Ir a parte I
Ese diminutivo y todo el cariño que llevaba implícito hicieron que a Carla se le humedecieran los ojos. Tragó saliva. Dio un nuevo sorbo a la bebida y el silencio se hizo espeso.
Rosa esperó.
—Me dirás qué soy tonta pero necesito saber.
Silencio y miradas.
—Mi niña… ¿Qué es eso qué te preocupa tanto?
Carla buscaba las palabras exactas para transmitir aquello que le dolía.
—¡Quiero saber quién soy!
Le salió así, de sopetón y Rosa contuvo su sorpresa. Sabía por Carla que era adoptada y que sus padres habían decidido explicarle su historia desde muy chiquita. No le escondieron que no podían tener hijos biológicos, que recurrieron a una agencia y la adoptaron a los pocos días de nacer. Tampoco que no habían querido saber nada de la madre biológica, no se plantearon conocerla ni sus motivos ni mucho menos juzgarla, solo se sintieron agradecidos por ese ser maravilloso que les había entregado y dedicaron su vida a quererla. Siempre estuvieron de acuerdo en que fuera ella la que decidiera por sí misma, tanto si quería saber cómo si no quería. Esa siempre había sido su postura y Carla hablaba de ello con absoluta naturalidad así que ahora Rosa no entendía qué le estaba preocupando.
Sorbió su té mientras esperaba.
Sorbió su té mientras esperaba.
—Estoy embarazada…
Rosa se levantó emocionada, le brillaban los ojos ante esa noticia inesperada y abrazó con ternura a su amiga.
—¡¡¡Qué buena noticia, muchas felicidades cariño!!!
La sonrisa un tanto forzada de Carla la preocupó. Su voz angustiada, también.
De nuevo, esperó.
De nuevo, esperó.
—Quiero que mi bebé sepa quién es y en mi pasado hay un agujero oscuro—. Carla se mordía los labios angustiada— ¿Por qué no me quiso?—Se acariciaba el vientre aún plano— ¿Por qué me abandonó?— Miró a su amiga con tristeza— Mi bebé aún no ha nacido y ya sé que no lo podría abandonar nunca. ¿Por qué lo hizo?
Su amiga le cogió las manos heladas.
—Carla que te abandonara no significa que hubiera nada malo en ti. No puedes saber sus motivos ni por qué tomó esa decisión pero decidió tenerte y eso es lo que tienes que valorar—la miró con dulzura—, podía haber elegido otras opciones pero mi niña ¡escogió tenerte! A su manera te quiso.
Rosa la miró con cariño mientras veía brillar los ojos de su amiga.
—Tus padres son Mario y Lola. Ellos te han criado y dado todo el amor del mundo. La biología no hace que seamos padres, son otras cosas mi niña y tú las has tenido.
La miró intensamente.
—Mis hojas de té solo pueden decirte que eres muy afortunada por lo mucho que han querido y te quieren. Eso cariño, no todos lo pueden decir, sean o no adoptados. Hay muchos hijos que viven con sus padres biológicos que ni lo son ni se sienten muy queridos, en cambio tú sí lo has sido.
Rosa la miró con cariño mientras veía brillar los ojos de su amiga.
—Tus padres son Mario y Lola. Ellos te han criado y dado todo el amor del mundo. La biología no hace que seamos padres, son otras cosas mi niña y tú las has tenido.
La miró intensamente.
—Mis hojas de té solo pueden decirte que eres muy afortunada por lo mucho que han querido y te quieren. Eso cariño, no todos lo pueden decir, sean o no adoptados. Hay muchos hijos que viven con sus padres biológicos que ni lo son ni se sienten muy queridos, en cambio tú sí lo has sido.
Carla buscó un pañuelo en su bolso, se sonó un tanto ruidosa y miró de nuevo a su amiga.
—Encontré a una monja… —Se miraron—Había un orfanato y … ¡Rosa! Sabe quién es mi madre—. Se interrumpió.
Rosa bebió con delicadeza su té calentando sus manos que ahora estaban también heladas y aguantó su impaciencia mientras Carla callaba.
—Mi madre no quiere conocerme. ¡Ni siquiera quiere conocerme!
Rosa se sobresaltó ante ese madre dirigido a una desconocida, a alguien que solo la había engendrado, pensó que no hacía justicia ni a la palabra ni al hecho pero la animó a que continuara.
—Me siento tan mal—. Carla retorcía de forma nerviosa su cabello— No me quiere conocer ni siquiera ahora que voy a ser madre. ¡Solo quería verla una vez! ¡Solo una vez! —Sollozó—y ella no quiere conocerme.
Las lágrimas corrían por sus mejillas, Rosa hubiera querido limpiarlas pero su amiga ni siquiera parecía percatarse.
—No puedo contárselo a mamá y a papá porque sé que les dolerá. ¡Es tan injusto Rosa! ¡Solo quería saber, completar mi historia! Cerrar el círculo ahora que espero un bebé pero ella no quiere ni verme.
Carla seguía llorando mientras su amiga le acariciaba el cabello. Cogió la taza de té pero temblaba tanto que volvió a dejarla sobre la mesa.
—Le insistí a la monja de todas las maneras, le ofrecí dinero, para ella, para la congregación, para lo que quisieran… «Dígame solo su nombre y yo la encontraré, por favor hermana, por favor». Pero no, la mala pécora no me dijo nada, solo insistía en que había sido lo mejor para mí o para ella pensé yo pero por más que lo intenté no me dijo nada. Me habló de protocolos y que si mi madre biológica no quería conocerme no había nada más que yo pudiera hacer, que la madre también tenía sus derechos.
—¿Y los míos? ¿Y mis derechos hermana? ¿Nada más que hablar? ¿Eso le parece bien?— La monja se encogió de hombros y me dijo que «para ella no había sido fácil» ¿Y para mi cree que es fácil? ¿Y lo que yo necesito? ¿No le importa? ¿A su Dios no le importa?
La monja me miró pero no se inmutó Rosa. Se dedicó a repetirme como un loro «olvídate hija, ¿no has tenido una buena vida? Pues déjala tranquila».Y antes de que pudiera decir algo más se largó, así sin más. Me quedé allí de pie parada como una idiota. Apareció otra monja, Sor sargento diría yo, que me indicó la salida, bueno me empujó hacía la salida. También le insistí a ella. «Si Sor María decía que la olvidara eso era lo que tenía que hacer. El caso está cerrado»—Carla, dolida, imitaba la voz aguda de la monja.— Y sin darme cuenta estaba en la calle mirando una puerta cerrada en mis morros. «Expediente cerrado» como en una película mala de detectives, como si con decirte que algo está cerrado con eso se concluyera, como si desaparecieran las preguntas que buscas. ¡Es tan injusto!
Miró a su amiga mientras seguía recordando.
—Me senté en un banco delante del convento y me pasé un buen rato llorando. No imaginas cómo me duele. Es tan horrible que te nieguen, que tu propia madre no quiera saber nada de ti. ¿Por qué lo hizo? ¿Y por qué no me quiere conocer? Al final me marché pero seguí insistiendo, un día y otro, por teléfono, por correo y hoy me ha llegado esto. Carla rebuscó en su bolso hasta sacar un sobre arrugado que le tendió temblando. En su interior seis escuetas palabras.
Miró a su amiga mientras seguía recordando.
—Me senté en un banco delante del convento y me pasé un buen rato llorando. No imaginas cómo me duele. Es tan horrible que te nieguen, que tu propia madre no quiera saber nada de ti. ¿Por qué lo hizo? ¿Y por qué no me quiere conocer? Al final me marché pero seguí insistiendo, un día y otro, por teléfono, por correo y hoy me ha llegado esto. Carla rebuscó en su bolso hasta sacar un sobre arrugado que le tendió temblando. En su interior seis escuetas palabras.
La madre biológica rehúsa el encuentro.
Abrazó a su amiga que lloraba desconsolada, le acarició los cabellos hasta que pareció calmarse.
—Carla ¡lo siento! Sé que te duele mucho pero mi niña tu madre es Lola, no esa mujer que te dio la vida.
Carla negaba moviendo la cabeza mientras Rosa le hablaba.
— ¿Quién estuvo a tu lado? ¿Quién te enseñó a hablar, a caminar, a correr? ¿Quién te paseaba por el piso para calmarte de madrugada? ¿Quién te leía cuentos hasta que te dormías? ¿Quién espantaba esas pesadillas? ¿Quién sufría más con tus caídas, con tus fiebres o con tus golpes…? ¿Quién te subía a coscoletas para ver a los Reyes Magos? ¿Quién te hacía volar tan alto que casi tocabas el cielo?—Rosa le levantó la cara y la miró a los ojos— ¡Lola y Mario son tus padres! Claro que te duele el rechazo de esa mujer pero no es la biología lo que hace que alguien sea una madre o un padre. No cariño, tus padres son esas dos personas que han estado a tu lado en los buenos y en los malos momentos, siempre a tu lado y de tu lado. Ellos son tus padres aunque no te engendraran, ella solo te dio la vida y está bien agradecerlo pero nada más mi niña, Lola y Mario son la única historia que necesitas. En ti no falta nada, no hay nada incompleto. Tú eres amor y es el que vas a darle a ese bebé que estás esperando, tienes unos padres que te adoran y que van a ser unos abuelos fantásticos para tu bebé. Carla, ¡olvida a esa mujer! Ella se lo pierde. Ya no importa lo qué pasó ni por qué lo hizo, pasó y no se puede cambiar.
Su amiga seguía cabizbaja.
—Mírame Carla, no lo puedes cambiar y sí, estoy de acuerdo con las monjas, has sido afortunada al tener a tus padres y una buena vida. Mi niña vas a ser una gran madre y eso es lo que significa este caso cerrado. Ahora concéntrate —Rosa le puso la mano en el vientre—, en darle todo el amor que tú puedes darle.
Su amiga seguía cabizbaja.
—Mírame Carla, no lo puedes cambiar y sí, estoy de acuerdo con las monjas, has sido afortunada al tener a tus padres y una buena vida. Mi niña vas a ser una gran madre y eso es lo que significa este caso cerrado. Ahora concéntrate —Rosa le puso la mano en el vientre—, en darle todo el amor que tú puedes darle.
Carla temblaba, sus ojos enrojecidos la miraban y poco a poco una sonrisa dulce apareció entre tanto llanto mientras se acariciaba el vientre.
—Tienes razón Rosa. No la necesito. Mis padres son las únicas raíces que mi bebé necesita. ¡Mi familia!— Carla besó a su amiga— Gracias por escucharme. Ojalá te lo hubiera contado antes pero me daba tanta vergüenza. A veces una busca en los lugares equivocados y sí, mis padres me han dado una bonita vida y también van a ser unos fantásticos abuelos. Gracias amiga.
Se abrazaron.
—Por cierto… ¿De verdad sabías leer las hojas del té?
Las dos amigas se echaron a reír.
— Venga, vamos a tomar otro de esos tés que hemos comprado y te enseño cómo lo hago.
Creo que esa chica no se merece los padres que tuvo la suerte de encontrar. Independientemente de su cortedad mental, la veo muy egoísta.
ResponderEliminarBuen relato, Conxita.
Besos.
Hola Macondo es cierto que ha sido muy afortunada con los padres que le han tocado y creo que lo sabe y lo valora, Carla me parece una persona que está desconcertada y angustiada y que se empeña en buscar respuestas a preguntas que poco aportan.
