Alicia acabó de poner los platos en la mesita frente a la chimenea,
encendió una vela y miró con satisfacción el efecto creado mientras sonreía satisfecha.
«Perfecto».
Se había acostumbrado. Años atrás alguna vez había pensado que quizás sí le
gustaría que fuera más romántico y menos seco pero él era así y así lo quería. En ese
aceptarlo radicaba el éxito de sus años de convivencia, ella hacía porque
quería hacer y él no hacía porque no quería hacer pero ellos estaban de acuerdo.
Empezaron a cenar mientras en la televisión pasaba un programa de
entretenimiento, ahora sus voces charlaban en un tono más alto que antes, igual
que el volumen de la televisión que, con los años había ido ganando decibelios
mientras los troncos se unían a la velada chisporroteando alegres dando calor a
aquellos que cenaban.
Una vez acabaron Alicia con la inercia de los siempres se levantó para
recoger los platos, uno tras otro realizó un par de viajes hasta que no quedó
nada sobre la mesa, trasteo apenas en la cocina y apareció con un diminuto
pastel con forma de corazón de crema y chocolate, los sabores preferidos del goloso
de su marido.
—Vaya…—Pedro la miró con aparente sorpresa— ¿Qué celebramos hoy?
—Despistado…—la sonrisa de ella lo perdonaba todo— Hoy es el día de los
enamorados.
—¿Aja… Tenemos un día?
Ella se sonrió mirándolo. ¡Ese hombre era imposible!, negó con la cabeza
mientras colocaba el postre en la mesa bien alineado.
—Ponte que quiero mandarle una foto a las chicas—. Él la miró divertido mientras ponía su cara de
foto y esperaba a que ella acabara con el móvil.
—Tú, las fotos y tus hijas.
Ella no pareció hacerle ningún caso.
—Venga calla. Ponte, así muy bien, venga mírame—, le sonrió y le quitó una brizna
invisible del jersey, después le peinó los cuatro pelos despeinados.
Miró la pantalla satisfecha.
—Perfecto, muy guapo. Ahora hazme una a mí —. Coqueta se atusó el pelo
quitándose las lentes que ahora necesitaba para casi todo mientras recordaba su
obsesión de joven por llevar gafas, casi se le escapó la risa al recordar al sufrido
oftalmólogo diciéndole: «Señora, ve perfectamente; ya volverá a partir de los
cuarenta». Desde luego no se equivocó.
Alicia regresó al presente mientras Pedro presionaba con sus manazas la
tecla del teléfono y después de un tira y afloja para hacerla rabiar, se lo
pasaba.
Ella miró la foto y frunció los labios.
—¡No, ni hablar, estoy fatal! Pedro, fíjate un poco más, me has cogido con
la boca abierta. Venga vuelve a hacerla.
Pedro refunfuñó entre dientes sobre que «era imposible, si no dejaba de
hablar ni bajo el agua» mientras tomaba de nuevo el móvil y se la mostraba.
—Y si no te gusta, yo ya he acabado—dijo gruñón.
Esta vez Alicia pareció quedar conforme, abrió el whatsapp y ágil con la
práctica del día a día, busco el grupo que tenía con sus hijas mientras
escribía: «Vuestro padre y yo celebrando el día de los enamorados».
La envió y después se giró hacía él dándole un beso breve en los labios y
acariciándole tierna la mejilla.
—Feliz día cariño, ¡te quiero!
El hombre no dijo nada. Ella tampoco lo esperaba.
Alicia cortó el pastelito. Para él un trozo menor ya que por sus achaques
no le convenía mucho el dulce; para ella bastante mayor, era golosa y le
encantaba. Pedro mientras había ido a buscar una botella de cava que ya abría, sirviéndola
primero a ella y después para él, entrechocaron sus copas en un brindis por «más
años de este amor compartido», bueno Alicia fue la que lo dijo, él solo asintió.
—¿A dónde vas ahora?
—Feliz día de los enamorados —. Ahora fueron los ojos de ella los que
brillaron con emoción y la voz de él abandonó por un instante su brusquedad — pero
mujer ¿Cuántas veces me he olvidado?
Alicia no contestó lo que ambos sabían, que él siempre recordaba y que a
ella le gustaba ser sorprendida. Dejó la cajita en la mesita junto al plato
vacío y para disimular la emoción se alzó del sillón con un poquito más de
esfuerzo.
—Mujer, ¿Y ahora a dónde vas?
Ella se giró sonriendo.
—Sabes que voy a necesitar unas tijeras.
Las risas de ambos resonaron en el comedor mientras intercambiaban una
mirada de complicidad y de años de convivencia. Alicia sabia sin ninguna duda
que a Pedro como el niño grande que seguía siendo le encantaba poner a prueba su paciencia bajo
capas y capas de papel y celofán, que reía divertido cuando ella acababa
rompiendo, impaciente, el envoltorio intentando descubrir cuanto antes lo que
él le había regalado y esa vez no iba a ser menos.
Llevaban más de cincuenta años haciéndolo.
Dedicado a todos aquellos que hacen posible con sus gestos cotidianos el verdadero amor y especialmente para vosotros que lo hacéis realidad cada día.
Conxita
En el mes considerado "del amor" no quería dejar pasar la ocasión de escribir un relato dedicado a esos amores sencillos, del día a día, que sin grandes gestos demuestran a la persona que los recibe lo importantes que son y que a mi me parecen los más auténticos.
ResponderEliminarEspero que os guste.
m'ha agradat molt Conxita, segueix escribint aquests relats. JO també crec en l'amor del dia a dia. Una abraçada!
EliminarMoltes gràcies Anna, m'alegra que t'hagi agradat i de la teva visita al blog, m'encantarà si et ve de gust repetir i llegeixes altres relats que tinc publicats.
EliminarÉs que l'amor del día a día és el que t'acompanya en la vida. Un petonàs.
Muchas gracias Anna. Me alegra que te haya gustado y de tu visita al blog, me encantará si te apetece repetir y lees otros de los relatos que tengo publicados.
Es que el amor del día a día es el que te acompaña en la vida. Un beso
¡Hola Conxita!
EliminarMe ha encantado tu relato. Es un fantástico homenaje a algo que hoy día, parece dar vergüenza : ¡mostrar amor!
No comprendo porqué hay que andarse con tantas escondidas. Existen redes sociales en las que la gran mayoría de mis seguidor@s, hacian apología al 'NO SAN VALENTÍN'
El amor hay que regarlo todos los días, pero yo soy de esas a las que se les cae la baba con los detalles en el día de los enamorados.
