
Fue divertido, pero bastante bochornoso ver las "predicciones" y las "adivinaciones" de la señora. Todo lugares comunes, generalidades que se pueden aplicar a cualquiera y deducciones de puro sentido común.
No fue tan emocionante como tu relato, no :D
Ángeles ¿Así que los super poderes no permiten hablar idiomas? Jajaja
Eliminaranécdota ilustra como somos de inocentes cuando estamos desorientados y tocados emocionalmente por situaciones que nos afectan y mucho, como la pérdida de una persona querida, la falta de trabajo, problemas con los hijos... Y entonces algunos recurren a estas personas como si mágicamente se fueran a solucionar las cosas.
Trabajan con generalidades como bien dices, con lo que se quiere escuchar, con cosas obvias y sentido común, se tiene que reconocer que son buenos escuchando lo que el otro quiere oír, igual en tu caso falló la traducción jajaja
Gracias por tus palabras, emocionante desde luego sí lo fue para las protas.
Un beso
La de las cartas se lo tiene que hacer mirar, porque mucho adivinar vidas ajenas pero ni se olió lo que se le venía encima.
ResponderEliminarY tu prota pelín vengativa, jajajajaja, pero ya nadie le podrá quitar lo que ha disfrutado.
Jajaja Guille ¿Un pelín vengativa? pero como dices nadie le quitó lo que había disfrutado y bien que hizo.
EliminarY a la Madame, pues eso que si ni siquiera es capaz de adivinar lo propio cualquiera se fía de sus predicciones.
Un beso
Estaba esperando un punto cómico al final y en cierta medida lo ha habido. No hay ninguna vida perfecta, está claro. Y qué pena que hay quien se aproveche de esas imperfecciones.
ResponderEliminarBesos
Tienes razón Lorena, se tendría que ver la cara que le quedó a la pitonisa, desde luego las buenas risas de Elsa y Amanda a costa de la adivinación seguro que no tienen desperdicio.
EliminarBromas al margen, es cierto que molesta que haya personas que se aprovechen de las penas ajenas para hacer negocios y jugar con la esperanza y la desesperación.
Un abrazo y feliz domingo
Nunca he creído en pitonisas ni brujas, pero que as, las hay. Entretenido y muy realista tu relato, Conxita.
ResponderEliminarBesos!
Fer
Gracias Fer, haberlas haylas dicen de las meigas. Yo no sé si las hay o no, pero sí que parece que en ese mundo se mueve mucho charlatán que se aprovecha de los momentos de necesidad de las personas.
EliminarMe alegra que te haya entretenido, de eso se trata.
Un abrazo
Excelente relato, muy bien trabado, además sorpresivo.
ResponderEliminarBesos.
Hola Alfred,
EliminarMe alegra que te lo haya parecido.
Para sorpresa la que recibió la pitonisa de pacotilla, ¿no te parece? Y es que a esa (como a tantos y tantas otros) la videncia no le funcionó mucho.
Un abrazo
Estupendo relato. Muy bien escrito.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Amalia,
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Con frecuencia la vida da muchas sorpresas y parece que no siempre sirven las artes adivinatorias (buenas o malas) para sobrellevarlas, eso sí seguro que la protagonista se quedó muy tranquila, la pitonisa y el susodicho compañero supongo que ya no tanto.
Un beso
¡Qué genial, Conxita! Un final sorprendente para un relato muy bien montado. Nos presentas a dos amigas, la una, extrañamente interesada por el arte adivinatorio, la otra, que intenta recuperar su vida después de la traición. Está claro que, aparte de la amistad, algo las une en esa escena pero... para nada te esperas que, la adivinadora, jugará el papel que le has asignado, ja, jaa. Dos objetivos cumplidos: poner de relieve la estafa que tan fácilmente se nutre en el ambiguo mundo de la adivinación y por otro, dejar claro que la amistad es la que verdaderamente tiene poder para hacernos tirar para adelante.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, serio pero divertido a la vez. te felicito. Un fuerte abrazo, Conxita
Me encanta Isidoro esos dos objetivos que tan bien resumes de mi relato.
EliminarLa amistad es algo que sí tiene poderes, qué mejor que la charla sosegada, las risas, las confidencias o hasta las lágrimas con una amiga o un amigo, eso te ayuda a sobrellevar cualquier situación por complicada que sea. Y ¿qué decir de esas artes adivinatorias que con frecuencia juegan con la desesperanza del personal? Cuando todo ha fallado, cuando no hay chispita de esperanza a la que agarrarse o simplemente buscando respuestas en lugares equivocados, hay algunos que recurren a esas pitonisas de pacotilla que solo buscan engordar sus bolsillos diciendo obviedades y que poco les van a solucionar.
Me alegra haber sido capaz de sorprenderte y que te haya gustado, muchas gracias por tu generosidad hacía mis letras.
