"Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.”
Jorge Luis Borges.
Decidido se iba a hacer el
camino de Santiago.
Hacía años que se lo planteaba pero siempre lo posponía, no conseguía atreverse a lidiar ella sola con sus miedos.
Hacía años que se lo planteaba pero siempre lo posponía, no conseguía atreverse a lidiar ella sola con sus miedos.
Estaba asustada aunque no
quería reconocérselo. «¿Y si no le gustaba descubrirse?»
La decisión la había precipitado María y su última excusa. Decepcionada, se prometió dejar atrás a
tanto egoísta que solo se acordaban de ella cuando la necesitaban. Ahora María
tenía nueva pareja y no recordaba las lágrimas de su anterior ruptura ni el compromiso que hicieron de hacer ese viaje juntas. Decidió convertir
su desilusión en una oportunidad para superarse.
Desde el momento que consiguió
su credencial ya inició el camino. La ruta y las etapas perfectamente planificadas. Le habían comentado que lo de menos eran las razones por las que se
emprendía el camino porque al llegar al destino, los motivos habían dejado de
importar porque el camino ya te había cambiado.
Habló de su viaje solo con su familia. Si llegaba a su destino y le apetecía, lo explicaría. Si no lo conseguía, cuantos menos lo supieran mejor.
Habló de su viaje solo con su familia. Si llegaba a su destino y le apetecía, lo explicaría. Si no lo conseguía, cuantos menos lo supieran mejor.
Iniciar el camino fue
distinto de sus otros viajes. No había nadie con quién
ponerse de acuerdo, a quién esperar, no habían risas ni charlas, solo estaba ella. A su alrededor todos parecían ir acompañados. No sabía poner nombre al agobio que
sentía en el pecho, a los latidos acelerados, a la opresión... No había empezado a
caminar y ya estaba así. «¿Sería capaz de hacerlo?»
Envió un mensaje a su
madre y a su hermana. «Sí estaba bien y con muchas ganas».
Los primeros kilómetros costaban. La soledad que conocía bien allí era tan inmensa que dolía aún más, parecía rebotar en cada paso que daba.
«¿Y si escuchaba música?» No, eso era lo que hubiera hecho
la antigua Carlota. Se concentró en sus pasos. Uno detrás del otro. Solo sus
pies y las marcas amarillas. Un paso, otro y otro más. Sus fantasmas estaban muy activos como si supieran
que quería dejarlos atrás y reivindicaran su territorio.
Había momentos en los que
solo quería sentarse y llorar. Recordar los malentendidos,
los equívocos, los errores, la incomunicación, la decepción por cada fracaso... Dolía.
Cada una de sus equivocaciones. Algunas de sus decisiones. Lo que hubiera
podido hacer. Lo que no hizo.«¿Por qué actuaba de segundona en la película de
su vida? ¿Por qué no exigía el protagonismo?¿En realidad quería hacer las
cosas de forma distinta?» Empezó a compadecerse.
—¡Buen camino!
La voz del peregrino le
hizo dar un respingo porque aunque hacía rato que su silueta se perfilaba no lo
había visto. Apenas reconoció su hilillo de voz:
—Buenos días.
Siguieron sus caminos. Carlota
pensó que era como la vida, personas que
dejaban huella y otras que solo cicatrices. Algunas estaban ahí siempre,
formaban parte de una y otras desaparecían y era un alivio que lo hicieran. Aprender a decir adiós era parte de
ese camino. No retener aquello que no aportaba.
Carlota miró la espalda del peregrino y le sorprendió ver un paisaje que no había mirado.
Se sentó y desabrochó las botas. Apoyó los pies desnudos en la hierba y jugueteó con las sensaciones en sus dedos.
Un puñado de frutos secos, un
sorbo del agua que aún estaba fresca. Miró. Escuchó. Olió. Tocó.
A sus espaldas había un cruce de caminos y ella era
incapaz de saber por dónde había pasado.
«¿Desde cuándo no sabía por dónde iba?»
Consultó el móvil. La distancia que había hecho, lo que le quedaba por hacer. Se obligó a seguir sentada. No había prisa. Eran dos sellos cada día, tenía muchas horas para hacerlo y llegado el caso si no los ponía tampoco pasaba nada. «Contener la impaciencia. Aprender a mirar».
—¡Buen camino!
—¿Necesitas algo compañera?
—¿Necesitas algo compañera?
— Estoy bien. Gracias.
—¡Buen camino!
—¡Buen camino!
—¡Buen camino!
—¡Buen camino!
No sabía cuánto tiempo pasó
sentada ni cuantos buenos caminos escuchó y devolvió. Se sentía más ligera. Volvió al sendero. Empezó a disfrutar del ritmo y de su entorno.
Hacía calor, había polvo pero no le molestaba.
«¿Quién eres Carlota? ¿En qué te
has convertido?»
Era más fácil culpar a
otros de sus errores. No decidir también era una decisión y lo había hecho con
demasiada frecuencia. No, no le gustaba esa Carlota egoísta y cobarde que
descubría.
Los kilómetros iban
avanzando. Se encontró con otros peregrinos. A ratos le apetecía compartir
una conversación, otras solo una sonrisa. Idiomas distintos y un fin común,
cada uno con su búsqueda. No había preguntas. Camaradería, compañerismo
y solidaridad eso había encontrado. No era fácil mirarse por dentro sobre todo
cuando durante años se había negado. No notaba el peso de la mochila ni sus
botas ni el calor.
Veinticinco kilómetros. Dos sellos. Un albergue. Una ducha. Una buena comida. Una llamada. Pasear. Descubrir. Le gustaba preguntar a los
lugareños, seguir sus consejos acertados sobre atajos que no salían en las
guías, esas que con más frecuencia de lo que se debería estaban dictadas por
intereses económicos de los que tampoco se libraba El Camino.
Unos nuevos veinticinco o quizá fueron unos
cuantos más por ese descuido que la había obligado a dar un rodeo. No se
enfureció ni protestó solo dio la vuelta hasta encontrar la señal correcta.
El cansancio, el dolor y
el entumecimiento del cuerpo la hacían valorar los pequeños logros.
Disfrutar de los placeres sencillos. Nunca una cerveza le había resultado tan
fresca ni un baño tan exquisito o una cama tan cómoda cuando se dejaba caer
agotada y ni siquiera le molestaban los ronquidos ni los olores.
Se le agarrotaban los kilómetros en los gemelos pero sus pies resistían. Le dolían también las ampollas
y rozaduras ajenas. Se emocionaba al escuchar el compromiso, las ganas, la fe. No, no era fácil pero cada nuevo día se
sentía más ligera.
Otros veinticinco.
Y seguir con los siguientes.
Se aproximaba a su destino y las sombras cada vez más
diluidas. Se dejaba tentar por la
sencillez. Descansar
bajo un árbol con los pies descalzos, una conversación en cualquier idioma o
esos silencios compartidos igual que la crema solar, el agua o las risas. Y el alma más liviana, más alegre.