Abrazotee
Hola Gema
EliminarHay una frase de Elvira Laruelo, escritora española que a mi me gusta mucha que dice Nunca encajaré en un mundo en el que el odio se grita y se susurra el ‘te quiero'”, me parece que refleja justo lo que tú dices Gema, casi como si diera pudor mostrar el amor, la felicidad, la alegría... Hay que reivindicar las cosas bonitas y el amor cuando existe se tiene que mostrar y no esconder y qué cada cual lo celebre como le gusta, ¿por qué negarnos a que se celebre?
Mis protas quieren su pastelito en forma de corazón y para ellos eso es un detalle de amor, hecho desde la estima, desde ese cuidar los detalles, preocuparse por el otro, buscar la sonrisa y la sorpresa de aquellos a los que quieres y ese decir cada día cuanto se quiere a los que se quiere, eso es el amor.
Un beso
Qué bien has descrito ese amor continuado, ese amor que a ojos extraños puede parecer rutinario pero que en realidad es un amor consolidado, un amor alimentado por muchos años de convivencia y por el mutuo conocimiento, donde un pilar importante es precisamente ese conocimiento del otro.
ResponderEliminarA mí también me parece que un amor así es más auténtico.
Precioso, Conxita, has recreado el ambiente de esa pareja estupendamente. Me ha gustado mucho.
Un beso, guapa, y buen domingo.
Hola Kirke
EliminarEs justo ese amor que tan bien comentas, que a ojos extraños podría no tener emoción, no pasan grandes cosas aparte de seguir queriéndose con la complicidad de los años, con el amor desinteresado que solo quiere el bien de los que se tienen cerca, lejos de alborotos y grandes muestras, solo hacer grato el día de los que se quieren, despertar sonrisas y seguir acumulando recuerdos de mucha vida.
Un beso y que tengas una fantástica semana.
Creo que eso sea verdadero amor. La aceptación de todo lo que el otro es, y no l que podría o nos gustaría... Me encantó Conxita, una vez más superas todo elogio.
ResponderEliminarBesos grandes.
Muchas gracias Alma
EliminarSí, son esos amores cotidianos, tan generosos y tan poco vistos pero reales, tal y como dices es ese aceptar al otro como es, no como nos gustaría o podría ser, totalmente de acuerdo. Y qué bonito encontrar a ese compañero o compañera de vida con el que se construyen tantas complicidades aunque pasen muchos años como mis protagonistas.
Me parecen tan auténticos, tan dulces y llenos de amor en cada uno de sus gestos.
Gracias por tus bonitas palabras.
Un beso y feliz semana
¡¡¡¡Me ha encantado!!!! Has descrito ese amor del bueno que es el mejor.
ResponderEliminarBesos y feliz domingo.
Gracias Gema
EliminarMe alegra que te haya gustado este amor cotidiano, sin estridencias ni grandes brillos, pausado y construido con amor, risas, paciencia, complicidad y aceptación del otro.
Con frecuencia, las cosas sencillas son las más auténticas, esos gestos que nacen de la estima más pura, ¿No te parece?
un beso y feliz semana
Dicen que el verdadero amor es lo que queda una vez se han apagado los fuegos artificiales.
ResponderEliminarQuien lo dijo seguramente conocía a alguna pareja como la de tu relato, aunque no sé si son las más abundantes.
Una historia muy tierna, como suelen ser las tuyas.
Ángeles yo tampoco tengo muy claro si son las más abundantes que me temo que no, pero lo que sé es que haberlas, haylas.
EliminarA mi me parece que los difícil ha de ser seguir manteniendo intactas las ilusiones y es más seguir insistiendo para que sigan creciendo una vez desaparecidos esos fuegos artificiales.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso y que pases una semana fantástica.
El amor atraviesa por diferentes etapas en la vida, como todo, y con los años va madurando ese amor que al principio se ve y se siente de color de rosa.
ResponderEliminarMuy bello tu texto, Conxita, un placer estar de nuevo en tu precioso rincón.
Un beso enorme.
Bienvenida siempre Maria, un placer recibirte, lo sabes.
EliminarTotalmente de acuerdo con esas distintas etapas del amor y en los colores con los que se puede ver. En todas las edades el amor lo revoluciona todo aunque quizás se asocia el bullicioso y excesivo a la juventud y en la la rutina que puede dar la cotidianidad es cuando pueden llegar muchos desencuentros, pero mis protagonistas han conseguido ese amor tranquilo, que llega de la aceptación, de la complicidad y de la vida vivida junto al otro, han aprendido que siendo personas diferentes se sienten bien juntas y eso es una maravilla.
Un beso y desearte una buena semana
Cincuenta años merecen un homenaje.
ResponderEliminarIncluso una tesis doctoral.
Besos.
Jajaja ¿Una tesis doctoral?
EliminarCierto que son muchísimos años y que parece una auténtica proeza en unos tiempos como los que tenemos que todo es de usar y tirar y también las relaciones, pero como decía antes haberlas, haylos y aunque es difícil conseguir mantener las ilusiones no solo lo hacen sino que siguen teniendo aún más, personas como mis protagonistas me producen una gran ternura.
Bien por ellos y por aquellos que consiguen hacerlo.
Un beso y que tengas una buena semana
Se te nota la emoción cuando escribes, pones algo más que letras en el papel, seguro se te escapó alguna lágrima.
ResponderEliminarYo he pensado en mis padres mientras leía.
Muchas gracias por regalarnos estos detalles.
Besos enamorados también.
Cierto Francisco, se me contagia la emoción que siento en mis personajes, es como si ellos me lo contaran y sí, me emociona ese amor tan generoso y desinteresado, me parece tan bonito ese querer hacer la vida de aquellos a los que quieres mucho más fácil, esos detalles llenos de amor, me emocionan querido amigo.
EliminarEs cierto que uno se siente afortunado cuando ve esos amores tan preciosos y desinteresados.
Un enorme beso y que tengas una preciosa semana
Guau, cincuenta años... Y siguen celebrando el día de los enamorados. Esto es de amor brillante y poco cotidiano. En tu literatura ofreces una cara dulce de las relaciones muy necesaria; está bien para contrarrestar la negrura que nos rodea. Enhorabuena por este amable relato.
ResponderEliminarUn beso, Conxita.
Ángeles
EliminarMe parecen tan tiernas esas parejas que con tantos años de convivencia siguen acumulando esos detalles de amor, eso es el verdadero amor aunque seguramente no brilla ni es de grandes aspavientos pero es un amor puro de aceptación y de compañerismo.