Un abrazo
Muy bueno. Aunque las mujeres siempre tendemos a atacarnos entre nosotras. Debería haber ido a hablar con él. Me ha parecido muy original y una muy buena crítica.
ResponderEliminarUn besillo.
Cierto Maria
EliminarTu comentario me ha hecho reflexionar porque es cierto que se ataca a la mujer cuando el primer responsable era el marido de Elsa, aunque quería más que la historia de desamor visualizar la falta de artes adivinatorias de la pitonisa, que ni así adivinaba lo que le venía encima.
Me alegra que te haya parecido original la manera de tratar el tema, gracias por comentármelo.
Un abrazo
Pero qué buenísimo, Conxita, ese final sorprendente que le da la vuelta a la historia. Una manera muy ingeniosa de poner en evidencia los engaños de estas embaucadoras. Sencillamente, me ha encantado. Un beso muy grande
ResponderEliminarGracias Ana,
EliminarEs justo eso lo que quería poner en evidencia, tal y como le comentaba a Maria, los engaños y manipulaciones que hacen este tipo de personal con aquellos que tienen una situación que los supera.
También es verdad que se podría pensar que si son tan ingenuos como para ir a estos farsantes se merecen que los desplumen, pero lo cierto es que cuando uno está superado por las circunstancias, busca hasta en los remedios mágicos la esperanza.
Me alegra mucho que te haya gustado.
Un beso y feliz semana
Aplausos de pie!!!
ResponderEliminarMe has tenido atrapada hasta el final.. excelente es poco. Como siempre, Conxita, sorprendes y para bien. Mi admiración.
Un beso.
Jajaja gracias Alma, recibo con mucho cariño esos aplausos de pie.
EliminarMe alegra mucho saber que te ha atrapado el relato hasta el final y que no se haya visto el final que le esperaba a la pitonisa, gracias por decirme estas cosas tan bonitas sobre mis letras, te las agradezco de corazón ya lo sabes.
Un beso enorme y gracias por decírmelo.
Un relato que me ha atrapado para continuar leyendo de un tirón. La vuelta del final ha sido apoteósico jajaja. ES que esas pitonisas sólo saben adivinar por los gestos y no sabía lo que se le venía encima. Un abrazo
ResponderEliminarHola Mamen
EliminarMe alegra mucho que el relato te haya atrapado así para leerlo de un tirón, eso es una gran satisfacción para mi y agradezco enormemente que me lo cuentes.
Tal y como dices, las pitonisas usan, con frecuencia, la conducta no verbal para orientarse en las respuestas que esperamos, todas esas pistas que vamos dejando con nuestro cuerpo, nuestra mirada, nuestras expresiones y eso no es magia ni adivinar el futuro pero sí son personas muy observadoras. En el caso de los que adivinan telefónicamente entonces se guían más por las respuestas que les damos sin darnos cuenta de que los guiamos hacía lo que queremos escuchar. En algunos casos (no quiero generalizar) son auténticos embaucadores y como tales, muy hábiles a la hora de leer lo que quieren escuchar las personas que los visitan.
Desde luego Madame Fleur no es una pitonisa para nada muy recomendable, ni siquiera cuando le afecta a ella es capaz de adivinar el futuro.
Un abrazo y feliz semana
¡¡¡¡Hola Conxita!!!!
ResponderEliminarMuy bueno, me ha encantado el giro final, y yo creyendo que era la amiga.¡Pobre Elsa, la acusé injustamente!
Besos y feliz domingo.
Jajaja ¿No te parece Marigem que a veces nuestra mente va dando saltitos por delante de la lectura casi avanzando lo que esperamos y al llegar al final entonces nos sorprendemos.
EliminarLas cosas realmente nunca son lo que parecen, tienen tantos giros y tantas maneras de mirar. Una misma situación mirada por personas distintas, nos contaría tantas historias diferentes, según nuestra manera de mirar, lo que nos haya pasado ese día o las vivencias que en algún momento hayamos tenido.
Gracias por tu tiempo.
Un beso y feliz domingo.
Hola Julio David
ResponderEliminarNo sé si a los astrólogos pero sí a todos aquellos que pretender adivinar en las cartas, en las manos, en las bolas de cristal, en las estrellas... y que sabiendo que no saben, juegan a ilusionar a aquellos incautos que acuden a ellos.
El desamor o la traición me ha servido para ilustrar que la pitonisa desde luego no adivinaba nada de nada ni cuando le tocaba a ella, así que al resto...
Y que de lo que te puedes fiar es de aquellos que te quieren bien y están a tu lado en los momentos complicados porque en los fáciles siempre hay voluntarios, es cuando las cosas no van bien que los amigos están de verdad ahí.
Un abrazo
Bien tramado y bien resuelto.
ResponderEliminarUn relato magnífico.
Te felicito.
Saludos.
Muchas gracias Toro por tus palabras.
