—¿Sabes leer las hojas del té?— Carla miró a su amiga que le devolvió una sonrisa satisfecha, de esas de las que sí saben. Suspiró, necesitaba creerla—¿De verdad?
Las dos mujeres se miraron, una muy consciente de su nerviosismo y la otra de sus ojos enrojecidos.
—Por supuesto pero no nos vale el de bolsitas, mejor uno
de hoja suelta con todo su aroma.
Se puso en pie, cogió el abrigo y le guiñó un ojo mientras
le decía «vamos», Carla salió tras su amiga.
—¿A dónde?
Rosa la tomó por el brazo para seguir caminando, notaba su inquietud y pensó que después ya habría tiempo para hablar. Se detuvo ante una pequeña tiendecita. En el exterior, una hermosa cajonera
repleta de olorosas variedades de té invitaba a entrar a aquellos que se
paraban ante su fachada.
—En esta tienda hay más de setenta variedades y su dueña
es una de las once narices del té.
—¿Once narices?
Rosa sonrió mientras le hablaba de narices especializadas capaces de reconocer cada hebra de té de cualquier
rincón del mundo. Su amiga siguió desgranando conocimiento de ese mundo
fascinante del té que para ella solo era una bebida. Nombres y variedades que parecían
trasladarla a mundos distintos de especies, aromas y países lejanos, que si el Chai Spice, el Sweet Tibert, Darjeeling
Imperial, Clementine, Blue Earl Grey, el Lapsang Souchong, Tie Guan
Yin … que si los Blends, los nombres chinos o los
fabricantes y su manía de complicar la existencia de los consumidores, Rosa
seguía parloteando y aquel batiburrillo
de nombres que no entendía la estaban apabullando.
—Pero Rosa si solo quiero que me leas las hojas del té.
Su amiga no le hizo ni caso y abrió la puerta de la
tienda, la bocanada de olores que las saludó las llevó directas a un mundo de
aromas y colores fascinantes. Aquella amalgama de sensaciones invitaba a
quedarse y la suave música de fondo las envolvía como si las preocupaciones no
tuvieran espacio en aquella tienda. Carla se sorprendió al ver ese universo de latas, una multitud,
de distintos tamaños e idénticas tonalidades que esperaban en las estanterías de madera
oscura. En uno de los lados, destacaba un mueble bajo con el sobre de vidrio y
en su interior se exhibían, orgullosos, un par de libros con sus páginas
abiertas, protegidos como incunables. A su lado rivalizaban buscando la
admiración, exquisitas tazas de porcelana, infusores, recipientes de hojalata
decorados con primorosos detalles, filtros, cucharitas de bambú, medidores
delicados y un montón de objetos que parecían para coleccionista más que de uso cotidiano. En otra estantería de techo a pared, las teteras rivalizaban en formas,
tamaños y colorido. Entre ellas destacaban cajitas de distintas medidas y tubos
de cristal repletos de briznas de tonos y gustos diferentes. Carla pensó que quizás
aquella era la medida para los que gustaban de picotear sabores. Cuencos
enormes de fibras vegetales, de vidrio y también metálicos rebosantes de olorosas
hebras, prestos para rellenar esas latas negras y naranjas que parecían ser la marca
de la casa. Coloridas lámparas que, como relámpagos de tonos atrevidos, centelleaban
sobre el fondo oscuro de la madera. Unos bouquets de rosas secas semejaban pinceladas de tinte sobre mostradores bruñidos. Espejos con dorados marcos y Budas
en diferentes posturas, con sus manos y de cuerpo entero. Carla reconoció el
gesto de Dhyana en aquel pequeño Buda
dorado que unía las manos una sobre la otra con los pulgares tocándose y
dejando un hueco entre ellas, el mudra
de la meditación, liberador de la mente y purificador del interior de uno mismo
que llenaba de energía nueva, ¡esa que ella tanto necesitaba! Ahuyentó esos
pensamientos y sus ojos se fijaron ahora en la enorme caja registradora de
latón antigua. A los lados, un par de mullidos sillones completaban un ambiente
de lo más confortable, de esos para charlar sin tiempo. Mientras escuchaba a Rosa hablar con la dependienta sobre
gustos y sabores distintos, Carla se acercó hasta una esquina para admirar un
mural de delicadas acuarelas que explicaba los secretos de la ceremonia del té. La presión en su pecho disminuía y parecía que
podría olvidar aquella mañana horrible.
Se unió a la animada conversación. Sabía que Rosa era una
apasionada del té pero desconocía que también era una experta. Olieron,
charlaron y degustaron unos tés sin ninguna prisa. Más tarde salieron de
la tiendecilla con un par de latas de distintos tamaños y ella también con todo lo necesario para
empezar a ser una buena bebedora de té o al menos eso es lo que Rosa y la
vendedora le contaron.
La vuelta hasta la casa de Rosa la hicieron entre risas. Su amiga escogió su mejor tetera y dos tazas de porcelana blanca decoradas con filigranas de color dorado, con la precisión de una científica calentó el agua y la vertió despacio sobre las hojas para que se abrieran poco a poco y después tapó la infusión, dejándola reposar, controlando el tiempo exacto para el tipo de té que había escogido.
La vuelta hasta la casa de Rosa la hicieron entre risas. Su amiga escogió su mejor tetera y dos tazas de porcelana blanca decoradas con filigranas de color dorado, con la precisión de una científica calentó el agua y la vertió despacio sobre las hojas para que se abrieran poco a poco y después tapó la infusión, dejándola reposar, controlando el tiempo exacto para el tipo de té que había escogido.
—Si no amarga…—Rosa le sonrió—La tuya tienes que tomarla sin
azúcar. No podría leerla pero sabes—le guiñó un ojo mientras le pasaba el
azúcar—, eso lo haremos después.
Se sentaron en el enorme sofá saboreando las bebidas y el silencio. Carla recordó que en la ceremonia del té el silencio era muy importante y Rosa le estaba dejando espacio y tiempo para calmarse, para escucharse, mientras se preocupaba por los detalles y por cada sabor, cada textura, cada mirada y cada emoción. Carla la conocía y quería que se sintiera bien, calmar su espíritu, que notaba muy agitado.
Y con la misma suavidad que la bebida se deslizaba por sus
gargantas impregnándolas de sabores, Rosa se dirigió a ella y la miró con
aquellos ojos de bruja buena.
Ummm, estoy que me muerdo, literalmente, las uñas…
ResponderEliminarCreo de verdad, Conxita, que este texto es de los mejores que has escrito, no solo por la poesía de alguna figura, sino por esa excelente descripción de la tienda de té que has hecho. Enhorabuena.
Besos.