Tienes razón, me gusta dedicar mi atención a lo que lo merece, encontrar lo positivo, buscar la cara amable y dejarme llevar por las sonrisas; las lágrimas para cuando no hay más remedio y aún así que sean las justas porque como tú dices ya tenemos bastante negrura en este mundo. Prefiero disfrutar de esos héroes cotidianos que hacen del mundo un lugar mucho mejor.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso
Claro que sí homenaje al amor este mes jeje. Lo más difícil del amor es saber mantenerlo siempre vivo, 50 años es todo un éxito. Gracias por el relato. Un besito guapa. PD. Por cierto me sigue pasando lo mismo en tu blog aunque como ya me sé tu blog no tengo problemas en localizarte, si quiere puedes pinchar tu nombre en los comentarios que dejas en mi blog para que veas lo que pasa a ver si a ti te pasa igual ;)
ResponderEliminarPues que menos que dedicar un relato al amor en este mes del amor y quise que fueran esos amores en los que no nos fijamos, que en los tiempos que corren son raras avis que deslumbran por ser tan extraordinarios y que te hacen pensar con envidia que tú también quieres encontrar a la persona.
EliminarGracias por tus palabras.
Sobre mi problemilla, hago esa comprobación desde tu blog, pero no tengo ni idea de qué puede ser, menos mal que te sabes el nombre y puedes venir a visitarme, sabes que me encanta recibirte.
Un beso enorme Natalia
Gracias por tu bonitas palabras ;) Acabo de hacer la comprobación y todo bajo control cuando pincho sobre tu comentario me deja acceder a tu blog sin problemas ;). PD Ya te sigo en Instagram. Un besito.
EliminarMe alegro que por fin se haya solucionado, aunque no tengo ni idea de qué pasaba ni cómo se ha solucionado, pero muchas gracias por tu aviso.
EliminarYo también te sigo.
Un beso guapísima.
La verdad que es una cosa bastante extraña, ahora justo con tu último comentario vuelve a pasar lo mismo. En fin miralo de vez en cuando yo en cualquier caso seguiré mirando desde el nombre de tu blog asino tengo problemas de acceso. Un beso
EliminarIgual son las pitonisas del último relato... jajaja
EliminarBromas aparte, no tengo ni idea de qué puede pasar pero no soy muy hábil con estos temas, lo iré revisando. Gracias
Un amor, un afecto de pareja que dura en el tiempo (cincuenta años es un récord) seguro que tiene todas las claves de la armonía y el cariño.
ResponderEliminarUn relato precioso, Conxita.
Un abrazo.
Gracias Laura.
EliminarCierto de récord y lo extraordinario es que sigan teniendo la misma ilusión y el mismo amor después de tantos años, eso es precioso.
Y es que a veces las cosas más auténticas son así de sencillas como el amor de esta pareja.
Un beso
Es precioso tu relato, Conxita. En la lectura, lo más bonito es la identificación que con frecuencia se produce con aquello que uno lee. Para que se dé el autor debe de ser un artista capaz de conseguirlo, y no es fácil tal cosa. Tú, amiga mía, lo has logrado conmigo. Qué simpáticos y auténticos estos Pedro y Alicia, qué tranquilidad y amor respira su relación. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias Juan Carlos.
EliminarCuando una escribe, aspira a que la persona que te lee sienta un poquito esa identificación, que se olvide de mi Alicia y Pedro y los haga los suyos, su pareja, una cercana o igual sus propios padres y eso me parece de las cosas más difíciles de conseguir para aquellos que intentamos aprender a hacerlo, si me dices que lo he conseguido aunque sea solo un poquito me siento muy pero que muy satisfecha, muchas gracias amigo por decírmelo.
Muchas gracias por esas palabras que me han emocionado.
Un beso
Qué preciosa escena nos pintas, Conxita, y cuántas cosas nos cuentas en esos detalles que vas dejando caer, como sin querer. La historia me parece entrañable, y más en estos tiempos en que tan acostumbrados estamos a las separaciones, a las parejas más bien efímeras. La pasión arrebatadora, las mariposas en el estómago y el temblor de rodillas son geniales, pero no hacen un amor para toda la vida. Los detalles, la comprensión y respeto mutuos de la forma de ser del otro, el cariño de años y la complicidad a prueba del tiempo, sí.
ResponderEliminarUn relato que deja buen sabor de boca, amiga. ¡Me ha gustado muchísimo!
Un beso grande y feliz comienzo de semana.
Muchas gracias Julia.
EliminarSí Julia son esos detalles los que nos dicen porque llevan tantos años juntos con la misma ilusión, forman parte de ese respeto mutuo, la comprensión, la aceptación por el otro y mucho cariño.
Cierto que las mariposas, la pasión y las piernas temblorosas están muy pero que muy bien pero mucho tiempo igual no se resistiría jajaja. Todo tiene su momento y es bonito aceptarlo y disfrutarlo.
Me alegra haber dejado ese buen sabor de boca y una sonrisa, gracias por decírmelo.
Un beso y feliz semana también para ti.
Hola Conxita, una historia sencilla como lo debe ser la pareja. Me encantó el detalle de la tijera. Un beso
ResponderEliminarHola Emerencia
EliminarA veces parece que las cosas sencillas son simples y valen menos, pero hay cuestiones en que lo que importa no es si es sencillo o sofisticado sino que sea auténtico y nazca del respeto por la individualidad del otro como les pasa a mis protagonistas, que se respetan y quieren tal y como son.
Es que ese Pedro es de miedo, gasta medio rollo de celofán en envolver sus regalos y ella lo conoce muy bien.
Un beso
Siempre he pensado que la pasión inicial del amor, cuando éste es verdadero, se transforma con los años en cariño.
ResponderEliminarA la flor silvestre del amor, capaz de resistir intacta agostos y sequías, y a la flor cultivada del cariño, crecedera continua carente de descanso, les salen, cada de cuando en cuando, algunas yemas nuevas en el tallo. Unas se hacen espinas aceradas, dolorosas; otras, hojas acogedoras y mimosas. Y, ambas flores, perviven con las unas y las otras.
Y así se me ocurrió escribirlo un día. Estas flores que parecen del pasado o que incluso algunos les niegan la existencia, existen. Y tú lo muestras muy bien en tu tierno relato.
Gracias.
Oh Soros qué bonitas palabras las tuyas, qué preciosa comparación con esas flores silvestres y cultivadas. Eres un poeta, qué lindo lo has contado. No conozco ese relato, ya me dirás dónde leerlo.
EliminarEn estos tiempos en que todo lo nuevo parece mejor que lo viejo, dónde prima lo joven por encima de la experiencia, me enternece ver que hay amores que sobreviven a los vaivenes del tiempo con la misma fuerza e intensidad y que nos demuestran que las cosas importantes no tienen ninguna caducidad.
Gracias por pasarte a leerlo y tus bonitas palabras, un placer recibirte en el blog.