EliminarLo cierto es que a veces cuando los escribes lo tienes claro en tu cabeza pero no acabas de saber si serás capaz de transmitirlo bien, me alegra haberlo hecho y que haya quedado bien resuelto.
Gracias por decírmelo.
Un beso
No ha sido ningún halago.
EliminarEs así.
Escribes muy bien.
Besos.
Xavi si se puede enrojecer virtualmente lo he hecho. Gracias de corazón por decírmelo, agradezco esas palabras que siento de verdad y eso es muy bonito.
EliminarUn beso
Jaja.😃, buen final. Muy entretenido y se lee con interés. No creo que las pitonisas, las cartas, los horóscopos,... puedan adivinar nada. Estamos rodeados de fraudulentos y de gente crédula o necesitada. En este caso, tu pitonisa recibió una buena lección.
ResponderEliminarUn beso, Conxita.
Hola Ángeles desde luego esta pitonisa no era muy recomendable en ningún aspecto pero mucho menos para adivinar algo.
EliminarLo cierto es que hay mucho engaño con este mundo de la adivinación, cuando investigué un poco para escribir el relato, me quedé asombrada de la cantidad de dinero que se mueve en este mundo, parece ser que es un negocio en el que cuanta más crisis hay, mejor les va porque su incentivo es la desesperación de las personas y tienen un público de lo más variado e increíble.
Gracias por tus palabras.
Un beso
Menudo final, Conxita, ¡lo último que hubiera podido imaginarme! Me ha gustado mucho por lo ameno, por lo sorpresivo del desenlace y por el mensaje que transmite. Las amigas son un apoyo incondicional y cualquier adversidad, sentimental o no, puede sobrellevarse con su ayuda. La camaradería y el compañerismo son dos valores que quedan muy de relieve en tu relato. ¡Estupendo! He disfrutado mucho leyéndote :))
ResponderEliminarUn abrazo grande y feliz comienzo de semana.
Cierto Julia haces bien en destacar el papel de las amigas en cualquier momento pero especialmente en momentos de adversidad.
EliminarHace un par de meses me pasaron un enlace que incorporo, lo siento porque no sé enlazarlo directamente en un comentario que habla justo sobre el papel de las amigas y recomienda verse un par de veces por semana con las amigas para hacer cosas, así que practiquemos amiguismo en el buen sentido.
http://diariocorreo.pe/miscelanea/estudio-afirma-que-mujeres-necesitan-salir-con-amigas-dos-veces-por-semana-por-su-salud-709923/
Gracias por tus palabras, me alegra que te haya gustado y sorprendido.
Un beso
Salud, Conxita. La jugada es excelente. Un relato que combina muy bien las tensiones de la trama.
ResponderEliminarIrse de viaje juntas. Un sueño.
Saludos.
Muchas gracias Ignacio por tus palabras, me alegra haber sido capaz de mantener la tensión hasta el final.
EliminarSí, es un buen sueño ese viaje juntas que tienen las dos amigas, qué importantes son los amigos que te acompañan en los momentos más duros, en los buenos es muy fácil.
Un abrazo
Cazadora cazada. Muy buena, interesante y entretenida historia de una (falsa) pitonisa adivinadora que no adivina siquiera quién tiene delante ni el objeto de su visita. Al menos,
ResponderEliminarIba a decirte que hemos coincidido un poco en el tema de nuestros respectivos relatos pero me acabo de dar cuenta que posiblemente no conozcas mi blog de relatos de ficción "Retales de una vida", cuya última publicación va de una médium y un cliente muy incrédulo. Al menos Elsa se despachó a gusto y gratis, jaja
Un abrazo, Conxita.
Pues sí como tú dices Josep mª esa cazadora es cazada y quedan en evidencia sus malas artes en todos los sentidos.
EliminarPor supuesto que conozco tu blog de relatos de ficción, aunque me tendrás que disculpar porque como voy siempre bastante mal de tiempo a veces no llego a todas las publicaciones en el día que las hacéis, así que en nada me paso a leerla, me has intrigado.
Me alegra que te haya gustado el relato, gracias por decírmelo.
Un abrazo
Conxita, este relato no me ha gustado, sino que me ha encantado. Es una maravilla como vas hilvanado poco a poco la situación, hasta llegar a ese sorprendente final; que por cierto, no se si los has hecho adrede, pero creo que lo sitúas en las Islas Canarias.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias Manueal, me alegra haberte encantado con mi relato. Gracias por tu generosidad al decírmelo.
Eliminar¿Lo sitúo en las Islas Canarias? ¿Por qué lo dices? A ver si me ayudas a entenderlo porque me has intrigado.
Me da la impresión que pitonisas y pitonisos de tres al cuarto hay en todas partes, tal y como he comentado anteriormente, este tipo de prácticas se han convertido en un auténtico negocio del abuso de crédulos que llegan empujados por la desesperación y se adentran con fe ciega en prácticas que a veces pueden incluso poner en peligro su salud, porque muchos de estos profesionales solo buscan enriquecer sus bolsillos a costa del dolor de otros.