EliminarLa gestación se considera como el inicio de la vinculación con el hijo. Es un momento de muchos cambios que pueden despertar emociones contradictorias, dudas y hasta pensar en aspectos en los que igual ni siquiera se pensaba como le está pasando a la protagonista.
Para el psiquiatra y psicólogo Daniel Stern “el embarazo es la preparación hacia una nueva identidad que es la del Rol Materno. Para algunas mujeres se producen momentos evidentes de reconsideración y redefinición sobre el tipo de madre que se quiere ser, si se será capaz de cuidar al bebé...Se movilizan afectos y recuerdos antiguos que la futura mamá necesita revisar y recrear para adaptarse a su nuevo rol, a veces de forma subliminal, con sueños nocturnos, pesadillas, ensoñaciones... El embarazo, en este sentido es un tiempo de reflexión, la mujer revisará sus vínculos y se irá formando una imagen de sí misma y de sus modelos de cómo ser madre.
Muchas gracias me alegra que te lo haya parecido.
Besos
Un excelente relato Conxita. No puedo estar más de acuerdo con el mensaje que aquí transmites. El hecho de engendrar y dar a luz una criatura no confiere a la madre ser catalogada como tal si no ha habido el amor que una madre da. Em este caso, Carla cuenta con el gran amor que le profesan los padres que la han amado, atendido, preocupado...todo el amor que solo puedr salir de las personas que la acogieron con el amor de padres auténticos.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Besos y abrazos todos querida amiga.
Muchas gracias querida Marina.
EliminarComo le decía a Macondo el momento de la gestación moviliza muchos cambios y emociones y pueden aparecer dudas que hasta ese momento no se han tenido cuando uno se interroga sobre el tipo de madre que imagina será o que le gustaría ser.
Son momentos de cambios muy importantes que se van asimilando a lo largo del embarazo, es un momento de mucha intimidad también con una misma y con el bebé.
Mi protagonista inmersa en esos cambios se interroga, busca respuestas a preguntas que se está haciendo, se confunde con sus propios sentimientos y otorga el papel de madre a la biología. Ser madre es mucho más que parir a un hijo como le recuerda su amiga. Y ella aunque lo sabe porque así lo ha sentido no puede dejar de buscar respuestas a ese ¿por qué? Y en esa confusión tiene la suerte de tener a una buena amiga cerca.
Me alegra que te haya gustado.
Besos
Ayyhh Conxita, me imagino como debe de doler esas preguntas existenciales... es una situación muy difícil para ponerse en su lugar. Pero la lectura de esas "hojas de té" son el antídoto para la tristeza, la amistad y el cariño envuelto de un ritual precioso del Té, ha conseguido consolar y hacer reflexionar a Carla. Volver a ver con claridad lo que es el AMOR.
ResponderEliminarPrecioso Conxita, me ha gustado mucho.
Un abrazo grande y feliz fin de semana.
Hola Xus el ritual de la preparación del té con esa filosofía del silencio, de dejar espacio al que lo prepare y a los que lo tomaran, les sirve para calmar ese desasosiego. Rosa es muy hábil y sabe que no hay nada peor que los pensamientos recurrentes y que es importante distraer la atención de eso que nos agobia.
EliminarY sí como bien dices lo importante es disponer de un espacio para hablar con tranquilidad, sin juicios y ser capaz de resituar todo en su lugar. Carla sabe aunque ande un tanto perdida y también es comprensible que en un momento de tanta intensidad y tantos cambios se pregunte por la madre y por qué tipo de madre quiere ser.
Me alegra que te haya gustado.
Feliz fin de semana por aquí vuelve a estar revuelto¡¡Ay esta primavera!!
Me ha gustado como lo expones Conxita.
ResponderEliminarYo tuve una amiga en los años 60 que se enteró que era adoptada al ver el libro de familia, peleó lo indecible por conocer a su madre biólogica.
Un día nos enseñó una marca que tenía en una ingle, y se preguntaba siempre si se la habría hecho su madre para reconocerla algún día, nunca la encontró y buscó bastante.
También tengo dos primos adoptados, niño y niña andan ya por los 40, mis tios les contaron la verdad y no les he visto interés ninguno en saber nada.
Creo que como en tu relato habrá ese interés en saber el como y el por qué sucedió todo.
Gracias por hacer que lleguemos aquí y nos vayamos satisfechos.
Buen fin de semana.
Besos
Gracias Laura por compartir estas experiencias.
EliminarNo parece la mejor manera de conocer algo tan importante ese descubrirlo por el libro de familia o enterarse por otros, puede transmitir a la persona una idea equivocada que es algo que se deba esconder o que esté mal.
Se recomienda que sean los propios padres los que lo expliquen poco a poco y a una edad en la que el niño pueda entenderlo y que estén abiertos a que se hable del tema, a responder preguntas y dudas, hablar del tema con absoluta tranquilidad. Pero hace años no era así y había bastantes casos como los de tu amiga, imagino que fue frustrante no encontrarla aunque también se debe respetar el derecho de la madre biológica a no querer ser encontrada.
Cada niño reacciona de manera muy distinta a ese saber, los hay que quieren conocer y los hay que no quieren conocer nunca y mientras se sientan bien con eso no parece que sea un problema.
Me alegra haber sido capaz de que te vayas satisfecha con el desenlace.
Besos y que tengas un fantástico fin de semana
Qué bueno Conxita!, has envuelto el drama personal en una ceremonia que aparentemente no tiene nada que ver con el núcleo de la historia y, a pesar de ello nos has regalado un hermoso relato en un paquete bellísimo. Te felicito.
ResponderEliminarHola Norte el té y todo lo que lo envolvía les sirvió a mis protagonistas para darse espacio. Rosa detecta el desasosiego de su amiga y aplica la filosofía del té. Algunos dicen de esta bebida que es ideal para reflexionar, proporciona un estado de calma ideal para la conversación que se intuye. La distrae de sus preocupaciones, la envuelve para darle espacio y finalmente le pregunta. Toda la primera parte intenta preparar a Carla para esa conversación relajada en que pueda contar todo aquello que le está preocupando y que ningún ritual ni adivinación puede dar la respuesta porque la respuesta ella ya la tiene. Mi protagonista buscaba respuestas en lugares que no podían decirle nada y por eso en esta segunda parte, el té pasa a un segundo plano y las preocupaciones de Carla son lo que priman.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Besos y feliz finde
En ese momento de poder ser madre, la joven se plantea su pasado, pero ser padres es estar ahí, cobijando, amando, educando. Quienes hacen ese papel son los padres, pero siempre se comprende que haya edades en las que no saber las raíces biológicas y de historia se hace una montaña.
ResponderEliminarBuen post. Un abrazo
Cierto Albada Dos los padres no los determina la biología, hay mucho más.
EliminarLa protagonista está viviendo su gestación, un periodo de cambios hormonales y emocionales enormes, en las que las preguntas se pueden acumular, emociones intensas, las fantasías entre el hijo imaginado y el hijo nacido y todo eso le hace revivir esas dudas que estaban ahí y que se pueden entender. Carla como otras mujeres embarazadas se pregunta qué tipo de madre va a ser ella y eso le lleva a intentar entender qué ha pasado con la suya pero su madre es aquella que como dices ha estado ahí, cobijando, amando, educando no la que la parió.
Me alegra que te lo haya parecido.
Un abrazo también para ti.
Sí que debe de haber un desgarro en las personas adoptadas, una grieta en la identidad difícil de cerrar. Las preguntas se acumulan, el por qué del abandono, y no siempre se tienen respuestas. Además está el miedo a hacer daño a los padres adoptivos por querer saber más y que tú reflejas tan bien.
ResponderEliminarUn beso, Conxita, y enhorabuena
Gracias Ana.
EliminarLa protagonista se enreda con esa culpa inconsciente, que arrastra de heridas que ni siquiera sabía que tenía, se cuestiona y se fustiga porque no quiere ser una mala madre porque parece que teme que haya algo en ella que la haga responsable de que no la hayan querido, ese miedo a no ser querido.
Carla está inmersa en un proceso de cambios emocionales, hormonales y personales, en un proceso vital muy importante que es la propia gestación, que la hacen estar muy confundida, buscar respuestas sin darse cuenta que parte de creencias equivocadas, limitantes y que ella tiene todas las respuestas.
Me alegra que te haya gustado Ana.
Un beso enorme y feliz fin de semana
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEliminé el anterior porque tenía algunos errores. Copio y corrijo.
ResponderEliminarMe ha llegado muy adentro esa historia. Conozco a alguien que tiene una niña adoptada. Su madre la abandonó al nacer y estaba en una especie de casa cuna. Ni siquiera tuvo la generosidad de renunciar a ella para que alguien la pudiera adoptar, pero nunca más se ocupó de la niña.
La gente que digo la cogió con siete meses. En principio la tenían en acogida preadoptiva, pero sin saber si iba a aparecer la madre y reclamarla. Los jueces la buscaron por todas partes y tras cumplirse los plazos sin que apareciera, finalmente pudieron adoptarla definitivamente.
La madre tenía otra niña a la que había dejado a cargo de su hermana (la tía de la niña), pero cuando se quedó de nuevo embarazada, la familia le dijo que se lo pensara bien que no se iban a hacer cargo de otra criatura y esa criatura es de la que hablamos.
Ella ahora tiene doce años y sabe que es adoptada. Lo que no sabe, claro, es que tiene una hermana (que se sepa, a saber si no hay más). Esas cosas se le irán revelando a medida que solicite información. Lo único que yo no le diría es cómo su madre la abandonó y se olvidó de ella. Siempre le transmitiría una idea más amable.
Por todo ello, tu relato me ha gustado mucho. A pesar de que termina demasiado bien para mi gusto, pero eso es manía mía nada más.
Un beso.
Uy Rosa hay situaciones durísimas. Es importante no hacer juicios de valor a la hora de hablar de los padres biológicos, aunque se sepa y centrarse más en que el niño, el chico, se sienta querido, deseado y amado por encima de todo. Hablar desde el amor y la ilusión por el niño, lo felices que han sido los padres al tenerlo, esa familia que él o ella ha completado. Centrarse en lo positivo en lugar de en lo que no ha habido.
EliminarJajaja Rosa me alegra que a pesar de acabar bien te haya gustado. A pesar de que Carla hubiera querido saber,también se debe respetar el derecho de la otra parte a no conocer, a no saber, a olvidar... En estos procesos tan duros nadie tiene toda la razón y Carla ha tenido la suerte de que la dejaran nacer y de unos padres que la han querido.
Me planteé hacer una segunda versión de la historia desde la "progenitora biológica" y aunque me costaba más le sigo dando vueltas e igual lo hago porque me gusta explorar a los personajes también desde otros lados e intentar saber sus motivos. Ya os diré si lo hago.
Besos guapísima y feliz fin de semana.
Sería genial analizar el tema desde la otra parte. Te animo a hacerlo. Me encantará leerlo.
EliminarLo haré querida Rosa, no sé cuándo pero sí lo intentaré. Ya sabes que me gusta explorar en esas otras miradas.
