Había llegado
huyendo de chillidos, parasoles y balones de todas esas orillas quizás mucho
más bonitas pero que perdían su belleza por la forzada intimidad de
los cuerpos al sol. Al llegar allí se
había sentido arropada con esa generosidad que tiene la naturaleza. Sí, le gustaba esa cala.
Estiró su toalla en una rugosa roca y sacó su cuaderno de dibujo.
Estiró su toalla en una rugosa roca y sacó su cuaderno de dibujo.
Lección 1:
Aprender a mirar
Quería dibujar a
ese erizo puntilloso que arrancaba gritos a los despistados que se aventuraban
en el mar sin verlo. También al pino majestuoso que rozaba con sus ramas el
agua en una posición que parecía imposible para la gravedad pero que ahí estaba. A esos pececitos
que jugaban a engañar con sus tamaños disfrazados de agua y que una al
sumergirse, bizqueando, de repente los veía menguar. Y a aquellas piedras con
las que el mar jugueteaba una y otra vez acariciándolas hasta eliminar sus aristas
porque el amor también hace eso, ¿no?
Lección 2: Disfrutar de los detalles
Le admiraba la estima del
mar con los suyos, el cantar de las aguas al orillar en la cala una y otra
vez sin descanso.
Escuchó.
Aspiró el olor de
mar.
Se relajó y no dejó que la despistaran ni los graznidos de alguna gaviota que
sobrevolaba buscando alimento. Necesitaba callar para recuperar la voz.
El sol jugueteaba
a esconderse entre las nubes que de repente habían aparecido. Observó el cambio
del mar a un gris plomizo. Suspiró. ¡Qué distinto era el mar cuando sus aguas no estaban pintadas de sol! Adivinó la recogida frenética en las playas adyacentes y se interrogó sobre la huida
casi despavorida de aquellos que momentos antes se sumergían en el mar pero ¡si
solo era agua de lluvia! Era cuando más le gustaba la playa, cuando lucía más recogida y
sobria, con el olor de la arena húmeda y el viento silbando mientras el
mar arreciaba. Avanzar y retroceder, una y otra vez.
Se sentía bien
escuchando esos quiebros. Ahora las protagonistas de su atención eran esas nubes obstinadas que ocultaban el sol. Si las miraba bien podía ver siluetas
que en su libreta iban tomando forma. Con cada trazo se tranquilizaba alejada
de todo el ruido que llevaba en su interior. Aspiró el aire con fruición,
llenando sus pulmones. El vientecillo erizo su vello y supo que era el momento
de volver.
Recogió sus cosas y justo cuando se marchaba el brillo de un objeto en el
agua atrajo su atención. Se acercó hacía las rocas más cercanas pero no podía alcanzarlo aunque sí vio que era una botella de cristal que
parecía contener algo en su interior. Sonrió nerviosa. ¡Muchas películas y
libros de náufragos y mensajes desesperados! Pero ¿Y sí…? Su imaginación se
disparó con escenarios cada vez más fantasiosos. En eso no cambiaba
nunca, era una gran creadora de películas.
Intentó pescar la botella haciendo
equilibrios. El mar agitado no
la ayudaba mucho. La botella estaba muy cerca de
las rocas y podía romperse pero consiguió pillarla a tiempo. La
miró, era una vulgar botella de vidrio y sí, en su interior, un papel blanco. Sonrió. Nadie iba
a creerla así que inmortalizó el momento con su móvil. Intentó abrirla pero el corcho estaba bien fijado. Se dedicó a realizar pequeños movimientos repetitivos hasta que fue
cediendo, a pesar del viento estaba sudando. Quería abrirla,
ya y lo consiguió.
¡Sééé feliz! ¡¡¡VIVE!!!
Ese mensaje estaba
escrito para ella. Cerró un instante los ojos. Sí, sabía lo que tenía que
hacer.
Volteó el papel
buscando una pista sobre el autor de aquellas palabras pero no encontró
nada. Ella no pensaba hacer lo mismo. Sacó uno de sus lápices y en el mismo
papel escribió:
Lo haré
A continuación
dibujó uno de esos erizos que había bosquejado a lo largo de la mañana y un
correo electrónico que, aunque aún no existía, sí iba a ser, el de su primera exposición de pintura elsaberdelmar@gmail.com
Tomó una nueva
fotografía de su mensaje, dobló el papel y lo introdujo en la botella. La
cerró intentando que estuviera completamente sellada y la volvió a
fotografiar, necesitaba asegurarse que aquello era real.
Ahora sí, dejó atrás la cala en la que el mar ya golpeaba con fuerza las rocas pensando en el azar.
Deshizo el camino que horas antes había recorrido mientras la lluvia la acompañaba y en el punto más alto del recorrido balanceó su brazo para coger impulso y lanzó la botella con todas sus fuerzas al mar. La miró hundirse, luego flotar y por fin alejarse. Siguió su camino con una sonrisa en los labios.
Ahora sí, dejó atrás la cala en la que el mar ya golpeaba con fuerza las rocas pensando en el azar.
Deshizo el camino que horas antes había recorrido mientras la lluvia la acompañaba y en el punto más alto del recorrido balanceó su brazo para coger impulso y lanzó la botella con todas sus fuerzas al mar. La miró hundirse, luego flotar y por fin alejarse. Siguió su camino con una sonrisa en los labios.
Lección que importa: Vivir
Había encontrado
las respuestas que buscaba. Ya no tenía dudas. Atrás quedaba una vida llena de actividades
que no la llenaban, de contentar a otros, de años perdidos dudando y esperando que la vida decidiera por
ella. Hoy sabía que era tiempo de asumir su responsabilidad en su vida, tomar
sus decisiones, las que fueran pero las suyas y hacer que cada uno de sus días
valiera la pena y ser feliz.
Mientras la botella
seguía alejándose en el mar...
Hace unos días estuve leyendo en K.Marce’s Corner y también se hizo una referencia en Relatos en su tinta sobre la música y la escritura. En mi caso, habitualmente no escribo con música pero también es cierto que aunque no la use hay relatos que tienen su música propia porque mientras escribo la estoy escuchando sin ni siquiera tenerla puesta.
ResponderEliminarHay relatos que tienen su música y es lo que me pasaba con este día de verano que la música estaba ahí, el mar siempre presente y ese Desafinado que me hace bailar y sonreír.
Recomiendan los entendidos tener una música que solo con escucharla ya te sumerja en el mundo que quieres crear.
Y vosotros ¿escribís con música? ¿Qué pensáis?
Me encantará como siempre conocer vuestras opiniones.
¡Hola amiga Conxita!
ResponderEliminarMe ha encantado sobremanera la sutileza con la que armonizas la descripción de cada una de estas lecciones, junto con la síntesis del mensaje: aprender a observar, disfrutando de los mínimos detalles para llegar a comprender el gran valor de la vida, que en definitiva consiste en ser felices y dejar atrás las dudas e indecisiones.