Un beso
Es una suposición mía, pero, te lo he dicho por lo de -"mi niña" lo mejor está por llegar-. Viajo mucho a Canarias, y allí tanto familia como amigos, repiten mucho eso de: "hola "mi niño", como estás", ¿que va a tomar "mi niña"?, etc, etc. y hasta en una ocasión, que no conocía a una persona y me la presentaron, me llegó a decir esa chica, con voz melosa "un placer, "mi niño". El decirte eso, que no venía a cuento, fue una tontería más, de las mías.
EliminarUn abrazo, Conxita.
Oh qué interesante Manuel. ¿Tonterías? ni una, no puedes imaginar lo que me gusta aprender cosas nuevas y ves no sabía yo que esa expresión que me parece tan dulce venía de las islas afortunadas. Gracias por compartirlo conmigo, así que igual sí que estas dos amigas eran de por allí.
EliminarUn beso y que sepas que siempre es un placer leer tus comentarios.
Me gusta mucho como escribes, engancha... un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias Anabel y bienvenida a Enredando con las letras.
EliminarMe alegran mucho tus palabras y que te haya gustado el relato.
Te invito, si te apetece a leer algún otro de los relatos que tengo publicados, me encantará saber tu opinión porque lo mejor de este blog son las personas que me visitáis. Me gusta mucho saber intercambiar impresiones y leer vuestros comentarios.
Un saludo y hasta prontito si te apetece.
Menuda sorpresa me he llevado, Conxita, ¡qué bien nos has llevado de la mano hasta ese final 'sorpresa'! y qué ancha se quedaría Elsa, porque hay que ver lo que desahoga soltar lo que uno guarda dentro. En valenciano (y me entenderás), decimos: "més val dir-ho que patir-ho", y es eso lo que llevó a Elsa a tramar la cita, como no, acompañada de una buena amiga, de esas que sirven de 'muleta' en situaciones complicadas, y oye, parece que no, pero una se crece ante las adversidades si tiene quien le apoye.
ResponderEliminarImpecables las conversaciones y la descripción de la situación (olores, luz...), genial Conxita.
¡Un beset molt gran!
Pues no conocía ese dicho Chelo pero es totalmente acertado. Cuanto duelen las palabras no dichas, mejor sacarlo y que deje de doler. Creo que Elsa había leído a Prado y tenía muy claro que no se le iba a quedar el dolor dentro.
EliminarY sí, las amigas, las queridisimas amigas de verdad, las que te acompañan sin preguntar, sin cuestionar, solo con su presencia las cosas ya mejoran y encima pues ayudan como bien dices a crecerse ante los malos tiempos, claro que sí.
Le he comentado a Julia una noticia que me pasaron, te la enlazo por si te apetece leerlo, ya me dirás qué te parece.
http://diariocorreo.pe/miscelanea/estudio-afirma-que-mujeres-necesitan-salir-con-amigas-dos-veces-por-semana-por-su-salud-709923/
Un petonàs també per tu guapíssima.
Qué buenísimo, Conxita!
ResponderEliminarMuy buen relato. Has descrito el ambiente perfectamente. Sorprendente el final, me encantó!!
Muchos besos.
Hola Celia qué bueno verte de vuelta, espero que estés muy pero que muy bien, seguro que todo irá fantástico.
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado, he intentado recrear las sensaciones que podían sentir las dos protagonistas. Es un placer haber sido capaz de sorprenderte.
Un beso enorme
Me ha encantado como modelaste a tus dos personajes principales (Elsa y Amanda) sustentándote tanto en los diálogos como en las descripciones exteriores e interiores. Y además, me gustó mucho cómo has montado una trama muy bien tejida, adecuada, ajustada a la necesidad del argumento para obtener una firme cohesión interna en la historia.
ResponderEliminarEl desarrollo me ha parecido de excelencia en sus tres etapas. En la primera porque, como en los buenos cuentos, lanzas una pregunta clave, que interpela un personaje al otro y, del modo que la postulas, atrapas el interés del lector de entrada. Durante el desarrollo porque le das contenido a la historia y en el sabes colocar todas las reflexiones que te interesa mostrar. Y el desenlace porque tiene la dosis de sorpresa para el excelente remate que le das al relato.
Conxita, he disfrutado mucho de tu historia. Según mi humilde opinión, has realizado un trabajo magnífico.
Te mando mis felicitaciones y un gran abrazo.
Ariel
Muchas gracias Ariel por tu exhaustivo análisis y por tus palabras, me halagas de verdad.
EliminarCierto que quería reflejar esa amistad que está por encima de todo y que sin preguntas, a veces sin comprender pero siempre dispuesta a apoyar a su amiga cuando más la necesita porque eso es lo que hacen los amigos incondicionales, los que sientan tan bien.