EliminarBesos
Hola mientras leía la historia pensaba en esas madre que rechazaron el bebé entonces y tal vez ahora se hayan arrepentido y culpabilizan a las monjas de habérselo quitado. No es el caso pero me ha dado por pensar. ¿Realmente somos capaces de negar el verdadero cariño desde nuestra cuna por nuestra identidad biológica? Gracias a que hay alguien que nos zarandea a nuestro lado y nos hace ver la realidad aunque frustrada. Esas hojas de té...Un abrazo
ResponderEliminarHola Eme
EliminarAlrededor del mundo de la adopción hay muchos claro oscuros, muchísimos y especialmente hace años. Ahí están testimonios y reportajes de jóvenes madres a las que se ha obligado a renunciar a sus hijos, a darlos en adopción, el estigma social de embarazos fuera del matrimonio, madres que no podían alimentar a sus hijos, niños robados y también aunque estos se cuentan menos, niños que han estado abandonados por sus progenitores porque no los querían o no se preocupaban por ellos. Cada caso es un mundo. ¿Cuántas mujeres que renunciaron a sus hijos los han buscado arrepentidas? Seguro que algunas o muchas o no se sabe. ¿Cuántas mujeres no han olvidado a esos hijos?¿Cuántos hijos han tenido oportunidades que no hubieran tenido? ¿Y cuántos han malogrado existencias en adopciones fallidas?
Estoy contigo que madre es mucho más que la biología, es ese acompañar y estar en todos los buenos y malos momentos.
La protagonista está confundida pero el té y el cariño de una amiga le hacen ver que las respuestas están en ella.
Un abrazo
Has encajado hábilmente el plácido y relajante mundo del té en un territorio tan complejo como el de la adopción, no exento de dramatismo como bien recreas.
ResponderEliminarQue el acto de renunciar a un bebé se imponga sobre el poderoso instinto de protección de una madre hacia su recién nacido... siempre me deja confuso, perplejo.
A veces la madre natural obra así, pensando que su bebé tendrá mejores posibilidades en la vida, otras es un miedo atroz a la nueva responsabilidad que nubla el juicio... uff, lo que ocurre en la mente muchas veces se escapa a la lógica.
Siempre es gratificante leerte, Conxita.
Beso!
Cierto Paco cada persona es un mundo y las circunstancias que llevan a tomar este tipo de decisiones es muy diverso. Como bien dices a veces se vive ese dar en adopción como abrir posibilidades al bebé, otras no responsabilizarse es cierto, otras porque se considera que no es el momento adecuado y otras hay enfermedades mentales que dificultan esa maternidad, sea lo que sea cada caso es un mundo y mi protagonista vive su gestación con esas dudas, a partir de su vínculo con el bebé no nacido se interroga sobre todo eso que le preocupa, se cuestiona sobre ese ser madre y el tipo de madre qué será, sus modelos de referencia y ese miedo en algunos adoptados de que hubiera algo malo en ellos.
EliminarToda la filosofía que hay detrás de un buen té prepara a las protagonistas para encontrarse con una conversación difícil para una de ellas, con esos miedos y esas dudas que le están haciendo daño. Rosa con su té y con toda la filosofía que hay detrás de ella consigue distraerla, relajarla y prepararla para contar y aceptar que las respuestas están en ella.
Me alegra que te haya gustado.
Besos
Carla está en shock.
ResponderEliminarYo también lo estaría.
Cuando era pequeño a veces fantaseaba sobre si a lo mejor me habían adoptado... pero claro, con lo travieso que yo era si me hubieran adoptado me habrían devuelto, jajajjaja
Besos y buen fin de semana.
El embarazo provoca muchos cambios y desde luego Carla está desorientada, buscando respuestas en lugares que no tocan pero es afortunada aparte de unos padres que la quieren tiene a una amiga que la escucha y la ayuda a encontrar sus propias respuestas.
EliminarEn la adolescencia es muy típico fantasear con ese ser adoptado, mientras se intenta buscar la propia identidad, saber cómo se encaja en la familia que le ha tocado, con los compañeros y con el resto del mundo.
Mira tú que sí te imagino revoltoso y travieso jajaja y sobre ese devolver me has hecho pensar en la crueldad que se ha hecho con algunos chiquillos adoptados que parece que no han respondido a las expectativas que tenían sobre ellos y los han devuelto como si fueran objetos, me parece un acto muy cruel para esas criaturas.
Besos y que tengas un fantástico fin de semana también parece que revuelto de tiempo y otras cosas.
Hola Conxita,
ResponderEliminarCreo que has sabido transmitir con muchísima sensibilidad un tema de candente actualidad.
No me he encontrado en la difícil situación ni de Rosa, ni de Carla y lo cierto es que me resulta muy difícil entender lo que le puede pasar realmente por la cabeza a Carla. Estoy más con Rosa y sus opiniones acerca de que los padres son los que crían, educan y quieren. Por ello, empatizo con este personaje. Supongo que de haberme encontrado en esta situación, hubiera actuado como Rosa. Aunque yo tampoco sé leer las hojas de té.
Un beso enorme.
Me parece que ahora se habla con mucha tranquilidad de la adopción, como tiene que ser, como un proceso natural pero hace unos años había muchos prejuicios y era un tema muy poco claro, tanto para los que adoptaban como para los que daban o se los animaba a dar en adopción. Hay mucho oscurantismo en este tema y en el que la iglesia tampoco ha hecho mucho bien ni con mensajes de culpa terrible ni esos niños robados que han salido en tantos reportajes en los que monjas y sacerdotes estaban por medio.
EliminarCreo que mi protagonista no hubiera encontrado respuestas ni en las hojas del té ni en ningún otro lugar porque las respuestas están en ella. Estoy contigo que los padres son más que los que te conciben, son los que están a tu lado, te crían, te quieren, te educan.
Besos y feliz fin de semana
No escribo nunca de inmediato, máxime cuando se escribe un relato.
ResponderEliminarLeo lo escrito. Pienso. Luego me decido a leer lo que escriben los demás sobre el relato, no si es bueno, o regular, sino lo que han entendido de él, que es lo que me interesa.
¿He logrado hacerme comprender ? ¿Han entendido lo que le sucedía al protagonista? (obvio aplicar artículos determinados femeninos/masculinos, es una idiotez).
¿Podré seguir con la narración y creer que se ha amalgamado el mensaje que la protagonista quería enviar ?
Es evidente que cada uno comprende y/o asimila según su circunstancia. La barriga llena te hace menos torticero.
Y es evidente que la lectura según como te "agarre" el momento, la circunstancia y todo lo demás, se digiere de una manera o de otra.
De entrada me ha gustado. Estoy a la espera de siguientes pasajes.
Salut
Una abraçada
Hola Miquel buen método. A mi también me gusta aparte de la entrada leer los comentarios, me parece muy enriquecedor.
EliminarCuando escribo un relato aún más porque me gusta saber qué opina cada uno y al final lo que más te interesa es si algo te hace sentir, te hace pensar o te entretiene. No se trata de mi té o mi café o la bebida y las circunstancias sino todo aquello que cada uno queramos ponerle. Como lectora me gusta espacio para interpretar, para darle el significado que me apetezca con independencia del que pensara el escritor porque una vez que se publica deja de ser de uno y pasa a ser de todos los que tengan a bien leerlo y sí, cada lector puede darle tantas interpretaciones como quiera porque como bien dices es como te agarre el momento, la circunstancia y todo lo demás y eso es la gracia, la variedad y la libertad para pensar lo que cada uno queramos.
Me alegra que te haya gustado. Aún no sé si será punto y final o si continuaré explorando desde el otro punto de vista, de esa mujer que dio a su bebé en adopción porque me gusta incidir en esas otras miradas para intentar saber.
Una abraçada
Cada uno vive y comenta de acuerdo a su experiencia personal..es interesante
ResponderEliminarCómo se siente la mente de cada uno cuando se lee un texto.
Un abrazo grande desde Miami
Hola Mucha es muy interesante lo que dices de cómo se siente la mente cuando se lee un texto y esa es la gran riqueza de los comentarios, lo que cada uno de nosotros podemos ver y sentir ante un mismo texto.
EliminarA mi personalmente me gusta que cuando leo pueda imaginar y pensar, que no me dirijan en la lectura, que me dejen espacio para imaginar aquello que yo quiera e intento hacerlo al escribir.
Un abrazo desde el Mediterráneo.
Hola Conxita, ahora cobra sentido como la ceremonia preparatoria del té era un buen marco para que las protagonistas de tu relato pudieran encontrar un momento de intimidad, relax y confianza para consolar una y ser consolada la otra. Me parece muy acertado como has creado e introducido la historia. Podría haber sido la adopción, o cualquier otro problema o asunto doloroso y sin cicatrizar; de ahí que me haya interesado especialmente el mensaje de la amistad y la expulsión de las frustraciones como medio reparador. Besos Conxita y felicidades por la naturalidad con la que narrativamente muestras un asunto tan complejo.
ResponderEliminarExactamente Miguel me pareció interesante que esa filosofía que hay alrededor del té, tranquilidad, respeto y comprensión ayudaran a la protagonista a sosegar su ánimo y que en compañía de su amiga encontrara sus respuestas, no en unas hojas del té o en ningún otro método adivinatorio sino en ella misma porque tenía todas las respuestas.
EliminarSí podía ser cualquier tema que fuera doloroso porque como bien dices es la amistad la verdadera protagonista del relato y es que cualquier problema en compañía de un amigo parece más fácil de llevar, ya dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro.
Muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo y feliz fin de semana
No puedo ponerme en la piel de Clara ni saber qué le pasa por la cabeza a alguien que sabe que su madre la dejó al cuidado de terceros.
ResponderEliminarEs verdad que la maternidad (o la paternidad) no está en los genes, sino en quienes cuidan, educan, se preocupan por sus hijos, independientemente del útero o del espermatozoide del que vengan esos hijos.
Sin saber cómo puede pensar alguien que no conoce a sus padres biológicos, yo creo que solo me preocuparía saber quienes son mis padres para averiguar detalles como los antecedentes clínicos o cosas así, una vez que se está seguro de que la madre no fue engañada como es el caso de los niños robados.
Buen relato y buena manera de exponer una situación muy delicada. Evidentemente, las hojas de té, ni los posos de ningún tipo de bebida, pueden explicar la complejidad de los seres humanos.
Un besote.
Hola Paloma cada persona es un mundo e igual que algunos hijos adoptados quieren saber, otros muchos no están interesados y tan respetable es una opción como la otra, lo que sí me parece importante es que los niños lo sepan por sus padres no por documentos ni extraños como se hacía hace muchos años. Mostrarse natural, abierto a las dudas, a las preguntas y a que quiera saber y centrarse en todo lo positivo que el niño ha aportado a la familia.
EliminarEl té predispone a la relajación y a la reflexión tranquila, su filosofía del respeto, de ofrecer una pausa, de concebir el momento para recordar que todo es transitorio me parecía adecuado para el relato, toda la distracción que Rosa utiliza con la tienda del té y la ceremonia tienen como objetivo calmar a su amiga, distraerla de sus preocupaciones y prepararla para esa charla relajada en la que todo se puede hablar.