«Lo que
importa, lo que se necesita, lo que es».
Y una nueva mañana pero no
una cualquiera. Despertarse antes de alba, no hacer ruido, emprender el camino
a oscuras y saber que aquel día llegaría a su destino. La satisfacción por haberlo conseguido, más fuerte y atrapada por
la magia del camino.
Sabe que volverá. Ha descubierto a esa desconocida en la que se
había convertido, se ha hecho más sabia y aunque cometa errores no se castigará
ni buscará culpables, aprenderá de lo que ha sido. ¡Sí, volverá al camino, a su
camino!
- Mi homenaje a la gran Montserrat Caballé Barcelona Me sigue emocionando esta canción. Per sempre!!!
- Un poema Canto a mí mismo Walt Whitman
- Fotografías de Muntsa López
En catalán hay una palabra que no tiene traducción al castellano. Es una palabra bellísima, así, en superlativo. Se pronuncia "solitut". Nana que ver con la soledad. Nada.
ResponderEliminarLa soledad es la sensación interior de encontrarte desvalida/o. Sin cobijo, ni compañía, aunque estés rodeada de muchas personas.
La "solitut" es, sin embargo, el deseo de encontrarse con uno mismo, la paz interior y el monólogo que se convierte en diálogo cuando te encuentras.
La soledad no es buscada. La "solitut, si.
Un abrazo y prepara otro viaje en busca de la "solitit", es lo que vamos a encontrar en el camino si sabemos que es lo que queremos de él.
Una abraçada.
Salut
Muy bonita esa aportación respecto a solitud (solitut), muchas gracias Miquel porque es eso lo que la protagonista de este relato busca, el encontrarse con ella misma y estar en paz, y una vez que uno se encuentra consigo mismo ya nunca está solo. Y ese viaje a veces cuesta hasta que se hace.
EliminarUna abraçada
Feliz domingo y mejor semana
Y es que reencontrarse con uno mismo es una cita obligada en algún momento ne nuestra vida,... una vida frenética que puede llegar a anularte hasta diluirte en el grupo. Y el símil con el "camino" me ha parecido fantástico, especialmente en esa "transformación" que se va produciendo a medida que las amplollas, los dolores, los quilómetros ... y las jornadas van discurriendo... Fantástica entrada Conxita!
ResponderEliminarMuchas gracias El baile del Norte como dice Whitman
EliminarNi yo ni ningún otro puede andar por ti ese camino,
Eres tú quien debe andarlo.
No queda lejos, está a tu alcance,
Quizá estabas en él desde que naciste y no lo has sabido,
Quizá esté en todas partes, en mar y en tierra. (...)
Y es que nadie puede hacerlo por nosotros y a veces cuesta iniciarlo, reconocerse y aceptarse, como bien dices es una cita obligada en algún momento de nuestra vida.
Me alegra que te haya gustado aunque sea otro tipo de viajes.
Besos y muy feliz domingo y semana
Viajar en soledad confiere al camino de un halo de autoconocimiento. Muy bien expresado en tu texto. El Camino de Santiago sin duda es una puerta al espíritu que no sabemos escuchar, que dejamos de lado en la vida cotidiana y que sin embargo es la única verdad que existe dentro de uno mismo.
ResponderEliminarUn abrazo y buen camino. Kavafis, en su Itaca define lo importante que es que camino sea largo. Un domingo lindo para ti
Muchas gracias Albada Dos por tu aportación. Sí, se trata de un viaje al interior de uno mismo y no siempre es fácil encontrar el momento para hacerlo. Restringir los compañeros de viaje ayuda a encontrar ese momento como hace la protagonista, para conocerse y aceptarse. Y es que al final con quien más estamos es con nosotros mismos, así que cuanto mejor nos conozcamos y aceptemos mejor será el camino.
EliminarNo conocía esa cita de Kavafis, gracias y que para ambas el camino sea largo, muy provechoso y feliz.
Feliz domingo y mejor semana.
Qué gran experiencia. Un beso
EliminarMuchas gracias Susana creo que para la protagonista del relato era SU momento, ya estaba preparada para realizar esa búsqueda interior que nadie más que ella podía hacer.
EliminarGracias por pasarte, muy feliz semana.
Besos
Hola Conxita es muy acertada la cita con la que abres este relato tan personal y que nos habla de un movimiento interior a través del El camino. Me gustaría complementar el texto con una frase de Jorge Bucay en 'El camino de la felicidad' que decía: "Tú eliges hacia dónde y tú decides hasta cuándo, porque tu camino es un asunto exclusivamente tuyo".
ResponderEliminarBesos y buena semana por delante.
Muchas gracias Miguel a mi también me pareció que era adecuada para esa búsqueda de la protagonista en su camino en El camino.
EliminarMuchas gracias por compartir esa cita, excelente y de lo más acertada, que no conocía de Bucay, un autor que despierta alabanzas y críticas por igual.
Feliz semana también para ti.
Besos
Me ha gustado mucho la frase "personas que dejaban huella y otras que solo cicatrices". Dicen -y esto tiene que ver con la cita de Borges- que de todas las personas que pasan por nuestra vida, algunas se quedan para siempre y otras sólo están de paso; pero incluso las que sólo están de paso tienen también una misión, que es dejarnos una enseñanza, la mayoría de las veces sobre nosotros mismos. Como ese camino que hacemos en soledad y que tiene un sentido personal para cada uno.
ResponderEliminarPD: una amiga mía acaba de hacer el Camino de Santiago. Le diré que pase por aquí, si te parece bien.
Muchas gracias Ángeles por tu comentario, sí estoy de acuerdo contigo en que las personas que pasan por nuestra vida, tanto las que se quedan como las que van de paso, siempre aportan algo. Nos ayudan a ser, a entendernos y solo cada uno de nosotros es capaz de saber qué nos han aportado, incluso aunque no seamos capaces de verlo.
EliminarMe encantará si tu amiga se decide a leerlo y a explicarnos su experiencia. Conozco a varias personas que lo han hecho y cada una explica un camino distinto pero todos son muy gratificantes, son un auténtico descubrimiento personal.
Un abrazo
Hola Conxita! Me ha gustado muchísimo lo que transmite tu relato. Todos somos responsables de cómo elegimos vivir nuestras vidas, a veces no es fácil tomar decisiones ni ser valiente, pero me encanta ese final de tu historia, en la que Carlota se hace fuerte e independiente. Su amiga María, sin embargo, parece que ha optado por el camino fácil.
ResponderEliminarOtra cosa que me ha gustado mucho es esa decisión de ser protagonista de su propia vida.
Felicidades por tu relato, guapa!! Un besito
Hola María, un placer volver a leerte.
EliminarTienes razón y los máximos responsables de la manera de vivir elegida somos nosotros, hay personas que se pasan la vida instaladas en la queja pero no cambian nada. En cambio otras se deciden por el camino del descubrimiento, primero del propio, ese autoconocerse, aceptarse y eso es lo que hace mi protagonista. No es fácil elegir ese camino, hay dudas, miedos y no siempre lo que vemos nos gusta, pero enfrentarlo es un primer paso hacía aquella manera de vivir que nos gusta.