Muchas gracias Sara, me alegra mucho que te haya gustado y que estés deseando leer el desenlace, espero estar a la altura de las expectativas.
EliminarEl relato me pareció que era muy largo y por eso lo he dividido en dos partes. En esta primera me he recreado quizás un poco más de lo que acostumbro en la descripción de la tienda como si fuera una más de las protagonistas. Me alegra que te haya gustado.
Besos
Imagino esa preparación. Me encanta el té Conxita, tengo una vecina marroquí, y es una delicia como lo prepara, y lo bueno que está.
ResponderEliminarSabia lectura de esa bruja buena!!
Te contesto aquí sobre lo que sé de los montículos de piedras.En las playas se ven mucho y también en los caminos.
Las conozco por apachetas son características en la zona del altiplano que incluye sectores de Bolivia, Chile, Argentina y Perú. Algunos dicen que nacieron debido a la preocupación de los incas por el orden. Dividir, medir distancias, marcar y separar sectores. Otros sólo a modo de ofrenda.
Buen fin de semana.
Besos.
Es que un buen té es muy bueno ¿verdad Laura? Nada que ver con los que ya se venden preparados y saborear un buen té o un buen café junto a un amigo o amiga siempre es un momento relajado.
EliminarGracias por despejar mi curiosidad sobre las apachetas, ¡Qué nombre más bonito! Lo desconocía igual que su función aunque imaginaba que estaría relacionada con indicar direcciones porque lo he visto en la montaña en aquellos lugares en los que había más de un camino.
Feliz fin de semana.
Besos
La experta parece Conxita, más que Rosa.
ResponderEliminarNo creo yo en estas cosas, pero sí en la historia que nos puedas montar con ellas.
Besos.
Hola Chema yo tampoco creo mucho en esto de las adivinaciones pero me sirvió para imaginar la historia, a veces ponemos esperanzas en conocer en los lugares más insospechados.
EliminarMe propusieron escribir una historia sobre el té y jugué con el misterio que hay en la lectura de sus hojas y todo el ritual que muchas veces lo acompaña y sí he aprendido mucho sobre él.
La tienda en la que me inspiré ya no existe en mi ciudad pero sí su recuerdo con esos aromas y misterios que sentías al entrar en ella, eso y dejar suelta la imaginación.
Espero que te guste la segunda parte.
Besos
Si fuera en plástica. Yo te diría que es un relato impresionista. Así me han llegado algunas descripciones. Es una bella, delicada y armoniosa introducción a la historia. Espero, desde ya, el desenlace. Un beso Conxita. Que pases un bello fin de semana.
ResponderEliminar¡Qué bonito Nestor! Muchísimas gracias por tus palabras tan generosas con esta primera parte del relato.
EliminarEn este relato he usado más de lo que acostumbro las descripciones y he querido que esa tienda fuera un poco protagonista. El olfato y la memoria, hay veces en que un olor nos conduce directo a un recuerdo especial que nos despierta emociones con un gran significado para nosotros. El recuerdo proustiano o recuerdo involuntario describe como la exposición a un estímulo olfativo desencadena automáticamente un recuerdo intenso del pasado. Para Marcel Proust era una magdalena mojada en té la que evocaba un recuerdo detallado de la casa de su tía.
...En el mismo instante en que ese sorbo de té mezclado con sabor a pastel tocó mi paladar…el recuerdo se hizo presente.
Era el mismo sabor de aquella magdalena que mi tía me daba los sábados por la mañana. Tan pronto como reconocí los sabores de aquella magdalena apareció la casa gris y su fachada, y con la casa, la ciudad, la plaza a la que se me enviaba antes del mediodía, las calles…
Espero que el desenlace te guste.
Feliz fin de semana también para ti.
Besos
Supongo que ese uno entre paréntesis con el que finaliza el título augura que habrá una segunda parte en la que nos descubrirás que es lo que inquieta tanto a Carla y si Rosa y el té consiguen despejar su mente de preocupaciones.
ResponderEliminarDe momento, decirte que tu descripción de la tienda de tés me ha parecido encantadora y que has conseguido trasladarme a ella e incluso que a mí, que no soy mucho de tés, me apetezca tomarme uno.
Quedo a la espera del desenlace.
Besos
Sí Lorena tengo que incorporar al final del relato que continua en una segunda parte, me quedó un relato muy largo y decidí dividirlo en dos entradas y espero que os guste el desenlace.
EliminarEsa era la idea, té o café o cualquier bebida en un lugar con una buena o un buen amigo y charlar de todo, también de aquello que inquieta a mi protagonista y si he conseguido que os apeteciera pasar un rato en esa tiendecita estoy muy satisfecha, gracias por decírmelo.
Un beso enorme y muy feliz fin de semana
Hola Conxita,
ResponderEliminarQue magnifico relato, me ha fascinado la descripción de ese viaje a la tienda, cada detalle de la conversación sobre los distintos tipos de té. Es tan convincente la lectura, que hasta imagene estar ahí entre esa magia de aromas y sabores. Nunca me han leido las hojas del té, no se como es lo real de esta función, pero me parece que si Carlita le cuenta que le pasa, ya no tiene sentido que le lea las hojas, puesto que le estará contando las razones de su tristeza. Quizá la está engañando, abusando de su vulnerabilidad? disculpa si lo interprete mal, de todas formas remarcó, es un excelente relato.
Abrazo y feliz fin de semana.
Hola Yessy Kan este relato es más largo de los que habitualmente escribo y por ese motivo para no cansar en la lectura lo he dividido en dos entradas.
EliminarMe pareció que el te y todos sus rituales era apropiado para esas sensaciones que quería crear con el relato, porque a veces aunque no se crea las personas necesitamos buscar respuestas en los lugares más insospechados.
Espero que el desenlace no te decepcione y me encantará saber tu opinión cuándo leas la segunda parte.
Muchas gracias por tus palabras.
Abrazos y muy feliz fin de semana
Caray, cómo he disfrutado leyéndote este delicioso relato con aroma a té.
ResponderEliminarYa sabes que soy un entusiasta del té… es más, hace unos minutos (ahora son las 15:42 pm) que me he preparado un Garam Massala, un té hindú ayurvédico muy aromático y especiado, pues lleva, sabiamente dosificado:
Canela, regaliz, jengibre, bardana, diente de león, hinojo, anís, cardomomo, cilantro, pimienta, clavo y cúrcuma.
Lo curioso es que, pese a la exuberante mezcla, el aroma es delicadísimo.
Y el té verde, también el blanco, lo tomo amargo, lo dejo diez minutos de infusión para que libere todos los taninos y tenga mayor efecto antioxidante. La verdad es que tengo un mueble entero en mi cocina como almacén de toda clase de tés, casi todos a granel, de hoja suelta. Muchos los traigo de Perú cada vez que voy, raras infusiones que no hay en España.