Un beso.
Bienvenida querida Consciencia y vida magazine ese es el mensaje.
EliminarA veces una tiene la sensación que buscando el premio grande la felicidad en mayúsculas, nos olvidamos de lo importante, que la felicidad se hace de pequeños detalles y momentos que si los sabemos disfrutar van sumando y hacen que nuestra vida valga la pena y sí, para eso para la pena arriesgar.
Me alegra que te haya gustado.
Un beso enorme.
He leído este relato con el sonido del vídeo que lo acompaña y me ha parecido genial.
ResponderEliminarA tu protagonista el mar además de regalarle estampas preciosas y sentimientos relajantes, le ha aconsejado sabiamente y le ha servido para encarrilar su vida, algo que no todos saben hacer.
Precioso texto, Conxita.
Un beso.
Por cierto, tengo en espera una reseña de un libro que leí con una música en la cabeza y que me hizo mucho más grata la lectura. Esa asociación música-escritura en ocasiones se presenta muy enriquecedora (El libro se llama Caen estrellas fugaces y la música era de Boccherini).
EliminarBesos.
Muchas gracias Kirke. Me alegra que te haya gustado leerlo con el mar de fondo, una de las músicas relajantes que la naturaleza nos ofrece de forma tan generosa.
EliminarA veces aunque se sepa lo que se debe hacer, se necesita un pequeño empujón para dejar atrás las dudas e indecisiones. No hay nada peor que quedarse con ese incómodo ¿Y sí...?, mejor hacer que lamentarse por no hacer.
Un beso enorme,
Estoy de acuerdo contigo en que hay veces que la música acompaña a una lectura o a un relato, esta ahí presente y enriquece y mucho.
EliminarComo he comentado yo habitualmente no escribo con música porque me distrae y acaba canturreando (y lo hago fatal) pero hay veces que según lo que escribo, sí me apetece poner música y lo hago.
Quedo a la espera de leer tu reseña y me apunto el libro y a Boccherini para leerlo juntos. Gracias por compartirlo.
Besos
Es cierto lo que dices, que hay relatos que tienen música propia, que al leerlos, así se sienten, como tu texto de hoy, que me ha encantado, querida Conxita.
ResponderEliminarYo no, yo no suelo escribir con música, prefiero el silencio sino me despisto y no sé ni lo que escribo.
Un placer volver a leerte, y verte de nuevo en mi rinconcito.
Besos y feliz tarde.
Muchas gracias María.
Eliminar¿A que sí? A veces mientras escribes sabes que hay una música que le va ideal a esas palabras y es la que estás escuchando en tu cabecita. Con este relato me pasaba, el mar es un sonido que siempre me relaja y mi protagonista lo necesitaba, relajarse para poder escucharse a sí misma.
El placer también es mio María.
Un beso y feliz tarde de lunes, el mio un poco especial que es festivo en mi tierra.
Precioso relato con un gran mensaje. Vivir... Algo tan sencillo y que hacemos tan difícil. Y preciosa esa compañía musical que le has dejado hoy. Muy relajante.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Margari
EliminarTú lo has dicho, vivir que siendo fácil acostumbramos a complicar en exceso.
Hay momentos en que, como la protagonista, uno necesita darse cuenta de todo lo que está sobrando, de todo ese ruido que nos habita y valorar lo que realmente importa, que es esa vida nuestra, que es única y que no depende más que de nosotros hacerla feliz y disfrutarla.
Me alegra que te haya gustado ese mar, es una música que a mi siempre me relaja.
Besos
Un reñato que emana felicidad, luz y relax tanto de las letras como de la música con la que lo acompañas. ¡Precioso Conxita!
ResponderEliminarSobre la preguntas que haces, suelo generalmente acompañar de música los trabajos, aunque la música que siento como autora del relato no tiene que corresponder con la que sienta el lector, a veces creo que entorpece la música. En este caso Conxita, no puede ser más adecuada al texto.
Muchos besos compañera.
reñato noooo....relato, perdón :)
EliminarMuchas gracias Tara.
EliminarA veces estamos perdidos entre un montón de ruido que nos nos deja darnos cuenta de las cosas que son realmente importantes. Mi protagonista estaba bastante perdida y recuperar el contacto con las cosas sencillas le recuerda que solo tenemos una vida y que vale la pena disfrutarla haciendo aquello que nos hace felices.
Entiendo lo que comentas, la música como el relato conecta directamente con nuestra experiencia como lectores. Cada uno tenemos nuestra música, igual que nuestro mar, nuestro árbol o nuestro erizo, es esa experiencia con la que hemos construido nuestra vida la que nos hace imaginar mientras leemos.
Hay una frase que a mi me gusta mucho de José Emilio Pacheco que dice No leemos a otros, nos leemos en ellos, creo que con la música también pasa.
Me alegra que te haya parecido acertada la música, de hecho era en el mar y en su música la que escuchaba en mi cabeza mientras escribía.
Un beso enorme.
Pd. Una de las cosas que molesta de blogger es que no se puede modificar un comentario cuando se te cuela una errata, da una rabia, ¿verdad?
Besos
Sí que da rabia.
EliminarBesos Compañera.
Un beso también para ti.
EliminarSeguro que esto que nos escribes es un recuerdo de parte de tu verano. Un instante mágico con mensaje en botella incluido.
ResponderEliminarPreciosa meditación con banda original.
Particularmente las músicas las escucho en mi cabeza mientras escribo y describo situaciones, pero es cierto que hay historias que ya poseen esas músicas incluidas en las letras.
¡Precioso!
Besos
Jajaja Francisco solo me faltó la botella con el mensaje...
EliminarBromas al margen, es cierto que el mar me relaja mucho, podría pasar horas escuchando su sonido mientras pienso en mis cosas o imagino historias, me parece de lo más relajante y muy mágico pero me pasa también en la montaña, donde el silencio me parece que acompaña.
Me alegra que te haya gustado la música elegida, me pareció que era ideal leerlo con el mar de fondo. Aunque yo en mi cabeza también escuchaba Desafinado, una canción que me trae todo el sabor del verano y siempre me pinta una sonrisa.
Estoy contigo, como he comentado no acostumbro a escribir con música aunque los expertos lo recomiendan, especialmente en relatos largos ya que parece que se consigue meterse en el ambiente de la novela más fácilmente.
Sin embargo, a veces hay relatos que vienen con su banda sonora.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso enorme
Hola Conxita, ha sido muy relajante y placentero escuchar la música de tus letras. La verdad no se muy bien que decirte sobre escribir o incluso leer con música. Quizás en mi caso personla me reste algo de concentración, pero otras veces ayuda a inspirarse. Si conozco a autores que escriben con música y lo hacen muy bien. Es una pregunta muy interesante y que sin duda formularé cuando converse con gente a la que le gusta escribir. Un gusto leer este relato tan marino y azul. Un beso.