Un abrazo
Gracias, Conxita.
EliminarTengo otro blog para pensamientos cortitos de menos de cien palabras.
Últimamente no publico en él porque no se me vienen a la cabeza relatos tan cortos. Se llama "Todo a cien o a menos" y, en él, hay muchas cosas parecidas a esa que te he escrito.
A lo mejor ya lo has visto. Está en:
http://carlanca.blogspot.com.es/
Un abrazo.
Hola Soros, sí que lo conozco y he visitado en alguna ocasión, pero como veía que no publicabas he frecuentado más tu otro blog. Volveré a visitarlo, gracias por decírmelo.
EliminarUn abrazo
Es precioso este homenaje que has hecho a esos amores sencillos que perduran en el tiempo. Un beso, Conxita y gracias por compartir un texto con tanta sensibilidad
ResponderEliminarEsos Ana, esos amores sencillos que duran y duran porque son de verdad.
EliminarMe ha gustado contarlo porque sí, son tan auténticos, que una se siente bien sabiendo que existen, que están en nuestros día a día y solo se tiene que saber mirar.
Muchas gracias a ti por la sensibilidad en la lectura.
Un beso y feliz semana
Bonito y tierno relato Conxita. Yo creo que en el fondo todos queremos acabar cuando seamos viejecitos con una pareja y una situación en la que el respeto y el cariño sigue intacto como el primer día. Tu pareja me recuerda a esas que suelo ver por la calle de la mano sosteniéndose uno a otro y que me provocan tanta ternura... Ha sido muy emotivo vivir esta escena cotidiana de los protagonistas, me ha encantado. Enhorabuena y un abrazo.
ResponderEliminarEsa ternura que comentas Ziortza es la que respiran Alicia y Pedro, porque como tú dices su cariño está intacto, ha resistido el paso del tiempo, cambiando, evolucionando pero existiendo, sin desgastarse.
EliminarMe alegra que te haya gustado esa particular celebración de los protagonistas, es que a veces no es necesario buscar grandes detalles para ser feliz, lo que importa es la intención que se tiene.
Gracias por tus palabras, que tengas una buena y feliz semana
Una historia muy tierna y natural. Cada personaje con su idiosincrasia pero unidos a lo largo de muchos años de convivencia. Lo más importante, al menos en esta historia, es la aceptación de la forma de ser del otro (el marido en este caso) aunque no se ajuste al ideal que uno (la mujer) desearía. Y más importante aun, es que el amor es correspondido. Cada uno lo expresa a su manera. Muy bonito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tal y como dices Josep Mª es esa aceptación del otro tal y como es, con sus luces y sus sombras y sin querer cambiarlo. Se quiere y por tanto se acepta al otro y en ese aceptar la individualidad es cuando pueden construir la pareja, porque son amores que dejan vivir sin asfixiar, que respetan al otro porque no hay medias naranjas, hay personas enteras que deciden vivir en compañía de aquellos a los que eligen y con los que se sienten amados.
EliminarY sí, ese amor correspondido cada uno lo expresa a su manera.
Gracias por tus palabras.
Feliz semana
Muy tierno!!
ResponderEliminarBesos
Ilesin ¿Verdad que sí son tiernos esta pareja de enamorados? Es tan bonito ver que aunque pasen los años, los sentimientos permanecen y no solo eso sino que siguen teniendo las ilusiones por la otra persona intactas.
EliminarEs precioso, te hace creer en que todo es posible.
Muchas gracias por tu tiempo.
Un beso
Gracias a miles de historias como esta, el mundo todavía es habitable.
ResponderEliminarBesos.
Estoy de acuerdo contigo Alfred historias como las de Alicia y Pedro nos hacen creer que todo es posible y hacen del mundo un buen lugar para vivir.
EliminarOjalá hubiera mucho más amor del desinteresado y auténtico.
Un beso y que tengas una buena semana
Al fin un relato con final feliz. Aunque al principio no lo pareciera. Lo han engranado estupendamente, Conxita.
ResponderEliminarAbrazos.
Cierto, Alicia y Pedro llevan más de cincuenta años siendo felices y eso es algo fantástico que nos hace creer que la magia es posible.
EliminarMe alegra que te haya gustado la manera de contarlo Ignacio,
Que disfrutes de una buena semana.
Un abrazo
Has hecho un relato estupendo y no me refiero solo a la historia, que también, sino a lo bien que la has contado.
ResponderEliminarUn merecido homenaje a los que, sin duda, con algún que otro esfuerzo y alguna que otra renuncia llegan a cumplir 50 años de amorosa convivencia.
Besos
Hola Ámbar es que igual la convivencia se conforma también con pequeñas renuncias y esfuerzo por entender al otro y ser entendido. Los protagonistas saben que no solo hay risas en su relación, han construido un camino en el que ha habido de todo, pero también es cierto que con amor, con la persona adecuada, el camino se hace mucho más a gusto y llegan a esos más de cincuenta años de convivencia, que se dice pronto y son mucho días, exactamente esos que salen en el título 19.345.
EliminarUn beso y que tengas una buena semana.
Una historia llena de dulzura, a pesar del aparente envoltorio seco y brusco de Pedro.
ResponderEliminarEse es el verdadero amor que ha madurado, en el conocimiento del otro, en la aceptación de las diferencias y también en el juego cómplice y compartido.
Un hermoso relato, Conxita.
Besos.
Qué bien dices Mirella ese envoltorio de Pedro esconde un hombre a su manera tierno, que quiere a su pareja aunque lo demuestra poco y es que las maneras de mostrar el querer son muy diversas, lo importante es esa aceptación y ese compartir que esta pareja lleva haciendo toda su vida.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un abrazo
Me ha encantado y coincido contigo en que estas sencillas historias de amor son las más verdaderas.
ResponderEliminarEs que son tan auténticas, sin artificios y añadiendo justo lo que se necesita, esa aceptación del otro tal y como es, sin estridencias, viviendo en paz y armonía en su día a día y con la vida que tienen, ¿qué más pedir?
EliminarGracias Macondo por tu visita.
Un abrazo
Entrañable relato. El amor es uno de los ingredientes esenciales para ser feliz. No entiendo la vida sin querer y que te quieran. Por eso se intuye tanta complicidad en la pareja protagonista, que has sabido plasmar muy bien.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Gerardo por esas palabras.
EliminarEsta pareja ha conseguido hacer fácil lo difícil, esa complicidad e ilusión que a pesar de los muchos años de convivencia siguen manteniendo intactos.
Es fantástico encontrar a esa persona con la que estás bien y te sientes comprendido incluso sin palabras, es bonito querer y que te quieran, y tanto que sí.