Este encantador texto denota tu buen conocimiento con el té, ¿me equivoco, Conxita?
Un placer, más que evidente, enredarme con tus letras y perderme en esa atmósfera de aromas que nos has traído.
Un beso
Ummm Paco ese té tiene que ser una auténtica maravilla, me encanta la canela, el picante del jengibre y la pimienta,... vamos que yo también lo he saboreado con tu descripción, es curioso lo delicadas que resultan esas mezclas, no tienen nada qué ver con las que nos venden en los supermercados. Cuando saboreas un buen té entonces se te abre otro mundo.
EliminarTú sí eres un experto, yo no lo soy pero cuando me pidieron hacer un relato con el té como protagonista me documenté y aprendí muchísimo. Desconocía lo de los tea searcher o sumiller de té que en su momento cuando lo escribí eran once y ahora no sé si son doce narices en el mundo que son capaces de distinguir hasta cinco mil “notas” distintas y reconocer una cosecha con el sólo rastro de su aroma y la tiendecilla que describo, aunque adornada por mi imaginación, sí que existía en mi ciudad, un lugar lleno de olores y sensaciones que desapareció aunque se pueden comprar sus tés, como todo por internet, pero se pierde esa magia de olores que sentías al comprar allí. Y qué placer tomar un buen té mientras lees un buen libro o lees blogs e intercambias comentarios con los compañeros. Un auténtico disfrute para los sentidos.
Eres un privilegiado al poder descubrir y degustar esas infusiones, seguro que lo sabes y así lo disfrutas.
Me alegra mucho haber sido capaz de llevarte a esos aromas, espero que el desenlace de la historia te guste.
Besos y muy feliz fin de semana.
Buen relato ¡
ResponderEliminarSalut
Muchas gracias Miquel.
EliminarEspero que la segunda parte te guste.
Salut
Ningún malestar podría ser tan persistente, inmersas en la delicia del mundo de sensaciones creadas por el té.
ResponderEliminarHermoso relato.
Un abrazo de anís estrella.
Hola Sara Muchas gracias por tu comentario.
EliminarDesde luego los malestares en según qué condiciones como mínimo parecen más fáciles de sobrellevar, sobre todo cuando te encuentras con alguien dispuesto a escuchar sin juicios.
Me alegra que te haya gustado, espero que el desenlace te guste.
Besos
Hola Conxita, crear atmósferas únicas a través de las letras no es fácil y con este relato has conseguido transmitir olores, sensaciones y sabores. Por eso y una vez que has conseguido captar la atención a través del universo del té, el lector ya está preparado para ver, oír y sentir la conversación que está por llegar de las protagonistas. Besos y esperando ya la continuación.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Miguel, me alegra haberlo conseguido y que por unos momentos estuvierais en esa tiendecita y en ese mundo mágico de rituales, sabores y olores.
EliminarLos olores están muy ligados a la memoria y un olor determinado nos puede llevar hasta un momento de la infancia y revivirlo intensamente. Hay estudios que muestran que el ser humano es capaz de recordar el 35% de lo que olemos y que la memoria puede llegar a retener hasta ¡¡10.000 aromas distintos!! Impresionante.
Espero que la segunda parte te guste.
Besos y feliz domingo
¿Qué contarán las hojas del té? ¿Y qué nos oculta Carla? dos misterios que quedan en el aire y que animan a esperar la segunda parte de la historia, porque nos has dejado intrigados. Esperaremos, pues. Abrazos, Conxita.
ResponderEliminarUyyyy Jorge si he conseguido intrigaros estoy muy satisfecha.
EliminarA veces cuando todas las puertas se van cerrando, las personas buscamos respuestas en los lugares más insospechados y somos capaces de creer en aquello que racionalmente en otros momentos no buscaríamos. ¿Qué le dirán?
Espero que el misterio sea interesante.
Abrazos y feliz domingo
Por cierto Jorge veo que hemos coincidido con esas lecturas de lo desconocido, el espiritismo o las hojas de té. Muy bueno tu relato.
EliminarAbrazos
Desconozco mucho del mundo del té. Tomo poco té, pero con este relato me has hecho sentir que debería de tomar más té. Me has transportado con su aroma y sabores a que hay un mundo maravilloso en compañía de quien le gusta el té. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Mamen a mi tampoco me gustaba el té hasta que probé un té de verdad, no de los que nos venden en los supermercados que me parecían horrorosos pero un buen té igual que un buen café aunque es muy importante para pasar una buena velada lo fundamental es la compañía y sentirse a gusto para hablar de todo y de nada.
EliminarMe alegra haberte transportado a este mundo y que te haya despertado esas sensaciones, anímate a probar un buen té y verás el mundo de sabores y olores que se descubren.
Un abrazo
Contxita,
ResponderEliminarUna vez tuve un jefe que hacía algo parecido conmigo cuando me veía cabizbaja en el trabajo. Me regañaba, o me daba mucho trabajo, o me contaba un par de chistes. Al inicio del ritual, siempre echaba humo porque, claro, yo estaba en mis cosas; pero aquella conversación terminaba con un ¿Ya?
Hace años que murió y, a veces, me acuerdo de aquello.
Por otra parte, me has recordado a las fábricas de té en Sri Lanka en el que los hay de mil clases, olores y sabores. Si quieres, los puedes probar todos e, incluso, los mezclan especialmente para ti... Un poco menos fuerte, un poco más amargo...
Me gusta leerte. Besos
"Sacarnos" de nuestras preocupaciones, hacernos pensar o hacer otras cosas siempre ayuda porque con frecuencia cuando algo nos preocupa nos volvemos monotemáticos, entramos en un círculo recurrente en que solo pensamos en aquello y cada vez se vuelve más y más preocupante, así que Macarena tu jefe lo hacía muy bien y tu misma has dicho que funcionaba ;)
EliminarNo tengo la suerte de conocer esas fábricas y tiene que ser una maravilla para los sentidos aunque con tanta variedad supongo que tiene que ser difícil escoger si no tienes mucho tiempo.
Hay corrientes como la Aromaterapia o la Aromacología que investigan los efectos de los aromas en nuestro organismo y en nuestro estado de ánimo, se habla de beneficios como calmar, tranquilizar, relajar, activar, estimular...¡Cuántas veces un olor o un sabor nos lleva directos a un recuerdo olvidado!
Me alegra que te guste leerme, a mi me encanta tener por aquí a una gran viajera y que me acompañes con mis letras.