Y después esas falsas pitonisas (mujeres y hombres por igual) que se dedican al negocio de aprovecharse del miedo y de la ilusión de las personas, me parecía que una manera perfecta era mostrar que ni siquiera cuando les afecta a ellos mismos son capaces de adivinar nada de nada.
Piensa que es tal el negocio que manejan estas personas que incluso leí mientras me documentaba un poco para escribir el relato que en alguna universidad han organizado un curso desde una cátedra de psicología para intentar desenmascarar a este tipo de "estafadores", no tengo idea de cómo funcionó.
Muchas gracias por leerlo y por tus amables palabras conmigo.
Un abrazo.
Muy querida amiga.
ResponderEliminarMagnífico, así de sencillo, magnífico.
Tu regio relato tiene magia.
Un abrazo grande
Tan amable como siempre conmigo Ricardo.
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado.
La magia del relato es de las auténticas, la que proporciona la amistad de aquellos que te quieren y te ayudan en todos los momentos, sobre todo en aquellos en los que más se necesita, ¿no te parece? Eso so los amigos de verdad.
Un abrazo
Un relato muy bien llevado Conxita, en el que consigues despertar la curiosidad del lector desde el principio. No dejamos de preguntarnos el por qué Elsa, que no cree para nada en esas cosas, quiere visitar a la adivinadora. Acrecientas el misterio con la negativa de la mujer a contárselo a su amiga. Y al final nos sorprendes con un desenlace inesperado y ocurrente. Muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias Jorge
EliminarCierto Elsa, una descreída, de las que que solo creen en lo que ven y se lanza a los poderes de una adivinadora, es intrigante es cierto. Y bien visto que mantiene el misterio también para su propia amiga, a la que no cuenta nada de nada, simplemente le pide su apoyo y lo obtiene. Así son los amigos.
Me alegra haber sido capaz de sorprenderos con el final.
Lo cierto es que cuando estuve leyendo un poco sobre el tema, me sorprendió la cantidad de personas que no imaginamos que recurren a la adivinación para guiar sus vidas, da miedo.
Un abrazo
Qué bien se la hizo Elsa. No me esperé para nada ese remate. Muy buen relato, Conxita.
ResponderEliminarSaludos.
¿Verdad que sí Raúl? A esa adivinadora se le atragantó la visita, aunque lo cierto es que espero que esa sorpresa fuera para la pitonisa y para el infiel también. Desde luego la protagonista fue un poco vengativa pero parece que se quedó de fábula, espero que lo pasen bien en ese viaje con su amiga.
EliminarGracias por tus palabras.
Un saludo
Muy fan de este relato jajajaja ¡Menuda cara de imbécil se le debió de quedar a la adivina de pacotilla! Oye, de lo más molón. Me esperaba algo diferente, no obstante no creo que me hubiera gustado más de lo que me ha gustado ya :D
ResponderEliminarJajaja Holden, estoy contigo en que me hubiera gustado ver la cara de la pitonisa de pacotilla.
EliminarMe gustó destacar la amistad incondicional por encima de todo, aún sin entender se acompaña siempre y la traición y la mentira de la mano de la pitonisa y el marido de la protagonista.
Me alegra mucho que te haya gustado y haberte sorprendido aunque no fuera lo qué esperabas, ya me contarás qué era lo que imaginabas... me ha entrado la curiosidad e igual da para otro relato, lo de las médiums y pitonisas es un mundo.
Un beso
En verdad que me estaba imaginando a una tipa muy crédula, a una buena amiga que aguanta sus desvaríos con gusto, y a una pájara de lo más embaucadora :D
EliminarJajaja pues la crédula no lo era tanto, la amiga mucho y la pájara muy pájara aunque salió escaldada.
EliminarUn beso
Ha valido la pena esperar este relato con final inesperado, con una reacción fuerte de una mujer que, al visitar a una pitonisa, se le suponía débil. La que parecía un naufragar entre las dudas de su vida era, por el contrario, la que llevaba con mano firme el timón de ella. El relato resulta expeditivo en su final, tal y como convenía que todas las mujeres fueran en situaciones similares.
ResponderEliminarYa está bien de "la abnegada y nunca bien ponderada mujer española" que decía el comandante de mi batallón cuando los discursos de la mili de entonces. :-)
Gracias y un abrazo.
Muchas gracias Soros por esas bonitas palabras que dedicas a mi relato, gracias de corazón.
EliminarCierto que se podría pensar que era una mujer débil, necesitada de fuerzas superiores que la guiaran en su destino, pero como tú dices la abnegada mujer no lo era tanto, era capaz de decidir y hacer y de paso, cerrar esas heridas producidas por el engaño para continuar guiando con paso firme su vida.
Estoy contigo que ese papel de la mujercita que decía tu comandante debería quedar relegada al pasado. Creo que somos muchas las mujeres que queremos decidir en nuestras vidas y buscamos en nuestros compañeros que nos acompañen en nuestras vidas, no que nos guíen.
