Aprende de las personas equivocadas a valorar a la persona correcta
Benjamín Prado
—Sí mamá, en media
hora estaremos en casa—. Max terminó la llamada, se encogió de hombros mirando
a Laura y a sus amigos.
—Lo siento Pablo. Nos tenemos que marchar. ¡Mi madre está imposible! Anteayer nos hizo lo mismo y
la semana pasada ni siquiera pudimos salir a tomar una copa con Sara y Bruno
porque tenía vértigos.
Laura sonrió con
tristeza.
—Se siente muy
sola cariño y está muy mayor.
Pablo miró a sus
amigos mientras recordaba las veces que doña Angelita les había hecho cambiar
de planes siempre con la misma excusa «de lo sola que estaba y lo poco que Max la cuidaba». Desde que enviudó, Max era el único de sus
hijos que estaba pendiente de ella y de todos sus caprichos. Ya era a los cincuenta
así y no pensaba que con ochenta hubiera mejorado. Se despidió de sus amigos
pensando que «aquella vieja egoísta no les había dejado disfrutar ni de
un par de horas después de un año sin verse».
Al llegar a casa, la pareja se encontró con una nueva sesión de quejas y lamentos. Max intentó tranquilizarla mientras Laura iba a por la crema hidratante para calmar la picazón.
Al llegar a casa, la pareja se encontró con una nueva sesión de quejas y lamentos. Max intentó tranquilizarla mientras Laura iba a por la crema hidratante para calmar la picazón.
—¡Ayyyy está muy
fría!—Angelita retiró el brazo con rabia. Laura calló mientras frotaba la
loción entre las manos antes de seguir aplicándola.
—Angelita debería
ponerse crema cada día así no le irritaría tanto.
Su suegra ni le
respondió.
—Max quiero que
despidas a esa chica que me has puesto, es una perezosa y no sabe cocinar.
—¡Mamá no seas
así! Ana te gustaba, es muy dulce y te
cuida muy bien—. Max levantó las cejas. Ana era
la tercera cuidadora que tenía ese año.
—¡Tú que sabrás!
Vienes una semana y ya te crees que lo sabes todo. Soy un estorbo que chochea. ¡Sí,
lo sé! Solo molesto. Yo ya sé lo que estáis deseando. ¡¡Sí, que me muera!!—Bajó
la voz— Ya no os queda mucho.
—Pero mujer ¿Cómo
dice eso? —Laura le ahuecó las almohadas y la ayudó a acostarse.
La mujer miró
enfurruñada a su nuera.
—Ya sé yo lo que
digo—. La pareja se miró con resignación. Hacía cinco años que vivían en otro país y en cada visita eran las mismas quejas— ¡Niña! Mañana me haces las
uñas.
—¡Mamá! Mañana se lo digo a Ana.
La mujer empezó a
hacer pucheros.
—No. ¡Quiero que
sea Laura!
—No se preocupe Angelita—Laura
miró a su pareja con una sonrisa— mañana se las pinto y si quiere también le
arreglo el pelo para que vengan a verla sus amigas.
La joven intentó
acariciarle la mano pero la anciana la apartó.
—Yo no tengo
amigas. Esas son unas aprovechadas menos mal que tengo a Ramón, él sí se
preocupa de mí.
Laura y Max se
miraron de nuevo. Ramón era el menor de los tres hermanos y sí cada día pasaba por
casa de su madre: comía gratis, dejaba la ropa sucia y recogía la limpia y con
cualquier excusa le sacaba un dinero para sus gastos, aunque nunca tenía tiempo
para pasear con ella o llevarla al médico.
Carlos el mayor ni siquiera aparecía. Susana, su mujer, les había comunicado en la última visita que «no estaba dispuesta a aguantar ni un insulto más de esa mujer por muy suegra suya que fuera» y hasta la fecha lo había cumplido.
Carlos el mayor ni siquiera aparecía. Susana, su mujer, les había comunicado en la última visita que «no estaba dispuesta a aguantar ni un insulto más de esa mujer por muy suegra suya que fuera» y hasta la fecha lo había cumplido.
Doña Angelita estaba imposible. En cada visita los engullía y atosigaba hasta que contaban los minutos que les quedaban para marcharse. Mareos, vértigos, palpitaciones, ataques de corazón que no eran, vomiteras, picores. No había ni un momento de tranquilidad cuando estaban con sus amigos y se sucedían las cuidadoras que «no aguantaban las impertinencias de la señora» como le decían a Max y cuando intentaba hablar con sus hermanos solo escuchaba: «Así es mamá y por unos días que la aguantéis no es para tanto».
—Buenas noches
mamá—. Se acercó a besarla pero ella lo esquivó enfadada.
—Descanse Angelita,
buenas noches.
Salieron de la
habitación, Max miró a su mujer.
—Lo siento
cariño.
—No puedes hacer
nada.
—Eres una santa. ¡Estoy deseando volver a
casa!— Max la besó mientras contaba las horas para estar ya en Miami. Ese año entre los
achaques de verdad y los que inventaba pasaban más tiempo allí que en su casa.
La llamada de Carlos esa vez fue diciendo que «mamá estaba en las últimas». Y de
eso hacía más de tres semanas.
Aún volvieron en
dos ocasiones más. La última semana fue una auténtica tortura intentando
satisfacer cada uno de sus caprichos. Laura se llevaba la peor parte, Angelita
parecía disfrutar poniendo a prueba su paciencia. Ella no se quejaba y como le
dijo a Max «había cuidado a su madre enferma y ahora no iba a dejar a la suya
sin atender». La duchaba, la vestía «con los trapitos que más le gustaban», la
peinaba con dulzura y ni siquiera protestaba ante sus insultos cuando le daba
unos tirones que la mujer inventaba o la limpiaba sin un reproche cuando no llegaba a tiempo al baño y no había querido ponerse el pañal.
Max afeaba a su
madre su conducta. Angelita solo dejaba que Laura la tocara, chillaba cuando la
cuidadora o él se acercaban.
Ahora todo eso le
pasaba por la cabeza mientras miraba con ojos enrojecidos a Carlos. No quería
entender lo que estaba diciendo el notario. Ramón parecía ausente aunque cinco
minutos antes no lo estaba cuando le comunicaron que era el nuevo propietario
del enorme piso en el centro de la ciudad y también del más pequeño que estaba
al lado. Carlos miraba al suelo mientras el fedatario leía las últimas
disposiciones sobre los bienes de su madre, al concluir el hombre se levantó y
los dejó solos.