Es lo menos querer ser la protagonista, la estrella principal, de la propia vida. Es nuestra vida, la dirigimos e interpretamos nosotros.
Gracias por tus palabras.
Un beso
Buen camino!
ResponderEliminarBesos.
Gracias Alfred es un buen deseo, que nos sea largo y muy provechoso.
EliminarUn abrazo
Mientras documentaba el relato escuché que ese buen camino es el saludo habitual entre los peregrinos y justo intenté que mi protagonista lo reflejara, primero desde el descuido ajena a lo que pasa a su alrededor y después más centrada en el camino.
EliminarBesos
¡Qué buen relato, Conxita! Me gustó mucho y me llegó hondo porque también estoy en ese camino, no el de Santiago que me queda lejos, sino el de mirarse internamente, sanear lo que está herido y envolverse en la serenidad, el mejor abrigo que podemos encontrar. Si el espíritu está sereno todo se vive de otro modo en este mundo caótico y lo de afuera afecta menos. A veces nos pasan cosas duras, pero otras hacemos una tragedia por algo de poca importancia.
ResponderEliminarUn texto muy sabio.
Besos.
Mirella como bien dices hay muchos caminos y nadie puede hacerlo por nosotras, y en algún momento a lo largo de nuestra vida nos encontramos con las fuerzas y las ganas para hacerlo. Encontrar esos momentos para descubrirse, para guardar lo que hace bien y expulsar lo que duele, curar las heridas, aprender de lo que importa y hacerse un poquito más fuertes.
EliminarEstoy contigo que cuando se está bien por dentro, lo de fuera se relativiza pero no todo el mundo consigue llegar a hacer ese camino ni siquiera a acercarse a la necesidad de hacerlo.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso enorme y muy buen camino.
Me has hecho sentir peregrino durante unos minutos.
ResponderEliminarMuy bien narrado, como siempre.
Besos.
Me alegra haberlo conseguido Macondo y espero que hayas disfrutado del camino.
EliminarGracias por tus generosas palabras.
Besos y feliz semana
Le costó pero, al final hizo lo que tenía que hacer, descargar la mochila de prejuicios y dudas, y a disfrutar del camino, que es único en el mundo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Manuel bienvenido de nuevo a este rinconcito de letras. Espero que hayas tenido un gran verano.
EliminarSí, mi protagonista tenía miedo de lo que se descubriría, de esa persona que era ella, se resistía pero al final consiguió dejar atrás todo aquello que nada le aportaba y andar mucho más ligera por el camino y sobre todo por la vida.
Un abrazo y muy feliz semana
Es una gran palabra. En castellano soledad puede ser sinónimo de solitut, pero no siempre. Creo que con más frecuencia, soledad es tan solo soledad, aunque para mí, en algunos casos es verdadera y plena solitut. Tengo un amigo que cada año hace un Camino de Santiago distinto desde hace años, el francés, el de la costa, el portugués... etc, él sí que sabe de las compañías y soledades del Camino. Leyendo tu relato, Conxita, no he dejado de pensar en él.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la evolución de Carlota.
Un beso.
Hola Rosa entonces solitud está más relacionada con soledad, con la ausencia y faltaría esa parte que comenta Miquel de Tot Barcelona que sí incorpora la palabra catalana, de encontrarse con uno mismo, esa paz interior. Como comentas para ti si está incorporada en el significado de soledad. No lo sé, lo desconozco y he buscado los términos en la RAE y solo habla de Carencia de compañía. Lugar desierto.
EliminarEs que hay personas que comentan que el camino engancha, se aprende tanto que se repite una y otra vez. Desde luego seguro que tiene miles de experiencias para contar.
Me alegra que te haya gustado, Carlota necesitaba soltar lastre y atreverse a dar un paso al frente y recuperar su protagonismo.
Besos y muy feliz semana
¡Qué texto tan bonito y tan lleno de alegorías!
ResponderEliminarComo amante que soy del senderismo he caminado muchas veces en soledad y en esas caminatas es cuando más reflexiva me he sentido, cuando una se centra en sí misma y reflexiona profundamente. Es una sensación difícil de explicar esa de caminar por una senda con la única compañía del paisaje circundante y de una misma.
Tú lo has expresado muy bien, cómo el avance de un día tras otro deja una huella en el caminante y la placentera sensación de una jornada más donde el objetivo está más cerca y donde el caminante se siente mejor.
Bien por Carlota que supo en ese camino encontrar el suyo propio.
Un besote grande y buen lunes, Conxita.
Gracias Paloma, todo el camino acaba siendo una alegoría.
EliminarEs como tú dices muy difícil de narrar esas sensaciones que se sienten al estar en contacto con la naturaleza, en medio de la inmensidad y nadie más, disfrutando de los paisajes, del silencio, de la soledad... Aprendiendo a escuchar, a mirar, a sentir y valorando el esfuerzo en esos kilómetros que se van dejando atrás, que nos ayudan a darnos cuenta que no es tan importante llegar a la cima como disfrutar del camino que se va haciendo.
Me alegra que te haya gustado y sí, bien por Carlota por encontrar su camino.
Feliz lunes y resto de semana.
Besos
Siempre hay que apartar algo de tiempo para estar solo y dejarse llevar, sin distracciones. En la vida diario esto es casi imposible, pero el camino, cualquiera, permite esa intimidad de uno con sí mismo. Me gusta el viaje personal de tu protagonista, lo envidio. Aunque en mi caso elegiría lugares menos transitados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Gerardo encontrar ese tiempo a solas, buscado y querido, no resulta fácil en estos tiempos tan apretados que llevamos pero sí tienes razón que encontrar el camino el que sea, que nos permita estar a solas con nosotros mismos, sin miedos, sin tiempo es un gran descubrimiento.
EliminarSupongo que El Camino a pesar del movimiento que pueden tener algunos tramos, aún tiene etapas que lo permiten, quizás las más alejadas porque imagino que llegando a Santiago debe ser incluso un poco agobiante de gente y parece contradictorio con todo el recogimiento y descubrimiento que tiene aparejada esta búsqueda de uno mismo.
Seguro que encuentras el momento para tu viaje.
Besos y bienvenido de nuevo
¡Hola Conxita!
ResponderEliminarMe sorprenden tantas veces tus relatos descubriendo un sentimiento o un pensamiento a través de una historia, que me he hecho adicta a ellos.
Es necesario, a veces, parar y descubrirnos a nosotros mismos, tomar aire y elegir por dónde queremos seguir.
No sé por qué, pero tus palabras me han hecho recordar las que hace unos años me dijo un amigo que dejó todo para irse a la India a la Casa de Madre Teresa de Calcuta. Hablábamos de la envidia que me daba su decisión y le contaba que, en mi situación de madre y esposa, me sería imposible poder hacer lo mismo. Él me contestó: Hay muchas "Indias", puede que la tuya esté en tu casa con los tuyos.