ResponderEliminarHola Miguel a mi la música también me distrae, tanto que me acabo centrando más en la música que en lo que estoy haciendo. Aunque hay momentos, como el de este relato, que la música sí está presente y eso me ha pasado otras veces en las que yo digo que el relato tiene su banda sonora como las películas porque mientras estás escribiendo resuena en tu interior.
EliminarCuando leí los recursos que existen me pareció muy interesante y sobre todo compartirlo con los compañeros que os acercáis hasta este rincón de letras y me ha resultado muy enriquecedor ver las distintas maneras que tenemos de buscar la concentración.
Me alegra que el relato te haya gustado. Muchísimas gracias.
Besos
Yo no hago nada con música. Nunca he sabido estudiar con ella. Tampoco escribir. Cuando alguien la tiene en su blog, la bajo para leerlo tranquilamente.
ResponderEliminarBesos.
Hola Macondo, igual es cuestión de acostumbrarse pero el caso es que yo nunca pude estudiar con música, me concentraba en la música y poco en lo que estudiaba. De hecho tampoco puedo leer escuchando música, hago una cosa o la otra.
EliminarY me pasa como a ti, que en los blogs que tienen música para poder concentrarme la tengo que bajar de volumen o a veces pararla para poder leer con atención, sino me distraigo con la música.
Un beso
Un beso
Casi se puede oír esa música que inspiró tanto a Sofía, esa tocaya de la que debo aprender esa gran lección.
ResponderEliminarMuy bonito relato, y relajante.
Un abrazo.
Hola Mrs Sofia gracias por tu visita y tus palabras.
EliminarEl mar y la naturaleza en general, a mi me resultan muy relajantes y como a la protagonista me ayudan a relajarme y a escucharme. Hay tanto ruido en el día a día que agradezco el silencio y esos sonidos de la naturaleza.
Creo que sí que mi protagonista ha aprendido que vidas solo hay una y que mejor vivirla disfrutando y siendo feliz.
Un abrazo y si te apetece me encantará volver a recibirte y saber tu opinión sobre los relatos.
Hola olas, hola Conxita. Cómo he disfrutado. En muy pocas ocasiones he recurrido a la música para escribir. No puedo concentrarme. Pero en esta ocasión, te trasladas conforme nos enseñas las lecciones, muy acertadas, por cierto. Un abrazo
ResponderEliminarCierto Eme, a mi también me desconcentra la música porque me vuelco en la música. Aunque como he comentado, a veces pasa que de repente hay letras que tienen música, que la estoy escuchando en mi cabeza mientras escribo, que sabes que han de ser así con su banda sonora.
EliminarOtras, de la misma manera que una palabra, una situación o algo que escucho o veo me sugiere una historia, también me ha pasado con una música, que me conmueve, que me intriga o que me angustia y entonces sé que le tengo que poner palabras.
Me alegra que te hayan parecido acertadas las lecciones, la pobre Sofía estaba un poco perdida, demasiado ruido interior que no le permitía escucharse.
Un beso
Me gustó mucho tu relato, Conxita. Creaste un clima especial, primero a través de las observaciones de Sofía, después con la aparición de la botella y su mensaje. El final es genial, creo que también hubiera escrito una respuesta. Muy poético.
ResponderEliminarNo logro escribir con música, aunque sea relajante. Me ensimismo tanto en el acto de escribir que termino por no escucharla.
Un gran abrazo.
Hola Mirella me alegro de haber sido capaz de transmitir ese clima que me transmitía la música.
EliminarLa aparición de la botella, tal y como le comentaba a Julio David surgió de algo que había pasado hace un tiempo, de un desconocido o desconocida que dejó mensajes preciosos del tipo sé feliz, la vida es preciosa, sonríe estás vivo... en los parabrisas de los coches aparcados y me pareció un detalle tan bonito que supongo ha acabado saliendo en mi relato. Hay personas a las que les gusta repartir sonrisas en forma de mensajes. Me encantan estas personas que hacen cosas inesperadas.
Entiendo ese ensimismo que comentas y que te absorbe tanto que te olvidas de todo lo que no sean las maravillosas letras que creas.
Un beso enorme
Siendo ahora mismo las 00:22 horas de un lunes me has transportado a un día de agosto, frente al mar. Me has mecido con el vaivén de las olas, con esa brisa, con el sol sobre mi piel... Como comenté al reseñar el estupendo artículo de KMarce yo escribo con música, la necesito. De hecho, intento seleccionarla en función de la historia que esté escribiendo, suelo escuchar jazz, bandas sonoras, música clásica al menos para el primer borrador. En revisiones suelo escuchar algo más movidito, pero cuando termino el relato intento leerlo escuchando la música con la que fue escrito. No sé, manías... Un abrazo, Conxita!!
ResponderEliminarPues david me alegra haber sido capaz de llevarte frente al mar, escuchando ese relajante sonido y recreando las sensaciones vividas.
EliminarCierto que comentaste que seleccionas la música en función de la historia que escribes y de hecho fue la lectura del artículo de Karen y tu comentario que me hicieron preguntarme sobre ese crear escenarios para que fluyan las letras y la música es ideal para hacerlo.
No sé si son manías, lo que sí me parece es que son recursos que te funcionan, solo se te tiene que leer para ver que es así. Creo que con música, con rituales de escritura o espacios fijos para escribir, buscamos una manera de concentrarnos y darnos permiso para que fluyan las letras y poner por escrito aquello que necesitamos contar.
Y es cierto que la música es capaz de trasladarte a un lugar solo escuchándola.
Spotify está lleno de listas de música para escribir, así que la combinación de la música y las letras es muy habitual.
Un abrazo
Yo no puedo ni leer ni escribir con música y, como mi trabajo consiste en leer y escribir, tampoco trabajar con música. Es por eso por lo que oigo muy poca música y por lo que esta no tiene un papel muy importante en mi vida.
ResponderEliminarTu relato es precioso y muy sugerente.
Un beso.
Hola Rosa
EliminarA mi cuando estudiaba me resultaba muy difícil concentrarme en estudiar si tenía música puesta, en cambio había muchos compañeros que era así como se concentraban. Aún hoy si tengo que escribir me cuesta hacerlo con música. En cambio cuando estoy trabajando y tengo que estar muy concentrada me pongo música para aislarme del ruido exterior. Va a momentos.
Muchas gracias por tus bonitas palabras, me alegra que te haya gustado. A veces estamos tan inmersos en perseguir imposibles que nos olvidamos que vivir es una gran oportunidad y que solo depende de nosotros vivir felices o amargarnos.
