Hoy es el último día de este 2024... Un año que empezó bien y acabó rompiéndome el corazón.
Hace tiempo, mucho, que no escribo ni estoy en la blogosfera aunque con bastante frecuencia me digo "mañana me pongo" pero al final pueden más mis ganas de estar en la montaña que no con el portátil.
Este 2024, concretamente en noviembre, se han cumplido 10 años desde que inicié la aventura de escribir en mi blog y quiero dedicar esta entrada a mi querida madre, para mí la mejor del mundo.
MI MADRE.
Ella fue la responsable de mi amor por la lectura y por la escritura. Aún recuerdo, con una sonrisa, aquellas noches en las que ella nos leía a mis hermanas y a mí, cada noche un cuento distinto. Después cuando aprendí a leer siguió alimentando mi pasión por los libros, dejándome escoger mis lecturas en aquel Círculo de Lectores y avivando mi pasión por la escritura con una olivetti que me regalaron esos mágicos reyes.
¡Qué lejos queda todo y qué entrañable me parece...! Y cómo me gustaría creer de nuevo en la magia de los niños y pensar en que todo fuera posible.
Ella me descubrió que con las letras es posible viajar, imaginar, descubrir, enredar hasta contar mil historias.
A ella le debo la vida y ser quién soy aunque como leí en algún lado, los errores son solo míos. Ella simplemente era maravillosa. Sus valores, su generosidad, su amor desinteresado. Ella era feliz si los suyos estaban bien, con esa generosidad que tienen las madres.
Curiosa, nunca perdió sus ganas de aprender y descubrir. Viajera incansable hasta que la salud de mi padre recomendó quedarse mucho más cerca. Nunca se quejó. Dulce, cariñosa, discreta, elegante, siempre una señora.
Le encantaba fotografiar a la luna y nos enviaba siempre fotos y la luna jugaba con ella, dejándose querer pero sin mostrar su esplendor en las fotos que nos enviaba.
Se adentró sin vacilar en las nuevas tecnologías y en todo lo bueno que podían aportarle: internet, whatsapp, facebook, instagram... hasta probó con un blog de cocina aunque no pasó de la primera prueba. Le gustaba saber, le gustaba estar actualizada aunque este mundo cada vez era menos amable y reconocible.
Apasionada del tenis, deporte que practicó toda su vida y que la pandemia terminó, esa maldita pandemia que se llevó a muchos y que robó años de su vida. Le encantaba jugar y ver los torneos del Gran Slam. ¡Todos! no se perdía ni uno y cuando se jugaba el Godó en nuestra ciudad también iba, siempre en miércoles porque era el día que decía que veía a todos los jugadores, desde primera hora hasta que se acababan todos los partidos de la jornada. Le encantaba y las redes sociales le permitían interactuar con su Rafa Nadal. No vio su retirada.
Pero si había algo que para mi madre era importante, era su familia. Su amor infinito por mi padre con el que este año habían celebrado los 60 años de casados, sus hijas, sus yernos y sus nietos. Ella siempre estaba dispuesta a escuchar, animar, no se le pasaba ni un santo ni un cumpleaños de ninguno de nosotros.
Ella era AMOR en mayúsculas y sin ningún, pero. Era feliz si los suyos éramos felices, vivía para los suyos y ahora los suyos tenemos que aprender a vivir sin ella y, ¡cómo cuesta y duele!
He sido afortunada por tenerla en mi vida esos 82 años, pero aún había tanto por hacer... No podrá ser. Estoy intentando aprender a tenerla de otra manera aunque me cuesta saber que nunca más podré escuchar su voz, abrazarla, charlar con ella...
Se fue con la elegancia y la discreción que la caracterizaban. Me despedí de ella con un beso un viernes y un hasta mañana y ya no volví a verla con vida. Estoy segura que es la muerte que ella hubiera querido, casi sin darse cuenta. El único consuelo es pensar que ella no sufrió.