Y, aunque no tenga una exacta correlación con tu narración, se me ocurre que "hay muchos caminos", sólo hay que encontrarlo y hacerlo para que algo cambie en ti.
Un besito Conxita ¡Buen camino!
¡Qué bonito Macarena ese hay muchas Indias de tu amigo! Precioso y me parece muy sabio y qué grandísima experiencia y generosidad la suya.
EliminarComo bien dices hay muchos caminos y encontrar el nuestro, aquello que es bueno para nosotros, es parte de ese camino. A veces pararse, bajar el ritmo y tomar tiempo para mirar, para reflexionar, para saber qué es lo que se quiere ya es empezar el propio.
Me alegra mucho que te guste leer los relatos, te lo agradezco mucho. Yo disfruto mucho leyendo vuestras opiniones e intercambiando opiniones y comentarios con vosotros, aprendo mucho. Gracias por dedicarme tiempo.
Buen camino también para ti, besos y que tengas una excelente semana.
Muchas veces he pensado en hacer el Camino, no sé muy bien porqué, o como dice el título de tu relato, "lo de menos son las razones"... y tal vez algún día lo haga.
ResponderEliminarTus letras excelentes, y como siempre me dejan pensando...
Besotes!
Gracias Alma por tus palabras siempre encantadoras con mis letras.
EliminarEse ¡¡¡Camino!!! las personas que lo han hecho cuentan maravillas, una experiencia siempre gratificantes y sí lo de menos son las razones por las que lo quieres hacer, lo importante es disfrutarlo y vivirlo. Y tal vez algún día lo hagas... Seguro.
Un beso enorme y una muy feliz semana
El Camino de Santiago, más allá del credo religioso, es un camino iniciático. Creo que esta es la verdadera razón por la que todos ansiamos emprender la marcha en algún momento. Recorrerlo contigo mismo debe ser como encontrarse con un amigo olvidado, darse un paréntesis depurativo para pensar en lo que eres y lo que desearías ser. Un relato el que has escrito que refleja muy bien ese sentido espiritual de ese viaje.
ResponderEliminarMe encantó, Conxita. Un abrazo!
David qué bien lo has descrito, es así como lo imagino, en ese reencontrarse con nosotros mismos, sin máscaras, sin tiempo, en esa reflexión de lo que se es, de lo que se ha vivido y de lo que se quiere ser. Es exactamente ese el sentido del viaje y del camino, el de Santiago o el que cada uno de nosotros haga.
EliminarMe alegra que te haya gustado.Muchas gracias por decírmelo.
Un abrazo y una muy buena semana pasada por agua porque en este momento por aquí está cayendo la del pulpo.
Hola conxita,
ResponderEliminarEl camino que todos quieren encontrar. Más allá del cómo encontrar tu destino o para qué es ese camino. Obras bien, cuando dices que hay que dejar la impaciencia y coger la calma. Lo importante no es ser feliz, es comprenderse y ser agradecido con lo que se tiene sin lastimarse una misma o autocastigarse. Es un relato que reconforta al que lee y además, da una valiosa lección.
Me ha gustado mucho.
Saludos!!
Hola Keren creo que es importante como bien dices dejar la impaciencia de lado.
EliminarLa protagonista aprende a tomar distancia, a calmarse, a no pensar más que un paso va detrás de otro, que así va haciendo camino, despojándose de aquello que no la ayuda a vivir.
Con más frecuencia de la que deberíamos cargamos con más peso del que necesitamos y es bueno poder pararse, pensar y saber qué es lo que queremos, que nos hace felices.
A veces es con nosotros mismos con quienes somos más críticos. Seria bueno ser más compasivos, más tolerantes, aprender a conocernos, a aceptarnos, a cuidarnos y querernos para estar mejor con nosotros mismos y con los otros.
Me alegra que te haya gustado.
Saludos y buena semana
Creo que el camino más difícil es al interior de uno mismo. Da tanto miedo que muchos lo abandonan antes de empezar, otros tantos se asustan al primer repecho, la primera ampolla en la piel y sólo unos pocos lo culminan. Éstos llegan a u lugar luminoso y se convierten en antorcha que ilumina el camino de los demás.
ResponderEliminarUn beso, Conxita, y gracias por tu relato
Y tanto Ana, es tan difícil que muchas veces nos llenamos con muchas personas y cosas para no hacerlo. Como bien dices algunos nunca se lo plantearan, no tienen tiempo, otros lo abandonaran cuando empiece a escocer y algunos se dirán que no vale la pena, no siempre es fácil pero encontrar el propio camino es una gran satisfacción porque a pesar de que pueda doler, que cueste, que no sea cómodo nos hace más auténticos.
EliminarGracias a ti por leerlo.
Un beso enorme Ana
Me ha encantado.
ResponderEliminarMi hija hizo el camino sola, y es increíble lo que se descubre de uno mismo. Ella no tenía en ese momento problemas ni nada que invitase a una introspección más profunda per aún así es una experiencia muy recomendable.
Besos.
Hola Gema no es necesario como bien dices tener ningún problema, sino ganas de conocerse uno mismo. Cuando estamos solos con nosotros mismos aprendemos y descubrimos a esa persona auténtica, lo que hemos sido, lo que somos y lo que queremos ser.
EliminarDicen que hay tantos caminos como viajeros y seguro que depende del momento vital de cada uno de nosotros, ningún camino es igual ni siquiera con la misma persona.
Creo que todas las personas con las que he hablado recomiendan la experiencia.
Besos y feliz semana
Estupendo relato Conxita, lo fácil es culpar a tu alrededor de las cosas negativas que te suceden, pero no debería ser así, cada uno es responsable de sus actos o de cómo permite que actúen los demás con uno. Si existen carencias, debe ser éste el que las afronte. Lo has mostrado muy bien en este camino, donde poco a poco se iba deshaciendo de todo aquello que no le permitía avanzar. Es muy visual.
ResponderEliminarMe ha encantado, :)
Un beso.
Muchísimas gracias Irene es cierto que hay personas que parecen especializadas en poner las responsabilidades en los otros y todos somos responsables de nuestros actos y de lo que provocamos con ellos. Como bien dices somos responsables de nuestros actos y de lo que permitimos que otros hagan con nosotros. Mi protagonista se había refugiado en culpar a otros de sus propios errores y en su camino aprende a aceptar y a aceptarse y situar las responsabilidades en cada lado.
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado y lo hayas podido visualizar.
Un beso enorme
Un relato precioso.
ResponderEliminarEs muy cierto eso que cuentas, porque las personas que hacen el Camino de Santiago, suelen decir que se han encontrado a sí mismos. Han convivido con la soledad y consigo mismos. Pero también que han conocido a muchas personas y que hay solidaridad en ese camino que lleva tantos siglos haciéndose y que cruza toda Europa. Cada vez que me encuentro una concha dorada en algún lugar lejano me sorprendo. La última me la encontré en Bruselas y fotografíe mi pie junto a ella... Desde allí también se iba a Santiago.