Max no podía
creerlo. El piso en el que habían vivido hasta antes de marcharse a Miami ahora
lo disfrutarían los perros y gatos abandonados. Las joyas que le prometió a
Laura eran para su cuñada Susana. El cuadro favorito de papá y que tanto le
gustaba para el cura de la parroquia.
La voz de Ramón lo sorprendió.
—Mamá estaba muy
enfadada con vosotros por haberla dejado.
—Pero ¡si cada
tres meses estábamos aquí!
Max sostuvo la
mirada de Carlos. Ramón se encogió de hombros sin mirarlo.
—No soportaba que
te hubieras ido a Miami con Laura.
Max miró a sus
hermanos.
—Es mucho dinero
Carlos y sabéis que cuando se venda la tienda aún será más. ¡Es injusto!—Max
hablaba de otra de las propiedades que su madre había dejado a sus hermanos. Ahora
sí que Ramón lo miró.
—Te ha dejado
dinero Max.
El hombre contuvo una
carcajada llena de humillación.
—Sabes que con
eso no se puede vivir más de seis meses.
Su hermano menor sonrió.
—Tú eres muy
listo. Seguro que ese dinero lo inviertes bien, siempre lo haces. Es lo que
mamá quería. No le gustaba que te hubieras casado con una extranjera.
Max se enfureció.
—Esa extranjera
es mi mujer desde hace diez años. Me parece muy rastrero por tu parte que digas
eso.
—¡Lo decía mamá!
Max temblaba de
indignación y rabia.
—¡Es injusto Max!
Lo sé—. Ahora fue Carlos quién habló pero enseguida desvió la mirada—El negocio no va nada bien. Y con la casa nueva tengo muchos
gastos. Lo siento. Necesito tapar esos agujeros. Igual cuando lo arregle…
Max salió de la notaría.
Más tarde mientras
hacían el equipaje se abrazó a Laura llorando. No era el dinero sino el
desprecio de ese acto hacía ambos, especialmente hacía ella. Y sus hermanos, de
Ramón no esperaba nada pero lo de Carlos dolía.
—Max no
necesitamos nada.
Laura lo abrazó y
él supo que tenía razón, su única familia era esa mujer generosa y su hogar estaría
donde estuviera ella.
No volvieron.
Qué relato tan tristemente real.
ResponderEliminarNo todas las personas mayores son respetables por el mero hecho de serlo.
Se dice que el dinero es asqueroso, cuando lo único que hace es sacar de cada cual lo que lleva dentro.
"Quienes opinan que el dinero todo lo puede, sin duda están dispuestos a todo por dinero" (E. Pierre Beauchene).
Besos.
Macondo totalmente de acuerdo, la edad no da la respetabilidad, eso se lleva que no es el caso de la abuela de marras.
EliminarEs algo que he pensado cuando he visto a personajes terribles que parece que quedan "tamizados" por la edad, estoy pensando en esas imágenes del juicio de ese Doctor Vela por el caso de los bebés robados y en esa supuesta fragilidad o de Pinochet o cualquier otro que intentaban tocar la sensibilidad con la edad.
Muy buena esa frase de Pierre Beauchene que no conocía pero que acierta de pleno.
Besos
Hoy me he indignado y hasta enfadado, igual que Max, leyéndote.
ResponderEliminarSon comunes las historias de los hijos egoístas; pero poco se habla de los chantajes emocionales y los egoísmos de los padres justificados en la edad (o en la siempre manida idea del "yo quiero lo mejor para ti").
Supongo que, al igual que tú, al igual que todos, he presenciado muchas historias similares y ¿Sabes qué? Un día llegué a la conclusión de que los afectos deben ser correspondidos independiente de la relación familiar que una a las personas. Llegué a la conclusión de que es uno mismo el que trabaja sus ahorros y que no debe contar con el de los demás ¡Qué lo gasten como quieran! Y que, sin dejar de cumplir determinadas obligaciones, no es tampoco justo que los hijos pierdan, perdamos, la juventud arrastrados a vivir la vida que otros han decidido no cambiar.
Un besito Conxita
Hola Macarena sí se habla con más frecuencia de los hijos pero también hay padres que son muy egoístas y que utilizan el chantaje emocional con los hijos. En esta historia es justo eso, una persona egoísta.
EliminarA mi me sorprende la cantidad de historias que se escuchan en las que parece se saca lo peor de cada persona y si encima hay dinero por medio mucho más. Hay personas que quieren dirigir la vida de los otros y con esa excusa de querer lo mejor, lo único que quieren es que su hijo viva como él o ella dicen. Es difícil entender esa manera de querer.
Muy buena conclusión Macarena, desde luego estoy totalmente de acuerdo contigo. Me molestan mucho esos hijos que creen que el poco o el mucho dinero que hayan ahorrado sus padres es para ellos, me parece también de lo más egoísta. Es eso, que lo gasten como quieran.
Besos y muy buena semana
El mundo del cuidado de los mayores es un poema, trágico. El de las herencias ni te digo, sacan lo peor de cada quien. A mujeres así no sé que hay que hacerles. Si vas te torturan, te coronara con la conciencia y la culpa, y si no vas es peor.
ResponderEliminarMuy realista el post, por desgracia. Que Max sea feliz, y olvide pronto el chantaje moral. Un abrazo y feliz domingo
Es triste Albada Dos que saquen lo peor de cada persona y por desgracia pasa con mucha frecuencia.
EliminarEsta mujer es el colmo del egoísmo y de la manipulación, y sí malo si no vas y peor si vas, no están nunca contentas y hacen complicado vivir con ellas. Y los hermanos hacen bueno aquello de sacar lo peor de cada uno cuando ven el dinero. En fin allá cada cual con sus preferencias.
Estoy segura que mis protagonistas son felices y es que lo bueno de escribir historias es que decides que lo sean.
Feliz domingo y mejor semana
Uf. Cómo me suena esta historia. Un beso
ResponderEliminarHola Susana lo más triste es que son situaciones muy habituales, que se dan con demasiada frecuencia. Se escucha herencia y aparecen problemas y situaciones que nunca hubieras imaginado. Es muy triste.
EliminarBesos
Curioso....a mi también me suena, y bastante cercano por cierto.
ResponderEliminarSalut
Hola Miquel como le decía a Susana, estas situaciones son de lo más frecuentes y la realidad siempre acaba superando a la ficción, porque cuando aparece el poderoso Don dinero se olvida todo.