Un saludo
Yo lo definiría como "amor real", quizás un poco alejado de los cánones clásicos, pero creo que es el poso que queda después de muchos años,... y lo has contado de una forma natural,... como la vida misma, como toda una vida.
ResponderEliminarEs eso Norte, un amor real, sin muchos artificios, lleno de detalles cotidianos del día a día, sin grandes manifestaciones pero sí muy auténticas por parte de ambos y eso es muy bonito, para mi eso es amor.
EliminarMe alegra haberlo contado naturalmente como la vida misma o como esa vida plena de los protagonistas.
Un saludo
Ay, Conxita...Me ha encantado! :)
ResponderEliminarCierto es. El amor está en los gestos, en los actos, en los detalles del día a día, día tras día...
Un beso grande!!
Me alegra mucho Flora
EliminarComo tú bien dices y reflejas con frecuencia en tus poemas son esos detalles, esos gestos, en esas miradas cómplices, en ese entenderse sin palabras, en las risas compartidas... como se construye el amor.
Es un amor de pequeños gestos pero muy auténticos, que se demuestra haciendo en lugar de decir grandes y hermosas palabras, auténtico.
Un beso también para ti.
me gusta el juego que se traen.
ResponderEliminarme gusta la complicidad.
me gusta su duración temporal.
me gusta como está relatado.
Me gusta Guille que te guste el juego de la pareja, a mi me parece muy tierno.
EliminarMe gusta que te guste la complicidad, a mi también.
Me gusta que te guste su duración, porque es cierto que también hay amores que duran (y sin necesidad de pilas ni aditivos artificiales) construidos con el cariño, la complicidad, el entendimiento, el respeto, las risas...
Me gusta que te guste como está relatado, muchas gracias por decírmelo.
Un beso
Qué grande Conxita. En día cono este (o aquel, que ya hablamos en pasado), donde lo más habitual es un relato edulcorado, de esos que emanan corazoncitos, como los de la foto que has puesto al principio, tú nos sorprendes con un relato que, de sencillo, es grande. La más hermosa de las historias de amor, y sin hablar de grandes demostraciones, "te quieros" o anillos de brillantes, porque es el amor de "andar por casa", pero de ese que tiene la fortaleza de los cincuenta años que lleva poniéndose a prueba. Al leer tu relato, se me viene a la mente (y no creo que sea el único), a más de una pareja que conozco, de esas mayores, con más de cincuenta años en su haber y, que, entre gruñido y gruñido, una mirada de complicidad, y un "ya sabemos como somos y... nos hemos aceptado", porque el Amor, nace, pero también se construye. Y, como se suele decir, lo que no lo mata, lo hace más fuerte.
ResponderEliminarGran relato, Conxita. Muchos besos
Hola Isidoro
EliminarNo soy mucho de corazoncitos pero sí era la imagen ideal para tanto día de San Valentín y tantos miles de corazones que han inundado nuestros días, aunque mi relato ha llegado en este mes pero en otro día.
En Cataluña se celebra el día de los enamorados el 23 de abril, festividad de Sant Jordi o San Jorge, un hermoso día en el que se regalan letras y rosas a aquellos a los que se quiere.
Mi relato habla de ese amor cotidiano, hecho de convivencia y mucho amor, como tú dices sin grandes demostraciones ni te quieros ni brillantes, un amor de andar por casa, me ha encantado esa expresión porque lo refleja tal y como es, estoy segura que mis protagonistas lo subscribirían palabra por palabra.
Y me alegra que hayas podido reconocer a otros Pedros y Alicias conocidos porque hay muchos héroes anónimos que mantienen vivo cada día el amor que se tienen, solo se trata de aprender a mira, ¿no te parece?
Totalmente de acuerdo contigo, el amor nace pero también se construye y se cuida y se mima cada día.
Un beso enorme
Ah, es verdad, el día de Sant Jordi. Lo sabía, pero no me acordaba y, la verdad, me parece una idea estupenda y hermosa lo del libro y la rosa. Besos Conxita
EliminarEs una muy bonita fiesta, si algún día puedes estar en Barcelona en esa fecha es un espectáculo precioso ver como los libros y las flores son los dueños de la calle, aunque es cierto que hay muchíiiiiiiiiiisima gente. Todo no se puede tener.
EliminarBesos
Un relato delicioso, Conxita. Reflejas el amor maduro, el amor de cincuenta años, cuando todo ha sido ya superado y la pareja llega a conocer hasta los niveles de colesterol del otro. Aún así pervive una sutil chispa de pasión, de sorprender en la rutina cotidiana. En ese consiste la felicidad, en disfrutar los pequeños momentos de cada día. Un excelente regalo de enamorados. Saludos!
ResponderEliminarHola David, gracias por tu visita.
EliminarEs un amor pausado, lejos de esos amores apasionados del principio aunque eso no signifique que no siga la pasión en sus vidas, tal y como tú dices mantienen esas chispas y esa sorpresa hacía el otro. El tiempo sosiega y está bien porque sería difícil mantener la sangre alterada del enamoramiento tantos años, no sé yo si sería sano jajaja.
Y sí son esos amores que se preocupan por todo lo que afecta a la persona a la que se quiere.
Me apunto a ese disfrutar de los pequeños momentos con la persona, eso hace que la vida valga la pena.
Un saludo.
Que bellos esos amores sencillos, del día a día... Me encantó el final, amiga
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra mucho Ildefonso
EliminarSon esos, justo esos que se construyen en el día a día, sin grandes alborotos ni estruendos, de pequeñas cosas y de amor por el otro.
¿El final? es que son más de 50 años conociéndose, y ella ya va sabiendo...
Muchas gracias por tu tiempo.
Un abrazo
Una historia de amor real que me ha encantado: ¡buen trabajo, Conxita!
ResponderEliminarUn beso.
Fer
Hola Fer
EliminarEs una historia de amor basada en las cosas sencillas, esas que parecen sin importancia pero que acaban convirtiendo en extraordinario un amor de más de 50 años, con las ilusiones, las ganas de sorprender y querer al otro intactas.
Me alegra que te haya gustado.
Un beso
Hay costumbres que merece la pena, más que mantener, atesorar y mimar. Son esos simples detalles como el envoltorio de un regalo más que el regalo en sí, los que alimentan día a día las relaciones.
ResponderEliminarUn buen homenaje tu relato a este mes de los enamorados que hoy despedimos.
Besos
Hola Lorena estoy de acuerdo contigo en que hay momentos en las parejas, sus momentos, esos que cada pareja construye que son la base de las relaciones porque están creados desde la complicidad, en el compañerismo, en el amor,la comprensión y la aceptación del otro.