Ella sabía cuánto la quería, de la misma manera que yo sabía cuánto me quería, le gustaba decirlo y escribirlo y justo unos días antes yo estaba de viaje por trabajo y me lo escribió en un whatsapp, escasamente una semana antes de morir.
Quería que ella estuviera para siempre también en este blog, este blog que contaba historias que ella también leía.
Desde este rincón de letras: t'estimo mama. Sé que allà on estiguis seguiràs vetllant per la nostra felicitat, que ens cuidaràs com vas fer aquí a la terra. Seguim fent allò que ens vas ensenyar, a estimar-nos, a cuidar-nos, sent una pinya i sempre units.
T'estimo mamita, per sempre en el meu cor.
Lamento esta triste noticia, la perdida materna, siempre es la más sentida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Moltes gràcies Alfred. Una abraçada
EliminarHola, Conxita, hermosa entrada a tu madre. Siempre estará a tu lado. Además en ti, en tu manera de querer, de ser, de relacionarte con los demás, serás ella en mucho. Deseo que la memoria te haga sentir gran alegría cada vez que pienses en ella. Hónrala siempre.
ResponderEliminarTe dejo un gran abrazo, deseándote un año nuevo maravilloso en todas las áreas de tu vida. Ojalá que retomes tu blog.
Muchas gracias Sara, quería que mi madre estuviera también en este blog.
EliminarHoy escuchaba que mientras se los recuerda siguen con nosotros, ella está muy presente cada día como dices forma parte de nosotros, de nuestra manera de ser.
El tiempo, otro gran tópico pero que acaba siendo cierto, supongo que ayudará a llevar la ausencia de otra manera menos dolorosa, aún es demasiado reciente.
Espero retomar poco a poco el blog.
Un abrazo y feliz año
Qué bonito homenaje le has hecho a tu madre Contxita. Y cuánto se les echa de menos en estos días. Poco a poco nos acostumbramos a vivir sin ellos, pero el dolor de la pérdida está ahí para siempre.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Muchas gracias Rosa.
EliminarMi madre me descubrió la lectura y la escritura y tenía que estar en Enredando con las letras.
He aprendido ese dolor intenso de las primeras veces sin ella, y sí especialmente estos días en los que las ciudades se iluminan y que a ella le gustaban tanto, le encantaba ver las luces de navidad y bastante menos las aglomeraciones que se dan estos días.
Todas las personas que ya habéis pasado por este mal trance comentáis que con el tiempo el dolor es menos intenso y que te acostumbras a vivir sin ellos. En estos momentos pensar en acostumbrarme también me duele aunque sé que es así, que el tiempo hará que el dolor sea menos intenso y que quedará esa cicatriz que siempre estará ahí.
Un beso enorme y feliz año
Creo que el amor de una madre es el sentimiento más bonito, puro y desinteresado que se da en el ser humano. Yo también he perdido a mi madre este año. Aunque haya sido más afortunado que tú, por haber podido disfrutar de la mía hasta los 98 años, nunca hay un momento bueno para perder a una madre; sobre todo si son como lo fueron la tuya y la mía. Han pasado las duras primeras Navidades sin ellas y, allá donde estén, nos están animando a seguir adelante.
ResponderEliminarBonito homenaje a tu madre.
Un fuerte abrazo.
Hola Chema,
EliminarUna amiga me comentó que las madres deberían ser eternas, es el amor como bien dices más puro y desinteresado y sobre todo cuando se ha tenido la suerte de disfrutar a unas madres así.
Estoy de acuerdo contigo que ni con 98 ni con 100, no hay nunca un buen momento para perderlas ni se está preparado.
Otra de las cosas que me han dicho, es que el primer año es durísimo porque siempre es la primera vez en la que ella no está, desde luego lo está siendo y estas fiestas están siendo muy dolorosas como por desgracia tú también estás viviendo. Seguro que la tuya y la mía han estado animando y nos animan día a día para que sigamos adelante, como a ellas les gustaría.