Un beso
Conxita, me encanto este relato, rápido, muy dinámico.
ResponderEliminarestoy buscando en el archivo de tu blog, el titulo Obsesion,
no doy con ello
dime como puedo leerlo y donde
amiga un sincero saludo
Hola Carmen muchas gracias por tu comentario.
EliminarEl relato que comentas forma parte de una serie que tengo Mujeres que aman demasiado y se llama Obsesión(es de noviembre de 2016).
Voy a intentar poner el enlace pero no siempre consigo hacerlo bien en los comentarios y no se puede enlazar, pero lo intento.
Muchas gracias por leerlo.
Un abrazo
Efectivamente no salió publicado,
Eliminarhttps://enrededandoconlasletras.blogspot.com.es/2016/11/serie-mujeres-que-aman-demasiado.html
Espero que copiándolo te salga o en el buscador si pones serie mujeres te saldrán todos los que he publicado.
A ver si hay suerte y alguna vez aprendo como enlazar en los comentarios.
Un abrazo
Grandisimo relato donde todo parece tan inocente hasta que nos sorprendes con ese final tan espectacular, que además se hace ameno e incluso corto.
ResponderEliminarYo creo en la magia pero no en pitonisas ni esas historias y desde luego si hubiese creído creo que hubieras sido una estupenda maestra para que dejara de hacerlo.
Maravilloso, un placer leerte como siempre.
Besos.
Hola Mariola, muchas gracias por tus palabras.
EliminarClaro que existe la magia y puede estar en tantos detalles, hay magia en una sonrisa de alguien que te quiere, en una mirada o en cosas que pasan sin saber el motivo o cosas que no entendemos y pasan, así que igual como dicen con las meigas, haberlas haylas pero desde luego esta Madame Fleur no adivinaba nada de nada, ni siquiera cuando era ella la afectada, eso sí su negocio era muy próspero desplumando a ilusos o desesperados.
Gracias por tus bonitas palabras.
Un beso
Que buena historia. Se lee con fluidez y en ningún momento decae el interés del lector. Y el final te deja con una enorme sonrisa. Me gustó mucho.
ResponderEliminarHola Nestor
EliminarMe alegra que te haya gustado.
En el relato, quería reflejar por un lado esa amistad desinteresada de Amanda, que sin preguntas acompaña a dónde sea a su amiga que la necesita y ese engaño que se reviste de una falsa adivinadora que se aprovecha de ilusos y gente desesperada, si encima he conseguido sacarte una sonrisa me hace muy feliz, gracias por decírmelo.
Un abrazo y feliz jueves.
Un relato atrapante.
ResponderEliminarUn beso.
Hola María, bienvenida a Enredando con las letras.
EliminarMe alegra que te lo haya parecido.
Gracias por tu tiempo y si te apetece me encantará volver a recibirte en este blog y saber tus comentarios.
Feliz jueves.
Qué bueno Conxita, inesperado, valiente sorpresa para la amiga. Una historia que ha ido intensificándose, muy fluido, llevado por la curiosidad de la pitonisa (tengo que contarte que soy muy escéptica con ellas, jeje) con un cambio de actitud frente a la incredibilidad. Cuantos secretos que no nos contamos a nosotras mismas, pero salen, digo que salen, y escribir es uno de los mejores, la mano nos va llevando a destaparle la cara,..Bueno, bueno, un beso que se me va la "olla"
ResponderEliminarMuchas gracias Eme
EliminarAl final es siempre lo mismo, ¿realmente conocemos a los que nos rodean?
Lo primero que me atrapó de escribir, es esa posibilidad de crear un mundo en el que todo es posible.
William Faulkner decía El que puede actuar, actúa; y el que no puede, pero quisiera hacerlo, escribe, ese es el gran poder de las letras.
Un beso y gracias por tus palabras
Espléndido relato Cobxita. Me ha encantado la manera de resolver tan desagradable situación. Te felucito por tu bien hacer amiga. Un gran abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Marina por tus amables palabras.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado el relato, la protagonista se sintió muy bien cerrando sus heridas asi.
Quería mostrar que los amigos de verdad están en todas las situaciones, especialmente en los momentos difíciles, que es cuando están los que realmente importan.
Como dice un buen amigo, lo que importan son los hechos, lo que hacemos no lo que decimos.
Un abrazo y feliz fin de semana
hola! se me ocurrio invitarte, a el blog de la ilustradora que figura en la morada, es de sabri( la otra buhita) y tu que escribes tan bello, nos harias un honor leyendo y compartiendo si asi lo deseas. tambien esta en la iniciativa seamos seguidores. tienes tan buena onda y vivacidad, que por eso y mas te invito a ti, y a tus seguidores. gracias!
ResponderEliminarHola Buho Evanescente
EliminarNo sabía que Sabri era ilustradora, y entiendo esos libros tan bonitos y originales que reseñáis.