EliminarEn este caso la madre es la primera egoísta pero los hijos tampoco se quedan cortos.
Besos y muy buena semana
Es que, Conxita, el concepto de familia es escurridizo. Estoy con Max en que la auténtica Familia es la que tienes a tu lado y no por fuerza la de sangre porque hay que ver lo que al pobre y a syu mujer Laura le s ha hecho la quehica de Angelita. Aunque desgraciadamente es muy, pero que muy, frecuente. ¡Perro mundo y cochino dinero!
ResponderEliminarUn beso
Hola Juan Carlos no siempre hay suerte con la familia que le toca a uno en suerte, y hay familias de las que es mejor estar bien lejos.
EliminarLa madre del pobre Max es un caso de estas, ni contigo ni sin ti y haciendo la vida imposible con todo tipo de chantaje emocional.
Por desgracia son situaciones muy frecuentes. Como bien dices perro mundo y cochino dinero.
Besos
Tu historia me estaba recordando muchas cosas. Acabo de llegar de una semana en León con mi madre operada de túnel carpiano y he estado, lógicamente, pendiente de ella. Yo me vengo a Santander y desconecto, pero mi hermana no sé cómo aguanta. Es de un estilo a tu Angelita. Bueno, ella no pretende que estemos todo el día con ella, pero tiene un síndrome de ansiedad que no reconoce y nos vuele locas preguntando qué será lo que tiene cuando nosotras sabemos que son nervios mal tratados.
ResponderEliminarRespecto a la segunda parte de tu relato, espero que tarde mucho en producirse, pero creo que ahí no habrá sorpresas. El reparto no es mucho y será igualitario.
Yo también me he indignado como "el mundo con ella" viendo lo injusto que puede resultar todo, pero esa frase final tan contundente, "No volvieron", me ha hecho suspirar de alivio.
Un beso.
Hola Rosa cada vez más desde la administración se ha visto la necesidad de cuidar al cuidador y se habilitan instalaciones para que las personas que tienen familiares dependientes puedan desconectar algunos días porque es muy estresante estar las 24 horas del día pendientes de enfermos que en muchos casos ni reconocer estar enfermos y muchas veces tampoco quieren la ayuda. Es muy estresante.
EliminarEntiendo lo que comentas respecto a tu hermana que es la que está cada día, ojalá tu madre se permitiera reconocer que necesita otro tipo de atención, pero cuesta mucho.
Lo de las herencias, con poco o mucho, a mi siempre me sorprende y conozco casos que nunca hubiera imaginado y que han acabado con hermanos enfrentados. Muy triste.
Mis protagonistas qué bien que no volvieron, hay familias y familias.
Un beso enorme
Los chantajes emocionales y el desprecio en los repartos es algo usual. Tu relato está lleno de triste realidad. Al final la gente de bien se espabila sola.
ResponderEliminarBesos.
Hola Alfred , sí quise centrar el relato en la parte más débil aparentemente, porque la realidad habla de una persona egoísta, manipuladora y chantajista.
EliminarHay personas que creen pueden manejar la vida de sus semejantes en base a promesas una vez mueran y muchas veces ni cumplen ni los más justos reciben lo que se merecen. Así que mejor espabilarse cada uno y no esperar.
Besos y buena semana
Hola Conxita, brillante la frase de Benjamin Prado que has utilizado para abrir un relato estupendo, y lleno de matices en torno al egoísmo, al sentido de culpabilidad o al chantaje emocional entre otras cosas. Se pueden decir muchas cosas a través de un texto y desde luego que las dicho. Un placer leerte, besos.
ResponderEliminarEs muy bueno Prado y sus aforismos, son brillantes. Si no los conoces te los recomiendo.
EliminarSí Miguel es un relato que gira en torno al egoísmo y la manipulación en este caso de una madre respecto a sus hijos, con supuestas promesas y chantajes emocionales. Por desgracia también aparecen estas muestras en algunas familias y ya con las herencias todo parece trastocarse.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso enorme y muy feliz semana
Un relato de plena actualidad, Conxita, sobre todo ahora que hay tantísima población mayor que requiere cuidados y tanto interés de los descendientes por sus pertenencias (no siempre malintencionado, sino como única manera de tener una casa o un poco de desahogo económico). Por otra parte no todos los ancianos de hacen merecedores de cariño y respeto, sino todo lo contrario.
ResponderEliminarEs un tema muy complejo porque los hijos no pueden detener sus vidas para dedicarse al cuidado de sus mayores, pero tampoco pueden abandonarlos en esos momentos en que son tan vulnerables. Desde luego Max hizo cuanto estuvo en su mano y al final su esfuerzo no se vio reconocido. Yo conozco varios casos similares y la verdad es que los encuentro tan injustos que me ponen de mal humor...
Como siempre tus letras nos hacen disfrutar pero tambien reflexionar. Mi padre, que por ser el hermano mayor de la familia y por su profesión actuó muchas veces como albacea de testamentos, contaba que hay familias que se han llevado bien toda la vida y que por cuatro perras a la hora de heredar, no se vuelven a hablar. Imagínate si es mucho lo que está en juego. En fin, así es la vida y así somos los humanos.
¡Un beso!
Tienes razón Julia que es un tema muy complejo porque cada vez hay más personas dependientes y como le decía a Rosa es muy importante cuidar al cuidador, que se desgasta intentando satisfacer las necesidades de las personas enfermas.
EliminarEn este relato sí queria mostrar a la persona, aparentemente, más frágil y como a veces se manipula y chantajea a los hijos convirtiéndose en una tirana como Doña Angelita.
Por desgracia muchas herencias acaban siendo regalos envenenados que como bien dices y explicaba tu padre, familias que tenían buena relación acaban separadas para siempre por temas de dinero. Y por desgracia es muy frecuente. Sí es triste ver como somos las personas.
Gracias por tus palabras.
Un beso y muy feliz semana
A veces las personas mayores se convierten en dictadores temibles...
ResponderEliminarConozco algún caso que yo no podría aguantar.
Y conozco a los que aguantan esperando esa herencia que quizás no llegue.
Qué horror de vidas.
Besos.
Muy cierto Toro , en auténticos tiranos, que manipulan y chantajean a aquelos que los quieren, si tener en cuenta el agotamiento y el estrés que generan en esas personas.
EliminarY sí también hay personas que lo aguantan todo o lo hacen todo esperando esa herencia y no siempre les llega, ni siempre la recibe el que la merece.
Tienes toda la razón un horror de vida.