Besos y muy feliz fin de semana
Un historia centrada en un tema con trasfondo social y muy de actualidad, Conxita. Yo no conozco ningún caso de cerca, pero entiendo que una persona adoptada pueda sentir curiosidad por sus orígenes, por la identidad y las razones que llevaron a su madre a darla en adopción o abandonarla. No son preguntas constructivas, creo yo, si la vida les ha dado otra oportunidad y la felicidad con otros padres, pero son comprensibles. Supongo que cada caso es diferente y las necesidades de cada adoptado, diferentes también. Lo que no hay que perder de vista en ningún caso es el mérito que tienen las personas que adoptan y se desviven por sus hijos. Ese amor y esa generosidad es la que los convierte en verdaderos padres.
ResponderEliminarComo siempre nos haces reflexionar y disfrutar con tus letras, Conxita. ¡Un estupendo relato!
Besos.
Hola Julia cada vez hay más casos de niños adoptados pero a diferencia de otras épocas ahora se aconseja a los padres adoptivos hablar con los peques desde el principio, explicarles sus orígenes desde la naturalidad y responder con tranquilidad a sus preguntas y a aquello que quieran saber.
EliminarCada persona es un mundo y hay chicos que quieren saber y otros que no, lo que importa es que ellos puedan elegir.
Mi protagonista está desconcertada, su embarazo la lleva a preguntarse por el tipo de madre que quiere ser, por preguntarse por los vínculos que se establecen y en su caso no se dieron, por querer saber y como dices es comprensible pero también está la decisión de la otra parte, que le guste o no también tiene su derecho a decidir. Como le recuerda Rosa la biología no nos hace padres, son otras muchas cosas como ese amor y generosidad de sus padres que ella sí ha tenido.
Me alegra que te haya gustado. Es un placer recibiros en este espacio y aprender de vuestros comentarios.
Besos y buen finde.
Nos has contado una historia de ámbito social entre sorbos de te y hojas de te. Conozco a varios niños adoptados , pero desconozco si lo saben en verdad que lo son. El cariño que han recibido de sus padres adoptivos es muy grande. No conozco ninguna historia de niños abandonados por sus padres. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Maria del Carmen, parece que cuando compartes con un buen o buena amiga un problema se hace más llevadero y el té o cualquier otra bebida es la excusa para hablar.
EliminarConozco buenas historias y otras que no lo han sido tanto para los chicos como para los propios padres y eso depende de muchos factores y no es para nada exclusivo de la adopción.
El momento de la gestación es un momento de muchos cambios, mi protagonista se encuentra llena de dudas sobre el tipo de madre que quiere ser, la genética no hace a una ser madre, en cambio hay muchos otros aspectos que sí están en su madre adoptiva.
Besos
Muy buena continuación. Ha de ser muy duro enterarse de algo así.
ResponderEliminarUn abrazo de menta recién cortada.
Sí, no tiene que ser fácil Sara pero mi protagonista ha tenido la suerte de tener unos buenos padres adoptivos que sí le han hecho de padres, ha sido afortunada y le han enseñado a querer y a ser querida y eso es lo que puede transmitir a su hijo o hija.
EliminarSe aconseja desde chiquititos ir contando a los niños que han sido adoptados, en cada edad lo que puedan ir entendiendo y no tener miedo de responder a preguntas y dudas, así como centrarse en todo lo positivo que ese niño o niña ha aportado a la familia que lo ha adoptado. Y hay personas que sí quieren saber de sus orígenes y otros que no y ambas posturas son comprensibles.
Me encanta el olor de la menta recién cortada, gracias por hacérmela recordar con ese abrazo.
Besos
Bom dia, parabéns pelo belo texto, o amor transmitido aos filhos é relativo, o amor dos pais é dado conforme a personalidade de cada um dele, não significa que cada um dá menos ou mais amor, que o amor sentido seja menor ou maior que o outro, não tem que ser efusivo para ser mais amor, de uma um ou de outra maneira, é amor, apenas é amor.
ResponderEliminarFeliz domingo e semana,
AG
Bom dia Existe Sempre Um lugar.
EliminarTienes razón que lo que importa es el amor, transmitir a los hijos ese amor con la generosidad que lo hacen los padres.
Me alegra que te haya gustado la continuación del relato.
Saludos y muchas gracias por tus palabras.
Es difícil juzgar a las personas implicadas en este densísimo texto. Me ha llamado la atención que digas que la madre biológica de Carla la quería puesto que decidió tenerla. ¿Qué pasa? ¿Que el aborto no es un acto de amor? Yo estoy segura de que, en muchas ocasiones, lo es. Por otro lado, no sabemos los motivos de la madre biológica para no querer ver a Carla, con lo que desconocemos por completo si dichos motivos están o no justificados. Imaginemos, por ejemplo, que vive una situación de necesidad y que su único sostén económico es su marido con hijos, quien a su vez le prohíbe terminantemente ver a Carla. No solo estamos juzgando, sino prejuzgando. En cuanto a Carla, la comprendo. Todo hijo adoptivo siente la necesidad más o menos imperiosa de conocer a sus padres biológicos, pero, si como Carla, sabe reconocer a tiempo que el verdadero amor viene de la mano de sus padres adoptivos, miel sobre hojuelas.
ResponderEliminarMe ha gustado y sorprendido el relato. No pensaba que iba a tomar esta deriva tan, tan interesante. Enhorabuena.
Besos, Conxita.
Hola Sara es un tema con muchísimos matices y desde luego en el que cada una de las partes tiene todas sus razones y que daría para muchas conversaciones.
EliminarRosa dice que a su manera la madre biológica la quería porque la dejó nacer y sí mi protagonista se pone del lado de su amiga porque cree que la necesita, porque en ese momento necesita ver algo positivo en ese desarraigo que ella siente.
Como dices se puede entender que Carla quiera conocer a su madre biológica y también se tiene que entender que su madre biológica no quiera conocerla, es así y seguro que cada una intenta hacer lo mejor para cada una de ellas. Desde luego lo que sí me parece es que la biología no hace a uno madre o padre, son otras muchas cosas que mi protagonista sí ha tenido.
Tal y comenté en un momento me planteé hacer el relato también con la otra parte, intentar dar voz a esa otra parte, a la madre biológica, igual lo intento.
Nadie tiene la razón absoluta ni está en posesión de toda la verdad, generalmente porque la verdad también es algo muy relativo y particular para cada persona, por eso como dices los juicios son peligrosos.
Me alegra que te haya sorprendido, al final lo que importa es tener cerca a un buen o buena amiga con la que se pueda hablar de todo aquello que nos está preocupando porque ya dice la sabiduría popular que las penas compartidas son menos pesadas.
Besos y feliz semana
Sigo reiterándome que, sobre todo, es un homenaje a la amistad. ¡Pedazo de amiga!
ResponderEliminarSobre lo humano-social... debe ser agobiante no saber la procedencia, las causas, los por qué..., así que en cierta medida entiendo que con las hormonas revolucionadas por el embarazo (y aunque no lo estuviera), se hiciera cientos de preguntas.
Sobre la parte literaria me ha encantado, Conxita, como has utilizado la ficticia lectura de las hojas de te como una herramienta para contar.
Los diálogos se te dan de lujo.
Besos y abrazos.
Sí estoy contigo Isabel que el relato es un homenaje a la amistad y como bien dice la sabiduría popular quien tiene un amigo tiene un tesoro y es que cuando compartes lo que sea con un amigo o una amiga todo parece que es más fácil de llevar.
EliminarEl momento del embarazo es una etapa de grandes cambios y algo que parece que se llevaba bien en ese momento surgen un montón de preguntas que se quieren resolver, con ese hijo imaginado también surgen las preguntas sobre el tipo de madre que se será, no se trata de buscar ser la madre o el padre perfecto porque la perfección no existe y qué miedo si existiera, se trata de querer a los hijos e intentar hacerlo lo mejor posible y mi protagonista ha tenido buenos modelos que no son los de la biología.
Se recomienda hablar con los hijos sobre sus orígenes, explicarles desde el principio y estar abierto a sus preguntas y a sus ganas de saber, que se quiera saber no significa que se deje de querer o se quiera menos a los padres adoptivos y también los hay que no quieren saber, lo importante como siempre es que se tengan opciones para escoger.
Gracias, las hojas del té y toda la filosofía que hay detrás de la preparación me sirvieron para que Carla se sosegara, se sintiera lo suficientemente tranquila para empezar una conversación porque las respuestas estaban todas en ella.
Te agradezco mucho tus palabras.
Un beso y feliz semana
Muy buen cierre Conxita. A la belleza formal de la primera parte le has agregado ahora hondura psicológica. Te has internado en la profundidad de los diálogos para sacar a luz ese interior de Carla. Créeme que la entiendo. Una vez le oí decir a mi abuelo italiano : "Il sangue non è acqua", la sangre no es agua, claro. De allí el fervor de la jóven muchacha. Lo he leído con interés y me gustó mucho. Un beso. Que pases bellos (y primaverales) días.
ResponderEliminarMuchas gracias Nestor, me alegra que te lo haya parecido y que te gustara.
EliminarQué bueno ese Il sangue non è acqua no lo había escuchado, gracias por dármelo a conocer pero estoy segura que estás de acuerdo conmigo en que no es solo eso lo que nos hace sentirnos unidos a las personas, hay mucho más que la genética o la biología, y es esa crianza, ese amor dado día a día, ese estar a tu lado en los buenos y en los momentos menos buenos y eso se lo dan sus padres adoptivos.
Muchas gracias por esos buenos deseos, por aquí la primavera nos está regalando un tiempo de lo más revuelto como tiene que ser la primavera.
Que tengas unos felices días.
Besos
Puede que el azar nos diera unos padres pero, tal vez, todos seamos hijos de quienes nos amaron.
ResponderEliminarMuy cierto Soros y qué bien lo has dicho.
EliminarSiempre es el amor el pegamento más fantástico. ¿Qué no se hace por amor a los hijos?
Un abrazo y muy feliz semana
La capacidad de querer, cuidar, educar y dejar nuestros pequeños egoísmos para dedicar nuestro tiempo y nuestro esfuerzo al niño es lo que nos convierte en padres. La biología es lo de menos porque no se es padre o madre por haber podido engendrar sino por haber sabido amar.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Conxita.
Un beso
¡Qué bien definido Ambar! Es así, querer, cuidar, educar, dedicar tiempo y esfuerzo a los que queremos y sin que cueste, porque sale de muy dentro.
EliminarLa biología es la biología, ser padre o madre es otra cosa, mucho más importante.
Me alegra que te haya gustado, gracias por decírmelo.
Besos
Es un tema que siempre he tenido muy claro porque además he visto un caso muy cercano en la vida real. Comparto totalmente el mensaje que se deprende de tus letras. Un besazo Conchita, fantástica como siempre.
ResponderEliminarHola Natalia la adopción durante muchos años ha sido un tema del que no se hablaba abiertamente, lleno de prejuicios y algunas malas prácticas que todos hemos leído o escuchado en los medios de comunicación. Cada vez más nuestras sociedades son más abiertas y hay muchos niños adoptados, de aquí o de más allá y lo que importa es el cariño que se le da a esos niños y eso no tiene nada que ver ni con la genética ni con la biología.
EliminarHay personas que sienten la necesidad de conocer sus orígenes y otros que no la sienten, lo que importa siempre es la posibilidad de elegir.
Me alegra que te haya gustado.