Un abrazo enorme
Hermana es precioso las palabras que has escrito a la mami, me han emocionado mucho, te quiero.
ResponderEliminarElla era AMOR.
EliminarUn beso enorme cariño
Conxita, esta preciosa entrada que has dedicado a tu madre en tu blog emociona a cualquiera. Es tal la sinceridad, afectividad y naturalidad que emana de tu escrito que casi casi he podido imaginar a su protagonista, casi mejor diría, su destinataria. El amor que la profesabas es patente y pienso que al plasmarlo por escrito crece aún más.
ResponderEliminarAdelante, adelante, no hay que amilanarse por los sinsabores por enormes que estos sean. Ella, tu madre, si pudiera te lo explicaría así.
Un beso grande, querida amiga.
Gracias Juan Carlos.
EliminarSabes que no estoy mucho por el blog pero no quería que se acabara el año sin hacerle un homenaje en el blog, a ella que me descubrió el poder de las letras, ese poder curativo que también tiene poner palabras al dolor. Me ha costado muchas lagrimas escribirlo porque la veía en cada letra, en cada palabra, en cada gesto. Toca seguir y es que ella es lo que querría. Mi madre era muy práctica. Cuando alguna vez salía el tema de la muerte, ella siempre me decía que era ley de vida que se marchara antes, que la vida hay que vivirla y seguir aunque duela y cueste y eso, aunque duela y cueste es lo que intento, intentamos hacer.
Gracias querido amigo por tus palabras.
Un beso enorme
¡Hola, Conxita!
ResponderEliminarLo más noble del amor de madre es ese sentimiento que deja sembrado en cada hijo y persona que se adueña de su corazón sin que a ella le moleste para nada. Como madre lo sabes.
Una grandeza de ser humano y madre, tu eres una muestra palpable de eso, y una belleza de homenaje el tuyo, al reconocer sus dotes y todo lo que su amor y entrega te regaló en vida sin pedir nada a cambio, solo tu felicidad.
Eres de las pocas personas privilegiadas de poder decir " Se fue con la elegancia y la discreción que la caracterizaban" y con el consuelo de pensar que ella no sufrió. Hasta en su muerte fue generosa y condescendiente... Que su luz siempre brille para ustedes.
Cada día la tendrás más presente en tus recuerdos, pero poco a poco la seguirás sintiendo muy cerca de otra manera menos humana y más espiritual y eso querida Conxita te llenará de paz y te ayudará a retomar de nuevo el curso de tu vida, creeme que asi será, lo he vivido, hace muchos años que la perdí pero siempre me acompaña.
Vive tu dolor y nostalgia, eso ayuda y es sano, y ten la seguridad de que nadie se va antes ni después de la fecha que viene inscrita junto con su nacimiento, aunque nadie la ve, cada uno la conoce en su interior.
Un fuerte abrazo. Serenidad y satisfacción por valorarla y amarla como merecía. Que el 2025 te colme de paz y te llene de gozo interior y bendiciones
Hola I.Harolina gracias por tus bonitas palabras.
EliminarSí, efectivamente mi madre fue generosa hasta en su manera de morir y el consuelo es pensar que no sufrió. El tiempo ayuda a serenar el dolor, ahora aún es muy intenso por lo inesperado de su ausencia y por su ausencia.
Sé que ha tenido una bonita vida, ha sido muy feliz y ha hecho muy feliz y me quedo con que su luz brille para siempre en nosotros. Hay una nueva estrella que brilla intensamente y que nos ayudará a seguir.
un abrazo inmenso
Conxita. Esté donde esté, seguro leyó esta entrada y soltó unas lágrimas de felicidad al saber o comprobar (y gritándolo tú a los cuatro vientos) lo mucho que la querías y admirabas. Mejor dicho, lo mucho que la quieres y admiras, pues sigue estando pero en otro estado. Si ella te adentró en el mundo de las letras, será por algo: quizás para que se siguieran escribiendo cuando llegue el momento de partir. Te desearía un feliz 2025, pero mejor te deseo uno sanador. Más saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Julio David por tus palabras.