Besos y muy buena semana
Ufff! menudo tema has tocado,... como ves has inflamado a la comunidad,... imagino porqué todos tenemos nuestros añitos,... y ya se sabe, quizás tengamos casos muy, muy cercanos ;)
ResponderEliminarAun así, fíjate que en la gran mayoría de los casos, lo han dado todo por nosotros, y creo que la mejor para los que nos quedamos aquí es tener nuestra conciencia tranquila.
Hola Norte es un tema que da para muchas lecturas y opiniones y es algo que ya sabes que me gusta. Me encanta leer vuestras opiniones y todo aquello que un relato sugiere, creo que forma parte de este encanto que tienen los blogs y es esta interacción.
EliminarEn este relato he querido mostrar a la parte frágil. Por desgracia hay muchos ancianos desatendidos por sus propios familiares que no recuerdan todo lo que esas personas hicieron por ellos y también los hay que manipulan y hasta tiranizan a aquellos que los quieren y cuidan para salirse con la suya y estoy contigo en que lo importante es tener la satisfacción de haber hecho todo lo posible para su bienestar y felicidad.
Besos
Conxita interesante propuesta. Tan real como la vida y la muerte.
ResponderEliminarLas personas muy mayores sufren el peor de los sindromes, la soledad emocional, producto del abandono de sus labores, ya sea por sus limitaciones o por problemas de salud fisica o mental, y del abandono de la familia. Desarrollan un complejo de escoba vieja, ya nadie la mira, ni la usa, ni la valora, siempre apartada en un rincón.
En esta edad lo que mas valoramos es la compañia, no un dia a la semana o una vez cada dos o tres meses, sino a diario, y sin importar si el que va a diario va por ti o por tu dinero y la comida, ellos solo se sienten acompañados.
En este periodo de la vida, la soledad acrecienta sus temores, sobre todo el miedo a morir y que la muerte te encuentre indefenso y solo, hasta creo que en sus cabezas deben pensar que si estan acompañados la muerte no se presentará.
Se que se dificulta aceptar esas manipulaciones, pero si hacemos memoria de las cosas que ellos postergaron o dejaron de hacer por cuidarnos, seremos menos duros a la hora de juzgarlos y echarlos a un lado. Nacemos niños y nos volvemos niños en la vejez, y en ambas etapas, tenemos muchos miedos y solo queremos compañia.
El que de veras ama y cuida desinteresadamente, nada espera, pues ya todo lo recibió en ese dar amor y cuidados.
Otra condicion es que las madres siempre tratan de proteger al mas desvalido y vulnerable, ellas saben que mientras mas eficientes seamos menos las necesitamos y sabremos salir adelante, tambien por eso suelen ocurrir cosas como esas que nos acabas de compartir.
Feliz semana para ti Conxita.
Hola I.Harolina muchísimas gracias por tu interesante reflexión.
EliminarMe has recordado un vídeo muy emotivo que no sé si conoces, te dejo el enlace aquí, en el que se trata de la falta de paciencia con nuestros mayores. Lo he recomendado muchas veces porque creo que ilustra perfectamente lo que tú comentas, a veces no recordamos que nosotros fuimos niños y que ellos tuvieron toda la paciencia del mundo.
En el caso de mi relato y por los antecedentes que se comentan ya era así con cincuenta se trata de una persona que ahora es mayor pero siempre ha sido egoísta, reclamando ser el centro de atención, manipulando a su antojo y hasta decidiendo qué parejas de sus hijos le gustaban, es otro matiz un poco distinto.
Estoy contigo que el que ama de verdad no espera nada y lo que se hace es por la propia satisfacción de saber que se está haciendo el bien, devolviendo el amor que también se tuvo.
Hoy justo escuchaba una conversación de una persona (84 años) que le decía a otra esto se acaba y lo decía desde la realidad y también con un cierto temor a lo desconocido, a lo que no se quiere y con ganas de seguir en esta vida que es una preciosidad.
Feliz semana y un beso enorme
Hola Conxita.
ResponderEliminarQué historia tan real.
Me ha recordado a un caso conocido. Mi madre tiene qu eir un día o dos a la semana a hacerse unas curas desde hace unos meses y a veces conincide con una chica que cuida a sus padres. Elhombre va en silla de ruedas y la madre camina con mucha dificultad. El padre tiene a la hija verdaderamente tiranizada, y la madre no le anda a la zaga. La hija es autónoma y puede gestionar un poco su horario pero claro, una cosa es ajustarse para ir al médico y otra estar 24 horas cuidando a los padres.
Cada día es un espectáculo; el hombre tratando a la hija fatal, la madre protestando, el teléfono de la hija sonando con temas de trabajo y ella dando largas...se ve que vive al límite, cualuqier día le va a dar un ataque de ansiedad o algo peor.
Tu relato es muy real, por desgracia.
Feliz día.
Hola Marigem, gracias por compartir tu experiencia.
EliminarEs muy triste que los mayores estén solos, que se los "aparque" y se desentiendan de ellos y también me resulta muy triste ver que hay personas que no son capaces de darse cuenta del esfuerzo que supone, en este caso para la hija, estar atendiéndolos. Es una pena que no se den cuenta que se amargan todos y que sería mejor buscar la manera de que todo fuera más fácil para todos.
Hay personas que llevan muy mal las enfermedades, entiéndeme a nadie le gusta estar enfermo, pero hay personas que se regodean en la amargura y la rebotan en todo el mundo y hacen que sea muy complicado estar con ellos. Acaban provocando que sus familiares estén agotados y pongan distancia con ellos y ni siquiera se dan cuenta que de alguna manera lo están provocando con su propia actitud. Poder poner conciencia de dónde estamos poniendo el foco es muy importante para vivir mejor nosotros y los que nos rodean.
Un beso enorme y feliz semana
Está claro que ser generoso esperando reciprocidad es una ingenuidad, más si la generosidad se invierte en alguien que es mala persona, como Angelita.
ResponderEliminarHay seres malos, no necesitan ser unos asesinos ni unos terroristas, hay mucha gente que disfruta molestando a los demás, y aprovechan cualquier ocasión para dañar, en el caso de Angelita con un testamento injusto.
Buen texto (al principio me he liado algo con tanto nombre propio pero me he situado en seguida) donde se refleja muy bien el comportamiento de diferentes tipos con una forma de ser muy marcada.
Un besote, guapa.