Besos enormes
Me ha sorprendido la continuación del relato. Parecía que iba a ser un tema más ligero y ha resultado de mucha profundidad y dolor... Nunca hubiera imaginado esa continuación y tampoco el desenlace, porque esperaba que se supiera quién era la madre, he saltado de una monja a otra o incluso a la amiga, si tuviera edad suficiente... Muy interesante. Da para muchas reflexiones y conversaciones.
ResponderEliminarPero... ¡al final nos hemos quedado sin lectura de hojas de té!
Jajaja MJ ¡¡¡Esa lectura de las hojas de té!!!
EliminarMe parece que Rosa tenía muy claro que su amiga tenía ya todas las respuestas, solo necesitaba calmarse y eso con un buen té y la compañía inmejorable de una buena amiga era lo que necesitaba.
Es cierto que es un tema que da para muchas reflexiones y conversaciones que me encantaría tener, hay tantas historias como personas adoptadas y familias que adoptan y la continuación podría haber sido muy distinta.
Creo que Carla también hubiera querido saber quién era su madre biológica pero la madre biológica también tenía sus derechos.
Recuerdo que hace ya muchos años cuando se hizo popular un programa de televisión fueron muchos los que se preguntaron por sus orígenes, algunos de forma cierta y otros fantaseaban con progenitores que les hubieran gustado tener, pero siempre explicaron que se respetaban las decisiones de las personas y para poder conocerse tenían que estar ambas de acuerdo (progenitor e hijo) y cuando una de ellas no quería, no era posible, porque como pasaba en el relato, la madre biológica también tiene sus derechos.
Espero que a pesar de la sorpresa y dejarte sin la lectura de las hojas del té te haya gustado.
Besos
Te dejo un enlace por si te apetece leerlo sobre la adivinación de las cartas
Eliminaraquí
Besos
Sí, me ha gustado.
EliminarConxita, no se me abre el enlace. Me sale que no encuentra la página :-(
Uy no sé qué le pasa al enlace, funcionaba hasta que lo puse. Si copias esta dirección en el navegador te saldrá el relato, se llama La de las cartas.
Eliminarhttps://enrededandoconlasletras.blogspot.com/2017/02/de-sopeton-la-pregunta-de-elsa.html
Ya me dirás qué te parece.
Besos
¡Por fin he podido leerlo, Conxita! Muy interesante, con un final sorprendente :-) ¡Un plan perfecto! Pero en lugar de tirarle la foto de Alberto a la cara, le tenía que haber tirado las cartas... ¡Muy buen final! Para hombres así es mucho mejor estar sola... Seguro que las dos se lo pasaron en grande en ese viaje que nunca podían hacer, seguro que por culpa de sus respectivas parejas...
EliminarMe alegra que te haya gustado MJ. Muchas gracias por haberlo leído.
EliminarSeguro que estaba mucho mejor sin él porque hay personas que cuanto más lejos mejor, aunque al principio duela después una se da cuenta que no valen la pena.
Besos
Hola, Conxita
ResponderEliminarLa maternidad le despertó sentimientos que antes desconocía. Y aunque sea injusto y absurdo, tiene el derecho de averiguar, la razón, motivo, circunstancia de ese abandono.
Menos mal que Rosa, la hizo reflexionar y tomar la mejor decisión. Me quedo en suspenso, tambien me gustaria saber si en realidad sabía leer las hojas de té!
Magnífico final, que disfrute hasta el final.
Bso
A mi me parece que igual sí sabía leerlas pero ¿te parece que las hojas del té le hubieran dado otras respuestas Yessy Kan?
EliminarParece que su amiga sabía que todas las respuestas estaban en ella, simplemente estaba desconcertada y confundida porque se interrogaba sobre qué tipo de madre quería saber y tenía el mejor modelo muy cerca, el de su madre, la que realmente le hizo de madre.
Carla tenía todo el derecho de saber y la madre biológica también tenía el derecho de no querer conocer y aunque a mi protagonista no le guste es así, también tiene derechos.
Me alegra que lo hayas disfrutado a pesar de esas fallidas adivinaciones con las hojas del té. Me lo apunto para un próximo relato.
Aunque estoy pensando que si te apetece escribí un relato sobre la adivinación de las cartas
aquí
Besos
Yessi Kan te dejo de nuevo la dirección del relato porque no funciona el enlace que puse y no sé el motivo porque en principio funcionaba.
EliminarEn fin si te apetece leerlo, copia la dirección en el navegador y esta vez tendría que aparecer el relato que comentaba.
https://enrededandoconlasletras.blogspot.com/2017/02/de-sopeton-la-pregunta-de-elsa.html
Un abrazo
Ha tenido una gran suerte al contar con unos padres maravillosos que la han cuidado con todo cariño.
ResponderEliminarTriste saber la verdad pero un gran consuelo haber estado en tan buenas y afectuosas manos.
Un estupendo y profundo relato.
Un beso.
Hola Amalia como bien dices es triste saber la verdad pero ha tenido la suerte que otros muchos, biológicos o no, no tienen, ha sido querida y ha estado en muy buenas manos y eso al final es lo que hace que uno sea o no un buen padre o madre.
EliminarGracias por tus palabras.
Besos
Supongo que toda persona que es adoptada tiene esa necesidad de preguntarse algún día por sus padres biológicos y sobre todo ese escalofriante "¿Por qué?", como si la persona en cuestión fuese la culpable de la decisión de las personas que la trajeron al mundo.
ResponderEliminarUn relato muy natural y sencillo para explicar una compleja realidad.
Un fuerte abrazo, Conxita.
Hola Ziortza ciertamente ese sentimiento de culpabilidad lleva a la protagonista a preguntarse si hubo algo malo en ella, es ese miedo que puede darse en algunos a haber sido los responsables. No se trata tanto de buscar culpables sino que en su proceso de maternidad necesita cubrir esos huecos.
EliminarTodos nos preguntamos en algún momento sobre nuestra identidad y muchas veces nuestra propia familia nos devuelve las respuestas. Los menores adoptados tienen un pasado, una historia previa a la vida en familia, en la
que iniciaron su existencia, su identidad y puede ser que sientan un vacío en su pasado porque creen que no hay nadie cerca que ayuden a completar sus vivencias. Mi protagonista en su proceso de identidad siente que hay un agujero en su pasado, un hilo discontinuo, algo esencial se rompió y empezó una nueva vida. Hay veces en que se necesita iniciar esa búsqueda y completar eso que falta y otras veces en que no es necesario porque aquello que se busca ya se tiene como le pasa a Carla.
Sí, ese ¿por qué? es durísimo.
Besos
Por un momento he pensado que la madre era la monja.
ResponderEliminarCreo que yo también me haría esa pregunta. No sé, imagino que con el tiempo iría perdiendo angustia, aunque al principio me produjera una impresión considerable.
Queda muy acertadamente hilada, Conxita, con la primera parte. La sorpresa.
Abrazos.
Muchas gracias Ignacio podría ser la monja, ¿quién sabe? Hay tantas historias alrededor de las adopciones, las que han sido y las que se han imaginado.
EliminarRecuerdo que en la época de un conocido programa que buscaba a los padres biológicos tenía una compañera que trabajaba en el tema y me decía que acudían muchas personas fantaseando y fabulando sobre sus orígenes y también se puede entender, a veces si se endulza una realidad igual hasta duele un poco menos.
Dicen los expertos que la herida del menor adoptado no es la adopción sino el abandono y ese sentimiento puede generar soledad, rabia, incomprensión. El sentimiento de abandono afecta directamente al vínculo y a la autoestima. Cuando una persona crece pensando que quien le dio la vida lo abandonó,
piensa que es alguien abandonable, le hace desconfiar de los vínculos, a cuestionarse e incluso a pensar que todo vínculo que establezca puede romperse.
Mi protagonista afortunadamente tiene una amiga que le hace hablar de aquello que le preocupa y recolocar los sentimientos y los afectos.
Un abrazo
Si no tenía ninguna duda en el primer capítulo de que Rosa era una buena amiga, de esas que son ángeles, ahora ya me lo acabas de confirmar. Su empatía, comprensión y afecto han quedado patentes. A la que no entiendo tanto es a Carla, quizás porque es más difícil ponerse en su piel. Podría comprender más su curiosidad que su necesidad de conocer a ese alguien que ni siquiera ha visto. Yo pienso como le dice Rosa: padres son los que te cuidan y velan por ti.
ResponderEliminarPreciosa historia, Conxita.
¡Qué bé que escrius, amiga!
Besets en la distància que s'acurta ;-)
Chelo Es que es una muy buena amiga y ¡qué gusto da tener esas amigas!
EliminarCarla está en un proceso de mucho cambio como es un embarazo, un momento muy íntimo, que le lleva a interrogarse sobre el tipo de madre qué quiere ser para su hijo y ahí es inevitable que busque en su pasado y en ese pasado hay espacios interrumpidos, desconocidos que le gustaría llenar. Eso no es que cuestione a sus padres adoptivos sino que intenta rellenar esos huecos que no ha tenido pero su amiga le recuerda qué significa ser padre, ¿dar la vida, o criar y sentar las bases para el desarrollo del hijo? Padre es quien cuida (con todo su significado),quien ama, quien cría, quien convive con el hijo. Engendrar no nos hace padres si no hay una continuidad.
Gràcies per les teves paraules bonica i sí ben aviat ens veiem.
Petonets
Que bello mensaje transmite tu relato, Conxita.
ResponderEliminarLa vida no siempre nos trae aquello que queremos pero sin duda nos trae lo que necesitamos aunque no lo entendamos.
Es importante para Carla cerrar ese capítulo de su vida y comprensible que quiera conocer a su madre biológica puesto que ella va a ser madre y ahora siente...
Suerte de Rosa, una gran y buena amiga que la hizo ver el lado bueno de su vida y lo afortunada de ser parte de la familia que la quiere como hija y lo demás, poco importa.
Un final precioso, conciliador y emotivo.
Bonito escrito.
Un beso.
Mila eres una poeta, vaya preciosidad de frase. La vida no siempre nos trae aquello que queremos pero sin duda nos trae lo que necesitamos aunque no lo entendamos, esa aceptación de las cartas que nos han tocado en suerte, qué igual no son las mejores pero se trata de sacarle el mejor partido posible a las que tenemos. Eso sí es un gran mensaje querida amiga.
EliminarSí, para la protagonista es importante cerrar ese capítulo, olvidarse de culpabilidades y no pensar que hubo algo en ella que provocó el abandono, pasó y fue afortunada porque para ser padres hay que hacer mucho más que engendrar a los hijos. Esa búsqueda de la identidad se da en muchas personas adoptadas y eso no significa que no estén felices con sus padres adoptivos pero tienen curiosidad por rellenar esos huecos, de esa vida que dejaron atrás pero los padres biológicos también pueden tener sus razones para no querer abrir esas puertas que dejaron atrás, aunque sea difícil de entender pero pueden haber muchas razones.
Gracias por tus palabras.
Besos
Qué bonita continuación. La verdad es que debe de ser difícil saber que te adoptaron, aunque supongo que cada caso es diferente. Imagino que también habrá casos a la inversa, la madre que se arrepiente tiempo después y el hijo o la hija que No quiere saber nada. Sea como sea, lo importante es saber pasar página.
ResponderEliminarQué gran personaje es Rosa y que gran amiga!
Me ha encantado la manera de abordar este tema tan delicado!