Besos
Un texto tan cálido y envolvente como el propio aroma del té. Qué bonito, Conxita, está lleno de sensaciones muy bien transmitidas y ha sido como visitar con ellas esa pequeña tiendecita y disfrutarla a placer. Ya estoy relajada y en condiciones óptimas para leer la continuación, que espero intrigada ;)
ResponderEliminar¡Un beso!
Gracias Julia, si he conseguido llevaros hasta esa tiendecita llena de sensaciones estoy muy satisfecha, ya estamos como ellas preparadas a ver si Carlita nos cuenta qué le pasa...
EliminarEspero que os guste la continuación.
Besos y feliz domingo
Hola Conxita,
ResponderEliminarla verdad es que entrar en una tienda de tés es toda una experiencia para el olfato y visual (si la tienen puesta con encanto). Has sabido describirlo muy bien en el post. En cuanto a la preparación de la infusión, ese es otro arte, que se lo cuenten a los árabes o a los japoneses.
Me he quedado con la intriga de saber cómo se leen las hojas de té ;) Estaré atenta a la segunda parte.
Un besote
Hola Erika totalmente de acuerdo contigo, cuando entras en una de esas tiendas (las que sí valen la pena) todo está preparado para hacerte disfrutar de la experiencia y de hecho dicen que la ceremonia del té es un ejercicio de meditación y toma de conciencia personal. Yo no soy una gran conocedora pero sí que disfruto con un buen té y sobre todo con la compañía y esas charlas que se dan alrededor de un buen té o un buen café.
EliminarEspero que la continuación te guste.
Besos
Hola Conxita, nunca unas hojas de té dieron para tanto...o si?
ResponderEliminarEsperamos con gusto relamido el desenlace...
Gracias, pasa buen día, besos entre te nidos.......
Jajaja Don Vito ya veremos cuándo leáis la segunda parte que espero os guste.
EliminarEl té y todos sus rituales dan para mucho.
Te deseo un gran día.
Abrazos
Qué gusto volver, después de un tiempo, y encontrarme con tus relatos tan llenos de vida. He entrado de tu mano en esa tienda llena de aromas de té, qué tanto me gustan. He olido, saboreado y visto ese ambiente relajante que describes. Bravo Conxita, como siempre. Abrazos.
ResponderEliminarBienvenida siempre Marisa. ¿Cómo estás?
EliminarMe encanta que hayas podido saborear un ratito con mis protagonistas esa taza de té y qué buenos son ¿verdad?
Estarás conmigo que aunque la bebida sea la más maravillosa del mundo, la compañía siempre es lo que más hace para crear ese ambiente relajado en el que se puede contar de todo.
Muchas gracias por tus bonitas palabras siempre.
Besos
Me has dejado de lo más intrigada... y aromatizada (canela, naranja, bergamota, jazmín...)
ResponderEliminarYo tuve una época en que tomaba infusiones dos veces al día y también frecuentaba esas tiendas como la que mencionas. Ahora me tomo un té de vez en cuando y lo disfruto mucho. Fue una temporada cortita porque yo siempre fui de las que decían que "a mí, el agua limpia y fresquita". Aunque no aplicaba lo mismo al café que siempre me ha encantado.
Ahora bien, de leer hojas de té o borra de café, ni idea.
Un relato muy sensual. Espero continuación.
Un beso.
Hola Rosa Yo soy más de tés e infusiones que de cafés pero no soy ninguna experta en té, me gusta y escribiendo este relato he aprendido muchas cosas. Y me encantan esas tiendas llenas de aromas y colores. De hecho me inspiré en una que había en mi ciudad y que su propietaria era una sumiller del té, capz de identificar por su olor y matices multitud de hebras y reconocer cosechas, me impresionó y me sirvió para escribir la historia porque alrededor del té hay muchos rituales y misterios.
EliminarEspero que te guste la continuación, el relato era muy largo y lo dividí en dos partes.
Besos y feliz semana
Aix qué bonito Conxita, con lo que me gusta a mí el té y lo bien que has descrito la tienda y su ambiente, hasta la puedo visualizar. Nunca he escuchado lo de leer las hojas de té, por eso mismo ya estoy deseando leer la segunda parte!
ResponderEliminarUn besote guapa!
Gracias Maria, me alegra que te haya gustado. Hay tés fantásticos tanto calentitos como con hielo en verano que a mi me encantan.
EliminarMe parecía que para la historia era importante entrar en el ambiente y que esa tienda y el té también fueran protagonistas.
Sí se hace adivinación de las hojas del té y como dice Mirella también de la borra del café, si mi protagonista resolverá sus dudas eso ... se verá en la siguiente entrada y espero que te guste.
Besos y feliz semana
Para saber nuestro "futuro" o si resolveremos situaciones difíciles, también se usa la borra del café, con el ritual correspondiente.
ResponderEliminarLo importante no es aquello que digan, sino lo que uno espera oír. Y creo que no es necesario acudir a estos sistemas, porque cada uno tiene en su interior la respuesta y solo necesita hacerla consciente.
Quizás esa es la actitud de Rosa, que intenta calmar a su amiga con toda la preparación, casi litúrgica, del té. Y al final formula la pregunta alentadora para el desahogo.
Muy buena la presentación de la historia, Conxita... ahora esperaremos ansiosos el desenlace.
Un gran abrazo.
Sí se utiliza para encontrar respuestas o al menos eso dicen y estoy de acuerdo contigo Mirella que en la adivinación se depende mucho de lo que se quiere oír y muchas veces se trata de encontrar las respuestas en nuestro interior y no tanto en lo que nos dicen o queremos saber.
EliminarMuy perceptiva, en el relato quería que el té y la ceremonía que lo envuelve también fueran protagonistas porque es una manera de estar.
Espero que te guste la resolución, entonces te comento más para no desvelar por dónde irá el relato.
Besos y feliz semana
Gracias a tu descripción tan pormenorizada me he visto en esa tienda de té, incluso creo que he llegado a oler diferentes aromas. ¡Qué bien lo has contado, Conxita!
ResponderEliminarNunca he visto esa famosa ceremonia del té, pero creo que en ella se vierte (y nunca mejor dicho) la filosofía oriental, esa que muestra tanta serenidad y sensatez. Ya solo el hecho de que el té se debe servir en silencio dice mucho sobre la esencia de ese ritual.
Esperaré la segunda entrega, a ver qué le pasa a Carla.
Un beso grande.
Husto es lo que quería Paloma, así que por ahí estoy muy satisfecha, quería que el té y sus rituales fueran protagonistas porque es justo ese respeto por el silencio, por la tranquilidad y la aceptación que me parecían importantes para el desarrollo de la historia.
EliminarEspero que la resolución de la historia te guste, me encantará saber qué os parece.