Un beso enorme
Muy bonita reflexión sobre la vida y la necesidad de tomar nuestras propias decisiones en ella para poder VIVIR con todas sus letras. Como te dice Francisco, te imagino disfrutando -y pensando- durante este verano a orillas del mar escuchando ese avanzar y retroceder bellísimo del mar. Me ha gustado mucho el relato.
ResponderEliminarEn cuanto a la música como acompañamiento de la escritura y/o lectura te diré que en mi caso es muy habitual que mientras realizo cualquiera de estas actividades suene música de fondo. Si estoy vago pongo radio clásica y si no hablan mucho -detesto que en las radios cada día hablan más- la escucho con gusto; y si no abro spotify y escojo alguna de las playlists que tengo confeccionadas o de los álbumes de otros que sigo.
Yo como dice el dicho de "con la música a otra parte" siempre he llevado la música conmigo: estudiando en la Universidad, leyendo, escribiendo..., ya te digo, ¡siempre!.
Un beso
Gracias por tus bonitas palabras Juan Carlos. Es tal y como lo dices, la necesidad de tomar nuestras decisiones, las que sean pero que nos lleven a VIVIR. A veces las personas parece que dedicamos esfuerzos a un montón de cosas y nos olvidamos de las esenciales y más sencillas como ese ser feliz y vivir de la botella.
EliminarEl mar, ideal escucharlo para relajarse, para calmarse y para disfrutar pero también lo es pasear por una montaña y escuchar el silencio o este verano como el calor apretaba, escuchar a miles de chicharras cantando.
Es cierto querido Juan Carlos que en tu blog he disfrutado en varias ocasiones de las listas musicales con las que acompañas las entradas y es una auténtica gozada porque encima de descubrir esas completas reseñas, las acompañas de la música. Fantástico el trabajo y ese ir con la música a todas partes, aunque ahora Spotify ayuda mucho. ¿no te parece?
Un beso
Jajajaja, acabo de ver que ese vivir de la botella que he escrito ha quedado muy raro, por supuesto me refería al mensaje que llevaba la botella.
EliminarUn beso
Me ha gustado mucho :)
ResponderEliminarDicho esto, no siempre pero si muchas veces, escribo escuchando música, de todo tipo, bossa, clásica, jazz, pop...A veces la pongo, a veces, la mayoría, no. Pero no sé si afecta a los escritos o si les da un ritmo diferente, supongo que eso lo dirán los lectores.
Un beso.
Hola Alfred muchas gracias por decírmelo ;)
EliminarComo tú creo que hay veces que apetece y otras en las que no, aunque en mi caso la mayor parte de las veces no tengo, pero hay momentos en que apetece escuchar. También entiendo que la música es capaz de llevarte muy rápidamente a un ambiente determinado y eso para ambientar relatos puede ser muy útil como nos comentaba David que es más experto.
Tal y como comentaba hay en Spotify un montón de listas hechas para escribir, pero igual que hay para relajarse, para correr, para entrenar, para lo que sea ya hay una lista, aunque al final creo que cada uno de nosotros somos los que más conocemos lo que nos sirve.
Un beso
¡¡¡¡Hola!!!!
ResponderEliminarMe ha encantado el relato, me has hecho pensar en una cala a la que iba de pequeña y a la que he ido llevando a mis hijos, qué recuerdos...
Y la música me ha metido aún más en ambiente.
Un gran relato.
Besos.
Hola Gema qué bonitos son esos recuerdos, ¿verdad? Poder disfrutar de los lugares que una ha frecuentado de pequeña con los hijos es una maravilla.
EliminarEn tu blog aparece con frecuencia el mar y supongo que hay miles de recuerdos asociados a las olas, a esas playas que forman parte de nuestra historia.
La combinación de las olas del mar con el piano (que a mi me encanta) me parecieron muy apropiadas para el relato.
Gracias por tus palabras.
Un beso enorme y feliz descanso
Un estupendo relato con toques filosóficos y sobe todo poéticos. Y es que la naturaleza, en su estado más puro, al abrigo de turistas y visitantes, de aglomeraciones, en la más estricta soledad, evoca muchos recuerdos y nos inspira los mejores sentimientos. Nos hace sentir vivos. Por unos instantes todo queda relegado a un segundo plano y nos sentimos libres, aunque pronto tendremos que volver a la mundana realidad.
ResponderEliminarIgual sucede con la música (para los amantes de ella, claro está), que nos traslada a cualquier lugar y momento lejano y nos hace rememorar bellos momentos.
Aunque la música me hace soñar, raramente la mezclo con otras actividades. Puedo escuchar música mirando el mar, por ejemplo, pero no mientras leo o escribo, porque la lectura y la escritura requieren de toda mi atención y la música pasaría a un segundo plano. O al contrario.
Un abrazo.
¡Qué difícil empieza a ser encontrar la naturaleza en estado puro! Hasta en los lugares más recónditos aparecen turistas, pero cuando consigues ese espacio de soledad buscada y escuchas con todos los sentidos, como tú dices, te sientes vivo y muy libre, estoy de acuerdo contigo Josep Ma.
Eliminar¡La música te hace soñar! Bonito. Es exactamente eso, la música es capaz de llevarte a lugares desconocidos, imaginar, soñar...y supongo como dices que por eso resulta tan difícil para algunos (me incluyo) mezclarla con la lectura o la escritura que para mí también llevan asociado ese componente de soñar.
Aunque también puede funcionar como disparador de ambientes porque hay veces en que escuchando algo, de repente se dispara la imaginación.
Un abrazo
Normalmente hay mucho ruido a mi alrededor, pero me abstraigo de él. Yo escribo en una tablet mientras pedaleo en la elíptica, sin música, aunque en las habitaciones de al lado quizá esté la tele con todos sus jaleos sonoros. Es verdad que hay relatos, escenas, que nos evocan una música propia.
ResponderEliminarEstupendo relato, con un mensaje muy optimista.
Un beso.
Interesante Ángeles ese escribir mientras pedaleas y conseguir abstraerte del ruido, es una gran habilidad ese concentrarse tanto aunque haya tanto movimiento alrededor.
EliminarSí, hay relatos que vienen con su banda sonora, la tienes allí mientras vas escribiendo.
Me alegra que te haya gustado, a veces hay mucho ruido a nuestro alrededor pero no del que comentas tú, sino del interior que molesta y mucho, cuando nos escuchamos acostumbramos a saber qué necesitamos para ser felices, bueno algunos lo saben, otros no lo consiguen nunca.
Un beso
Precioso relato: CON MÜSICA. Tu historia tiene música propia y luz, mucha luz.
ResponderEliminarYo también escribo con música que me ayuda a aislarme de lo que ocurre a mi alrededor y me ayuda a encontrar las palabras. La música es para mí inspiración.