Un besito guapa :)
Hola Maria hay muchos casos, muchísimos y sí también hay los de madres que se arrepienten y son ellas las que inician la búsqueda de ese niño o esa niña que dieron en adopción, voluntariamente o engañadas y también hay situaciones en las que son los hijos los que no quieren conocer a sus madres o padres, todos tienen sus miedos, sus dolores y sus razones.
EliminarEse pasar página a veces es lo que más cuesta y quedar anclado en el dolor y en lo que pudo haber sido no permite avanzar, mi protagonista tiene una oportunidad para ser la madre que quiere ser, no la madre perfecta sino la mejor madre posible para su hijo o hija desde el amor.
Me alegra que te haya gustado. Gracias por decírmelo.
Besos
Yo conozco dos casos de padres adoptivos, y uno de ellos en mi propia familia, y hasta que esa niña, hoy mujer, no ha dado con su verdadera madre, no ha descansado, porque desde que se enteró, ya muy mayor, empezó a rondarle por la cabeza de que podía ser una "niña robada", una vez aclarado con su legítima madre, y aunque se siguen llamando por teléfono, tiene claro que a quienes quiere son a sus padres adoptivos, que le han regalado una vida llena de amor y cariño. Es más, me ha dicho en confianza, en varias ocasiones, de que por su madre biológica, no siente absolutamente nada, y ni quiere intentar acercarse más a ella, por el daño que les puede hacer a quienes la criaron y educaron.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta segunda parte.
Un abrazo.
Hola Manuel muchas gracias por compartir esas experiencias, te lo agradezco mucho.
EliminarEsa búsqueda del padre o la madre biológico no quiere decir que se esté cuestionando lo que estas personas sienten por sus padres adoptivos, para nada, hay curiosidad, se quiere saber, el hijo adoptado tiene que hacer su propio duelo por esos padres perdidos, por la relación que pudo ser y no fue y eso como en el caso de la persona que comentas no quiere decir que sientan algo por su madre biológica, no busca una madre porque ya la ha tenido en la adoptiva, busca completar esos huecos en su pasado.
Comentaba que en la época de un famoso programa televisivo sobre la búsqueda de personas adoptadas tenía una compañera que trabajaba en el tema, que recibía a las familias y explicaba que había mucha fabulación en torno a los motivos de la madre para darlos en adopción y se acostumbraba a buscar aquello que dolía menos, si era robada realmente no había sido abandonada.
Me alegra que te haya gustado esta segunda parte, gracias por venir y decírmelo.
Un abrazo
Ay, que belleza de relato... El amor... Los padres y el amor por sus hijos... Como estos responden... Precioso todo, amiga
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra que te haya gustado Ildefonso y sí el valor del amor de los padres y los hijos y el valor de la amistad que nos ayudan a sobrellevar todos los momentos y es que algo compartido parece que ya cuesta menos.
EliminarUn abrazo
Hola, Conxita. No he leído los comentarios que preceden al mío porque, en primer lugar, no suelo hacerlo para evitar que me influyan, y en segundo lugar porque son un mogollón, jajaja. Así pues, si lo que digo ya ha sido expuesto por otros compañeros, lo siento, jeje.
ResponderEliminar¿Qué decir sobre la adopción y la necesidad del adoptado de conocer a sus padres biológicos (en este caso la madre)? Entiendo esa necesidad, sobre todo por saber los motivos que llevaron a esa donación. Muchas madres se han visto obligadas a entregar a su hijo/a por diversas circunstancias y la mayoría de las veces contra su voluntad. En este caso concreto, el hecho de que la madre biológica rechace conocer a su hija resulta ya extraño, hasta el punto que mientras leía me he planteado la posibilidad de que la explicación de la monja fuera un embuste y lo que hubo detrás de esta supuesta adopción consentida en realidad fue un robo de un bebé. ¡A cuántas madres solteras les fueron arrebatados sus bebés recién nacidos, argumentando que habían nacido muertos, para entregárselos a padres que, muchos de ellos ignorantes de la verdad, estaban dispuestos a pagar lo que fuera necesario con tal de tener el hijo que no podían concebir!
Como supongo que no sabremos la verdad que se esconde tras esta historia, me quedo con esta posibilidad, aunque no sea la más optimista, pero que desde luego cambiaría la percepción del caso.
Un relato entrañable y muy bien narrado.
Un abrazo.
Hola Josep Ma seguro que no ha sido expuesto por otros compañeros, es tu opinión y esa es única, así que gracias por compartirla.
EliminarHay muchas historias en las adopciones, desde esas madres que se vieron obligadas a dar en adopción a sus hijos por situaciones económicas complicadas, por el qué dirán, por prejuicios, y también las hay que decidieron que igual no era su momento, que no se sentían preparadas o que su situación seria muy compleja, qué sé yo, seguro que podríamos escribir miles de historias con vidas muy distintas.
Aunque parece que fuera hace mucho, la maternidad fuera del matrimonio estaba muy mal vista y no fueron pocas las mujeres que se vieron "obligadas" a dar a sus hijos en adopción, olvidar esa circunstancia y que no quieren volver a abrirla ni siquiera para conocer a sus hijos. En otros casos como bien dices fueron engañadas con muertes que no lo fueron y bebés vendidos a padres deseosos de tener un hijo que como bien dices no podían concebir, o esas guerras cruentas en las que a los vencidos también se les arrebataba a sus hijos y desaparecían en adopciones que nunca más se supieron y en las que aún hay tantísimos familiares que siguen buscándolos... Hay tantas historias y sí, también había madres que como la de Carla no querían conocer a sus hijos, puede resultar muy difícil explicar eso a una familia que no ha sabido nunca nada de ese primer hijo.
Me gusta que te quedes con esa percepción más positiva que puede ser tan posible como cualquier otra. De hecho esa es la gracia también de la lectura, de que los personajes dejan de ser de quiénes los escribimos una vez se publican, son de cada uno de nosotros que como lector les damos las oportunidades y la vida que queramos.
Me alegra que te haya gustado.
Besos
Está bien el querer conocer nuestra procedencia, nuestro origen. Pero en el empeño pueden caer muchos arquetipos, muchos ideales; entonces puede ser peor el remedio que la enfermedad.
ResponderEliminarNo lo llamo conformismo, lo llamo aceptación. Y por ello debemos agradecer lo que tenemos y somos gracias al camino que el "destino" las "causalidades" o los "Hados" nos han ido trazando como sin querer.
Estoy de acuerdo con lo de que la maternidad no solo consiste en engendrar y parir, y que son más padres aquellos que regalan amor y arropan con su ternura al ser amado.
Precioso relato en dos partes. Ahora a tomar un café, el té con leche en todo caso.
Un besazo querida amiga.
Hola Francisco es cierto que cuando se busca y se descubre puede pasar que no nos guste lo que se encuentra, pero se puede entender esa curiosidad por la identidad, por completar esas partes que no se conocen y eso no implica para nada que no valoren a sus padres adoptivos. Pero son situaciones complicadas para hijos y para padres que se sienten cuestionados pero no lo están, simplemente están completando partes de ellos mismos.
EliminarEn el caso de mi protagonista su madre biológica no quiere conocerla y es el momento de dejarlo atrás, de centrarse en aquello que sí conoce y en el tipo de madre que ella quiere ser para su bebé y hacerle de madre desde el amor, desde estar a su lado, apoyarla en los buenos y en los momentos menos buenos, ese estar que es fundamental.
Me alegra que te haya gustado y que ese café, té o lo que sea te haya sentado muy bien y estoy segura que sí porque lo que importa no es la bebida sino estar en compañía de personas que quieres y que te quieren y que lo hacen todo mucho mejor.
Un beso enorme
Un relato que sobre todo me ha parecido muy humano, Conxita. ¿Quién no querría conocer a sus padres biológicos? Eso no afecta a los sentimientos para con los adoptivos, pero ese deseo por conocer tu pasado, es algo perfectamente comprensible. Y más cuando uno atraviesa un momento vital como la maternidad.
ResponderEliminarUn fantástico relato, entrañable diría en su mensaje y puesta en escena. Un abrazo!!
Es así como dices David esa curiosidad por los orígenes no implica que disminuya ni una pizca el amor por los padres adoptivos sino que es como bien dices conocer el pasado, completar esos huecos que están ahí, que pasaron, esas preguntas sobre ese embarazo que no ha sido compartido, esos primeros momentos al nacer, esas partes de la historia personal que no se conocen, es sobre todo eso que también se interroga la protagonista, sus propios orígenes y ese miedo a haber fallado a su madre biológica.
EliminarEl hijo adoptivo no busca unos padres cuando está pensando en el pasado biológico, está buscando completarse, llenar un vacío en su historia.
Muchas gracias, me alegra que te haya gustado.
Un abrazo
No me puedo imaginar lo duro que tiene que ser que tu madre biológica se niegue a conocerte. Entiendo que detrás de cada historia y de cada decisión hay un porqué, pero no deja de preguntarse uno, en este caso, el por qué del rechazo. De cualquier modo, creo que Rosa ha aconsejado bien a su amiga. Al final importan los hechos, no los lazos biológicos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ha de ser durísimo Sofia porque es de nuevo volver a sufrir por ese abandono y toda la rabia, la incomprensión que ese hecho significa.
EliminarDetrás de esa decisión de la madre biológica pueden haber muchos porqués, salió en la prensa el caso de una persona a la que su madre biológica se negaba a conocer y ella insistió incluso en un programa de televisión para acabar descubriendo que había sido engendrada tras una violación y su presencia era un recuerdo traumático para su madre biológica.
Desde luego como dices importan los hechos y no tanto la biología.
Un abrazo
Cierto lo que comentas Julio David, protegerse para evitar ser herido.
ResponderEliminarLa herida del menor adoptado es el abandono. Grinberg dice que haber sido abandonado en la realidad (no en la fantasía) provoca dolor y rabia, y mantiene el peligro actualizado de un nuevo abandono, con la ansiedad de que ello pueda ocurrir. Es decir, no sólo existe la pérdida ocurrida sino la angustia de que pueda repetirse.
Mi protagonista en un momento vital muy intenso, quiere rellenar huecos, se interroga sobre el modelo de madre, se confunde creyendo que la genética nos hace ser padres pero es afortunada porque tiene a una amiga cerca que la sostiene en ese dolor, que la ayuda a expresar esa rabia, que acaba recolocando y descubriendo que sí tiene modelos de madre muy cerca.
El té sirvió para calmarla, relajarla y dejarla expresar todo aquello que tanto le dolía.
Un abrazo
A veces solo se trata de escuchar a alguien decir algo de lo que ya estamos seguros. Tiene que ser duro tanto para la hija como para la madre, aunque esa es otra historia que no se si algun día nos contarás...
ResponderEliminarPetonets.
Como dices David a veces necesitamos que otro diga lo que ya sabemos.
EliminarEl abandono y el abandonar ambas muy dolorosas para aquellos que las sufren.
En este relato conocemos el dolor de la abandonada pero no sabemos qué motivos hay detrás de esa negativa de la madre, qué historia se contó, sus motivos y su decisión. Hay madres que fueron engañadas, otras que se arrepintieron y que han buscado a sus hijos biológicos, hay tantas historias. Justo en el libro que estoy leyendo en estos momentos hay una frase terrible, cargada de tanto dolor, en la que se dice Mis padres mataron a mis padres y es justo eso, sobre las desapariciones y adopciones en Argentina, detrás de cada adopción hay un mundo de soledad y en muchos casos de dolor.