P.D. ¿Ya se terminó la serie de la cadena de libros? Me he quedado con ganas de saber algo sobre el lector de Borges ;)
Hola Paloma ciertamente hay personas que son complicadaspor decirlo suavemente y que ni siquiera la edad las suaviza. Doña Angelita parece responder a este perfil, de una persona manipuladora que quiere que las cosas se hagan como ella dice y en el momento que lo dice.
EliminarA mis protagonistas se les puede achacar que se han ido y la han dejado pero lo cierto es que no siempre se puede escoger el lugar en el que se vive porque el trabajo acaba determinando muchas veces y a su manera se preocupan de ella pero para esa madre no es suficiente y se lo hace pagar con la herencia.
Creo que para mi protagonista el golpe es duro especialmente por el ninguneo que supone para su pareja y para él mismo.
Sí cuando aparecen muchos personajes en un relato corto resulta complicado poder diferenciarlos bien para que no confundan, no sé tendré que investigar a ver si hay maneras de hacerlo.
No, no se ha terminado la serie de los libros pero introduje un cambio de tema porque me parecía que igual se hacía muy repetitiva. El lector de Borges está ahí esperando a aparecer, hay dos o tres relatos más que intentan cerrar el círculo pero aún estoy dándole vueltas a alguno. Espero que te guste.
Un beso enorme y muy feliz semana
Por desgracia, hay personas que cuando llegan a una edad avanzada se vuelven egoístas y solo quieren que todos estén pendientes a todas horas de sus necesidades, algunas inventadas para dar lástima y chantajearles emocionalmente. Y muchas veces son muy injustas valorando como insuficiente lo que hacen por ella.
ResponderEliminarEn esta historia tan triste como humana, sale más mal parado quien más la atiende, pero el hecho de vivir lejos es algo que no le perdona su madre. Muchas veces quien más se desvive por el cuidado de un enfermo es quien es peor tratado.
Y luego aparecen las rencillas entre hermanos, culpándose entre si y otorgándose méritos que no lo son tanto.
Describes de maravilla una situación bastante compleja, pues encierra multitud de condicionantes e interrogantes. ¿Es suficiente una visita a la madre enferma cada tres meses? Depende de las circunstancias. En esta historia la madre valora más la presencia habitual de los hijos que tiene más próximos, aunque se desentiendan de sus cuidados, que la de aquel que aparece de tarde en tarde, por muy justificado que esté, y que se desvive por ella.
Un beso.
Hola Josep Ma como decía I Harolina hay personas que tienen mucho miedo a estar solas, reclaman continuamente atención y nada les parece suficiente. La soledad es muy dura y sobre todo aquella que no es buscada.
EliminarAntes cuando más de una generación vivía en la misma casa parecía que todo se llevaba de una manera más fácil, quizás porque siempre había alguien atendiendo a los mayores (generalmente la mujer) ahora hay tantos intereses por compaginar que a veces hijos y padres acaban teniendo comportamientos de lo más egoísta.
A mi me parece preocupante cómo el tema de las herencias y el dinero parece despertar lo peor y familias que aparentemente se llevaban bien acaban teniendo importantes problemas y hasta se rompen.
En el caso de mi relato planteaba esta madre dominadora, que manipula a través de sus achaques y sigue queriendo ser el centro de atención y sí que acaba premiando a aquellos que no se han ido y también que no tienen una pareja extranjera, Doña Angelita no lleva demasiado bien que su hijo tenga una pareja que no es del país y que de alguna manera "se lleva" a su hijo.
¿Es suficiente una visita cada tres meses? Depende como bien dices, no siempre se puede escoger dónde vives y menos en los tiempos actuales, y en todo caso es necesario dejar volar a los hijos aunque nos duela que se vayan más o menos lejos pero sí seguro que hay muchas lecturas y también parece más fácil estar lejos.
Un beso y feliz semana
Tremendo relato sobre el egoísmo de una mujer que un día tuvo a sus bebés en sus brazos, qué lástima que se pueda llegar a un afán de dominio tan enorme. Pobre mujer llena de ofuscación, su vida tuvo que ser un infierno. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Maru sí la madre parece una persona muy egoísta y la edad lo único que ha hecho es acrecentar esas ganas de seguir siendo el centro del mundo y que todos los que están a su alrededor hagan lo que ella quiera. Hay personas que manipulan a otros dando caramelitos de lo que dejaran a su muerte y algunos solo se ocupan esperando recibirlos.
EliminarA mi me parece que lo que importa es estar bien con uno mismo y ser coherente, devolver todo el amor que te han dado sin pensar mucho en beneficios porque como decía otra compañera tu herencia ya te la han dado, te han dado la vida, se han ocupado de ti, te han querido y cuidado lo mejor posible y devolver eso es algo que siempre se lleva.
Pero hay personas que no saben valorar aquello que realmente importa.
Un abrazo
Un relato que tiene mucho -todo- de real, de verdad. Yo soy de las convencidas que, amor y respeto no pueden ni deben ser impuestos por ningún tipo de lazo familiar, al contrario, creo que como todo es lo que se construye entre dos seres, y debe ser recíproco... donde hay chantaje no hay buenos sentimientos que valgan.
ResponderEliminarBesos Conxita!
Hola Alma recuerdo que una vez una persona me dijo que con la familia era una lotería, a veces había suerte y otras no era así y que, como a ella no le había tocado el gordo y ni siquiera la devolución prefería elegir a quién quería y como tú dices que lo importante es que sea recíproco, poco importa que se sea familia si no hay ni amor, ni respeto ni consideración.
EliminarBesos y feliz semana
Es lo que hay, por desgracia. Quienes más queridos son, en muchas ocasiones, son los que menos hacen y más se aprovechan.
ResponderEliminarNo obstante, Conxita, has dado con una "justicia" sublime. La de la pareja que vive su amor como un tesoro. La otra gente no lo entiende porque no lo vive, pero...
Abrazos.
Hola Ignacio , me ha gustado esa justicia sublime y es que sí la pareja tiene algo que no se puede comprar ni vender por mucho dinero que se tenga. Y tienes razón no se entiende o no se quiere entender porque no lo disfrutan. A pesar de sonar a tópico el dinero no da la felicidad aunque ayuda.
EliminarLos amores y preferencias de los padres a veces cuestan de entender desde fuera.