Un beso, Conxita, y gracias por tus historias
Hola Ana tal y como comenté este relato sí que nació con música propia pero generalmente me cuesta mucho escribir con música porque me distraigo con la propia música y también porque a mi alrededor como ha comentado antes Ángeles hay bastante ruido, ahora mismo sin ir más lejos uno de mis hijos está viendo Juego de Tronos y estoy escuchando su música y los diálogos de lejos.
EliminarEs que la música es muy mágica, consigue llevarte a otros mundos y si se puede compaginar te sumerge en un ambiente con mucha facilidad. Desde luego la música te inspira muy bien querida Ana para crear esos relatos delicados. Me surgen mil preguntas Ana, ¿Cualquier música te sirve?
Gracias a ti por venir a leerme y comentar, sabes que me encanta.
Besos
Estupendo relato, Conxita, por lo que tiene de invitación a la libertad y a la felicidad. Búscate a ti mismo, encuéntrate, y solo entonces podrás ser feliz.
ResponderEliminarYo, no solo escribo con música, sino que lo hago absolutamente todo con música. No lo podría hacer de otra manera. Me resultaría inconcebible.
Besitos.
Hola Sara bonito tu resumen y cierto es eso, sabiéndote podrás ser feliz, a veces parece que uno no se quiera escuchar y las respuestas si se escucha, siempre están.
EliminarLa música es muy mágica, tanto como la lectura y la escritura. Te lleva directamente a otros mundos, conecta con las emociones y hace sentir. Y si algo creo que hay en ti es mucha sensibilidad y generosidad, se refleja en cada uno de tus comentarios.
Un beso querida Sara
Estupendo relato Conxita. Yo necesito el silencio para concentrarme para escribir, pero si que puede acompañar a una buena lectura como esta esa música tan relajante. Observar la naturaleza, encontrar la paz y esa luz que surge como una señal vital. Un relato optimista, sencillo y delicioso. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn besazo.
Gracias Ziortza.
EliminarA mi la naturaleza me parece la mejor consejera para ayudar a relajarse, a aprender a observar y también para encontrar esa paz cuando cuando se disfruta observando. Creo que los pequeños detalles son los que más nos llenan cuando aprendemos a mirar.
Supongo que depende del tipo de música es más fácil poder concentrarse en la lectura y en algunos casos en la escritura, hay músicas que sugieren y acompañan y entonces es más fácil.
A mi la combinación de música y escritura me pareció muy interesante en los artículos que comenté que me habían inspirado. De hecho he escuchado a escritores consolidados que escriben con una música determinada, ya sea una lista de canciones que han seleccionado o una misma canción que los acompaña a lo largo de la novela que estén escribiendo. Aquí como una es novata va haciendo lo que puede y más bien son mis musas o musos los que deciden cuándo quieren música en un relato.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso y feliz jueves
Es nuestra opción ¿verdad Julio David? y la complicamos a veces en exceso.
ResponderEliminarHace un tiempo una mañana que iba hacía el trabajo caminando, alguien se había dedicado a dejar en los parabrisas de los coches que estaban aparcados, unas hojas de papel cortadas de cualquier manera pero que solo hablaban de eso, de ser feliz, de sonreír, de valorar lo que se tiene, de lo valiosa que es la vida, la persona había dejado al menos en unos treinta coches su sonrisa y me pareció un gesto precioso, de ahí ese mensaje en la botella para mi protagonista. La vida es demasiado preciosa para olvidarnos y centrarnos en lo que falta, en lugar de en lo que tenemos.
Me ha gustado Drew Simpson, no lo conocía y estoy escuchando Little Sunflower mientras te contesto, me ha parecido ideal y lo apunto. Alguna vez cuando me pongo música (ya he comentado que poco porque me desconcentro) me decanto por la que no tiene letra, me gusta mucho el piano y escuchar a Eunaldi.
Un abrazo ahora musical
Precioso relato Conxita. Con montones de mensajes valiosos, me quedo con este que rescato de tus letras: necesitaba callar para recuperar la voz. Es maravilloso.
ResponderEliminarEl silencio que precede a la felicidad personal, a encontrarse con uno mismo.
¡A vivir!
Muchos besos.
Gracias Irene. Es importante saberse, conocerse y quererse como tan bien has reflejado tú también en tu relato, eso nos permite saber qué nos hace felices e intentar aprovechar nuestra vida, que es nuestra y única.
EliminarCon más frecuencia de la que pensamos, nosotros tenemos las respuestas de qué nos hace felices, qué nos hace sentirnos bien, solo se trata de escucharnos un poco más y en algunos casos tomar decisiones que nos acerquen un poquito más a ese vivir de la botella que encuentra Sofia.
He comentado que ese detalle de la botella me lo sugirió una anécdota de alguien maravilloso que un día cualquiera, de un mes cualquiera, se dedicó a escribir preciosos mensajes en un papel y dejarlo en los parabrisas de los coches aparcados en la calle, a desconocidos que no conocía ni seguramente vio sus reacciones. Yo los encontré cuando iba camino del trabajo y me pareció tan precioso que me dediqué, con una sonrisa enorme, a fotografiarlo y a dedicarle mis pensamientos más positivos también para él o para ella. Y es que la vida es un gran regalo.
Besos
Qué lindo: playa, soledad, lluvia, dibujar, escribir, ¡VIVIR!
ResponderEliminarYo no puedo escribir con música. Necesito silencio y soledad, una combinación que nunca consigo.
Saludos.
Jajaja Raúl es que el silencio y la soledad en algunos momentos vitales son muy difíciles de conseguir sobre todo cuando en casa hay niños, pero también es cierto que nos adaptamos a todo. Recuerdo que cuando mis niños eran pequeños y me quedaba sola en casa me dedicaba a saborear el silencio, era tan raro que solo quería eso, escuchar silencio.
EliminarMe alegra que te haya parecido lindo.
Saludos
No, no suelo escribir con música. En casa apenas la escucho. Es otro mundo y me hace entrar en él de tal manera que no estoy para nadie cuando suena. Me incomoda bastante la música ratonera de los bares o espacios públicos.
ResponderEliminarEn fin, ahora estoy escribiendo con música (de radio3).
Claro que la tuya es una música...
Abrazos.
Entiendo Ignacio ese otro mundo y abstrae tanto que cuesta hacer otras cosas que no sean escuchar música.
EliminarLa expresión de música ratonera no la había escuchado nunca pero me parece muy gráfica y no parece muy relajante.
Supongo que según qué actividades de menor concentración es más fácil hacer con música y otras que requieren más abstracción pues a los que no estamos acostumbrados nos cuesta un poco más.
La música que ha acompañado este relato, a mi me pareció sugerente, de las que te envuelven y te hacen estar un rato en esa calita escuchando el mar.