Hay mucho que ver en ese camino, muchas iglesias y ermitas prerromanicas, románicas... muchos paisajes, muchos pueblos de bellos nombres y uno mismo. y todos dicen que volverán a hacerlo. Quizá podamos animarnos un día...
Yo he estado en Burgos y en León, lleno de conchas doradas, señales amarillas y conchas azules, llenas de peregrinos, de mochilas, y de monumentos a los peregrinos... Pero no he estado en Santiago, lo tengo pendiente. Estaba esperando que terminaran de restaurar el Pórtico de la Gloria...
Hola MJ es cierto que ese es el comentario que con más frecuencia escuchas en las personas que han hecho el Camino, ese encontrarse, esos cambios que el camino va haciendo y que como dice la protagonista hacen que al final lo de menos sean los motivos por los que se emprende porque al finalizar el camino ya nos ha cambiado.
EliminarA mi me gusta encontrar esas conchas que indican que desde allí también había viajeros que emprendían el peregrinaje. Mientras documentaba el relato leí que hay multitud de rutas que se empiezan desde múltiples lugares de la península y de toda Europa.
Recuerdo haber visto esa concha en Bruselas pero no hice ninguna foto.
No descarto algún día hacerlo, todos los que lo han hecho lo recomiendan y por algo será, ¿no crees? Aunque el camino lo puedes hacer en cualquier lugar, lo importante es estar dispuesta a descubrirte y despojarte de todo eso que sobra.
Recuerdo que hace años cuando estuve en Burgos y León vi a muchísimos peregrinos, algunos con los pies magullados, llenos de ampollas, caminando por lugares en los que no había ni una sombra (depende de la ruta que se elija) pero con una determinación y una sonrisa que levantaba admiración.
Santiago siempre vale una visita y ahora con el Pórtico ya restaurado, no hay excusas.
Besos
Muy interesante el relato, las frases y esa descripcion que haces de Carlota y sus sensaciones y emociones.
ResponderEliminarSabes al leerte recorde la invitacion que me hizo hace unos 5 años mi mejor amiga del colegio. Hace muchos años que reside en Estados Unidos, habiamos perdido el contacto desde que se fue a vivir alli, pocos años despues de salir del colegio.
Por casualidades o causalidades de la vida, despues de 30 años sin saber una de la otra, hicimos contacto y lo mantuvimos a traves del correo electronico.
Ella estaba atravesando muy duros momentos, y no queria ir sola a hacer el camino de santiago, como no podia acompañarla la apoyé enviandonos correos a diario, su hijo mayor fue con ella por tres dias, luego se quedo sola, a la semana no aguanto y se fue, pero lo mejor es que consiguio su objetivo de encontrarse y saber reconocer sus temores y errores, le dije que no tenia sentido seguir en busca de algo que ya habia encontrado y que no se sintiera mal por haberse ido antes de llegar al final del camino de la ruta, pero que si habia llegado al final de su camino, no todos necesitan recorrerlo completo para lograr su objetivo.
Es la cuarta vez que llega a mis oidos el camino de santiago, quizas sea un llamado a recorrerlo, ya veremos...
Un verdadero gusto leerte Conxita, con tu permiso, lo comparto.
Hola I. Harolina un gusto encontrarte por aquí.
EliminarMuchas gracias por compartir ese recuerdo de tu amiga de la infancia, qué emocionante. Me ha parecido muy bonito y estoy de acuerdo contigo en que tu amiga consiguió su objetivo que como bien le hiciste notar no era tanto llegar al final del camino como conocerse, aprender de las experiencias vividas, porque lo que realmente es importante es conseguir aprender de la experiencia que ofrece ese camino, aprender del trayecto el recorrido en nuestra vida como el que queda por hacer, no tanto llegar al final.
Todos los que han hecho el Camino de Santiago lo recomiendan, aunque realmente el Camino se puede hacer en cualquier lugar en el que te encuentres contigo misma, ¿no crees? Pero toda la experiencia del Camino dicen que es muy gratificante aunque me parece que en algunos tramos está muy masificado.
Muchas gracias por tu visita y por tus bonitas palabras.
Un abrazo
Y muchas gracias por compartirme ese Despertar caminando que se ha hecho recogiendo las experiencias del camino. Me ha parecido de lo más emotivo como lo describe el autor Me coloque un cartel a la espalda en el que se podía leer, en castellano y en inglés, lo siguiente: “Estoy rodando una película sobre las motivaciones personales para hacer el Camino de Santiago. Si quieres dejar tu testimonio parame” y me puse en manos de la providencia..
EliminarDejo en el enlace que me compartió I. Harolina por si alguien quiere verlo
http://circulosierpes.blogspot.com/2015/11/despertar-caminando.html
Buen camino
Contestando a tu pregunta, claro que creo que el camino se puede hacer en cualquier lugar en el que te encuentres contigo misma, incluso lo he comprobado con mis viajes al Pico Duarte, el mas alto del caribe, donde la ruta es mas exigente por lo empinado e hinóspito de esos lugares, y si que encontré las respuestas que buscaba, además de las maravillosas experiencias que viví.
EliminarRecomiendo a todos hacer el camino introspectivo que brindan esos lugares en contacto directo con la naturaleza, el silencio, tu fortaleza interior y el amor y apoyo que se percibe del universo proveedor para nuestro reencuentro.
Abrazos y buen camino querida.
Contestando a tu pregunta, claro que creo que el camino se puede hacer en cualquier lugar en el que te encuentres contigo misma, incluso lo he comprobado con mis viajes al Pico Duarte, el mas alto del caribe, donde la ruta es mas exigente por lo empinado e hinóspito de esos lugares, y si que encontré las respuestas que buscaba, además de las maravillosas experiencias que viví.
EliminarRecomiendo a todos hacer el camino introspectivo que brindan esos lugares en contacto directo con la naturaleza, el silencio, tu fortaleza interior y el amor y apoyo que se percibe del universo proveedor para nuestro reencuentro.
Abrazos y buen camino querida.
Corrijo la palabra inhóspito, no me di cuenta del cruce de letras, ja, ja.
EliminarNo te preocupes por el cruce de letras, se entendió perfectamente.
EliminarComparto tu opinión, el camino se puede hacer en cualquier lugar, solo es necesario estar dispuesta a hacerlo y a encontrarte contigo mismo.
Con ese Pico Duarte he recordado que eres una experta montañera tal y como explicaste en el blog de Emerencia. En aquella ocasión me gustó mucho ver otra República Dominicana alejada de los tópicos turísticos.
Generalmente el contacto con la naturaleza parece favorecer ese viaje interior.
Un abrazo
Hola Julio David muy buenas preguntas. ¿Se deja de buscar alguna vez? ¿Somos los mismos a los treinta, a los cincuenta o a los setenta?