Besos
Creo que tu relato es más complejo de lo que parece y eso se ve en los comentarios tan distintos que ha provocado. A lo mejor por deformación profesional, me encuentro más cerca de lo que dice I. Harolina. La vejez, cuando va acompañada de soledad y fragilidad, hace crecer el miedo al desamparo. La anciana se vuelve egoísta y manipuladora porque teme que sus hijos la abandonen. Muchas personas en situación de dependencia utilizan su vulnerabilidad para chantajear a los que tienen cerca, abusan de su debilidad y la convierten en un arma para ejercer el poder pero en muchas ocasiones es el miedo lo que se esconde detrás; aunque claro eso no quita que tiranicen y hagan desgraciados a quienes les cuidan.
ResponderEliminarComo ves, me ha gustado mucho tu historia y me ha dado qué pensar.
Un beso muy grande y felicidades
Hola Ana, las personas somos tan complejas y ricas en matices que es imposible tener una única visión y esa es nuestra mejor característica, que cada uno de nosotros se fija en algo, por su experiencia, por las emociones que le despierta, porque conoce situaciones parecidas... y todo eso hace que se produzcan debates enriquecedores que nos ayudan mucho a entender.
EliminarEstoy contigo y con I. Harolina que hay mucho miedo al desamparo y que por desgracia es mucho más habitual de lo que se puede imaginar con las personas ancianas. Es terrible conocer historias de personas que abandonan, olvidan, desatienden y hasta maltratan a sus propios familiares y también es cierto que hay personas que son muy egoístas y que la vejez no hace más que agudizar esos rasgos que ya tenían. La soledad no deseada es durísima y es fácil, como dices, usar esa vulnerabilidad para manipular y chantajear a los que tienen cerca. Es triste pero es así y esas situaciones solo provocan infelicidad en los dos lados.
Me alegra que te haya gustado mi historia y a mi me ha gustado mucho leer tu comentario.
Un beso enorme y muy buen fin de semana
Una historia muy triste, pero llena de verdad. Algunas personas mayores se vuelven muy maniáticas, mandonas e injustas. Y no siempre aprecian a los que más hacen por ellas. Además las herencias pueden acabar muy mal, incluso separando a las familias. Pero en este caso lo que más le duele a Max no es el mal reparto, es el menosprecio hacía el y su mujer.
ResponderEliminarBuen relato, y real como la vida misma.
Hola MJ sí que hay personas que se vuelven bastante injustas pero no solo con la edad. Hoy me comentaban sobre una persona a la que se le había diagnosticado una enfermedad grave a la que se le había recomendado seguir unos cuidados y su manera de encarar la enfermedad era negándola, haciendo lo contrario que le habían indicado, discutiendo y quejándose continuamente con los familiares que lo cuidaban. Nunca se sabe cómo se va a reaccionar pero desde luego de esa manera no se ayuda ni el enfermo ni a los familiares.
EliminarEl tema de las herencias es de lo más complejo, es muy triste ver a familias que acaban divididas por este tema y sí estoy contigo que a Max le duele el menosprecio hacía él y su mujer y la actitud de sus hermanos tampoco ayuda.
Me alegra que te haya gustado.
Un beso y muy feliz fin de semana
Hola Conxita, por desgracia hay mil historias tan tristes y egoístas como esta en la vida diaria. Las cosas nunca son blancas o negras, quiero decir que hay de todo, los ancianos manipuladores y los hijos egoístas. Siempre introduces muchos sentimientos emotivos en tus historias!
ResponderEliminarUn besito guapa
¡Cuánta razón tienes Maria!
EliminarHay muchas historias tantas como personas y desde luego con las personas nada es blanco o negro, todo tienen muchos matices.
Estoy de acuerdo contigo que hay tanto hijos manipuladores como ancianos que lo son y unos y otros acaban perdiendo, ¿No te parece?
Me alegra que te parezcan emotivas las historias.
Un beso enorme y muy feliz fin de semana
La edad no da la bondad, ni la sabiduría, ni la generosidad bien entendida. Tu relato lo pone perfectamente de evidencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón Laura y eso es algo que he pensado a veces cuando se nos muestra a personas que han hecho auténticas atrocidades de ancianas, es como si su fragilidad actual pudiera eliminar lo que en su momento hicieron. Estoy pensando en algunos dictadores, en aquellos que han cometido crímenes o que han hecho el mal siendo plenamente conscientes. No, la edad no da la bondad ni la sabiduría ni la generosidad.
EliminarUn abrazo y buen fin de semana
¡De todo hay en la viña del Señor, Conxita! Una historia que has narrado de una manera tan viva que bien podría ser la que podría estar ocurriendo tras la puerta de cualquier casa. La verdadera familia es aquella que te acepta, sin más. Que no te exige nada, que no busca el contravalor de un favor ni espera que por ella renuncies a tu propia vida.
ResponderEliminarEl retrato de doña Angélica es tremendo, toda una persona tóxica, de esas que siempre te generan sentimiento de culpa, que te hacen sentir sucio o hasta malvado.
Como reza el dicho, "tanta paz lleve como descanso deja". ¡Me encantó, Conxita! Un abrazo!
No conocía David ese dicho y cuánta razón tiene la sabiduría popular. Hay personas que generan negatividad, recuerdo que una persona me hizo una comparativa que me pareció de lo más visual y era que son como agujeros negros que se llevan la energía y el positivismo de todos aquellos que están a su lado, no dejan que nadie brille porque no lo soportan. Y sí parece que la Doña Angelita de mi relato iba un poco por ahí, estaba tan preocupada por ella misma que se olvidaba que el amor no se compra ni se vende aunque ella lo intentaba.
EliminarQué bien lo has definido David, estoy contigo que la verdadera familia es aquella que te acepta sin más, que no espera que renuncies a tu vida... Demasiados quieren imponer a otros (hijos, pareja, amigos) su manera de vivir y eso no es querer. No me gustan las medias naranjas ni aquellos que exigen renuncias a lo que sea, a tu vida, a tu tiempo, a tus amigos... A las personas se las quiere aceptándolas como son y sin querer cambiarlas.
Un abrazo y feliz fin de semana
Muy real y excelente relato.
ResponderEliminarUna situación muy bien descrita con tus letras .
Un beso y siempre un placer leerte.
Gracias querida Amalia, siempre tan generosa con mis letras.
EliminarPor desgracia la realidad acostumbra a superar a la ficción.
Un abrazo enorme
Cuantas Angelitas hay por el mundo Conxita. Tu relato por desgracia es muy real. Como una persona puede hacer tanto daño a los hijos. La soledad y la edad creo que amargan a la gente, pero ser tan déspota es muy cruel.
ResponderEliminarBuen miércoles.
Un abrazo.