Un abrazo
Que relajante el video. Amo la música y creo que es inspiradora pero tengo que hacerlo por separado, por una parte escribo historias a los que yo le pongo música en mi cabeza. Luego me gusta releer con la música de fondo le termina de dar vida a las historias ;)
ResponderEliminarHola Natalia, ¿A qué si lo es? a mi el sonido del mar me parece muy relajante y con la combinación de ese piano de fondo creí que acompañaba perfectamente a la historia.
EliminarHay veces que la música la tienes en la cabeza, que las historias van acompañadas y sí, sabes qué música le iría bien, pero estoy contigo en que la música puede ser tan intensa que acaba distrayendo, pero sí creo que es ideal para buscar un ambiente, o una sensación.
A ver cuándo te animas a publicar tus historias.
Un beso
Bello relato con profundas reflexiones, la música como la que has puesto no me molestaría para escribir, pero hay algunas músicas que me restan concentración para escribir o leer, depende del día también. Abrazos Conxita.
ResponderEliminarHola Maru
EliminarEs verdad que hay músicas que distraen menos porque son como de fondo, en este caso el fondo es de excepción porque es ese mar que parece mecer con sus idas y venidas. Pero estoy contigo en que algunas músicas despistan porque, al menos a mi me pasa, acabo concentrada en la música y olvidándome de leer o escribir.
Hay mucha gente que lee con música, yo tampoco puedo. Me meto tanto en la historia que acabo no escuchándola y entonces mejor no tenerla. Y hay otros momentos en que apetece mucho escucharla, sí depende del día.
Un abrazo
La música me encanta y me relaja pero suelo escribir en silencio
ResponderEliminarQuiero decirte que tu relato me ha parecido precioso y todo un encanto disfrutarlo.
Un beso.
Qué palabras más bonitas Amalia, gracias por decírmelo.
EliminarEs que la música puede ser tan sugerente y mágica que apetece dedicarle toda la concentración, ¿verdad?
Hay momentos para todo, para escuchar música, para leer, para escribir aunque cada uno por separado y disfrutándolos intensamente.
Un beso enorme
Un hermoso relato, lleno de grandes matices y mensajes que nos envuelven el alma y nos dejar con un pensamiento de que la vida es para vivirla a cada instante.
ResponderEliminarBesos
Pues es exactamente como tú lo dices Ilesin que la vida es para vivirla a cada instante y eso que escuchamos tanto se nos olvida de practicarlo, haciendo pasar por delante todo tipo de obligaciones cuando la primera es ser feliz.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Feliz día.
En mi caso, escribo sin música...
ResponderEliminarAdemás no tengo un tiempo previsto para escribir... de repente aparece un fogonazo... o mejor dicho siento un fogonazo y lo escribo, donde sea, en un papel, en el móvil...
Es diferente escribir poemas que relatos.
El mar lo prefiero sin sol.
Gris.
Besos.
El gris tiene muchos matices si sabe mirar...
EliminarXavi no sé si es diferente escribir relatos o poemas, lo que desde luego sí que me parece que es lo mismo es la necesidad de escribir o como tú lo llamas ese fogonazo que necesitas recoger, o voy a ponerlo más poético plasmar donde sea y a mi el móvil a mi me resulta muy útil porque los papelitos los pierdo.
Un beso
Hola, Conxita.
ResponderEliminarEstoy leyendo un libro de Stephen King sobre el oficio de escribir y dice que mientras está en faena escucha Metallica, AC/DC y Guns and Roses a todo volumen, jaja. Yo para concentrarme necesito en general silencio, si acaso algo tipo Kind of Blue de Miles Davis y sobre todo, evitar las distracciones.
Por lo demás, este relato no es el más indicado para el síndrome posvacacional, qué nostalgia de mar para los que lo tenemos lejos. El tema me ha recordado un poema de Benjamín Prado que he leído hace poco y lo he comentado a algún compañero bloguero, será porque el inicio de la rutina invita a pensar en ello. Se titula "Nunca es tarde".
Saludos.
Gerardo supongo que es Mientras escribo. Me ha gustado mucho descubrir a King, hace fácil lo difícil, me parece un tipo muy peculiar y desde luego lo del silencio no va para nada con él y sus libros.
EliminarLe comenté a David que había tomado un par de sus recomendaciones como lectura para este verano y he disfrutado con King y con Zapata, otra cosa es que sepa aplicarlo.
Igual el relato de Un día de verano es producto de ese síndrome (es broma no creo mucho en él) pero vamos espero no haber agudizado el tuyo, desde luego volver a la rutina del despertador y de las obligaciones siempre cuesta un poquito.
He comentado alguna vez que descubrí a Prado por un amigo blogero y me gusta ese libro de poemas, de hecho tengo un relato que surgió de la lectura de ese libro que puedes leer si te apetece aquí y y he usado un par de sus frases en otros relatos de la sèrie de Mujeres que aman demasiado.
Saludos
¡Hola Conxita!
ResponderEliminarQué bonita entrada llena de matices y lecciones a tener en cuenta, me encanta el ingenio que has puesto en cada lección. "Sé Feliz¡vive!" eso es lo que deberíamos hacer. La música, según las ganas del momento de escribir me pongo muy bajito alguna.
Aún no me incorporé del todo, recuperé un viejo post de mis favoritos y lo saqué de nuevo. Pronto estaré al 100% .
Muchos besos, Conxita.
Hola Mila bien hecho esa incorporación poquito a poco. Aún me estoy poniendo al día con las lecturas atrasadas pero en nada espero poder leer esse post de tus favoritos.
EliminarEs curioso como a cada uno de nosotros la música nos inspira de forma distinta, mientras a algunas de las personas que me habéis visitado les ayuda a escribir, otras prefieren el silencio aunque la música pueda estar antes o después, desde luego el caso más extremo es el que comentaba Gerardo> de Stephen King que escribe con música no precisamente tranquila y a todo volumen. Lo que queda claro es que lo que importa es disfrutar con las letras.
Un beso enorme y hasta muy prontito
Yo no puedo escribir ni leer con música, no me concentraría. Y yo necesito concentrarme mucho para hacer la cosas medio bien :D
ResponderEliminarSí, lo importante es vivir, disfrutar de lo que se nos ofrece. Si no, sería como recibir un regalo y no valorarlo. No lo mereceríamos.
Saludos.
Es así como recibir un regalo y no valorarlo, cierto Ángeles, la vida es un precioso regalo, disfrutarlo depende de nosotros.
EliminarRecuerdo que cuando estudiaba tenía muchos compañeros que estudiaban con música, yo nunca he podido pero como tú no puedo leer ni muchas veces escribir con música, es depende que es una palabra que me gusta, depende de si me apetece o si el relato nace ya con música.