ResponderEliminarEncontrarse con uno mismo, conocerse y aceptarse no siempre es fácil pero desde luego la persona con la que estamos a todas horas es con nosotros mismos, así que mejor aprender a saber, cuidarnos y querernos, ¿No te parece?
Un abrazo y que tengas una buena semana
Tienes tantos comentarios que casi nada puedo añadir, salvo que me ha encantado el relato y que la "soledad" no buscada, con el tiempo y haciendo el camino conscientemente, puede transformarse en "solitut".
ResponderEliminarYo me encontré frente a la soledad, cuando menos lo esperaba y ahora disfruto de ella como de una amiga. (Ara gaudeixo de la solitut)
Un abrazo
Ana Cada uno de vuestros comentarios es muy especial y siempre aporta algo nuevo porque es vuestra opinión, lo que os ha hecho sentir, eso si lo he conseguido con el relato y para mi eso es fundamental y me hace aprender y disfrutar mucho.
EliminarMe alegra que te hayas gustado el relato y muchísimas gracias por compartir tu reflexión personal.
La soledad no buscada no es grata pero si se trabaja como seguramente tú has hecho, reflexionando, aceptando, valorando lo que hubo... se llega a ese cambio, se puede valorar y disfrutar de ella.
M'alegra molt que ara gaudeixis de la solitut, perquè saps apreciar-la, perquè has fet el teu camí, agraint el que ha hagut i no tancant les portes al que hi ha i al que hi haurà.
Un abrazo y muchas gracias por quedarte en este espacio de letras, sé muy bienvenida.
Magnífico escenario, nada menos que El Camino de Santiago, has escogido para tu protagonista, Carlota. Más de una vez me han tentado para hacerlo, y también he pensado acometerlo solo, aunque ahora con las niñas pequeñas es muy complicado.
ResponderEliminarDe lo que no me cabe duda es que el Camino es una auténtica revolución interior, una verdadera catarsis como ha vivido Carlota, desde la que resurge una nueva persona. Me gusta El Camino de Santagio como factor de cohesión y concordia entre tantos credos e intereses diferentes que hay en cada peregrino.
Y por supuesto me encanta como acercas a Carlota hacia lo sencillo que ofrece la vida, sentarse sobre la hierba en la sombra de un árbol, con sus pies descalzos, conversar, o simplemente saludar, observar, escuchar, o acompañarse del silencio…
Somos unos grandes desconocidos para nosotros mismos. Por eso pienso en El camino de Santiago, no como huida de algo, sino un regreso a sí mismo, alejarse para encontrarse.
Un abrazo Conxita ;)
Hola Paco creo que el Camino nos tienta a muchos. Estoy totalmente de acuerdo contigo y así lo veo, que no ha de ser una huida ni debería serlo, sino más bien un reencuentro con esa persona que somos y que a veces perdemos de vista.
EliminarLas personas que lo han hecho hablan de una gran experiencia, de hecho I. Harolina me ha compartido un enlace que también te dejo sobre
Despertar caminando.
Es que las cosas sencillas de la vida se han de disfrutar, tú que eres un gran caminante lo sabes, esos árboles, un olor, esos pájaros, escuchar, esas conversaciones y esos silencios...La grandeza de las pequeñas cosas que no se compran con dinero.
Un abrazo
Es necesario a veces actuar así. Buscar tu camino interior y encontrar la paz.
ResponderEliminarTu relato es muy bueno y muy real.
Te felicito porque tus letras transmiten grandes sentimientos .
Un beso
Muchísimas gracias Amalia por tus bonitas palabras.
EliminarA veces parece que da mucho miedo encontrar ese camino interior, pero hacerlo acaba trayendo esa paz y esa sensación de estar bien con uno mismo.
Un beso enorme
Estupendo relato-reflexión, Conxita. Y una magnífica frase inicial de Borges. Real como la vida misma.
ResponderEliminarConozco a algunas personas (aunque ninguna puede considerarse amigo íntimo y de ahí la falta de confianza) que han hecho el camino de Santiago, pero nunca les he preguntado el porqué ni lo que experimentaron al ver cumplido esa "misión". Se me antoja como un viaje iniciático, eso que describes como una búsqueda de sí mismo. No sabría decir el grado de "religiosidad" que encierra. Los habrá que lo hacen para cumplir con una promesa o ganar el jubileo, pero otros lo hacen como una experiencia espiritual sin ningún sentido religioso. La verdad, me pregunto si ello podría "convalidarse" con una escapada en solitario a cualquier lugar apartado y aislado, junto al mar o en lo alto de una montaña. Yo mismo he sentido en más de una ocasión ganas de hacerlo, jeje.
Sea como sea, me ha gustado mucho hacer este recorrido virtual de la mano de Carlota.
Un beso.
Jajaja la convalidación me ha hecho reír Josep Ma.
EliminarCreo que hay lugares que parecen más propicios y es lo que tiene el Camino pero desde luego esa experiencia se puede hacer en cualquier lugar siempre que el protagonista, es decir nosotros mismos, esté de acuerdo y tenga ganas porque de lo que se trata es de reencontrarse como comentaba Paco y otros comentaristas con uno mismo, de aprender de lo vivido, de perdonarnos, de aceptarnos, de dejar atrás lo que no aporta.
Parece que hay muchas razones detrás de hacer ese camino y algunas pueden ser de tipo religioso, otras pueden ser promesas, otras simplemente ganas de explorar la resistencia del cuerpo... sean las que sean las razones, estoy de acuerdo con los protagonistas que al terminar nuestro trayecto el camino nos ha cambiado y lo que menos importa es el por qué se inició.
Me alegra que te haya gustado este camino de Carlota.
Besos
Muy bello todo, amiga... Nada como echarse a la calle, al camino, en soledad, para encontrarse a uno mismo
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Ildefonso a veces es justo la soledad, ese camino a solas, lo que nos ayuda a encontrarnos.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un abrazo
Una interesante manera de "promocionar" ese Camino, y que no solo se conoce por Santiago, pues representa, tu texto, el de cualquiera de nosotros... Cuando quiera que decidamos emprenderlo..., o bien llegar al final.
ResponderEliminarAbrazos Conxita.
Me alegra que te lo haya parecido Ernesto, es el de Santiago porque quizás desde hace unos años es muy conocido y muchas personas se han interesado por él, pero como dices cualquier camino puede servir siempre que nosotros decidamos emprenderlo, totalmente de acuerdo y es que lo que importa es estar dispuesto a hacerlo, a conocernos, a aceptarnos y eso también tiene su momento.
EliminarUn abrazo
Hola Conxita,
ResponderEliminarDisfrutar del aire libre, vivir la naturaleza es un acto simple pero liberador tanto a nivel físico como psicológico. Tu personaje sentía una carga pesada, el caminar le abrió la mente, le despejó sus ideas y salió de la rutina. Su mochila seguramente la trajo muy liviana después de esa larga caminata. Me ha encantado tu lindo y reflexivo texto.
Abrazo!