EliminarMe apetecía dedicar un relato de amores sencillos en este mes del amor por excelencia.
Gracias por leerlo.
Besos
Hola Conxita.
ResponderEliminarQué bonita sensación te queda al ser testigo de esta sencilla pareja, una relación entrañable, igual que cuando escuchas a esos abuelillos hablar emocionados de la mujer, la compañera de viaje, sin la cual su vida sería como la de una estrella aislada en el universo, sin brillo, apagada y errante.
Un abrazo!
Me alegro mucho Paco haberte dejado esas sensaciones, porque es cierto que leyendo a Alicia y Pedro uno no puede menos que sonreír y suspirar porque a todos nos gustaría tener tantos años con la misma ilusión y amor de siempre.
EliminarA mi también me emocionan esas muestras de amor por el otro después de toda una vida juntos, es tan precioso esa admiración y cariño por el compañero, eso sí es amor de verdad.
Un abrazo
Bellísimo relato, Conxita. Has dicho algo muy al principio con lo que coincido, desde siempre, en el tema del amor de pareja. Algo muy simple y, a la vez, complicado y no es otra cosa que estar "de acuerdo" en líneas generales en cuanto a las cosas fundamentales de la vida y los valores. Da igual ya todo lo demás: hobbyes, horarios, gustos, manías, etc.
ResponderEliminarMe ha encantado tu alusión a todas las capas de paciencia de ambos, que es lo que hoy tanto escasea. Además, hace falta la voluntad de 'querer' QUERER.
Espléndido post para celebrar este mes que finalizó ayer (siento el retraso en venir, Conxita).
Un beset molt fort
Hola bonica.
EliminarMuchas gracias por tus palabras Chelo.
Cuando se está de acuerdo en las cosas que importan, las de verdad, todo lo otro se puede llevar muy bien.
Y sí en una relación hay paciencia por parte de ambos para comprender que las personas somos muy distintas y que no se trata de juntar medias naranjas, sino con las naranjas enteras llevarse muy bien aceptándola entera sin querer cambiarla porque crees que esa persona vale la pena.
No hay ningún retraso ni nada que disculpar preciosa, faltaría más, las cosas se hacen cuando se pueden Chelo y todos vamos muy atareados.
Me alegra mucho que lo hayas disfrutado.
Un beso enorme
Precioso relato Conxita. Esas acciones monótonas y repetidas tras los años de conocimiento es lo que va cimentando el amor cuando ya se acabaron la pasión y las luces de verbena del principio. Amor del de verdad, del que supera las complicaciones y la falta de poesía de la vida diaria.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Rosa muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarEs que siempre con la misma pasión y parafernalia no sé yo si se podría resistir, que los años también pasan factura. Bromas al margen, es cierto que es un amor de esos que van haciendo poso, de años de convivencia y de respeto, de los que como tú dices superan las complicaciones, la cotidianidad y siempre tienen una sonrisa para la pareja y las ilusiones intactas para comprar un pastelito el día de los enamorados porque se sienten así, eso me parece precioso en los tiempos que corren que todo es de usar y tirar, también el amor que se gasta muy rápido.
Un beso enorme y que acabes de pasar un muy feliz miércoles guapa.
Hola Julio David
ResponderEliminarSabemos lo que quizás piensa ella pero no lo que piensa él. A mi me parece que en una relación de tantos años, ambos han tenido que ceder en algunas cosas y no creo que lo vivan como frustración sino más bien como pequeñas concesiones que uno hace cuando quiere a alguien de verdad, estas cosas cuando el amor es auténtico no cuestan y se acaban compensando. No son grandes carencias y si conocimiento del otro, algunos son más dulces y extrovertidos, otros más secos y reservados pero lo importante es que lo que se sienta por el otro valga la pena para querer quedarse a su lado feliz, porque se trata de ser feliz no de estar solo acompañado.
Gracias por tu visita.
Un saludo
La fuerza de este relato está en su sencillez y en la cotidianidad que emana. Tan sólo dos protagonistas repitiendo los mismos gestos y acciones que de tanto usarlos se los saben de memoria, pero que repiten una y otra vez porque disfrutan de ese momento y son capaces de sacarle todas sus posibilidades, cada uno a su manera. Es una suerte tener a quien querer, es una suerte tener quien te quiera. La frase creo que resumen perfectamente el relato. Un abrazo Conxita.
ResponderEliminarHola Jorge
EliminarGracias, sí es eso justo lo que tú destacas, la sencillez desde el día a día, es un amor sencillo, sin grandes gestos pero muy auténtico, porque nace desde la preocupación y la estima por el otro, ese querer que la persona a la que quieres se sienta bien,seguir ilusionado y lleno de magia aunque pasen los años, eso es muy bonito.
Y me quedo con esa frase tuya que es espléndida sin ninguna duda: es una suerte tener a quien querer, es una suerte tener quien te quiera, me parece un broche precioso para el relato, gracias por compartirla.
Un abrazo
Hola Conxita, disculpa el retraso en venir. Hermoso, muy hermoso relato en el que la ternura es protagonista en ese amor que perdura a lo largo de tantos años en esta pareja mayor. Una delicia como logras que se expresen los dos protagonistas. Pero los logros se los lleva la autora que sabe transmitirnos, a todos los que te leemos, el candor de esa escena que reivindica las emociones más nobles y el respeto que nos debemos como seres humanos capaces de ejercer el amor en plenitud.
ResponderEliminarUn abrazo, Conxita.
Ariel
Uy querido Ariel, en este rinconcito de letras no es necesario disculparse, cada uno llega cuando puede y siempre sois muy bienvenidos. Sabes que para mi es un placer leer vuestros comentarios, así que siéntete siempre en tu casa y ven cuando te apetezca y puedas sin ningún compromiso y encima me regalas unas preciosas palabras, muchísimas gracias Ariel.
EliminarSe trata de un amor del día a día, ese que es tan difícil de mantener, un amor que se basa en entender al otro, respetarlo y aceptarlo en su individualidad y con sus cosas, un amor que algunos llamarían imperfecto pero es el que a ellos les gusta, es suyo y es perfecto para ellos.
¿Qué mejor emoción, verdad Ariel? El amor, es un buen motor para la vida, claro que sí.
Un abrazo
Ahora toca celebrar las Bodas de Plata con toda la familia. ¡Felices cincuenta! Saludos.
ResponderEliminarHola Mara,
EliminarMe da a mi que a Alícia no es de las que deja pasar una ocasión para celebrarlo y ¿qué mejor manera de celebrar ese amor compartido a lo largo de todos esos años que hacerlo con su familia? Como tú dices a por esas bodas de plata y que sigan muchos más años felices y disfrutando que eso da gusto.