Petonets
Desde el principio tuve la sensación de que era hija de la monja. Vete a saber!!!
EliminarEra otra posibilidad muy interesante David.
EliminarBesos
Hola, Conxita:
ResponderEliminarMe he leído las dos entregas de "Las hojas de té" y las dos me han gustado mucho. La primera sobre todo por lo bien que presentas el ambiente de olores y sabores de esa tiendecita especializada en el té, todo un cúmulo de sensaciones que logras transmitir. Y la segunda fundamentalmente por el asunto que plantea, el del adoptado que desea conocer sus orígenes biológicos. Es cierto que el adoptado piensa que fue abandonado porque su madre no lo amaba. Y no, al chico o chica hay que decirle que por el contrario la madre que lo entregó en adopción demostró con ello su amor o al menos sensibilidad humana dado que podía haberse deshecho de su embarazo de otras mil maneras; por el contrario ella decidió seguir adelante con la gestación y no interrumpirla y eso, ese niño es algo que siempre deberá de agradecer a esa madre que legítimamente podría haber escogido otras soluciones. Luego está el otro lado: ser padres no consiste sólo en parir, que también, sino en estar ahí durante los años de niñez de ese ser, en educarle, en amarle y que se sienta amado... Todo eso es ser padres.
Afortunadamente Carla entiende a su amiga Rosa y sobre todo debe de entender que su madre biológica tiene perfecto derecho a no querer reencontrase con su pasado y de ese pasado, lo quiera o no, forma parte ella. Todos tenemos derechos, su madre biológica también. Como digo Carla ha entendido perfectamente que sus auténticos padres han sido y lo son Lola y Mario que siempre han estado ahí dándole amor y proveyendo lo necesario para que su vida futura sea la mejor de las posibles.
Me ha llegado muy adentro tu relato, Conxita.
Muchos besos
Me alegra que te haya llegado mi relato Juan Carlos.
EliminarEn toda la primera parte intenté que la simbología y la filosofía del té impregnaran a la protagonista. Me gustó mostrar ese slow que está tan de moda y que el té representa tan bien con ese calmar emociones,olvidar el tiempo y disfrutar de los otros a través de la preparación y de la degustación del té mientras mi protagonista se va relajando poco a poco para poder contar todo aquello que le duele.
La segunda parte es esa búsqueda de la identidad en un momento de muchos cambios como un embarazo, en el que todo se descoloca y se buscan respuestas que igual hasta ese momento no han preocupado, Carla se interroga sobre qué madre y se preocupa, su amiga no hace más que devolverle las respuestas que están en ella, que su modelo de madre es la persona que le ha hecho de madre que no es la biológica, ese y amar a su hijo o hija.
Estoy contigo que en las adopciones siempre se tiene que valorar lo positivo, en este caso ese hecho que la progenitora decidió seguir con el embarazo y dejar que tuviera una buena vida como la que ha tenido, ella lo sabe y por eso no necesita las hojas del té sino solo la compañía de una buena amiga que le dice lo que ella ya sabe.
Ser padres es mucho más que dar la vida a un bebé.
Muchos besos también para ti.
Hola Conxita,
ResponderEliminarMuy buena continuación.
Por una parte veo a Carla como a una chica egoísta, que no es consciente de lo afortunada que ha sido al ser adoptaba por unos padres que la han querido y cuidado. Pero por otra, entiendo que su mundo se desmorone, está embarazada y no comprende las razones por las que su madre biológica la abandonó; ya que ella no lo haría. El rechazo y la incomprensión de un abandono debe ser terrible.
Suerte tenemos de tener buenos amigos que nos hacen ver las cosas cuando más ofuscados nos encontramos.
Un beso.
Hola Irene mi protagonista está confundida, parece que sus preguntas responden a la curiosidad por esos orígenes, por saber y no porque no quiera a sus padres adoptivos.
EliminarEn la vida de una persona adoptada hay vacíos que algunos necesitan llenar con el conocer, saber por qué y si en ellos había algo malo que los hizo ser responsables del abandono.
Mi protagonista está desconcertada, su embarazo la hace consciente de sus sentimientos, de la conexión con esa criatura que aún no ha nacido y de la que se siente íntimamente unida y entonces es cuándo se pregunta por esos motivos. Es muy doloroso el abandono y el rechazo pero tiene la suerte de poder contar con una buena amiga que le hace recordar lo afortunada que ha sido, algo que ella ya sabe. La biología no garantiza que uno sea un padre o una madre, hay mucho más que solo los genes.
Muchas gracias por tus palabras.
Besos
Ciertamente los padres son los que crían, los que educan, los que dan amor, los que nos acompañan a la edad adulta y una vez llegados siguen acompañándonos, y no los que solamente engendran. Comprendo no obstante que la inminente maternidad de tu protagonista le provoque ese dolor de sentirse rechazada por su madre biológica y necesite respuestas sin saber si quiera si esas respuestas tal vez le produzcan más dolor. Respecto a la madre biológica no conozco sus circunstancias y por lo tanto no la juzgo.
ResponderEliminarBesos
Cuánta razón tienes Lorena la protagonista ni siquiera se para a pensar que las respuestas pueden volver a hacerle daño, ella puede querer saber pero la otra parte tiene todo el derecho a no querer conocer y es así. La maternidad es un momento de muchos cambios, de emociones, de dudas y miedos y para una persona que ha sido abandonada es un momento muy duro, hay muchas emociones dormidas que aparecen y vuelven a doler.
EliminarJuzgar no parece adecuado casi nunca porque ¿quién nos otorga el papel de juez? ¿Acaso sabemos todas las circunstancias? ¿Quiénes somos para juzgar? Como dices nos faltan elementos, no sabemos qué le pasó a esa madre, sus motivos para tomar esa decisión y sus motivos para no querer conocerla. Hay muchas historias y mucho dolor en ambos lados de las historias, mi protagonista ha podido tener una buena vida y seguro que le dará una bonita vida a su bebé.
Besos
Muy bueno tu relato. Es un tema muy delicado, actual y siempre vigente. La adopción es un acto de amor tan grande. Para mí, son heroes, ya que le dan una familia a tantos niños que están necesitados.
ResponderEliminarConozco muchos casos de adopción.
Besos
Muchas gracias Karin.
EliminarMi protagonista ha tenido la suerte de tener a unos padres adoptivos que la han querido mucho y sí puede ser un acto de amor y una nueva oportunidad para toda la familia.
Ahora es bastante habitual encontrarse con casos de adopción, quizás también porque lo vemos muy natural y ya no es algo que se tenga que esconder y no comentar como hace años que no se decía ni siquiera a los interesados.
Me alegra que te haya gustado.
Besos
Excelente relato....... llega un momento en que se desea saber quien es la madre biologica ..... un tema muy delicado para las personas que la han criado y amado .... pienso que es mejor no saber quien fue. Un gusto leerte...saludos
ResponderEliminarHola Sandra ese querer saber está ahí en la construcción de nuestra identidad cuando se es adolescente y uno intenta reivindicarse, construirse a veces alejándose de lo conocido y buscando en otros. En el caso de las personas adoptadas aún más, hay huecos, trocitos de historia que se quiere rellenar y a veces se fantasea y encontrar la verdad aún es más duro como le pasa a la protagonista.
EliminarMe alegra que te haya gustado, gracias por dedicar tiempo a leerlo.
Saludos
Bom dia, a historia partilha é maravilhosa, ela tem muito com a vida real, a jovem nunca vai esquecer o seu passado, mas, vai agarrar o futuro para o seu filho, para que seja diferente do passado dela.
ResponderEliminarfeliz domingo e semana,
AG
Hola Antonio me alegra que te haya gustado este relato en dos partes.
EliminarEs bonito ese agarrar o futuro para o seu filho y dejar atrás ese pasado, sin remover, solo centrarse en querer a su hijo como la han querido a ella.
Feliz domingo y mejor semana también para ti.
La angustia de esa futura madre llega hasta nosotros a través de tus letras, transmites ese sentimiento de deshubicación que sufre Carla al sentir que le falta una parte de su pasado, por mucho cariño que pudieran darle sus padres adoptivos, supongo que la necesidad de conocer el origen de uno mismo siempre está ahí. Buenos díalogos como ya te han dicho. Me ha gustado Conxita. besos.
ResponderEliminarGracias Jorge.
EliminarEl embarazo es un momento vital de muchos cambios y muchas preguntas. A lo largo de esos nueve meses se imagina cómo será ese bebé esperado mientras se prepara para ser madre y en esa preparación surgen sus preguntas y sus dudas, ¿qué modelo de madre quiere ser? Está confundida y no se da cuenta que tiene un modelo de madre, la que la ha criado.
La búsqueda de la identidad especialmente en las personas adoptadas es algo habitual, se trata de conocer, de completar la historia, esa historia que cualquier persona completa hablando con sus padres, el momento del embarazo, del parto, los primeros meses...Todo eso en muchos casos no se tiene y hay curiosidad por saber. Eso no significa que no quieran ni valoren a sus padres adoptivos sino que necesitan completar su historia.
El siguiente fragmento es la respuesta de una madre adoptiva:
Ser madre y padre significa quereros sobre todas las cosas, cuidaros todos los días, educaros y procurar que tengáis la mejor formación posible, trabajar mucho para que no os falte de nada, privarnos de muchas cosas para que lo tengáis todo, no dormir por la noche cuando estáis enfermos, sufrir con vuestras tristezas y llorar con vuestras alegrías, enfadarnos con vosotros cuando pensamos que hacéis cosas que pueden perjudicaros, etc. Todo lo comprenderás cuando tengas tus propios hijos biológicos o adoptados.
Parir sólo es un accidente genético, ser madre es mucho más.
Esto es ser madre o padre.
Me alegra que te haya gustado.
Besos
Leí los dos capítulos a la vez y de veras que me encantó. Por una parte entiendo a Carla, estoy segura que ama a sus padres, pero también que tenga esa necesidad de saber el por qué de ese abandono.
ResponderEliminarY también me encantó la manera en que le explican el valor que ella tiene independientemente de ser adoptada o no.
Las monjas aparte.
Y dentro del texto me pareció leer entre líneas, pero esperaré a saber si tengo razón si algún día te decides a continuarlo.
Un abrazo grande y felicidades.
Gracias Mariola, se te echa de menos.
EliminarEs como tú dices, que tenga esa necesidad de conocer no significa que no quiera a sus padres. Ese es el miedo de algunos padres adoptivos cuando sus hijos quieren conocer, pero se busca completar esos huecos en la historia personal, satisfacer esa curiosidad y eso no significa ni que se deje de querer ni que se sustituya.
Se recomienda explicar desde el principio la adopción y siempre de forma positiva, poniendo el énfasis en todo lo bueno que ese niño o niña ha aportado a su familia adoptiva.
Es verdad que mientras lo escribía se abrían otras posibles historias, los motivos de la madre biológica, el papel de las monjas en muchas adopciones... Demasiados prejuicios y mucha hipocresía y sí puede ser que más adelante lo continúe.
Muchas gracias por tus bonitas palabras.
Un beso enorme y cuídate mucho.