Yessy Kan tienes razón que la naturaleza tiene algo que libera, que aquello que agobia en la inmensidad parece mucho más pequeño y desde luego para mi protagonista fue de lo más liberador como tú dices. Hacía demasiado tiempo que iba en exceso cargada y lo que no aporta es mejor irlo soltando.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un abrazo festivo
El camino de Santiago tiene mucho simbolismo, ideal para tu relato de búsqueda y encuentro. Hay muchos motivos por los que la gente emprende el camino: religiosos, culturales, turísticos, pero también personales. Y creo que en última instancia todos llevan algo de personal, de ahí ese encuentro de tu protagonista con los otros peregrinos que no juzgan, que son compañeros. Todos están en el camino, en el camino de la vida y en el suyo propio, con sus baches, bifurcaciones, rodeos y también descansos, que también son necesarios.
ResponderEliminarMuy cierto eso que dices de que no decidir también es una decisión. Y la tomamos mucho más a menudo de lo que pensamos.
Besos
Hola Lorena como a ti me parece que uno de los principales atractivos del Camino de Santiago es que no importa tanto el motivo por el que se emprende sino hacerlo y ya solo eso parece una experiencia muy positiva, después habrá personas que aprovecharán para hacer sus propios caminos y otros que solo disfrutaran del paisaje pero cada persona tiene su momento para emprenderlo.
EliminarI. Harolina explicaba que una amiga no llegó al final pero tampoco era necesario llegar al final, lo que buscaba ya lo había encontrado, esa es la magia del camino.
Besos
Muy bonito Camino el que nos presentas. Carlota camina esos 25 kilómetros diarios, pero lo importante es lo mucho que avanza interiormente. El Camino interior que le procura el Camino de Santiago es esencial y lo logra; y por eso está tan satisfecha. Es una jabata. Tú, Conxita, eres una jabata y cada día comunicas más y mejor; cada día tu escritura es mejor, me encanta.
ResponderEliminarUn beso
Hola Juan Carlos sí, lo que importan no son los pasos exteriores sino esos que da en su interior, para recuperarse, para entenderse, para aceptarse tal y como es y es que ella es muy importante y con demasiada frecuencia se nos olvida que también debemos cuidar y mimar a esa personita tan importante que llevamos dentro.
EliminarUyyy muchísimas gracias por esas bonitas palabras de un grandísimo lector como tú, que sepas que he enrojecido virtual y físicamente, muchas gracias de corazón.
Un beso enorme y muy feliz semana
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco dijo tambien Whitman.
ResponderEliminarY eso hacemos en este camino que recorremos cada día y que a veces nos sorprende tanto.
Estupendo relato Conxita un hijo mó lo hizo con su pareja, volvieron entantados.
Te deeo buena semana... Y buen camino ;)
Besos.
Esa poema de Whitman me encantó y mira que no soy una gran lectora de poesía pero hay tanta verdad en sus palabras. Y para crecer es fundamental la curiosidad, ¿no te parece? La curiosidad es un gran motor para avanzar, en este caso para conocerse, para descubrirse, para dejar atrás lo que no vale y esperar con una sonrisa lo que depara el presente y el futuro.
EliminarEntiendo que volvieran encantados tu hijo y su pareja, es una muy buena experiencia, al menos es lo que dicen las personas que lo han recorrido, lo hayan hecho entero o alguna etapa.
Feliz semana también para ti y un muy buen camino.
Besos
La soledad depende de quien la vive y la siente
ResponderEliminarMe considero una mujer feliz contenta con los momentos
y la soledad de mis momentos me fascina ....
loneliness ...to be with you....yourself.... es una maravilla.
Aunque para mucha gente la palabra soledad es una tragedia
No estar solos. :)
Cada ser humano es un mundo.
Percibir igual a todos sería maravilloso!
Te dejo jazmines para que iluminen de aroma tu sendero.........
Afortunada Mucha porque la soledad elegida es un bien muy preciado y tú sabes perfectamente como disfrutarlo, como ser feliz y aprovechar esos bellos momentos que te proporciona.
EliminarComo bien dices para muchos la soledad es una tragedia pero es que hay muchas clases de soledad y la no buscada es una soledad muy dura, a la que a veces cuesta vencer.
Menos mal que cada ser humano es un mundo, sería de lo más aburrido si todos fuéramos iguales, demasiados clones ya circulan por el mundo.
Gracias por esos jazmines, espectaculares.
Feliz semana
Muy positivo lo que sale de vos que me maravillas a diario
Eliminarcuando te leo, ya que no sé de donde sacas las fuerzas de lo que tu mente crea.
Muchas gracias Mucha, si podemos elegir siempre con una sonrisa.
EliminarComo decía Viktor Frankl Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes esa situación.
Buen fin de semana.
Besos
Un camino de introspección, reflexión y finalmente: luz de sabiduría.
ResponderEliminarDesde luego le ha servido para crecer interiormente.
Es como un milagro, no?
Besos.
Ese crecimiento interior es el que más importa Toro salvaje, el que nos hace avanzar y soltar lastre, demasiado peso a veces nos empeñamos en llevar encima y para andar ligero mejor soltarlos.
EliminarEs un pequeño milagro, claro que sí.
Un beso enorme y buena semana
Preciosa cita de Jose Luis Borges. El relato me ha encantado como siempre tienes algo especial al escribir. Un relato que invita a reflexionar sobre nuestro caminos nosotros mismos la soledad... Besos guapa.
ResponderEliminarHola Natalia, gran cita de Borges. Me encantó y me pareció muy adecuada para el relato.
EliminarNosotros mismos, somos los grandes desconocidos. Nos preocupamos de conocer más a otros que a nosotros mismos.
Un beso enorme y que tengas una muy feliz semana.
Por aquí esperando mucho agua.
La soledad del camino, de este y de cualquiera que se emprenda en la vida. Bueno, la vida es en sí un camino a recorrer. Un besote!
ResponderEliminarGracias a Rocío como decía Whitman nadie puede hacer ese camino por nosotros, se trata de encontrar el momento y las ganas para redescubrirnos.
EliminarUn beso enorme
Mi casa está en el Camino de Santiago a su paso por Burgos (en la calle Emperador) y lo recorro durante un par de kilómetros hasta llegar al trabajo. Cuando abro la ventana a las ocho de la mañana veo a muchas Carlotas y a muchos Carlos recorriendo su camino. También a snobs, turistas, etc., pero, como sucede hermosamente en tu relato, prefiero pensar en los momentos en que esas personas tienen la posibilidad de ser un poco más ellas mismas.
ResponderEliminarYo mismo, en ocasiones, indico la dirección a quienes se despistan en alguna encrucijada y les digo aquello de ¡Buen camino!. Después, continúo leyendo mi libro mientras ando.
Abrazos. (¡Buen Camino!).
Hola Ignacio ese Camino es como la vida misma y en la variedad está la gracia, hay gente que lo hace para reencontrarse y otros para salir en las fotos y publicarlo en las redes sociales.