Besos y feliz semana
Como toda buena ceremonia del té,... tu relato necesita de esta primera parte, preparatoria, para serenar los espíritus,... ¿no es cierto? ;)
ResponderEliminarMe ha encantado!
Norte te contestaré en la segunda parte ;)
EliminarDicen los expertos que la ceremonia del té, especialmente en Oriente, es una manera de vivir. Hay quien dice que responde a una filosofía propia que implica paz, tranquilidad, armonía y tener tiempo… Seguro que un viajero como Norte podría explicar mucho.
Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo
Magnífico relato. Esa consulta al oráculo del futuro es una ceremonia que sin duda abre los sentidos. Preciosa manera de acercarnos a él.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos me alegra que te haya gustado.
EliminarHay veces en que uno ya no sabe dónde buscar respuestas y hay muchas personas que creen en este tipo de adivinaciones.
Espero que la continuación te guste.
Besos
Muchas veces los preparativos de las ceremonias que pretenden evocar una cierta espiritualidad tienen el verdadero efecto relajante. Ni el poso del café ni el de las hojas de té pueden predecir el futuro ni adivinar lo que subyace en la mente de una persona. Tiene mucho más efecto terapéutico el creer, como un efecto placebo. Todo ese preparativo ceremonioso no es más que un "atrezzo", el escenario propicio para que el alma de Carla se serene y esté en disposición de pasar a la verdadera fase terapéutica: exteriorizar sus pesares.
ResponderEliminarNunca pensé que hubieran tantas clases de té y de café hasta que un día entré en un local especializado (de la cadena Café & Té), aunque la verdad es que no soy tan experto en sabores como para distinguir todas las variedades.
Recuerdo que de adolescente (seguramente influido por mis entonces adoraros Beatles), me volví bastante anglófilo, Fumada en pipa, bebía té y empecé a estudiar inglés con discos. Recuerdo que la primera lección trataba precisamente sobre "How to make good tea", jajaja.
Un relato impecable, sutil y detallista. Me he imaginado a la perfección ese lugar rico en olores, repleto de muestras de te y de todo tipo de enseres, que hasta he sentido el relax que de él emanaba, jeje.
Un abrazo, Conxita.
Estoy contigo Josep Ma que todos esos preparativos a veces buscan eso relajar, ya veremos cómo le va a la protagonista.
EliminarHay toda una filosofía y un universo alrededor de los tés y sí hay tantísimas variedades que aquellos que no somos expertos nos perdemos pero he entrado en algunas tiendas que son una delicia para los sentidos.
Para este relato, me inspiré en una tiendecilla que visitaba en mi ciudad hace años, me documenté y he aprendido un montón sobre el té y es que no tiene nada que ver un buen té con esos que nos venden en los supermercados.
Y un buen té o un buen café en buena compañía es una gran experiencia para los sentidos.
¡Qué bueno esa etapa Beatles! Casi te he imaginado escuchándolos con una pipa y preparando un buen té y por supuesto con unas buenas melenas que era lo que se llevaba ¿No?.
Me alegra que te haya gustado, espero que la continuación te guste.
Besos
El momento mágico de las confesiones. Con una olorosa taza de té mediante. :)
ResponderEliminarUna gozada de texto.
Besos.
Me alegra que hayas gozado del relato Alfred.
EliminarTodo requiere su tiempo, ¿verdad? Disfrutar del tiempo. Las prisas no acostumbran a ser buenas consejeras o al menos es lo que dice la sabiduría popular.
Espero que te guste la continuación.
Besos
No sabemos si es el té o es la pericia de Rosa la que "lee" (claro que con ese nombre ya tiene mucho ganado).
ResponderEliminarLa descripción, según salta a la vista, muy acertada (tal vez solo algún detalle pueda cambiarse como ese "dos calles más tarde").
Besos, claro.
Ignacio
Hola Ignacio bueno yo creo que igual va a ser una combinación de té, pericia y una buena amiga.
EliminarCambiado ese detalle que no era acertado. Tienes razón, muchas gracias por decírmelo, es la manera de aprender.
Espero que te guste la continuación.
Besos
Me ha gustado muchísimo la ambientación de la tienda, Conxita, casi se podía saborear y oler el té. Se nota que te apasiona. Desde luego has logrado crear un ambiente de relajación necesario para que ahora la historia se desarrolle ya que el suspense está servido (igual que el té, jeje) y Carla nos cuente que le sucede. Atentos estaremos al desenlace.
ResponderEliminarUn besazo, guapa.
Hola Ziortza sí he conseguido que os vierais en esa tiendecita y os apeteciera un té estoy muy satisfecha.
EliminarMe gusta el té pero ni soy experta ni una gran conocedora pero de lo que sí soy una entusiasta es de cualquier charla delante de un té o un café con una buena o buen amigo.
Espero que os gusté la continuación.
Besos
Deseando leer la segunda parte porque me ha gustado mucho. Deje el café hace muchos años y desde entonces suelo tomar entre tres y cuatro tazas de té al día. Nunca se me ocurrió lo de la lectura de las hojas, pero el relato promete.
ResponderEliminarBesos
Me alegra mucho que te haya gustado Ambar.
EliminarYo no soy una gran cafetera, de hecho tomo muy poco aunque me encanta especialmente el olor a café recién preparado. Cuando descubrí el buen té me aficioné, me gusta calentito o helado en verano y en una charla con amigas me encanta.
Sí igual que el café, del té también se puede hacer adivinación.
Espero que te guste la continuación.
Besos
Qué tienda tan maravillosa, en cada rincón hay magia. Dan ganas de perderse en ella una tarde y embriagarse de aromas y sabores. Me has dejado impaciente por saber qué nos depara la historia y qué se descubre en las hojas de té. Un beso. Gracias por escribir tan bien
ResponderEliminarAy Ana qué dulce y generosa eres conmigo, te lo agradezco de corazón. Soy afortunada porque me dedicáis un tiempo, ¡tiempo! Ese bien tan escaso y preciado.
EliminarMe alegra haber conseguido transmitir esas sensaciones y que pudieras visualizar esa tienda de forma calmada, pausada como requiere un buen té.
Espero que la continuación te guste.
Besos
Qué precioso post, Conxita, de principio a fin. Todo me ha encantado, las fotografías que has elegido para el relato, la descripción tan fantástica de esa tienda de tés y la historia de esas dos amigas que lo entrelaza todo. Me ha gustado ver cómo una de tus protagonistas iba serenándose gracias a las nuevas experiencias que le brinda la otra; espero tu desenlace, me has dejado con ganas de más.
ResponderEliminarBesos
Hola Chari justo esas sensaciones son las que quería transmitir, ese detenerse pausado y explorar los sentidos, fijar la mirada en cada uno de los detalles, absorbiendo olores y gustos distintos desde la tranquilidad que requiere un buen té y también una buena conversación.