Por desgracia hay muchas Angelitas y también muchos hijos que son tan egoístas como ella y sí Laura por desgracia la realidad siempre supera a la ficción.
EliminarEs una pena que haya personas que se dedican a amargarse y a amargar a las personas que los quieren y después se preguntan y quejan por estar solas.
Un abrazo y que pases un excelente fin de semana
Buen título para un buenísmo relato, Conxita. Duelen las cosas dependiendo de quien vengan, se dice, y más cuando se trata de hermanos. Aunque no concibo las peleas entre ellos y menos por asuntos económicos, se producen no tanto por querer uno más que otro sino por las injusticias o desigualdades que en muchísimas ocasiones se producen.
ResponderEliminarEstá a la orden del día, por desgracia, pero pienso que aunque Angelita levantara la cabeza se mantendría en sus trece. No le parecía bien una nuera extranjera pero bien que la buscaba para su interés personal.
Si es que ya digo yo que muchas personas, cuando llegan a la vejez, se vuelven tremendamente egoístas por desgracia y a los hijos les exigen unos sacrificios de los que no parecen tener conciencia.
Has sabido poner el dedo en la llaga (lo digo, obviamente, en sentido positivo), ¡com sempre!
Molts besets
Moltes gràcies Chelo.
EliminarSí duelen y duelen mucho cuando aquellos a los que quieres son los que lo hacen. Es triste pero por desgracia es muy frecuente que cuando hay dinero por medio hay personas que no recuerdan nada de nada.
A mi me parece terrible que por algo que no tenías, se acabe perdiendo a aquellos a los que quieres pero hay algunos que ante el dinero o el poder se olvidan de todo.
Doña Angelita era una persona egoísta y egocéntrica que quería que todo el mundo girara a su alrededor, no le parece bien ni una nuera extranjera ni que su hijo tenga su vida y eso me parece que no es querer mucho, cuando se quiere se acepta al otro tal y como es y aunque duela se le deja vivir su vida.
A veces la edad no saca precisamente lo mejor de cada casa y sí hay personas que la llevan muy mal y acaban tiranizando a aquellos que tienen a su alrededor.
Gràcies reina per les teves paraules.
Petonets
PD Espero que les falles hagin estat fantàstiques.
Desde luego si el hijo tenía esa intención era tan criticable como la actitud de su madre Julio David y tienes razón que, en ocasiones, detrás de cariños hay un interés por la herencia.
ResponderEliminarEn el caso del Max de mi relato no lo veía así, es más creo que se preocupa por su madre pero no quiere renunciar a la vida que tiene por ella. ¿Eso es egoísta? Depende como se mire, sí. Pero como decía arriba David alguien que te quiere te acepta sin más, no te exige nada, que no busca el contravalor de un favor ni espera que por ella renuncies a tu propia vida.
Desde luego no le tocó nada quizás porque tenía algo mucho más valioso, alguien que lo quería así sin más.
Un abrazo
Hola Conxita!! No sé como lo haces, pero con tus relatos siempre logras dejarme pegada a la pantalla. ¡Maravilloso! Besos!!
ResponderEliminarHola Ana ¡Qué bonito lo que dices! Te lo agradezco mucho y me alegra que te gusten los relatos. Gracias por decírmelo.
EliminarBesos
Tienes un blog muy bonito y me gustan tus historias. Voy a seguirte para sí no perderme nada de los que escribas. Si me quieres visitar estoy en https://elbaulderita.blogspot.com/
ResponderEliminarUn saludo amistoso
Hola Rita Me alegra que te haya gustado Enredando con las letras y que te hayas decidido a quedarte en este rincón de letras, siéntete muy bienvenida y estaré encantada de visitarte.
EliminarUn abrazo
Un relato tan real como la vida misma, por desgracia hay muchas familias con una madre y hermanos similares. Conozco a varias que lo que escribes es fiel retrato de algunas. Es triste y doloroso para la parte que le toca a Max. Personas que ya mayores se valen de su edad y estado de "soledad" para descargarla en este caso creo que con el más débil. Por la parte económica, que decir, otra pena bien grande que los hermanos se separen o peleen por dinero.
ResponderEliminarPara pensar, Conxita.
Besos, y buen fin de semana!
Hola Mila tienes razón que este tipo de situaciones son, por desgracia, muy frecuentes. Es muy triste ver en algunas familias esos malos entendidos y tiranteces por cuestiones de herencia y demasiado habitual. Como dices todos conocemos ejemplos de familias que han acabado separadas por temas de dinero.
EliminarY sí hay personas a las que les gusta manipular y chantajear a aquellos que les quieren y cuidan, es el caso de Doña Angelita que no es reflejo de su nombre y a la que le gustaba manipular y salirse siempre con la suya, allá cada cual con lo que hace pero desde luego mucha felicidad no ha dado ni ha tenido.
Besos y feliz domingo.
Sí, el hogar está donde lo constuyes con tu vida y tus seres queridos...
ResponderEliminarY sin volver la vista atrás!
Abrazos Conxita.
Hola Ernesto por más casas que se habiten el verdadero hogar está dónde estén aquellos a los que quieres. Eso es lo que hacen mis protagonistas, se tienen uno al otro y con eso les basta. El dinero no lo compra toda y hay sentimientos que no se compran ni se venden.
EliminarAbrazos
Una historia muy cierta, desgraciadamente. Menos mal que hay "numerosas" excepciones. El hogar no lo da el dinero sino el cariño. De eso, creo que Max era millonario. Abrazos.
ResponderEliminarHola Marisa sí es mucho mejor quedarse con las numerosas excepciones, claro que sí y estoy de acuerdo contigo que el dinero compra muchas cosas pero no la felicidad ni tener un hogar.
EliminarAbrazos y muy feliz semana
Magnifico texto, amiga... No todas las canas, sin duda, son venerables
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Ildefonso¡Qué buena tu frase!
EliminarDesde luego no todas las canas son venerables, por supuesto que no.
Un abrazo y muy buena semana
Desgraciadamente es una historia muy real. Es cierto que hay gente mayor que no quiere molestar y ser una carga; también los hay tristemente abandonados por los hijos; pero no es menos cierto que, no sé si por una mezcla de egoísmo y soledad, los hay que son auténtico tiranos y chantajistas emocionales. Y luego el más zalamero y que menos se interesa, se lleva todos los méritos.
ResponderEliminarBesos
Hola Lorena con frecuencia se dice que la realidad supera a la ficción y sí, hay demasiados casos de personas mayores olvidadas por los suyos y también personas que envejecen mal, que culpan de todo y a todos y convierten la vida de los que los quieren en una pesadilla.