Gracias por la invitación, me pasaré por vuestra morada.
Besos
Hola Conxita. Es la primera vez que me paso por aquí y me alegra haberlo hecho. Nos narras un relato muy bien elaborado en el que entramos por un lado, pero acabamos saliendo por otro, por el sorprendente final. Pensamos que estamos ante una confiada e inocente protagonista, pero vemos que es mucho más segura y fuerte de lo imaginábamos. Muy buen relato y muy bien resuelto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Ziortza por tu paso por mi blog, bienvenida y espero si te apetece, volver a verte pronto de vuelta.
EliminarCiertas tus palabras, la inocente protagonista no lo era tanto quizás porque solo ella sabía que las cosas no eran lo que parecía y necesitaba cerrar esa herida que su pareja le había dejado y lo hace desmontando más mentiras que se dicen en nombre de la adivinación sobre todo en aquellos a los que les falta la esperanza. Como mínimo la la Mademe Fleur del relato va a tener que esmerarse más en poner a punto sus dotes adivinatorias porque de momento está claro que son una farsa.
Gracias por tus palabras y por tu tiempo, y lo dicho si te apetece me encantará volverte a ver de nuevo por Enredando con las letras, conocer tu opinión e intercambiar opiniones sobre los relatos que voy publicando.
Un abrazo y feliz semana
Un relato magistral, como todos los tuyos, Conxita. Posees el don de atrapar al lector entre tus letras, sin posibilidad de dejar de leer hasta el final.
ResponderEliminarBesos.
Hola Maripaz gracias por tus preciosas palabras para con mis letras, te las agradezco mucho.
EliminarNo recuerdo dónde leí una vez algo que me pareció precioso referido a que escribir es como dar besos con el pensamiento, me pareció precioso, no sé si son besos pero desde luego intento transmitir las mismas emociones que las letras me producen a mi, contagiar todo aquello que a veces necesitas poner por escrito y compartir. Si lo consigo un poquito, me siento muy feliz.
Te agradezco de corazón tus palabras.
Un beso y feliz semana
Buen final, de los que dejan KO. El relato además se lee muy bien. Esa echadora de cartas parece que tenía aptitudes para otro tipo de hechizos, jaja y la esposa de tonta no tenía un pelo. Ante alguien que te traiciona de la forma más vil, lo mejor es no perder ni un minuto.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Gerardo
EliminarMe alegra haberte dejado ko en el buen sentido. Mira que no fui muy consciente de que era un final no esperado pero salió así, quería mostrar la fuerza de la amistad en contraposición a las mentiras, en forma de pitonisas e infidelidades.
Cierto, esa pitonisa parece que era hábil en otro tipo de artes o nalas artes, jajaja.
La prota tal y como tú dices, decide no perder ni un segundo en alguien que no lo merece, cortar por lo sano y lo hace de una manera un poco efectista pero las risas a costa del infiel y de la pitonisa la compensan del dolor que le han causado.
Un abrazo y feliz semana
Buen relato, amiga, bien articulado y con un final que nos sorprende...
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias ildefonso me alegra haber sido capaz de sorprender con ese final inesperado, es que las cosas no siempre son como parecen.
EliminarLa protagonista podría parecer alguien influenciable y por tanto débil y solo trama una visita un tanto vengativa para acabar con una situación que la daña.
Tiene muy claro el cómo cerrar su herida sin dejarse nada dentro.
Un abrazo y feliz semana
Me encanta como sabes mantener expectante al lector y luego sorprenderlo al final. Que maravilla leer tus relatos. Un besito. PD. Cuando he pinchado en uno de los últimos comentarios que me hiciste en el blog para acceder al tuyo me ha pasado que me sale tu perfil de blogger en blanco sin ningún enlace es como si no se pudiera acceder a tu blog, menos mal que recordaba el nombre de tu blog y te he podido encontrar en google ;) míralo por si acaso.
ResponderEliminarHola Natalia
EliminarMuchas gracias por tus palabras, eres un encanto y da gusto escribir con lectoras así de fantásticas.
Últimamente Google+ me está haciendo cosas raras, se me desconfigura el blog, el mio o cuando visito otros y me cuesta mucho dejar comentarios, me salen (no siempre) pantallas raras.
Voy a intentar adivinar qué es lo que pasa, a ver si lo consigo porque no soy muy hábil con todo esto. Muchas gracias por avisarme y menos mal que te acordabas de Enredando con las letras.
Un beso enorme preciosa y feliz semana.
Natalia, he revisado mi perfil y he pasado el antivirus por si es un problema de algún tipo de virus, te agradezco que me avisaras.
EliminarUn beso guapísima
Querida Conxita.
ResponderEliminarComo siempre: MAGISTRAL!!
Mil gracias por tan magnifica publicación.
Fuerte abrazo
Muchas gracias Ricardo por tus palabras, siempre tan amable conmigo y mis letras.
EliminarMe alegra que te haya gustado el relato.