EliminarGracias por tu mirada generosa y tus bonitas palabras, espero que te guste la continuación.
Besos
Una introducción excelente y llena de matices, que me deja expectante y con curiosidad de saber como se desarrolla la segunda parte.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Manuel espero que la continuación responda a las expectativas.
EliminarQuería en esta primera parte calmar las prisas, relajar tensiones y prepararse para un buen té y sobre todo para poder contar aquello que le preocupa a la protagonista.
Besos y feliz semana
Esa era la idea Julio David, quería que ese paseo por la tienda fuera pausado, sin prisas como tiene que ser disfrutar de un buen té y sí sentir esas mismas ganas de disfrutarlo.
ResponderEliminarEspero que la continuación te convenza.
Besos
Conxita, o tú eres una experta en té, especias y ceremonias, o te has tenido que documentar sobre ello porque está maravillosamente explicado todo. La tienda parece un personaje más.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato y estoy deseando leer la segunda parte.
Besos.
Jajaja MJ no soy experta ni en té ni en ceremonias del té ni siquiera en leer las hojas del té pero después de documentarme he aprendido un montón de cosas y lo que sí me encanta es un buen té y una charla.
EliminarMe inspiré en una tienda que había visitado cuando estaba abierta en mi ciudad y que después mi imaginación se ha encargado de decorar.
Como bien dices quería que la tienda fuera un personaje más en esta primera parte porque tenía ese objetivo de distraer la atención de aquello que nos preocupa y centrarnos en el momento presente y quería que se la disfrutara con todos los sentidos, especialmente el del olfato que a veces nos lleva directo a momentos especiales.
Espero que te guste también la continuación. Gracias por decírmelo.
Un beso enorme
Un texto magnifico, que demuestra que tienes buenos conocimientos de estas cuestiones. La descripcion es espectacular...
ResponderEliminarQuedamos a la espera de ver que sucede... Expectantes
Un abrazo
Me alegra haberos dejado expectantes y espero que la continuación no os decepcione.
EliminarIldefonso como le decía a MJ soy más de té que de café y un buen té me parece muy relajante pero no soy para nada una experta, escribir el relato me ha servido para aprender mucho e intentar que fuera creíble lo que contaba, eso sí la tiendecilla está inspirada en una que había en mi ciudad que era una delicia para los sentidos, entrar y dejar atrás cualquier preocupación, todo invitaba a quedarse y a vivir intensamente el momento presente.
Un abrazo
Nos quedamos con ganas de saber el futuro nosotros también. Ya puedo sentir el olor del té recién hecho que se camufla en el aire junto con las voces de esas dos mujeres a punto de contarse una historia.
ResponderEliminarA ver qué pasa.
Un beso, Conxita.
Ummmm ¿A qué invita a quedarse? Esa taza de té y esas confidencias. ¿Qué le pasará?¿Qué quiere saber de las hojas del té?
EliminarA veces buscamos respuestas en los lugares más insospechados.
Espero que te guste ese futuro inmediato en mi próxima entrada.
Besos
Estoy deseando la próxima entrada Conxita, pues nos has dejado con la miel en los labios. No suelo tomar té pero me agrada mucho el aroma que desprende, cuando estuve el año pasado en la India, visité una tienda de estas, en la cual deguste un té buenísimo, no me llevé el té pero si que tenían incienso y compré bastante de distinto aromas.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíriru sin Nombre.
A mi me pasa con el café Conchi, me gusta mucho el olor a café recién hecho, me trae buenas sensaciones y en cambio tomarlo me recuerda muchas noches de estudio y nervios.
EliminarSupongo que con los inciensos también debe pasar, que hay olores que te transportan, que relajan y hacen sentir muy bien igual que ciertas músicas.
Besos
Qué relato tan chulo!!!
ResponderEliminarLa descripción de la tienda es de aplauso.
Te felicito Conxita.
Tienes mucho nivel.
A ver qué ocurre...
Besos.
Me alegra que te haya gustado Xavi.
EliminarQué generosos sois conmigo, por vuestro tiempo y por esas palabras tan bonitas que dedicáis a mis letras. Si se puede enrojecer virtualmente que sepas que también lo he hecho, muchas gracias de corazón.
Espero que te guste la segunda parte.
Besos
wow, espero ansiosa segunda parte ;). Me ha encantada la descripción casi he sentido que estaba allí tomando té, incluso que hasta me gustaba (jiji es que no me suelen gustar ;-p), enhorabuena Conchita siempre consigues creer expectativa y la redacción es muy buena. Un beso.
ResponderEliminarPues querida Natalia si he conseguido que te sintieras allí y encima casi con un té me doy por muy satisfecha, gracias por decírmelo, quería que la tienda también fuera protagonista y ayudara a relajar esos sentimientos que parecen un tanto alterados.
EliminarA mi no me gustaba el té hasta que probé un buen té y no esos que nos venden en muchos supermercados o cafeterías y cuando pruebas uno buen...entonces es otra historia.
Me alegra que te haya gustado y espero que la continuación te sorprenda.
Besos
En ascuas me quedo mientras voy a prepararme un té, aunque sea de bolsita, je, je, je... Una fantástica primera parte en la que destaco muchísimo el trabajo de documentación para describir esa tienda de té con los cinco sentidos. Intentar adelantarnos al futuro siempre es algo peligroso, tanto si se puede cambiar o no. Un abrazo!!
ResponderEliminarJajaja David de bolsita no sé si sirve...Es broma, también hay algunos muy buenos pero no los más conocidos que esos son un horror (para mí).
EliminarGracias, sí he aprendido mucho sobre el mundo del té y la filosofía que hay detrás que predispone a la relajación, a tomarse las cosas con más calma o como le llaman el movimiento slow como entender la vida sin tanta prisa, más relajadamente y ya tendríamos que aprender a hacerlo así.
A veces cuando no encontramos, se quieren encontrar respuestas en los lugares más insospechados y no siempre son los correctos.
Espero que te guste la segunda parte tomando aquello que más te apetezca por supuesto.
Besos
Un precioso relato que deja una gran intriga.
ResponderEliminarLa ceremonia de la preparación del té es muy importante .
Me quedo esperando la segunda parte.
Un placer leerte,
Un beso.
Gracias Amalia.
EliminarMientras me documentaba para escribir el relato encontré entradas que me parecieron fantásticas y una estaba referida a cómo preparar un buen té y la respuesta era sencilla Preparar el té con el corazón.
Detrás de esa ceremonia hay toda una filosofía de vida más relajada y disfrutando, algo que con las prisas se nos olvida.
Espero que te guste la segunda parte.