EliminarAsí igual mi Carlota se encontró contigo jajaja, claro que estaba encantada de esos consejos que le daban los lugareños.
Un beso enorme y buen camino
El año pasado mi madre hizo sola el Camino de Santiago y, por lo que relataba, sus emociones eran muy parecidas a las de Carlota, puesto que en ese trayecto te descubres a ti misma, cosa que sucede en muy pocos viajes.
ResponderEliminarMe encantaría hacerlo algún día yo también por mi cuenta. Para encontrar, reencontrarme y dejar atrás lo que ya no necesito.
Un abrazo.
Hola Mrs. Sofia me alegra haber sido capaz de transmitir esas emociones, ese descubrimiento interior que es lo que permite el Camino, ese o cualquier otro pero parece que en el Camino de Santiago se dan muchas circunstancias que favorecen ese viaje interior.
EliminarEse reencontrarse y soltar todo aquello que no se necesita desde luego parece de lo más recomendable.
Un beso enorme
hola! hermoso, nostalgico, tentador todo eso y mas tiene ese camino, que espectacular escribes!! gracias por entregarlo con tanta generosidad, saludosbuhos
ResponderEliminarMuchas gracias Buho Evanescente por vuestras bonitas palabras.
EliminarCiertamente es tentador y de lo más recomendable volver a nuestra esencia, a lo que somos sin máscaras, ese reencontrarnos, aceptarnos y seguir con más fuerza.
Saludosbuhos
Para empezar te diré que la cita de "Jorge Luis Borges" hace honor a tan hermoso y diría realista relato, Conxita. En algún momento de nuestro camino casi es obligatorio y necesario hacer una introspección hacía el interior. Sopesar con atención y sin dramatismo la dirección en la que vamos avanzando.
ResponderEliminarCarlota tomó una buena decisión y de paso, nuevo camino.
Hermoso.
Besos.)
Hola Mila esa cita es genial y me pareció que era adecuada para el relato, gracias compañera por decírmelo.
EliminarLa introspección, descubrir la propia esencia, redescubrirse y encontrarse son temas que tú con frecuencia reflexionas en tus relatos y es que hay momentos en que toca ese viaje interior en el que aprendemos a dejar atrás aquello que no vale y a poner en valor lo que sí nos aporta, como diría Carlota soltar lastre.
Muchísimas gracias por tus palabras.
Un beso enorme
Hace tiempo no pude hacerlo con mis amigos. Dos años después cogí mi mochila (bueno, para ser sinceros era de mi sobrina) y un tren con destino a Ponferrada. Siete dias y lo que se suponía eran nueve etapas después llegué a Santiago. Salí solo, pero allí me esperaban cerveza en mano un brasileño y un vasco con los que compartí muchas de las tardes. Las mañanas no, las mañanas eran solo para caminar o para caminar solo, según lo quieras ver.
ResponderEliminarDesde entonces llevo dos tramos más.
Petonets!!
Muchas gracias David por compartir tu camino aunque fuera con la mochila física de tu sobrina jajaja. Parece que la experiencia fue recomendable, ¿no? Me ha gustado ese camino de caminar y avanzar y la tarde para el relax, las charlas, las risas y por supuesto las cervezas bien frías.
EliminarComo muchas otras personas que lo han hecho, repites. ¿Será que el camino crea adicción o que cuando empezamos con ese viaje interior entonces queremos saber más? Sea lo que sea buen camino compañero.
Petons
¡Cómo me has tocado, Contxita! He estado muchas veces en la situación de la protagonista de tu relato, pero yo no he sido tan valiente, no he dado el paso. Sin embargo..., bueno, nunca se sabe. Gracias y abrazos.
ResponderEliminarHola Marisa mi protagonista también se lo había planteado muchas veces y lo postergaba, se daba excusas, quizás tenía miedo pero de repente ese momento llega, así sin más, se sabe que se está preparado para hacerlo, que ese es el momento de iniciar el camino, el propio.
EliminarAsí que tal y como tú dices nunca se sabe...
Un abrazo
Un relato magnífico, Conxita. Me identifico muchísimo con el contenido reflexivo que hay en tus letras. Se hace necesario hacer ese viaje, un camino en solitario hacia nuestro interior. El Camino de Santiago, a modo de metáfora, es el camino que solo podemos hacer individualmente, un viaje que mucha veces asusta por no atrevernos a averiguar lo que hay en nuestro interior y que cuando nos decidimos a realizarlo nos damos cuenta de las capacidades que habíamos mantenido ocultas...aprendemos a conocernos mejor y a aceptarnos como somos.
ResponderEliminarMe ha encantado querida amiga.
Besos y abrazos todos.
Muchas gracias Marina.
EliminarEs como tú dices, ese camino en solitario hacía nuestro interior. Nadie más que nosotros puede hacerlo y se debe hacer en el momento que estamos preparados, es distinto para cada uno de nosotros y esa es la grandeza del camino. A mi protagonista le resultaba más fácil culpar a los otros que ver sus propios errores, aquello que tampoco hacía del todo bien y que probablemente dificultaba sus relaciones. Atreverse, dar ese paso, redescubrirnos y aceptarnos tal y como somos. Esa aceptación con frecuencia cuesta, somos muy duros con nosotros mismos y sería necesario tratarnos un poquito mejor.
Un beso enorme y muy buen camino.
Hola Conxita
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato. El Camino de Santiago, como muchos otros, cobra otra dimensión si lo haces en solitario. La falta de ese apoyo tácito que la compañía de alguien conocido y familiar te da, obliga a tus sentidos a expandirse en dos direcciones: hacia dentro, en esa labor de introspección que solo el tiempo y la soledad te permiten y, hacia afuera, descubriendo tu entorno, la gente que te encuentras por la vida e incluso tu propio cuerpo con otra mirada. Y hay muchos caminos, aunque todos comienzan en el mismo sitio: bajo tus pies.
Un fuerte abrazo, compañera
Ee camino isidoro puede ser el de Santiago o el de cualquier camino del Pirineo o cualquier otro lugar en el que puedas estar a solas contigo mismo, en el que no haya más distracciones que el dar un paso detrás de otro y aprender a disfrutar de las cosas sencillas.
EliminarTienes razón que ese estar solo es la clave, hace que se abran mucho más los ojos y a uno mismo. Me ha gustado la manera en que lo has descrito, hacía dentro y hacía afuera descubriendo en ambos casos.
Un abrazo y muy buen camino.
Hace unos días encontré un enlace interesante con consejos para hacer el el Camino de Santiago. Dejo el enlace por si os puede interesar.
ResponderEliminarPara el otro, está en nuestras manos decidir el momento.
Besos
Gracias por poner el enlace a las webs especializadas en el Camino de Santiago.
ResponderEliminarGracias a ti MJ.
EliminarAunque cada vez parece que estemos más americanizados y solo se escucha hablar de Halloween, en mi tierra celebramos la castañada, se comen castañas y boniatos asados y también panellets que son unos dulces típicos, así que muy feliz castanyada.
Un beso enorme MJ