En mi opinión casi es mejor no saber el motivo por el cual una madre da en adopción a un hijo, puede que saberlo aún nos produzca más dolor y desasosiego. Es un tema tan delicado y profundo que haría falta escuchar a la persona que no quiere saber nada de su hija y sus motivos. Carla ha tenido unos padres excelentes que la aman y amarán a su hijo.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.
Hola Conchi desde luego como dices conocer no siempre da la respuesta que uno espera y puede producir más dolor y muchos no quieren saber nada de esos padres biológicos pero otros muchos sí quieren saber y en ese completar la historia uno debe estar preparado para cualquier respuesta como le pasa a mi protagonista porque su madre biológica también tiene sus derechos. Es como dices no conocemos sus motivos ni para dar en adopción ni para no querer conocer a esa hija.
EliminarEscribía la respuesta de una madre adoptiva a lo que significaba ser madre. Me pareció precioso y por eso lo transcribo:
Ser madre y padre significa quereros sobre todas las cosas, cuidaros todos los días, educaros y procurar que tengáis la mejor formación posible, trabajar mucho para que no os falte de nada, privarnos de muchas cosas para que lo tengáis todo, no dormir por la noche cuando estáis enfermos, sufrir con vuestras tristezas y llorar con vuestras alegrías, enfadarnos con vosotros cuando pensamos que hacéis cosas que pueden perjudicaros, etc. Todo lo comprenderás cuando tengas tus propios hijos biológicos o adoptados.
Parir sólo es un accidente genético, ser madre es mucho más.
Eso ser madre es mucho más.
Besos y feliz semana
Al final la sangre no define. Un besote!
ResponderEliminarHola Rocío como le decía a Conchi en esa respuesta que daba una madre adoptiva, ser madre es mucho más. Parir o la sangre como tú dices no hace que uno sea madre o padre, es mucho más y eso la protagonista sí lo ha tenido.
EliminarBesos y muy feliz semana.
Para el hijo lo peor no es saber que es adoptado
Lo peor es ser rechazado por su propia madre que lo dio y luego de grande, no lo quiso conocer.
Pero como la vida depende de lo que nosotros hacemos con ella....
abrazos
Son situaciones muy duras Recomenzar. De hecho el miedo al abandono es un problema frecuente en los niños adoptados.
EliminarEs habitual y muy comprensible que se quiera saber, que se quiera completar esa parte de la historia antes de sus familias adoptivas pero aunque duela también puede pasar que las otras partes no deseen retomar esa historia, no deseen conocer a esos niños a los que han dado en adopción.
Y sí como bien dices dependerá de nosotros porque la vida depende de lo que nosotros hacemos con ella, me ha gustado mucho la manera tan clara de resumirlo. Es así.
Gracias por tu visita.
Un abrazo
Te cuento conocí a alguien fue adoptado Sus padres lo compraron por dinero. Vivió su niñez odiando a su madre adoptiva viendo en ella lo que él sentía
EliminarSu rebeldía lo llevó a consumir drogas a representar con su apariencia mental y física lo que no aceptaba de la vida que le había tocado vivir. De grande odió a las mujeres amándolas y dejándolas
La vida es extraña mi querida.
Bueno no te doy mas lata Buenas noches
Cierto, la vida es extraña y no siempre parece que reparte sus cartas de manera justa pero depende de nosotros el saber vivir de la mejor manera con lo que nos ha tocado.
EliminarAdopción implica abandono y en el caso que comentas, comercializar con el bebé y desde luego no parece la mejor manera de iniciar una familia pero cada caso es un mundo, es difícil saber qué relación se estableció en esa familia y el daño que todos se hicieron.
Personalmente creo que el odio acaba dañando más al que lo siente que al destinatario, porque el que lo emite acaba siendo prisionero de ese odio como le pasaba a esa persona que derrochó su vida en una venganza que seguramente ni siquiera lo hacía feliz.
Nunca das la lata, me gusta conocer esas experiencias y muchísimas gracias por compartirlas.
Un abrazo
El relato está muy bien narrado y la idea de que la maternidad biológica no hace a la madre es muy cierta. Pero también comprendo el deseo de Carla de conocer a su madre biológica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Laura
EliminarEl deseo de conocer está y es totalmente lícito y a mi me parece que no implica ni un ápice de desamor hacía sus padres adoptivos, simplemente se trata de completar esos trocitos de historia personal. La búsqueda a veces implica consecuencias que no gustan, que duelen y mucho como la de la madre biológica de no querer saber ni conocer.
A pesar de que se habla mucho de la sangre y la genética, no todo es eso, hay mucho más para ser padres o formar una familia.
Un abrazo
Creo que debe de ser impactante enterarse de que las personas que te han criado no son tus padres biológicos, aunque para mí un padre o una madre es quien te acompaña en el camino de la vida, el que vela por ti y te ayuda en los malos momentos o quien comparte tus alegrías.
ResponderEliminarEntiendo la frustración de Clara, tiene que ser muy doloroso saber que tu madre biológica no quiere ni conocerte, pero me alegra que decida centrarse en lo que de verdad importa, en la gente que la quiere y sabe que siempre va a responder.
Francamente, no sé qué haría en su situación. Tu has tratado el tema con mucha delicadeza, me ha encantado el relato.
Un beso enorme, Conxita
Muy impactante Chari por eso se recomienda ir haciéndolo de forma progresiva, cuando los niños son pequeñitos ir contándoles la adopción. Los niños irán haciendo preguntas y es importante contestarlas desde la naturalidad sin cargas negativas incluso las que sean más duras.
EliminarDespués puede pasar que quieran conocer más o no y también es necesario apoyarlos en esas decisiones. El querer saber no implica deslealtad, no implica que no se quiera sino como le decía a Laura, hay una curiosidad lógica por conocer los orígenes, por saber esa parte de la historia que se desconoce. Lo es en todos los casos y especialmente en las personas adoptadas.
Me alegra que te haya gustado el relato, gracias por decírmelo.
Besos
Conxita, una vez más nos traes un relato muy bien construido en el que un personaje se plantea una duda existencial en un momento muy particular de su vida. Sentimientos encontrados que afloran desgarradores desde el fondo del alma. No me atrevo a jugar. Asisto a la escena en silencio intentando comprender. Felicidades.
ResponderEliminarEl momento del embarazo es un momento de grandes cambios y muchas preguntas y es entonces cuándo la protagonista se interroga sobre sus modelos y surgen sus dudas. Contradicciones y miedos, siente ese vínculo con su bebé y se pregunta qué hubo en ella y su madre biológica que la llevó al abandono pero hay tantas historias en esas preguntas.
EliminarMaripaz yo tampoco me atrevo a juzgar, de hecho ni me gusta ni me siento capacitada y siempre parto de la idea de que cada persona intenta hacerlo lo mejor posible aunque los otros no lo entendamos igual, que cada conducta tiene su intención positiva.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso enorme
Continuação de feliz semana,
ResponderEliminarAG
Feliz semana también para ti Antonio.
EliminarUn abrazo
Hola.
ResponderEliminarQué tema tan complicado. Una amiga de mi hija es adoptada y quiso conocer a la madre biológica y los padres adoptivos no lo entendían, al final ella acabó haciendo averiguaciones por su cuenta...todo muy doloroso. Creo que las personas adoptadas quieren saber, no es que no quieran a la familia que los ha adoptado, las cosas no son blancas o negras y querer conocer tus orígenes y saber qué pasó es algo normal, yo diría que humano.
Un gran relato.
Besos.
Hola Gema A veces todo se complica por miedos y dudas y por no hablar claro.
EliminarEs bastante frecuente que en algunos padres adoptivos se de ese miedo ante el deseo de conocer del hijo, sin entender que ese deseo no implica que deje de considerar y querer a aquellos que lo han criado y que realmente le han hecho de padres. Esa averiguación es intentar completar su identidad, conocer qué pasó antes de llegar a su familia adoptiva y eso no debería asustar a los padres adoptivos, al contrario deberían ayudar a sus hijos en esos momentos, a contestar sus preguntas, a apoyarlos, a estar a su lado tanto si encuentra respuestas como si no lo hace, se trata de apoyar a su hijo. Se recomienda desde muy chiquititos dar a conocerles que han tenido otros padres, contestar todas sus preguntas, siempre desde una visión positiva y valorando todo lo bueno que esas criaturas han aportado a la familia.
Estoy de acuerdo contigo que hay muchos matices y que las personas tienen derecho a saber.
Me alegra que te haya gustado.
Besos y muy feliz fin de semana.
Hola, Conxita. He tenido problemas técnicos estos días (aparte de muchos quehaceres), pero parece que ya puedo volver a comentar con normalidad.
ResponderEliminarAyer mismo leí una frase que me hizo acordarme de esta historia: "Cuando lo conocí estaba tan lejos de haber resuelto las deficiencias de su propia infancia que costaba creer que ahora fuese padre." (Rachel Cusk. Tránsito).
Creo que tu relato trata precisamente sobre ese asunto tan delicado y que me parece que tú has comprendido muy bien.
Hola gracias por tu tiempo y por la lectura.
Eliminar¡Qué molestos son los problemas técnicos!
Vaya frase más adecuada que has traído Ángeles resume perfectamente la idea que hay detrás del relato. la desconocía igual que a la autora y la obra pero me parece ideal. La buscaré. Gracias por compartirla.
Un abrazo
Me ha leído las dos partes seguidas. Es lo que tiene venir con retraso, je. Bueno, primero: Qué bien nos has introducido en el mundo del té. No sé si porque te has documentado o porque lo conoces de primera mano (perdona si reitero algo que ya has explicado en algún comentario), pero lo has hecho de miedo. ¡Oye!, Que me han entrado ganas de pasarme por alguna de esas teterías como la que describes a relajarme.
ResponderEliminarSegundo: Me parece súper difícil, ponerse en lugar de una persona en la situación de Carla. Las explicaciones de Rosa están llenas de sentido, de lógica, de cariño, de coherencia. Pero, en cierta forma, también son comprensibles las dudas de Carla. Somos humanos, y esa necesidad de rellenar todos los huecos de nuestra vida, puede llegar a convertirse en un proceso obsesivo. El caso es que tú lo has expresado de maravilla con esa contraposición de las dos amigas, con ese estupendo diálogo entre la duda y la seguridad. La última parte me ha emocionado. Te felicito, Conxita. Gran trabajo. Un placer leerte
Un abrazo grande
Hola Isidoro se te echaba de menos y sí al menos no has tenido que esperar jajaja. Muchas gracias por dedicarle tiempo al té.
EliminarMe he documentado, me gusta el té pero ni mucho menos soy una experta, sino alguien que disfruta bebiendo un buen té y sobre todo de charlar con una amiga. Pero sí me gusta la filosofía que hay detrás del té en un mundo con tantas prisas y tantos ruidos, ese dar tiempo y dejar pensar me parece excelente.
En el caso del relato mi protagonista necesitaba ese ritual de un buen té, de silencio, de respeto, de preparación... para poder decir aquello que la estaba preocupando y es como bien dices ese completar su identidad, eso que parece fácil de entender a veces no lo es tanto porque hay muchos miedos por parte de los padres adoptivos, cuando la persona adoptada solo quiere saber y eso no significa dejar de querer a aquellos que lo han criado porque ser padres es mucho más que dar la vida.
Me alegra haber sido capaz de emocionarte, qué bonito que me lo hayas dicho.
Un beso enorme querido Isidoro.