Besos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa ceremonia del té.
ResponderEliminarHe sido parte de ellas. Me fascinan los tés.
Los aromas picantes
los lugares donde el incienso se junta con el aroma a flores.
Adoro el simple té inglés de buena marca... y sabor definido
Me han leido los hojas...
Tu texto
Una maravilla muchacha
de las historias
con Magia
¡Qué interesante Recomenzar! Seguro que me encantaría escuchar tu experiencia y disfrutar de esas sensaciones que tan visualmente traes con tus palabras.
Eliminar¡¡¡¡Leído las hojas del té!!!! Maravilloso, qué experiencias tienes y qué bonito es haberlas vivido y poder recordarlas. Gracias por compartirlas un poquito aquí.
Ummm te deseo un fascinante té, de esos que han llenado y siguen llenando tu vida.
Besos
En Japón no es raro ver a una persona comiendo hojas de té usadas con un poco de salsa de soya, o salsa ponzu.
EliminarHay que tener cuidado de no agregar mucha salsa, sólo con un poco basta.
Las hojas de té también pueden usarse como parte de una ensalada. Su sabor es similar al de la espinaca y además de ser ricas en catequinas, son muy bajas en calorías.
Puedes incluirlas en varias recetas, tal como cualquier vegetal.
Finalmente, se debe de tener en cuenta que las hojas de té contienen cafeína, por lo que lo mejor es no comer demasiadas hojas a la hora de la cena para evitar el insomnio.
Mas besos
Muchas gracias Recomenzar por tan interesantes sugerencias.
EliminarDesconocía estos usos que comentas y que se pueden tomar como vegetales, ideales para no engordar jajaja
Creo que voy a incluirlas en la dieta, eso sí no para la cena.
Besos
Hola Conxita ay el té, me he embriagado en esa tienda, me ha seducido. Yo soy una amante de las tisanas y se bien que pueden convertirse en un pretexto para cambiar las cosas; como el caso de tus dos protagonistas, una está a punto de contar algo que solo el té va a ser capaz de sacar desplegando esas hojitas en una tetera al punto del grado de calor y procurando guardar su esencia con la tapa, a sorbitos se desmenuza la vida. Me ha gustado mucho por que ya ves que ha salido embriagada. Un abrazo
ResponderEliminarHola Emerencia me alegra que te haya seducido esta tiendecilla y sí no hay nada que no sea más llevadero con una buena conversación con un buen amigo o una buena amiga delante de un té, un café o cualquier otra bebida porque lo que importa siempre más es la compañía.
EliminarEspero que te guste la continuación.
Feliz domingo
Un abrazo
¡Hola Conxita! He estado un poco apartada de este mundo y de ahí mi retraso en comentarte. No he leído la cantidad de comentarios y seguramente te lo han dicho ya pero, a una servidora que no es de tomar té, le han entrado unas ganas inmensas de hacerse con uno ahora mismo. Eso sí, con alguien como Rosa, ¡qué importante son las personas como ella en nuestras vidas!
ResponderEliminarMe quedo con ese lema que late en el fondo de tu relato, así con las preciosas imágenes que has puesto.
¡Un beset fortísim!
No te preocupes Chelo, ya sabes que es cuando se puede. Por mi no te preocupes de verdad.
EliminarComo dices Chelo lo importante es tener a personas como Rosa en nuestras vidas, síiiiii eso es lo importante y con ellas todo parece más fácil de llevar y es que tener un amigo dice la sabiduría popular que es tener un tesoro y así lo pienso.
Un petonet bonica
Me alegra que te haya gustado, muchísimas gracias por comentarlo.
EliminarBesos
Hasta para contar un problema a un amigo es necesario una preparación a modo de ritual.
ResponderEliminarLa compañía del té se hizo millonaria gracias a esa debilidad humana de compartir penas en torno a una infusión verde como el té o negra como el café.
Bonito, espero la segunda parte.
Un beso.
Penas y alegrías, de lo que se trata es de estar a gusto con un amigo o una amiga y hablar de cualquier cosa sabiendo que no habrá juicios y sí comprensión y estima. Y es que una charla relajada mientras se toma un aromático café o uno de esos tés fantásticos de mis protagonistas es una gozada, un disfrute de esos pequeños placeres de la vida.
EliminarMe alegra que te haya gustado querido Francisco.
Besos
Aunque me he aficionado hace pocos años al té, ahora soy capaz de disfrutar de toda esa variedad de posibilidades que tan bien describes: olores, variedades (negro y verde especialmente), teteras, tazas... lo de leer las hojas, no. Estaré atenta a la continuación pese a mi escepticismo :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Laura tarde o pronto, café o té, lo importante es disfrutarlo y sobre todo en una conversación tranquila y relajada o delante de una buena lectura.
ResponderEliminarMe alegra que te haya parecido bien descrito y que esas sensaciones al entrar en una de esas tiendas se sintieran por un momento.
¿Leer las hojas del té? A veces las personas cuando estamos desbordadas buscamos respuestas en los lugares más extraños.
Espero que te guste la continuación.
Un abrazo y feliz semana
Maravilloso ambiente has creado, Conxita. Te diré que el te es una de mis bebidas favoritas, consumo de algún lugar que citas, el sabor que se aprecia, se huele incluso se siente, ha llegado hasta mi casa con tu relato.
ResponderEliminarVeamos ahora en la segunda parte que tiene que contar Carlita a Rosa, pues las hojas del te siempre escuché que dicen verdades.
Un placer leerte.
Besos.
Hola Mila como buena conocedora del té sabes de la importancia de la preparación y ese dejar espacios. Dicen que su filosofía habla de tranquilidad, de paz, de armonía, de tener tiempo y me parece que la protagonista lo tiene muy claro.
EliminarEspero que te guste la continuación.
Besos
Que magnífico relato, Conxita. Es todo un tratado sobre el té con todo lujo de detalles y aderezado con tus letras una combinación fantástica.
ResponderEliminarTe felicito.
Besos
Gracias Maripaz, a mi me gusta el té pero he aprendido mucho documentando el relato y la tienda sí que está inspirada en una que yo frecuentaba que parecía hecha para disfrutar con todos los sentidos.
EliminarBesos y feliz semana
Qué bonita debía de ser la tienda en la que te has inspirado...
ResponderEliminarBueno, pues aquí me quedo, intrigada, con un té (tomándolo, no leyéndolo :D), a la espera de saber qué le pasa a Carla y qué descubre su amiga!
Cierto Ángeles era muy bonita, de esas en las que te apetece pasar el rato disfrutando, que te envuelven y que casi te hacen viajar a destinos lejanos donde el tiempo parece tener otras medidas.
EliminarEspero que hayas disfrutado de tu té y que la continuación del relato te guste.