Jajaja y ¿qué medio bien? Muy bien te salen, lo que se aprende contigo.
Besos.
Um belo relato de felicidade, amei parabéns pela postagem bem escrita. Para que esse fim de semana seja de muita paz, amor e esperança de dias melhores, , deixo esse pensamento da Ana Carolina:
ResponderEliminar“Diga o que você pensa com esperança.
Pense no que você faz com fé.
Faça o que você deve fazer com amor!”
Abraços da amiga Lourdes Duarte.
Oh que bonito pensamiento Lourdes, no lo conocía, gracias por compartirlo.
EliminarMis mejores deseos también para ti y los tuyos.
Saludos
Un día de verano y un bonito relato cargado de sensaciones y realidades...
ResponderEliminar¿Quién no hubiese querido recibir una botella como esa con mensaje propio? ¿Quién no una directriz que variase su rumbo?
¿Quién no encontrarse a si mismo en una playa solitaria o momento de soledad...? ¡Tantos a lo largo de la vida!...
Fuerte abrazo, Conxi. Un sonido muy grato...
¿Una botella con mensaje propio? Es lo que tiene escribir, ¿no te parece Ernesto?
EliminarLo cierto es que encontrarse con uno mismo y que la soledad no de miedo es algo fantástico. Pero hay muchas personas que ocupan todo su tiempo por miedo a ese espacio consigo mismo. Aprender a conocerse y quererse me parece de las lecciones más importantes y prioritarias que deberíamos tener en nuestras vidas.
Y sí, a veces se necesita que alguien te de un empujoncito para recordar las prioridades y a la protagonista le ha venido en forma de ese mensaje, pero en el día a día está lleno de mensajes si sabemos mirar.
Un abrazo, me alegra que te haya gustado.
Te voy a ser sincero, Conxita, he escuchado las primeras olas y los primeros compases musicales, y lo he apagado. A pesar de haber vivido muchos años de la enseñanza musical, soy incapaz de escribir o leer con música de fondo.
ResponderEliminarTu relato con esa brisa marina y ese aroma poético, es muy bonito, y nos envías un mensaje muy a tener en cuenta, ya que hoy todo son prisas, y no disfrutamos de lo que nos rodea.
Un beso.
Hola Manuel bienvenido después del veranito.
EliminarPues ya sabes que te agradezco siempre que seas sincero y me digas lo que te parece. Entiendo perfectamente esas sensaciones y la música estaba para que la escuchara quien quisiera por supuesto.
Me ha parecido interesante que viviendo como dices de la enseñanza musical te concentres en silencio. Como han comentado muchas personas puede resultar difícil escribir o leer con música de fondo pero en cambio para otras es fundamental.
Ay las prisas, parece que siempre corremos a todas partes, sobre todo en las grandes ciudades y nos olvidamos de la tranquilidad y de disfrutar de esos momentos. Estamos tan preocupados por el futuro que nos olvidamos de disfrutar el presente y de tanto en tanto es bueno recordarnos que una mirada nos alegra el alma, que ese abrazo o ese beso nos llena o disfrutar viendo a un erizo o un ratito delante del mar es algo muy valioso que hemos de disfrutar hoy.
Besos
Me ha encantado como has arrancado el relato. Me has trasladado a esa cala sin agobios. Y, sí, nos urge aprender a mirar.
ResponderEliminarEscribo y también leo sin música, me desconcentra. Aunque a veces se produce el pequeño milagro de que existen canciones que van muy bien a lo que lees o escribes.
Besos
Muchas gracias Lorena.
EliminarEn verano encontrarse en una calita sin agobios es casi un milagro. Creo como bien dices que es muy importante aprender a mirar. Da la sensación que ante la sobreexposición de todo que tenemos, a veces uno puede olvidarse de las cosas que realmente son importantes y que son mucho más sencillas de lo que parece.
Por aquí el grupo de los que nos desconcentramos escribiendo o leyendo y escuchando música es mayor que el que sí la pueden utilizar.
Como expliqué había escuchado que era una recomendación que daban los expertos porque la música era capaz de trasladarnos a un ambiente o crear sensaciones muy rápidamente. Hay veces que sí que pasa, igual es algo que se tiene que practicar más.
Besos
Preciosa historia. ¡Gracias! Nada tan curativo para el alma como la inmensidad del mar. Y cuantas sorpresas puede darnos, ;D. Abrazos.
ResponderEliminarGracias a ti Marisa.
EliminarEscucharnos siempre es una sorpresa porque con más frecuencia de la que se debería no lo hacemos tanto como se necesita. Nosotros tenemos las respuestas solo se trata de eso, de escucharnos. La naturaleza es ideal para "curarnos".
Saluditos
Preciosa imagen de un verano que se va, pero el mensaje está ahí y fue necesario. "Necesitaba callar para recuperar la voz". ¡Feliz regreso.
ResponderEliminarBienvenida Mara.
EliminarUn nuevo verano que se va pero lo que importa es ese recuerdo de todo lo vivido y disfrutado y a por el siguiente.
Mi protagonista necesitaba ordenar su lista de prioridades y sobre todo escucharse para saber aquello que era bueno para ella, a veces toca ese callar.
Besos
Qué bonito, y qué difícil a veces. Me ha venido bien leerlo este fin de semana. Y me guardo la música seleccionada como posible compañía en otras ocasiones. Un beso.
ResponderEliminarMe alegra Rocio
EliminarA veces cuesta. También es cierto que cada uno sabe de sus momentos, pero mi protagonista lo que tenía claro es que en su lista de prioridades tenía que figurar también ella y lo que la hacía feliz.
Es muy relajante escuchar el ruido del mar, al menos a mi me lo parece.
Besos
El mar y la vida unidos por la necesidad de lo importante. Un bello relato para comenzar un otoño que se adivina en lontananza.
ResponderEliminarMuchos besos.
Qué buen resumen Maripaz ese el mar y la vida unidos por la necesidad de lo importante.
EliminarMe alegra que te haya gustado, ¡¡sí!! el otoño se adivina muy cerquita. Me gustan mucho los colores del otoño pero el verano con sus días larguísimos y su claridad siempre se me hace muy corto.
Besos
Un hermoso relato lleno de vida, de detalles vivos y muy importantes. Una poetisa descripción del mar y su entorno, su superficie y su fondo. Me has transportado al lugar y observe como dibujabas y disfrutabas la ocasión, la música le hizo mucho bien a tu post, aunque con solo ver la imagen ya se instala la música en nuestro interior.
ResponderEliminarA mi particularmente nada me suele molestar para escribir, ya que me concentro y suena mi propia música en mi interior bloqueando cualquier sonido del entorno.
Ahora para leer si prefiero el silencio, o una música muy suave, como esta, de fondo. En mi casa casi siempre tengo música puesta, suave y preferiblemente instrumental.