EliminarEspero y deseo que se sienta tan orgullosa de mí como yo lo estaba y estoy de ella. He sido muy afortunada, lo sé y lo valoro y cuánto más quieres más se encuentran a faltar.
Gracias por ese 2025 sanador. Te deseo lo mejor.
Un abrazo
Querida Conxita, siento de veras lo de tu madre, y a la vez te agradezco que compartas este bello escrito, pleno de emoción, sentimiento y agradecimiento hacia ella, sin duda un ser entrañable y especial por lo que expresas. Una madre, tanto en vida como en su ausencia, siempre será un refugio. Y aunque ya no esté físicamente, está presente de otra manera, porque una parte de tu madre está en tí misma, vive en tu propio ser.
ResponderEliminarTe deseo todo el ánimo del mundo para seguir caminando, aunque ahora cueste, querida amiga.
Cuídate mucho y un abrazo enorme.
Muchas gracias Paco.
EliminarUn refugio, allí donde siempre siempre te encuentras recogido y a salvo, qué palabra tan bien has escogido, ese lugar donde sabes que siempre está todo bien. La encuentro tanto a faltar, hay tantos momentos en que pienso en qué me diría y qué haría ella, ese día a día sin ella... Acostumbrarse a su ausencia, a buscarla en mí de otra manera...Hace falta tiempo y como bien dices ahora me cuesta mucho pero justo ella lo que me diría es es que siguiera siempre hacía delante con una sonrisa, que se acabaron las lágrimas y la busque en las risas, en el amor, en la família, en las cosas bellas que hay en esta vida.
Un abrazo enorme
Lo siento mucho, Conxita. Es precioso el homenaje que has escrito, pero todavía lo es más ver el legado que os ha dejado. Y este siempre estará con vosotros.
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo.
Muchas gracias Irene.
EliminarSé que he sido afortunada por tenerla y quizás por eso su ausencia pesa tanto... El tiempo todo lo mitiga, espero que el dolor se haga menos intenso y poco a poco aprender a estar sin ella físicamente, solo físicamente porque ella vivirá siempre en mí y en los míos.
Un abrazo enorme
Conxita, me alegra verte de nuevo en tu blog, aunque lamento las circunstancias.
ResponderEliminarHas escrito un homenaje precioso, y solo te diré que me identifico contigo en estos momentos. Yo perdí a mi madre hace ya años, se fue muy pronto, pero recuerdo perfectamente aquellos dias, mis sensaciones, mis pensamientos, mi dolor.
Puedo decirte, aunque ya lo sepas, que el dolor y la sensación de vacío, tanto emocional como física, se van superando, por difícil que resulte y aunque al principio parezca que ya va a ser así para siempre.
Luego quedará solo lo bueno, los buenos recuerdos, los sentimientos, la gratitud, y todo lo que compartiste con ella, y entonces será, en cierto modo, como recuperarla.
Te mando un gran abrazo y mucho ánimo.
Hola Ángeles,
EliminarA mi también me alegra reencontrarme con vosotros aunque las circunstancias sean tan tristes.
Gracias por tus palabras. Me ha costado escribirlas porque el dolor es muy intenso pero quería que ella también estuviera aquí, en este blog para mi tan especial.
Cuesta pensar que este vacío tan inmenso que tan bien describes, emocional y físico se irá superando, es tiempo y aceptación y aprender a valorar esos recuerdos, toda esa vida vivida con ella y bueno...recuperarla será imposible pero seguirá conmigo.
Ahora aún es demasiado pronto, aún estoy noqueada, desorientada y asimilando que ya no está. ¡Cómo se la echa de menos!
Gracias por tus ánimos, como dices es poco a poco y espero ir recuperando el ánimo y la sonrisa.
Un abrazo enorme