Un abrazo
Pero qué bonito, que delicado y que oloroso!, y eso que él único té que me gusta es con hierbabuena, el té moruno que le llaman.
ResponderEliminarDestaco el cariño de las dos amigas, y sobre todo Conxita, que buena leedora de mentes y de ojos llorosos es Carla, y como ha sabido llevase al huerto a Rosa.
Si me lo permites compañera, hay una frase demasiado “colorista” , es ésta: “Coloridas lámparas que, como relámpagos de colores atrevidos, centelleaban sobre el fondo oscuro de la madera. Unos bouquets de rosas secas semejaban pinceladas de color sobre…”, tienes suficientes recursos lingüisticos para encontrar un sinónimo de color, y es que es tan tan bonito y amistoso el relato que no he podido evitar tratarlo con la misma crítica exigente, que si fuera mío.
Hay además, algo que me gusta mucho de los muchos, y es cuando la información de la que disponemos “todo lo relativo al té y la factura del té”, lo insertas con soltura e inteligencia narrativa en el relato, no parece para nada enciclopédico o informativo, simplemente resulta natural en el modo y la manera que lo cuentas.
Tu relato es, sobre todo, un homenaje a la amistad.
Que como ves, me ha gustado mucho Conxita, y que espero pronto poder leer el II
Besossssssss
Hola Isabel te lo agradezco un montón y de hecho lo he corregido utilizando sinónimos y un poco de sobriedad y contención jajaja porque me gustan los colores pero se me fue la mano ¡¡Era excesivo!! Me alegro mucho que me lo hayas dicho porque es la manera de aprender porque aunque lo repases mil veces siempre se te pasa algo.
EliminarNo imaginas lo contenta que me he puesto con que no se note ese exceso de documentación y esas incontenibles ganas que dan a veces de colocar todo lo que se sabe o se ha investigado. Me alegra y mucho que no haya sido así porque creo que eso acaba dificultando la lectura y no sabes si nos cuentan una historia o el tratado enciclopédico como bien dices. En este caso me servía para reflejar la cháchara de Rosa, proporcionando información que no interesaba a Carla y que solo buscaba distraer su atención de aquello que la estaba angustiando.
Este fin de semana espero tener el tiempo necesario para poder publicar la continuación y espero que te guste. Sí, es un homenaje a la amistad porque cualquier situación que se pueda compartir con un amigo parece más fácil de llevar, ¿no crees?
Gracias por tus palabras.
Han quedado estupendo los párrafos cromáticos, me alegra poder haberte sido de ayuda, ya sabes, y si no lo sabes te lo digo por aquí, que puedes hacerme con toda libertad comentarios en mis cuentos y en cualquier sentido.
EliminarA ver que pasa con las dos amigas... no me lo pienso perder.
Gracias a ti Conxita.
Gracias a ti Isabel,me parece muy enriquecedor poder aprender de vuestros consejos y sé que agradeces igualmente todo aquello que pueda mejorar tus cuentos y así de bien escribes.
EliminarBesos y me encantará saber tu opinión de la continuación.
Pues como me gusta provocar, confieso que soy más de café.
ResponderEliminarCafé o té acaba siendo lo que menos importa y seguro Jose Mariaque estás de acuerdo conmigo que lo que realmente importa es la compañía y estar con un amigo o amiga con el que todo se pueda hablar, sentirse comprendido y que las preocupaciones duelan menos y que las alegrías se disfruten aún más.
EliminarEspero que te guste la continuación.
Un beso enorme
Me has dejado con la boca abierta Conxita, precioso ritual, parece que lo estoy viviendo. Con razón te han llegado esos hermosos recuerdos. ¡Me he quedado intrigada! ¿Le leerá la hojas del té? Un beso.
ResponderEliminarMe alegra haberte intrigado Mara y deseando saber qué te parece la continuación.
EliminarMe ha gustado descubrir la filosofía que hay detrás de esos rituales, sobre todo el silencio, el dejar espacio al otro y a uno mismo, el respeto y la necesidad de sosiego en un mundo que va demasiado deprisa y transmitirla un poquito con mis letras.
Besos
Espero impaciente la continuación. Un saludo
ResponderEliminarGracias Susana y bienvenida a este espacio de letras.
EliminarEspero que te guste la continuación, si mañana puedo me gustaría publicarla.
Un saludo y ya sabes si te apetece volver me encantará saber tu opinión.
Me ha encantado sentarme y empezar a saborear, a oler, a imaginar esas Hojas de té con el agua caliente abriéndose...ummmm que bien lo describes!!
ResponderEliminarConxita, nos has invitado a relajarnos en esta ceremonia tan llena de calidez.
Ojala supiera crear ese ambiente alrededor de una taza y conseguir esa paz para que todo fluya.
Un abrazo Conxita y enhorabuena por tus letras. Muakk
Gracias Xus por esas bonitas y generosas palabras.
EliminarMe alegra haber sido capaz de que saborees ese té, pero ni el mejor té ni el más grato café son lo más importante en una charla con una buena amiga, cuando las cosas se hacen de verdad simplemente fluyen, ¿no te parece?
Y estoy completamente seguro que tú lo consigues.
Un abrazo y feliz fin de semana
Los preámbulos, en muchas cosas, son mucho más importante que el desenlace.
ResponderEliminarGracias Soros, me has hecho pensar en ese No importa tanto la cima como el camino y sí a veces solo nos preocupamos por el destino y el mientras llegamos es muy importante.
EliminarUn abrazo
Hola Conxita,
ResponderEliminarUna ambientación maravillosa, después de leerlo una se queda relajada, supongo que esa era la intención de Rosa respecto a Carla, y así lo has transmitido. Yo no soy mucho de té, pero oye; esta noche antes de dormir quizás me haga un rooibos, jeje
Ya que está la otra parte voy ya mismo para allí, :)
Encantada de volver a leerte.
Un beso.
Jajaja Irene si tomas ese rooibos seguro que te quedas de lo más relajada.
EliminarTal y como dices la intención de Rosa con su amiga es esa, ese relajarla, calmar la ansiedad y prepararla para contar porque ya sabe que no hay respuestas que le puedan dar las hojas del té, que las respuestas están en ella.
Recuerdo que no me gustaba el té hasta que probé un buen té y sí ahora me gusta, y ¿qué mejor que disfrutar de un rato calmado, de una buena charla y tomando un buen té o un buen café o cualquier bebida en buena compañía?
Me alegra que te haya gustado.
Un beso enorme.
Ayyyyyy no lo había leído, lo bueno es que me voy pitando a la segunda parte y no tengo que esperar.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Gema me alegra que te haya gustado.
EliminarUn beso enorme