Genial entrada Conxita.
agradezco tu visita y tu comentario.
EliminarGracias por esas palabras que dedicas a mis letras, ya me gustaría a mi dibujar como la protagonista pero no es el caso aunque sí comparto con ella el amor al mar.
Mi protagonista necesitaba encontrarse. En el día a día hay tanto ruido externo e interno que a veces toca desconectar, acallarlo todo para poder volver con fuerzas, sabiendo lo que se quiere y a dónde se va a ir. Esos momentos en soledad son ideales para encontrarse.
Bonita esa concentración y la música interior que consigue sacar tus mejores letras, me ha resultado una imagen muy poética y preciosa.
Un abrazo
Hola Conxita.
ResponderEliminarEstupendo relato para comenzar el otoño, además me parece muy oportuno hacer acopio de esos principios que trae cada lección. Lo he leído con esa preciosa melodía, y la historia ha sido, si cabe, mas sensitiva.
Leer lo hago siempre sin música. En cuanto a escribir, normalmente también sin música, pero soy como tú, según que escritos a veces me acompaño de ella, y es curioso como estimula el cerebro y agudiza los sentidos… música y escritura, si forman una buena pareja de baile hacen maravillas!
Todo es cuestión de como mezcle esos ingredientes la mente de cada uno.
Un beso y me alegro mucho de estar por aquí.
más (por lo de "mas" sensitiva :)
EliminarHola Paco bienvenido de nuevo y sí casi entrando en el otoño, mi protagonista cuenta un día de verano muy especial, un día en el que no tiene miedo de escucharse, de aprender a mirar y saber que es importante que haga aquello que le hace feliz a ella. A veces parece que se está más preocupado por satisfacer las expectativas de todo el mundo que las propias, que quedan aparcadas y es fundamental ser feliz con uno mismo para poder ser feliz con el resto de personas.
EliminarEs curioso pero sí, hay relatos que vienen con su música y no sabes el motivo pero llega así y entonces solo se trata de relajarse y dejar que fluyan.
Ummm buena combinación, música y letras o letras y música.
Besos y yo también me alegro mucho que estés por aquí.
Ahhh y no te preocupes por lo de más, a todos nos ha pasado, sería bueno que se pudiera corregir los comentarios pero parece que Blogger no está por la labor de hacer mejoras.
EliminarUn beso y feliz día
Mirar, detalles, vivir...¡casi nada significan estas palabras que resumen tu relato! Además de la curiosidad que despierta saber qué dice el mensaje de la botella (¿quién lo escribiría? ¿cuándo? ¿por qué?). Qué afortunada tu protagonista al encontrarlo, porque aunque no dejen de ser tres palabras, le calan hondo y decide llevarlas a cabo al pie de la letra.
ResponderEliminarComo soy de playa y, de hecho, vivo a su lado, el entorno con la música incluída me ha resultado "la mar" de familiar, nunca mejor dicho.
Por otra parte, yo nunca escribo con música, pero me ha resultado interesante lo que has contado y todo es probar, ¿no?
Un beso muy grande, Conxita. Me alegra ver que tu casa sigue siendo tan acogedora y agradable.
Bienvenida querida Chelo.
EliminarAprender a valorar las pequeñas cosas, que con frecuencia ni se compran ni se venden y son las más importantes y que al mirar atrás podamos decir con una sonrisa que sí, que hemos vivido y que hemos disfrutado de este gran regalo que es la vida.
Sobre la botella y su mensaje me lo inspiró un hecho real. Un día de buena mañana que iba al trabajo, me encontré con que media calle tenía un papel en los parabrisas de los coches aparcados. Me dediqué a leerlos y fotografiarlos. Todos hacían referencia a vivir, a ser feliz, a que la vida era un regalo, a sonreír... mensajes positivos escritos en inglés que me hicieron sonreír y preguntarme qué persona tan generosa había dejado esos regalos a los propietarios de los coches aparcados y también a los curiosos, que como yo misma, leímos esos mensajes. Hay demasiado malhumor y crispación y cuando encuentras estos ejemplos se te quedan guardados y aparecieron en mi relato para que la protagonista se diera cuenta que era importante aprovechar su vida y usarla bien.
A veces sabemos el mensaje pero necesitamos que nos llegue desde fuera para ponernos en marcha.
Esa es la actitud, ¿no te parece? Probar y ver qué pasa. Hay veces en que los relatos casi se escriben solos y otras en que la música es la protagonista, dejar fluir dicen los que entienden, pues dejemos fluir.
Gracias por tus bonitas palabras, si es acogedora es porque me visitan personas muy generosas a las que me encanta encontrar, se os echaba de menos.
Besos
Ayyy, algo ha pasado con mi comentario que no ha salido...
ResponderEliminarTe comentaba que me ha gustado tu relato con esas lecciones de vida que introduces y que son tan acertadas.
Valoro tanto el silencio que muchas veces renuncio a la música, pero la que has puesto es muy agradable.
Un fuerte abrazo.
Hola Laura
EliminarUy da tanta rabia cuando se te acaban borrando los comentarios o desaparecen sin saber el motivo, los misterios de Google.
Me alegra que te haya gustado.
Cierto eso de valorar el silencio, es tan complicado encontrarlo ¿verdad? Y qué bien sabe cuando se tiene, se puede como dices hasta renunciar a la música, solo silencio. Me has hecho recordar cuando mis hijos eran peques y me quedaba en algún momento sola en casa que no ponía ni música, solo saborear el silencio.
Se te echaba de menos. Cuídate.
Un beso enorme
Hola Conxita, nos has regalado una estampa de verano preciosa y evocadora de momentos mágicos, casi he oído las olas del mar, la gaviota y la lluvia. Me ha parecido un relato con todos los sentidos abiertos y con mucha energía positiva, a veces cuando somo capaces de mirar, de observar, podemos encontrarnos con la sorpresa de recibir como un "regalo" aquello que nos empuja a cambiar, a movernos.
ResponderEliminarLa "botella" tiene tantas lecturas... me encanta!!
Enhorabuena Conxita por el relato del verano.
Un fuerte abrazo amiga.
Hola Xus gracias por acercarte hasta aquí y sé muy bienvenida a este rinconcito de letras.
EliminarEs tal y como lo dices, cuando nos damos el lujo de pararnos, de mirar, con todos nuestros sentidos, con plena conciencia es cuando encontramos esas respuestas que necesitamos.
Me alegra que te encante esa botella. Me gusta pensar y creo que es así, que quién más sabe sobre lo que cada uno de nosotros necesita es uno mismo. Tenemos todas las respuestas, solo se trata de aprender a escucharnos.
Muchas gracias y que tengas un feliz fin de semana.
Besos