EliminarYa dicen que siempre la realidad supera a la ficción y en mucho. En el relato me planteaba reflexionar sobre esas personas egoístas, que quieren que todo el mundo gire alrededor de ellas. La protagonista del relato ya era así de joven, la edad no ha hecho más que acrecentar la parte menos amable.
Besos
Sí, Conxita, a veces las personas mayores se vuelven muy muy egoístas, como lo que cuentas. Lo peor que aún después de dejar esta vida dejan enemistades entre los hijos y las familias y eso ya es muy difícil de arreglar. Un beso.
ResponderEliminar¡Cuánta razón Mara! Porque esa madre ya no estará y al mismo tiempo habrá hecho que los hijos se distancien y enemisten entre ellos y como bien dices eso cuesta mucho de arreglar.
EliminarNo sé si el egoísmo está más relacionado con la manera de ser que con la edad, la protagonista de este relato ya lo era cuando tenía cincuenta años, la edad lo único que hace es acrecentarlo.
Besos
Jo Conxita, que mal rollo... La verdad es que esa historia podría ser perfectamente real, no se si es todo imaginación o tiene algo de cierto, pero el carácter de la gente varía casi siempre por dos cosas: el paso de los años y el dinero. En este caso, ambos factores aparecen.
ResponderEliminarPersonalmente no me gusta la actitud de ninguno de los tres hijos respecto a la herencia. En un momento así lo único que me preocuparía es que mi madre ya no está, pero claro, mi madre no es como Angelita, es más bien mi ángel.
Petonets.
Hola David todas las historias de este blog son ficción y seguro que la realidad las supera en mucho. Todos conocemos casos de familias que, aparentemente se llevaban bien, y acaban distanciadas por culpa de herencias. Claro que entonces la pregunta es ¿era cierto que se llevaban bien?
EliminarEstoy contigo que lo que importa es que aquellos a los que queremos estén con nosotros, eso es lo único importante y ninguna herencia puede suplir a eso.
Fíjate que no había visto ese detalle del comportamiento de los hijos pero tienes razón que la Doña Angelita del relato da la impresión de ser de las que da paz cuando no está.
Un petonàs
Hola Conxita, ay compañera que no te visito como debiera, pero que aquí estoy. Tu historia es tan, tan real, mismamente, como la vida misma, conozco a una señora así, bueno la conocí, y a sus cuatro hijos y... la herencia, bueno, creo que el dinero en estas situaciones saca la vileza humana, no hay hermanos, entonces hay rencor, odio,envidia y reproches. Un beso compañera.
ResponderEliminarHola Emerencia, no te preocupes, lo entiendo perfectamente. El tiempo, ay el tiempo.
EliminarEs demasiado habitual conocer casos similares, personas de una misma familia que parecían llevarse bien y cuando llega el momento salen mezquindades y rencillas que acaban con esas relaciones. Sí que parece como bien dices que el dinero saca la vileza del ser humano y eso es muy triste.
Un beso
Otro magnífico relato, querida Conxita.
ResponderEliminarLo he leído un par de veces, pues introduces matices sutiles que conviene captar bien antes de lanzar sentencias acusatorias a diestro y siniestro. La anciana mujer tiene un comportamiento irritante, eso lo muestras con evidencia, pero la actitud de algunos hijos contribuye lo suyo a ese carácter ingrato de la anciana. Ramón, el pequeño, es un parásito para su propia madre, le saca de todo a cambio de nada. Carlos ni aparece por allí, como reflejas. Eso va haciendo mella en el carácter de la mujer, su actitud será reprobable, desde luego tiene un comportamiento desagradable y egoísta, y no todo será achacable a la relación con sus hijos, pero la ingratitud de lo hijos es como esa grama, la mala hierba, que crece bajo tierra y acaba brotando para extenderse por el jardín afeándolo. Max parece estar en medio de ese fuego cruzado, igual que su paciente mujer. Pero él también tendrá que hacer examen de conciencia.
En las familias nadie está inmunizado contra las acciones del resto, nos afectan a corto, medio o largo plazo. Sacan lo peor y lo mejor de cada uno. Estamos hechos con una amplia gama de grises… ahí cabe de todo.
Un abrazo, Conxita ;)
Gracias querido Paco por tu análisis minucioso.
EliminarEstoy contigo que nada es gratuito. Doña Angelita es muchas cosas menos un ángel pero también hay comportamientos igual de egoístas en sus hijos. ¿Qué es antes el huevo o la gallina?
Hay veces que hay personas que se quejan de la soledad en la que se encuentran sin darse cuenta que su propio comportamiento, con quejas, críticas y una actitud poco acogedora aleja a las personas, nuestros comportamientos provocan reacciones.
Reflejas muy bien las actitudes de los hermanos, Ramón como un parásito, egoísta, que solo va a lo suyo. Carlos al margen, quedándose en la parte cómoda del ahí se quede y Max que, cuando está la atiende pero la mayor parte de su tiempo está fuera, ¿escapando del problema? Sí, tienes razón que todos deberían hacer examen de conciencia.
Estoy contigo que todas las acciones nos afectan aunque a priori no lo parezca y algunas van haciendo heriditas, que si no se airean, se hablan, se entienden pueden acabar por empozoñarse y sí, pueden sacar lo peor de nosotros.
Un abrazo y buen fin de semana
Pues aunque tu relato sea ficticio es la más pura realidad que el que más o el que menos hemos vivido en primera persona.
ResponderEliminarEn las familias con varios hijos, el más apreciado por los padres es el más aprovechado y el que menos aporta a la hora de atenderles en sus necesidades. Yo conozco incluso un caso en el que uno de los hermanos fue desheredado por causa y en beneficio de uno de sus hermanos.
Me enseñaron que todo lo que hagamos lo hagamos por amor y sin interés, pues si esperamos recompensas y agradecimientos seremos seres muy desengañados.
Recibe un beso grande.
Hola Francisco como bien dices por desgracia es muy habitual encontrarse con casos parecidos y no siempre se corresponde el aprecio con el cariño real.
EliminarEs muy triste cuando ves a personas de una familia que tenían relaciones correctas que acaban enfrentadas por temas de herencia. Es muy penoso.
Muy buena esa enseñanza, que la comparto al cien por cien, hacer las cosas por amor y sin interés y con eso nada esperas porque ya tienes todo lo que querías.
Besos y muy feliz semana