Un saludo
Que amor tan maduro y hermoso el que refleja la pareja en tu hermoso relato, Conxita.
ResponderEliminarA medida que pasaron los años la compenetración ha llegado a ser tan sólida que cada uno es capaz de mostrarse tal y como es y ser aceptado por lo mismo.
Es bonito imaginar que el amor puede llegar a ser apreciado con naturalidad, a pesar de los años y las circunstancias.
Me ha gustado mucho.
Un gran abrazo.
Hola Mila un placer tenerte de nuevo por aquí o ¿aún estás a medias?
EliminarEs un amor de mucho roce (en el buen sentido), de mucha convivencia, con las cosas buenas y las menos buenas que tiene el día a día, en el que ambos como tú dices se compenetran a la perfección y pueden mostrarse como son y ser aceptados como son, y esa parece ser la clave de la felicidad de esta pareja y de muchas otras que hacen de cada uno de sus días un ejemplo de amor.
Es que el amor es esa aceptación sin condiciones, esa ilusión que se esfuerzan en revivir los protagonistas del relato, es mimar al otro con pequeños detalles... son esas pequeñas cosas que hacen grande al amor.
Me alegra que te haya gustado.
Un beso enorme
Qué sensibilidad hay en tu relato.. me agradado mucho.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Suni por tus palabras.
EliminarA mi me parece que a veces algunos se pierden buscando el amor en mayúsculas, para mi son esos pequeños detalles los que te hacen ser feliz como ese pastel en forma de corazón o ese envoltorio escondido tras capas y capas de papel y celofán que demuestran mucho mejor que miles de preciosas palabras lo que se siente por la otra persona.
Eso y valorar las cosas que realmente importan en la vida que no tienen precio.
Un beso y feliz fin de semana
Me ha gustado mucho, Conxita.
ResponderEliminarDesde luego cincuenta años con tan buen rollo y comprensión mutua son de admirar.
Muchos besos!
Hola Celia
EliminarCierto que cincuenta años parecen una auténtica proeza en los tiempos que corren de tanto fast y donde todo aquello que dura un poquito de tiempo parece demodé y antiguo.
Alicia y Pedro aportan la esperanza de que no todo es así, que la aceptación, el respeto, la tolerancia hacen que se puedan seguir manteniendo relaciones llenas de buen rollo y comprensión mutua como dices y eso a mi me parece precioso.
Gracias por tus palabras.
Un beso enorme y que tengas un feliz fin de semana.
Un amor de cincuenta años y siguen enamorados es una maravilla. La sencillez es lo que une a esa pareja. Nosotros llevamos 42 años casados, 5 de novios y desde niños queriéndonos. Un abrazo
ResponderEliminarCierto Mamen, más de cincuenta años y siguen enamorados, disfrutando de la presencia del otro, ilusionándose y buscando sorprender con detalles que hacen la vida más tierna y fácil.
EliminarFelicidades por esos ¡47! años de amor verdadero, precioso, seguro que podrías explicar tantos detalles compartidos como los protagonistas del relato, vosotros sí sabéis cuidar y mimar al amor.
Un abrazo
Pues hay que reconocer que has bordado el texto para esta ocasión. Y una vez más, tu estilo, dejas detalles cotidianos y sencillos que hacen siempre agradable su lectura.
ResponderEliminarAbrazo, Conxi.
Muchas gracias Ernesto
ResponderEliminarMis protagonistas son los que hacen fácil escribir el relato, esos héroes anónimos que vemos a nuestro alrededor que hacen fácil lo difícil y que nos muestran a través de sus acciones, llenas de pequeños detalles, que el amor está ahí y que es necesario cuidarlo, mimarlo y seguir llenándolo de ilusiones cada día.
Me alegra mucho haber sido capaz de transmitir esos sentimientos en mis letras, gracias por decírmelo. ¡Qué bonitos y tiernos son esos detalles del día a día! ¿No te parece Ernesto?
Un abrazo
¡Vaya, hemos completado el centenario!
ResponderEliminarAsí es la vida, Conxi. Un instante tras otro. Lo que hagamos con ellos marcará nuestro día a día.
Chao.
Jajaja ahora he visto lo del centenario.
EliminarMe quedo, si me permites con esa frase tan acertada lo que hagamos con esos instantes, uno tras otro, marcará nuestro dia a dia, ojalá seamos sabios para aprovecharlos.
Un abrazo
Hola Contxita. Aquí estoy para devolverte la visita y disfrutar con tu relato. Con tu permiso, me voy a dar una vuelta por tu "rinconcito". Abrazos.
ResponderEliminarHola Marisa encantada de recibir tu visita y siéntete muy bienvenida porque lo eres y por supuesto mi rinconcito también es el tuyo si te apetece.
EliminarTal y como digo en la presentación del blog y he comentado muchas veces, lo que más de blogger es la posibilidad de intercambiar comentarios, charlar de todo aquello que nos apetezca, saber vuestras opiniones y aprender de lo que me comentáis y de todo lo que queréis compartir conmigo.
Un abrazo y hasta prontito si te apetece, feliz domingo.
Una magnífica historia, Conxita, donde pones de relieve ese amor que se ha ido forjando a lo largo de esos cincuenta años.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Besos
Hola Maripaz
EliminarGracias por tus palabras.
Mis protagonistas hacen del amor algo aparentemente muy sencillo, sin grandes gestos, sin muchos brillos y basado en el día a día. Y son maestros en eso tan difícil que es la convivencia, se aceptan tal y como son y así se quieren. No hay dobleces ni engaños ni disimulos, son como son y eso los hace auténticos y que después de cincuenta años puedan seguir queriéndose.
Un beso y feliz semana
Aunque ella lo aceptase como es (sabia elección que hace que los amores prosperen), parecía, al principio, más bien una historia de amor unilateral, con un cierto poso de desencanto. Solo al final se aprecia que el cariño es recíproco, y lo hubiera sido igual sin regalos de por medio.
ResponderEliminarEstos son los amores sin alharacas que quedan cuando ya la presbicia no te deja vivir... Te felicito.
Hola Sara bienvenida a Enredando con las letras
EliminarMuy buena tu apreciación, Alicia parecía dar mucho más que Pedro que era como si se dejase querer, como si le diera un poco igual lo que ella hiciera pero más tarde nos damos cuenta de que es como tú dices un amor recíproco, el de ella más cálido y expresivo y el de él más seco y un tanto áspero pero compartido, está claro que se quieren y prueba de ello son esas ilusiones intactas después de tantos años.