Un abrazo también para ti.
Saludos
Hola Conchita ;)
ResponderEliminarAquí me encuentro, en tu fantástico blog, paseando por tus letras.
El relato me ha encantado, confiar en las artes adivinatorias...ummmm... supongo que dada la fama que tienen, no fue una buena decisión. Aunque la desesperación e incertidumbre a veces nos empujan a cometer este tipo de actos.
Me ha enganchado tu relato, así que si me permites...voy a seguir husmeando por tus textos ;D
Un abrazooo
Hola Gema muchas gracias por la visita y bienvenida a Enredando con las letras, me encantará que husmees y que compartamos comentarios y me digas qué te parece, es lo mejor de este blog las personas que me acompañan en las letras.
EliminarLas artes adivinatorias supongo que habrá de todo, no soy quién para decir si como las meigas haberlas haylas o no, supongo que habrá de todo, hay veces en que pasan cosas y es difícil explicarlo pero también que hay mucho aprovechado y caradura que se beneficia de la desesperación de las personas y eso es lo que molesta. Tal y como comenté, en tiempos de crisis se consideran unos negocios muy rentable y cualquiera te echa las cartas o te lee la mano y pueden hacer mucho daño.
Muchas gracias por esos comentarios tan generosos con mi relato que agradezco enormemente y sí te apetece ya sabes, eres bienvenida en este rinconcito de letras.
Un abrazo
¡Hola Conxita!
ResponderEliminarBuenísima la calidad de tu relato; soy muy fan de cómo escribes. En cuanto a lo de las cartas, desde luego que debe de haber mucho engaño en ese mundillo. Sin embargo, sí les encuentro algo valioso: su representación simbólica y cómo pueden ayudarte al autoconocimiento a través de lo que pueda sugerirte la interpretación de dicho simbolismo para tu vida. Es decir, que si se conocen los arquetipos simbólicos de las cartas, uno mismo puede utilizarlas para ver lo que le sugieren con respecto a sí mismo y al mundo. Pero en ningún caso creo que predigan el futuro. Son sólo una exégesis. ¡Un abrazo!
Hola Desbordamientos Puntuales, muchísimas gracias por tus palabras y por tu tiempo.
EliminarPara escribir el relato, investigué un poco sobre ese mundillo que me resultaba desconocido y me sorprendió ver la cantidad de personas que se dedican a la adivinación, al tarot, al esoterismo, a los horoscopos, etc y que estuviera considerado un negocio muy rentable, sobre todo en tiempo de crisis. Incluso encontré que en una universidad ahora no recuerdo cuál era se había organizado un curso para desenmascarar a este tipo de adivinos farsantes porque parece que hay personas desesperadas que llegan a poner temas de salud en sus manos y eso es un gran problema, que te digan mentiras sobre temas más o menos inocuos pues tampoco es tan grave con no volver, pero sobre temas importantes, es otra cosa.
No conozco las cartas del tarot pero desde luego encuentro muy interesante cualquier posibilidad que ayude a aumentar el autoconocimiento y esa posibilidad de interrogarse y descubrirse oportunidades uno mismo que tú apuntas, y estoy de acuerdo contigo que el futuro no creo que lo predigan pero bueno allá cada cuál con lo que quiera creer, yo prefiero disfrutar de mi presente intensamente.
Un abrazo
Es la primera vez que visito tu casa, pero no será la última. Es imposible no leerlo hasta el final y... ¡qué final! completamente inesperado. Muy bueno. Saludos.
ResponderEliminarHola Mara, muchas gracias por tus palabras y bienvenida a Enredando con las letras, me encantará saber tu opinión sobre los relatos que voy publicando.
EliminarMe alegra haber conseguido captar la atención con la historia de Elsa y la pitonisa fraudulenta, con frecuencia las cosas no son lo que parecen y nos acaban sorprendiendo. ¿no te parece?
Un saludo y que tengas un feliz fin de semana
Hola Conxita.
ResponderEliminarJeje, ese giro final está genial, has ido hilvanando el relato sin hacer presagiar tal desenlace, ese elemento imprevisible que manejas tan bien en tus relatos nunca falta, y eso me encanta.
Un abrazo amiga!!
Hola Paco, gracias por tu visita.
EliminarCierto que en este caso el desenlace ha estado un poco oculto, parecía la protagonista un personaje más débil que buscaba quizás consuelo en las artes de una pitonisa y sí buscaba pero cerrar una mentira en su vida porque la adivinadora no adivinaba nada de nada, ni el chapuzón que le venia encima.
Me alegra que te haya gustado y muchísimas gracias por esas bonitas palabras que dedicas a mis letras.
Un placer recibirte en el blog.
Besos
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ResponderEliminarVoice, SMS & data plans will cost you £0.00/month.
¡Un final sorprendente! ¡Muy buena jugada! Dejó a la pitonisa (que no era tal) con un palmo de narices :-)
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