Estoy contigo que el regalo era lo de menos, mis protas han aprendido a aceptarse como son y así se quieren, un amor de gestos y palabras sencillas pero muy auténtico.
Muchas gracias por tus palabras y si te apetece me encantará recibirte de nuevo en el blog y saber tu opinión.
Un saludo y que tengas una buena semana
Emulando a aquel famoso tango :
ResponderEliminar" que cincuenta años no es nada"
Que lindo escribes, muy querida amiga.
Un abrazo.
Muchas gracias Ricardo
EliminarPues ese tango les viene muy bien a mis protagonistas que siguen con sus ilusiones intactas y su manera de ver la vida compartida llena de muchos más años.
Gracias por tu amabilidad siempre conmigo. Me alegro que te guste y muchas gracias por decírmelo.
Un saludo
Una preciosidad. Ojalá más historias así, tan verdaderas y reales y menos comerciales, que es a lo que esta sociedad nos está acostumbrando: sonrisas en las fotos, pero en la realidad nada de nada.
ResponderEliminarUy Holden qué bonito, muchas gracias.
EliminarSon esos amores cotidianos, que vemos a nuestro alrededor que se componen de aceptación, respeto y pequeños detalles que hacen la vida más fácil a aquellos a los que se quiere. Son mucho más auténticos que otros muchos que vienen disfrazados con lazos, oropeles y mucha sonrisa falsa.
Y es que la felicidad, para mi, se compone de pequeños detalles que nos hacen estar bien con quien queremos estar bien y los brillos y esos amores de revista para aquellos que se quedan con lo superficial.
Un beso
Ya empezaba yo a enfadarme con este hombre y con ella también,
ResponderEliminarPero de pronto reaccionó mi corazón
Super emotivo
Tierno y lindísimo
Enternecedor
Un abrazo amiga
Hola Carmen
EliminarEs un duro tierno, es como es y así lo acepta ella, porque ese es el amor de verdad, aceptar al otro tal y como es y él la quiere mucho aunque se esconda detrás de la rudeza o quizás no sabe demostrar de otro modo. Son de esas generaciones a las que se insistía que los hombres no demuestran sus emociones, pero quererla vaya si la quiere.
Me alegra que te haya gustado, gracias por decírmelo.
Un abrazo y feliz fin de semana
Un estupendo relato. Es muy agradable leerte . Escribes excelente.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Amalia por tus bonitas palabras.
EliminarEs un amor hecho de respeto, convivencia y mucho amor, de los que se construyen en el día a día y quizás con pequeños detalles pero muy importantes.
El amor no necesita de grandes gestos, sino de sinceridad y hechos, ¿No te parece?
Un beso y feliz fin de semana
Hoy vengo a desearte una feliz tarde, preciosa.
ResponderEliminarMuackssss.
Muchísimas gracias Maria, bonito detalle. Te deseo lo mismo.
ResponderEliminarUn beso enorme
Regalo es el que nos has hecho tú con este relato. Muy emotivo por estar tan logrado esa cotidianidad que arrastra años de convivencia y paciencia mutua por preservar una relación amorosa entrañable como esta. Enhorabuena y una abrazo, Conxita.
ResponderEliminarP.D.: Perdona el retraso por dejarte el comentario, no tuve tiempo la primera vez que lo leí ;)
Qué bonitas palabras Eva
EliminarEs que la cotidianidad está la pobrecita muy deslucida y siempre se la acusa de cargárselo todo y lo cierto es que cuando dos personas se quieren se hace todo lo posible y hasta lo imposible para mantener intactas las ilusiones y el amor por esa persona.
Eva soy muy afortunada por contar con vuestros comentarios en Enredando con las letras y nunca hay retrasos, se llega cuando se puede y se tienen ganas y siempre se es muy bienvenid@.
Un beso y feliz domingo
Un relato muy tierno y cotidiano que me ha encantado, Conxita. Está lleno de esa ternura de las pequeñas cosas y del día a día, que hacen tan especial a una buena convivencia de pareja. Un abrazo! ; )
ResponderEliminarHola Ramón
EliminarMuchas gracias por tu visita.
Me alegra que te lo haya parecido, cierto es un relato de hechos sencillos y cotidianos, hechos del día a día de una pareja para la que cumplir años no ha sido un problema, sino una manera de estar aún más unidos.
Mis protagonistas han aprendido a comprenderse, a aceptarse y a seguir manteniendo la ilusión en su día a día, eso que es tan y tan difícil.
Un abrazo
Menos mal, que apareció con el brillante, porque ya te iba a decir yo que el prenda era un esaborío. Al final, tiene sus cosillas, como las tenemos todos, y sobrellevamos para que el amor perdure.
ResponderEliminarUn beso.
Jajaja muy bueno Manuel¿un brillante? Igual, aunque creo que para Alicia lo importante es que piensa en ella, tanto para acordarse, comprar lo que sea y pasarse horas envolviendo su regalo para esa broma de años que ella ya espera.
EliminarY es que todos tenemos nuestras cosillas y aceptarlas hace como bien dices que el amor perdure.
Un beso y feliz semana
Preciosa escena. Amor que perdura con los años, ese del bueno, del que no se intenta cambiar al otro, del que perdura. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn besillo.
Gracias Maria, me alegra que te lo haya parecido.
EliminarEs bonito este amor cotidiano de mis protagonistas, que se aleja de música y fuegos artificiales, que ha dejado de ser explosivo y se construye en el día a día, que aprende a aceptar al otro tal y como es y que por tanto puede durar hasta esos más de cincuenta años.
Siempre parece culparse a lo cotidiano de desgastar al amor y los protas nos demuestran que no, que las cosas cambian pero sí hay amor permanece aunque se tiene que seguir mimando día a día y ser auténtico.
Un beso
Cuando línea a línea vas logrando que odiemos a ese tipo, pegás un volantazo y nos regalás una hermosa demostración de amor. Excelente manejo de sensaciones, Conxita.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Raúl
EliminarMe alegra que te haya parecido bien el viraje.
Bien percibido esa contradicción de actitudes del protagonista, he intentado dibujarlo tal y como es, alguien con actitudes no muy cooperadoras en casa, quizás no porque no quiera, sino porque ni se lo plantea, se ha educado así. Afortunadamente eso está cambiando.
Pero Alicia, lo acepta tal y como es y al final es así como funcionan las relaciones, aceptando al otro como es y si no se puede aceptar se trata de seguir cada uno su camino. Lo que parece claro que no funciona es intentar cambiar al otro, porque ¿entonces a quién se quería?
Alicia lo sabe y también que él a su manera un poco brusca, sin efusiones y demostraciones la quiere y por eso una relación se mantiene con esa ilusión más de 50 años.
Un saludo